Era una hembra cariñosa, impetuosa y sensual, siempre necesitaba de un macho que la saciara y su ex novio cumplía con placer esos momentos, ahora estaba sola y su cuerpo reclamaba atención mimada de su sensualidad.
Relato
A mis 45 años he enviudado y no puedo olvidar a la que fue mi esposa, estos ya tres meses, visito casi a diario el cementerio, llevo flores, arreglo la lápida, arreglo el jardín, etc.
Hoy ha venido una chiquita que no ubicaba a una tumba vecina, para no aburrirme le converse, ella no deseaba ser molestada por lo que me contesta con monosílabos y calla.
Otras dos veces este mes nos hemos encontrados en nuestra respectivas tumbas, ya nos saludamos, pero no es muy conversadora.
En este mes he venido solo cada fin de semana a la tumba de mi señora por motivos de trabajos… en eso llega ella mi vecina de tumba, veo que viene bañada en lagrimas y apoyada e su tumba gime desesperada…, le pregunto si puedo ayudarla y ella se gira y se protege abrazándose contra mi cuerpo, es una joven mujer entre 20 y 25 años, delgada, pero de carnes duras donde se nota un cuerpo trabajado en la gimnasia y sus partes prominentes del sexo femenino se hacen notar, ella llora entre mis brazos y me cuenta que esta embarazada, me cuenta que quien está enterrado en el cementerio es su novio quien choco en moto y fallece…, la familia del novio no la estima y ella no es bienvenida en esa casa. Menos cuando leyeron el testamento donde su ex novio le dejaba el departamento en el cual ella vive, trataron de quitárselo, pero el abogado les comunico si lo hacían y perdían tendrían que indemnizarla, enmendarla y ayudarla lo que la familia prefirió someterse al testamento. Eso si ella no es bienvenida en la familia y ahora sabe que a tres mese de su muerte este la dejó embarazada y no sabe como reaccionar ante la noticia.
Tener después de meses una mujer entre mis brazos revolviéndose y abrazándome activa mis bríos carnales. Siento mis adrenalinas recorrer mi cuerpo, sin darme cuenta la manoseo tocando sus senos pequeños, pero duros, su trasero destacado y prominente, sus muslos preciosos y atléticos ella no se opone a ser tocada, aún más creo que le gusta por que apoya su cabeza en mi hombro y suspira sollozando y su respiración comienza a acelerarse. Me solicita que salgamos del cementerio…, salimos y en mi vehículo nos dirigimos a la playa donde continuamos nuestros ternuras, manoseándonos mutuamente, ella teme que la vena en esas faenas y me solicita que la lleve a su departamento, ella es profesora de educación física y su alumnos corretean por esos sitios.
Al llegar a su departamento esta débil mujer se transforma en una agresiva hembra deseosa de arrebatos, entusiasmos y atrevimientos amatorios llevaba muchos mese sin macho y ella era una mujer desenfrenada de efusiones apasionadas, saca su gabardina, retira su chaleco quedando en una débil camisa como protección de sus senos sin sujetadores, me retira mi sobretodo y me abraza emocionada suspirando, gimiendo y solicita ser albergada en mis brazos. Casi frenéticos ambos nos besamos y exaltados recorremos nuestros cuerpos, me besa gimiéndome y entregándose a los goces de estar en brazos y obediente ante un hombre…, necesitaba un macho ella era una hembra cariñosa, impetuosa y sensual, siempre necesitaba de un macho que la saciara y su ex novio cumplía con placer esos momentos, ahora estaba sola y su cuerpo reclamaba atención mimada de su sensualidad.
Tenía un nuevo macho en su cama lo acomoda entre sus piernas y acariciándolo se entrega a ese miembro de su nuevo gozador amo, era más grueso que el de su novio, la expandía en su vagina al extremo de casi partirla, pero era delicioso sentirse nuevamente abusada por un pene.
Sus piernas empezaron a temblar con la tensión sexual que le estaba provocando ese pene que salía y entraba rápido, ella lo degustaba, lo gemía cada vez más fuerte. Sus manos se apoderan de los testículos y con desesperación los apretaba para provocarle el clímax a su nuevo amo y señor, mientras ella se deleitaba con un suspirado y gritado orgasmo. Estaba embarazada, pero su cuerpo trepidaba antes las embestida de ese potente macho que la estaba ultrajando dándole uno de los apareamiento que ella recordaría, sintió la esperma tibia mojándole sus entrañas y entre suspiros se deleitaba con ese placer de sentirse embetunada con el semen de su nuevo macho amo y señor desde ahora de su cuerpo, pensaba en su ex novio y le decía perdóname, pero necesito tener entre mis piernas un órgano masculino y este es de mi medida, mientras cariñosamente acariciaba la cabellera de su semental besándolo y coqueteándole.
Una quinceañera caliente, logra lo que tanto ansía: descubrir que el sexo va mas allá de meterse tímidamente un dedito. Su portero le dará una dulce lección.
Relato erótico enviado por euterpe el 11 de October de 2004 a las 10:03:00 - Relato porno leído 196021 veces