Cuando Efraín mi marido falleció, pensé que todo se había terminado en mi vida. Por lo que prácticamente sin quitarme el luto, me enterré en vida. Únicamente salía de mi casa a la iglesia, y de la iglesia a mi casa. Dejé de visitar, y hasta prácticamente de tratar a mis amistades. Para las que siempre tenía alguna excusa para no ir a visitarlas, o permitir que me visitasen. Mi único consuelo, por llamarlo así era, que casi todas las noches, recordando a mi marido, me ponía a beber sola en casa, hasta emborracharme y perder el sentido.
Relato
Pasaron los meses, y yo continué con la misma absurda conducta. Como si eso fuera a revivir a mi difunto marido. Pero no hace cosa de unos pocos días, ya comenzando a caer la noche, recibí la visita, bueno mejor dicho llego a casa, un jovencito de unos veinti tantos años, diciéndome que era Efraín el último nieto de mi esposo, el cual yo no conocía, ya que como mi difunto, y yo nos casamos varios años después de su primer divorcio, y no tuvimos hijos. La verdad es que sus hijos y nietos nunca nos visitaron, por lo que yo no los conocía, hasta ese momento, que el tal Efraín me visitó.
A la hora que el joven llegó a mi casa, ya yo me encontraba bebiendo desde hacía varias horas como de costumbre. Así que lo único que se me ocurrió hacer, fue invitarlo que entrase a casa, y ya dentro en la sala, le pedí que se sentase, al tiempo que yo le serví un trago a él y otro para mí. Así que cuando le pregunté que lo había traído por mi casa, lo primero que me dijo fue. Por curiosidad, ya que desde pequeño había escuchado hablar de mí, tantas cosas, que cuando preguntó por qué nadie de su familia, había querido ir al funeral y posterior entierro de su abuelo, la única respuesta que recibió fue. No vamos porque la señora (puta) esa no nos quiere ver ni en la capilla, ni en el cementerio. Cosa que de inmediato yo le aclaré que era del todo falsa, es más hasta me sorprendió no ver a nadie de la familia de mi difunto esposo, ni en los actos de la capilla, como tampoco por el cementerio, a la hora del entierro.
Bueno así seguimos charlando y bebiendo, y quizás por el hecho de que el joven era nieto de mi esposo, yo lo encontraba idéntico a él, o por lo menos eso me pareció a mí al compararlo con alguna viejas fotos que yo había de mi esposo cuando era joven, además para colmo, se llama Efraín como mi difunto esposo, y hasta su tono de voz me sonaba igual. Por lo que de momento, me puse a pensar, si el chico también estaría bien dotado, como lo estaba su abuelo, que a pesar de llevarme casi más de treinta años de diferencia en edad, en la cama casi hasta el momento de su fallecimiento, parecía que tuviera veinticinco.
Lo cierto es que con todas esas cosas en mi cabeza, y lo borracha que ya me encontraba, se me ocurrió pedirle que tomase asiento a mi lado en el sofá en el que yo estaba sentada. O mejor dicho prácticamente recostada. Efraín se sentó a mi lado, y yo descuidadamente, separé mis piernas mostrándole todo mi coño, apenas cubierto por mis pantis. Casi de inmediato sus ojos se clavaron entre mis piernas, mientras que yo de manera inadvertida comencé a tocarme al tiempo que seguía haciéndoles preguntas indiscretas, como si tenía novia, y si ya se estaba acostando con ella, y que era lo que más le gustaba a su novia que él le hiciera.
A medida que Efraín me fue respondiendo de manera afirmativa, mis preguntas. Pero cuando comenzó a contarme que era lo que más le gustaba a su novia, sentí una de sus manos sobre mi rodilla, la que el chico fue deslizando calmadamente, hasta que me agarró el coño de manera bien descarada, al tiempo que viéndome de manera bien lasciva, me dijo. A ella le encanta que yo le haga el sexo oral, y tras decir eso y sentir como sus dedos, deslizándose bajo mi braga, comenzaron acariciar mi coño. No me quedó otra cosa que abrir mis piernas de par en par, mientras que él me quitó las bragas, al tiempo que Efraín me preguntó con una sonrisa libidinosa, y a mi abuelo Efraín que era lo que más le gustaba hacer en la cama.
De lo ebria que yo estaba, me sonreí, y para él fue como sin, tan siquiera decir una sola palabra, se dedicó a mamar mi coño divinamente. Ya en esos momentos al sentir su lengua, así como el resto de su boca y dientes, sobre mi ya desnudo coño, dándome placer de manera tan especial. Sin dejar de verlo a los ojos mientras me continuó mamado mi coño, le dije. Qué te parece si en lugar de hablar de los muertos, nos dedicamos hacer lo que ellos ya no pueden. Así que si al principió disfruté de todo lo que me hacía con su boca. Tanto es así que disfruté de un increíble orgasmo, como hacía mucho tiempo que no lo disfruta, para ser exacta desde que murió su abuelo.
El resto del tiempo lo pasamos teniendo sexo, él en ocasione me regaba algo de Martini sobre mi vientre, para después dedicar a lamerlo, cuando no era que lavaba su verga en una copa de esa bebida, y tras lo cual o me la enterraba sabrosamente dentro de mi coño, o me la ponía dentro de mi boca, para que yo se la mamase hasta más y no poder.
Cuando desperté a la mañana siguiente con mi habitual dolor de cabeza, por lo mucho que bebí, pero bien contenta de todo lo que había sucedido, ya Efraín, el nieto de mi difunto Efraín no se encontraba. A los pocos días mientras como de costumbre me dirigía a la iglesia para confesarme, me lo encontré en la calle, quedó en pasar por casa nuevamente, lo que continuó haciendo durante un tiempo, hasta que al parecer su novia le reclamó algo. Pero lo bueno de todo eso, es que me di cuenta de que aun puedo disfrutar de la vida, sin necesidad de quedarme llorando en casa. Por lo que ese día al salir de la Iglesia, me topé con el hijo de unos de mis vecinos, un chico de unos veinte años, que cuando le pedí que pasara por casa para que me hiciera un favor. No dudó ni un segundo en decirme que si. Lo demás en otra ocasión se los cuento….
Le subí completamente su falda abriendo sus piernitas exquisitas, inicie a mamarle sus piernas cada centímetro de ellas hasta que llegue a su zona vaginal todavía cubierta por su calzón, con mi boca muy lentamente le fui retirando el calzón hasta que le vi por primera vez su vagina hermosa, la cual estaba súper mojada de sus flujos vaginales, ella comenzó a gritar de placer y fue más cuando tome un poco de crema de chantillí aplicándole en toda su raja vaginal, con esto empecé a comerle el coño.
Relato erótico enviado por Anonymous el 25 de September de 2009 a las 17:28:48 - Relato porno leído 234924 veces
Llegue al bar y estaba Sebastian esperandome, me vio y no sacaba su vista de mi cuerpo, lo salude con un beso muy cerca de su boca para hacerle los ratones, inmediatamente me pregunto si no queria ir a su departamento (era del padre que se lo habia dejado encargado por unos dias ya que estaba en Chile). Le dije que bueno y subimos a su auto- Llegamos a su departamento y cuando entre hice un movimiento sexy con mi culo.....
Relato erótico enviado por gatitacelosa el 04 de April de 2012 a las 23:28:46 - Relato porno leído 202504 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:42) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:20) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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