Visite a mi tío 3ª parte

Visite a mi tío 3ª parte

El epilogo me encontró tratándome de dormir después de haber acompañado a Soledad al recital, y terminar en una albergue transitorio, dándonos una hermoso momento de placer.
Recibo la visita de Patricia, despojada de toda prenda solo con un baby doll, claro me sorprendió no esperaba tan hermosa compañía, claro venía en busca ce acción y yo en verdad estaba un poco agotado, por la hermosa cogida que le pegue a su tierna hermanita y también por el lugar en que estábamos, por lo que dije no quería, desbordarme, podíamos ser sorprendidos, además no era este el mejor momento para culearla por el ano, que se había convertido en mi sueño, desde que accedí a penetrarla, y comente que había visto un filón para explotar.
Así que. La forma más elegante de calmar, su ansiedad. Fue practicarle un sexo, oral, tremendo, le lamí, su vagina de tal manera que la sumí en un estado de embriaguez, y de delirio, provocando en ella un hermoso orgasmo y con excusas la convencí que volviera a sus aposentos con el tío, sin ante decirle que en la próxima si nos entregaríamos a pleno, y sin limites, ella desbordante acepto el convite.
Yo tenía planeado que si no se podía allí ya conocía un lugar donde estar tranquilos y poder desenfrenarme a comerle ese hermoso ojete.
Como se me agotaba el tiempo de mi estadía y el lugar no se despejaba, la ansiedad me iba invadiendo, y a su vez veía a Patricia, en su mirada me trasmitía ese deseo lo que lo convertía en mutuo.
Busque un ardid para que me acompañara a la compra de algunas nimiedades, que eran sin importancia pero le di una magnitud, que no quería quedar mal en la base, con lo que llevaría, que ella seguro tenía un buen gusto y me ayudaría, a quedar bien allá. Todo ese cuento que hizo que mi tío me la sirviera en bandeja,
En cuestión de minutos Patricia estaba lista y muy apurada por salir, casi se complica la situación cuando Soledad se quilo sumar a las compras, (creo por que sabía que me iba comer a la hermanita) Cuando Patricia, le pidió que se quedara con Humberto por si precisaba algo, la cara de Soledad era como de ira, pero se trago, la orden, Yo no quería ser blanco de los celos así que casi salí, como volando del lugar, Patricia estaba muy tierna al subir al auto, ya se me lanzo, a manosearme, yo tuve que frenarla dado que nos podían estar mirando. Nos pusimos, en marcha, claro fuimos a un Shoping, donde compre algunas cosas para mis amigos, y mis padres, demás de una hermoso perfume importado para tío Humberto, muy exclusivo, que como acotación le sugerí a Patricia que cada vez que el tío lo usara me recordaría. Ella con una sonrisa picara asintió, Ya e el auto su estado se notaba en ebullición, se notaba como impaciente, hasta que de pronto, ya me beso, como para partirme la boca, y me manoseo, el muñeco, que desde ya estaba casi durito.
Le pegunte había algún sitió, lo hice para disimular como era un extraño, me delataría por lo de Soledad, bajo la cabeza, casi balbuceo, “si hay un Motel”, “bueno guíame”, llegamos al mismo Alojamiento que había estado con Soledad.
Una vez dentro de la habitación el torbellino que se desato, en parte es inarrable, fue un impulsivo y tremenda sucesión de posiciones, sus orgasmos, dejaban, su sello, yo con una sola fijación, su culito, que ya a simple vista se notaba que no había sido explorado, y que no sería fácil su entrega, pero como la protesta era a pleno y a mi entender a pleno era todo, así que ya extenuada de los encantos de sus orgasmos, quedo en posición de perito, yo con mi ardiente pene todavía sin eyacular así posteriormente, me centre en ese poema de culo formado, no la sorprendí cuando comencé a jugar y rondar por allí, confirme que era virgen, primero empecé besando ese tercer ojo que estaba tan cerrado y rígido que sólo hacía que me excite aún más, con todo el coraje del mundo la apoyé en sus nalgas y en una perfecta osadía, pase mi lengua por alli, ella se contraía luego empecé a lubricar ese culito, primero le mandé un dedo. Mete y saca, luego le envié otro dedo, hasta que pude sentir el calor que tenía ese culo, luego con una sache de vaselina que estaba con los condones, el cual abrí con mis dientes, unte en mis dedos, a le pasé por el contorno del ano. Ella estaba muy dócil por el contrario a lo que pensaba
Y le dije que de aquí en adelante, sólo quería anal, fue así que continué, apenas le puse mi pene en la entrada sentí cómo se estremeció y cerro era el acto reflejo, así que muy delicadamente, emprendí la ardua tarea, combine, uno y dos dedos, logre que se provoque esa pequeña grieta, me permitió entrar apenas la cabeza, Luego vino un grito que estaba entre la frontera de el dolor y el placer, le clavé toda la pija hasta que la sentí quejidos, y chirridos, fue la mejor excitante entrada que pude tener, sin duda le desgarre, mucho, su conducto, ya que mi pene llegó al tope, y produjo el mayor tamaño de una entrada, sentía como me apretaba, todo el trozo, muy paulatinamente empecé a comerle esa divinura, sus lamentos no sesgaban, sin poder evitarlo que como pude. Aun que parecía una bestialidad, la penetración anal, comenzó a plasmarse, yo estaba rebosante ella de a poco se comenzó a calmar su agujero se había trasformado, y mas que eso estaba amoldado, mi verga ayudada por el lubricante, que termine de untar en un pequeño, paréntesis, se la metió toda en su cueva , para serles sincero el sexo anal que me gusta mucho, pero ese culo, era como mi máximo trofeo, con la excitación que me provocaba entra y salir cada vez con mas facilidad, ya el placer que sentía se convirtió en una acabada espectacular, al poco rato me vine, pero esta vez era distinta no pro ser en su ano, sino, por que creo que saque tanta leche de adentro, que me parecía nunca acabar ella fue la encargada de apretar mi pene, mientras lanzaba, así se trago en ese estrecho conducto todo el material que expulsé.
Luego de todo esto los dos quedamos totalmente rendidos, ella se movía con algo de dificultad por el desgarro, pero así y todo al poco rato nos vestimos y esperamos a que se relaje, y pudiera disimular ese pequeño inconveniente, claro que el más impaciente era yo, porque que llegáramos, lo mas normal, aún tenía, las molestías, de igual manera pensaba que aún tenía un día para una segunda penetración en ese ano, divino ahora luego realizar lo que por esos días me tenía soñando.
Era la culminación de esta historia, lastimosamente me quede con las ganas, dado que estaba imposible proseguir en ese momento tuvo un día que apenas podía moverse, y yo me marche.
les cuento que regrese en otra oportunidad, a los meses, ya que, no podía de dejar repensar en lo que había comenzado a explorar. De allí me entro mas cariño pro el tío y volvía visitarlos repetidamente, hoy cuento que las dos volvieron a sentir de mi dote peneana