Jorge descubrió que es mucho mejor compartir una puta que acaparar una mujer virtuosa.
La infidelidad no es siempre el final de una relación, puede ser el principio de algo mejor y la culpa no es siempre mala, gracias a ese sentimiento supo de lo que su mujer era capaz para satisfacción de los tres.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 515057 veces