El hijo no necesita mayor insinuación y sabe que deberá cumplir con el rol de macho con su madre al igual como lo realizo esa tarde, comenzó a besarse con ella y a recorre con sus labios cada rincón de su cuerpo llegando al canal de donde el salio a este mundo y excitado ante el placer de poseer a la mujer que lo cobijo nueve meses en su vientre y ahora el deseaba entrar en ese vientre con su miembro excitado y desesperado por tenerla y poseerla como su amante, la hembra su madre, no se opone
Relato
Por un tonto accidente en la empresa donde laboraban mi marido y mi compadre, junto a mi comadre Felisa perdemos nuestros maridos, ella es una mujer de 28 años con dos hijos de 7 y 4 años es de bonito cuerpo y de una preciosa carita de niña buena, yo a mis 36 años no soy fea y mi cuerpo es deseado por los hombres en las fiestas que he ido tengo un hijo de 16 años y dos hijas de 12 y 9 años.¡ah! me llamo Clara.
Llevamos ya dos meses de luto con mi comadre y nos reunimos a conversar y siempre nuestras conversaciones terminan en un pecaminoso manoseo de nuestros cuerpos y en una afanada descarga de nuestras ansiedades vaginales con nuestros amados consoladores ya que no nos atrevemos a faltar a la memoria de nuestros maridos con otros hombres.
En uno de esos encuentros en casa de mi cuñada, habíamos dejado los niños de ella menores al cuidado de los míos mas mayores y así tener mayor libertad, pero no se que sucedió que inconvenientemente e inesperadamente llega mi hijo mayor a esta casa…, entra y descubre a su madre y su amiga en labores de saciar sus buenísimas excitaciones corporales procurando satisfacerse con sus consoladores, el chico es un hombre en formación y sus hormonas se revolucionaban en sus venas, ante esas escenas su pene se despabilada y comienza a estimularse y pronto le duele de ver lo soberbio de su crecimiento ante dos mujeres desnudas y en proceso de masturbación, no lo piensa dos veces y se desnuda…, respeta a su madre y apresa entre sus brazos a la excitada comadre de ella quien incitada, excitada y ansiosa de macho no opone resistencia y es presurosamente atacada por el macho penetrándole de un golpe su pene en sus carnes vaginales…, al sentir ese miembro en su cuerpo esta mujer se trastorna ansiosa del placer del coito, permitiéndole los libres movimientos al macho que la tiene ensartada hasta llegar ambos a un apareamiento que la madre ve majestuoso, donde su comadre Felisa gime, solloza, se encorva y arquea apreciada como mujer y siendo deliciosamente manoseada y cubierta por el macho, su hijo…, quien no se detiene en sus movimientos a pesar que Felisa le solicita calma…, calma cuando le llegan sus orgasmos enrollándose en el cuerpo del semental y fundiéndose en un solo cuerpo a este macho recibe en sus entrañas los chorros de leche vaciados por el vigoroso y resistente chico en sus entrañas vaginales. Concluido el placer del coito ambos cuerpos caen agotados en la alfombra, solo la madre Clara esta excitada sin ser saciada y mira con envidia a su comadre quien tiene una feliz sonrisa en su rostro al ser tan placenteramente saciadas de sus exigencias de mujer encajada por un delicioso pene varonil.
Sin palabras las mujeres y el hijo se visten y van en busca de los hijos de Felisa es el anochecer y los hijos de Clara se retiran a sus dormitorios, Esta no puede conciliar su sueño, por sus ojos se repiten las imágenes de su comadre totalmente alterada entregándose entusiastamente a su hijo en el apareamiento aparatoso dado por este. Sin poder reprimírselo por su desesperada excitación va al dormitorio de su hijo, este medio dormido ve como su madre se desnuda ante sus ojos y se cobija entre sus mantas a su lado solicitándole que la posea como mujer, con sus dislocadas acciones amorosas.
El hijo no necesita mayor insinuación y sabe que deberá cumplir con el rol de macho con su madre al igual como lo realizo esa tarde, comenzó a besarse con ella y a recorre con sus labios cada rincón de su cuerpo llegando al canal de donde el salio a este mundo y excitado ante el placer de poseer a la mujer que lo cobijo nueve meses en su vientre y ahora el deseaba entrar en ese vientre con su miembro excitado y desesperado por tenerla y poseerla como su amante, la hembra su madre, no se opone y el puede satisfacerse penetrándola hasta clavar su pene en los recovecos de sus entrañas comenzando esta un ondulatorio movimiento de su cuerpo entregándose a los brazos del placer de un apareamiento que los llevara a un delicioso gemido y llorado placer del coito, donde su madre se menea desesperada buscando sus entregas en los orgasmos que llegan en esos instantes suspirando y afligiéndose ante los espasmos del placer logrado y recibiendo en su matriz los fluidos de su hijo que excitado entrega con gozo y placer.
Se queda la hembra a su lado a descansar y se duermen a media noche despierta alterada por su entrega como amante, trata de ir a su cama, pero se lo impide el macho que la vuelve acomodar en su cama y ella nuevamente como una sumisa amante recibe entre sus pliegues vaginales la invasión de ese grandioso miembro, nuevos meneos de caderas, suspiros y agitados gemidos son escuchados en esa pieza mientras esa mujer es transformada en la amante de este macho que la satisface y se place en cubrirla con su apasionado erotismo satisfaciéndola entre afligidos aullidos de placer. Es de ahora en adelante su ardora amante.
Las reuniones de ambas mujeres se transforman ahora en tríos, en una orgía de estos tríos donde la madre y la comadre son delicada y deliciosamente clavadas por este entusiasta, amoroso y apasionado juvenil semental… si juvenil, pero con un miembro digno de un animal por lo grande, grueso y descomunal glande que enloquece y satisface a estas hembras.
Una vecina del departamento del lado de Felisa la felicita por sus apasionadas sesiones, pero le recomienda mesura en sus quejidos y gritos, los escucho en mi dormitorio le dice, Felisa se asusta y le dice si ella desea algo, esta le dice que le encantaría conocer a su sobrino y como tú sabes le dice a Felisa, mi marido los martes va a la reunión de Tobi y sale es de las 18 horas de casa y vuelve después de las 21 horas. Felisa entiende y cita a Leo para el día siguiente.
Este llega cerca de las 18 horas y Felisa lo lleva al departamento vecino… Ahí los esperaba Ángela…