Voy a la fiesta de Victor

Voy a una fiesta de cumpleaños de Víctor un chico que cumplía mi misma edad, los 18 años..., en verdad para mi la fiesta estaba aburrida y con música no de mi agrado, pero el resto de los invitados la estaba pasando bien... Fui a la cocina a prepararme un trago con bebida y alcohol. En ella me encuentro con los padres de Víctor, quienes no estaban en un buen pasar pues discutían por que el padre quería bajar la música y no se que otra idea se le había cruzado por su mente, la mamá defendía la libertad de los jóvenes diciéndole que dejara tranquilo al niño en la fiesta..., el padre enojado se va al segundo piso a dormir dice, la mamá queda muy alterada y solloza por la discusión, me había preparado el trago y al probarlo esta muy cargado al lico, lo iba a suavizar y ella me dice si le convido el trago se lo paso y casi seca el vaso de un trago, carraspea luego diciéndome estaba un poco cargado al licor, le paso el segundo que lo preparé mas suave y le digo prueba este, ella era una mujer madura de 39 años y todavía suspiraba por el disgusto con su marido..., preparé un segundo trago y salí al patio ella me sigue diciéndome acompáñame y paseamos por las sombras de la noche en el patio al llegar a un cuarto de bodega de muebles sin uso en casa acumulados allí Valeria, la mamá así se llamaba, me invita al cuarto por que le dio frío mientras bebíamos el trago y ella se fumaba un cigarrito, debes ir a la cocina y trae mas licor para otro trago por bebidas no te preocupes que aquí hay. Obedezco y traigo la botella de licor al llegar ya se había fumado su cigarrito y se sirve más licor con bebida cargado al licor y media mareada me sonreía y se da cuenta que el licor se le subió a la cabeza, riéndose sola me abraza diciendo que soy el mejor amigo de su hijo y ella está feliz de nuestra amistad... media mareada se recuesta en una cama sin tapas que ahí estaba arrumbada, al hacerlo lo hace con sus piernas recogidas de espalda con lo cual sus vestidos se recogen hasta su cintura y con la leve luz de la luna que entraba por la ventana distinguía sus bonitas piernas enfundadas en sus medias lilas, recogiendo sus piernas y mostrándomelas hasta los calzones , conversa de diferentes temas hasta que me dice si no me excito verle sus piernas, tengo 18 años el hecho de ver un bonito trasero me excita, imagínense como estaba mi pene de dilatado, rígido, grueso por el pensamiento de hacer mía a esa mujer madura de tan buen cuerpo..., a pesar de tener 39 años y de ser la madre de mi amigo, igual la deseaba y mis manos inconcientemente comenzaron a recorrer esas piernas comenzaba en sus tobillos subiendo por sus bien enfundadas medias hasta la rodilla ahí me detengo unos minutos y sigo subiendo por sus muslos los acaricio y sigo por sus nalgas, que delicioso trasero sobaba el padre de Víctor, lo envidiaba, osadamente me lleno de valor y enérgicamente le manoseo su entrepiernas, Valeria me dice que haces, mi marido solo sabe retarme y mas de un mes que no me toma en cuenta como mujer y ahora tú me excitas manoseándome mis piernas y mi vagina, eres muy joven me dejaras ardiente de pasión ..., tú crees le digo no serás mi primera mujer madura y te contaré que me encantan las mujeres maduras..., bien veamos que haces y excítame mas ahora me dice y se saca su vestidos mostrándome sus senos…le digo las mujeres desnudas no me provocan excitación, me recuesto a su lado y tocándole los senos le digo a mi me excita el tocarlo, amasarlos, apresarlos como míos, y se los oprimo, al igual las piernas me gusta acariciarlas metiendo mi mano en su entrepiernas y acaricio por sobre el calzón su vulva…, los gemidos, las contorsiones de la Valeria al estimularse su ardiente pasión son exagerados , sus suspiros y llantos, sus gruñidos de consuelo, esta mujer estaba a cien grados y deseaba macho para calmarse… saco su calzón aparece una bien cuidada línea de vellos en su vagina y sus piernas se abren ardiente de pasión suspirando y resollando, le lamía su sexo y ella gemía de placer y me apretaba mi cabeza contra su vagina, me acomodo sobre ella, Valeria me toma por el cuello atracándome contra ella, suspira caliente deseando que la posea, ubico mi pene en su vagina ella lo agarra y lo manosea diciéndome es grande y es mas grueso que el de Víctor tendrás que metérmelo con cuidado me abrirá más extendiéndome mis carnes vaginales..., comienzo a penetrarla y ella me abraza fuerte diciéndome con cuidado duele, así ..., tranquilo..., si ya estoy entregada en tus brazos, pero gocemos no me hagas daño y no dejes marcas recuerda que soy casada.
Valeria se meneaba desesperada una vez que acomode todo mi pene en su vagina con grandes quejidos provenientes de la madre de Víctor, ella me abraza y se menea empezó a moverse a gran velocidad, deslizándose arriba y abajo en ese viejo catre que rezongaba a nuestro meneo, mi polla como si estaba excitada apareándose.. . Paró unos instantes evitando que eyaculara con aquel tremendo tratamiento. Me masturbó con la mano sobándome mi trasero al tiempo que notaba el contacto de mis labios y mi lengua sobre sus pezones duros y elevados. No iba a tardar mucho en correrme así que le avisé que estaba a punto de eyacular, no me dice espérame sáciame bien saciada. Eres delicioso empotrándome tu pene sigue.... me puso sus piernas sobre mis hombros y quejándose y llorando de gusto y placer me apresa mi cuello no duro mucho mas y eyaculo en su interior del nicho vaginal como grita y gime entregándome sus fluidos y a la vez recibe en sus entrañas a lo menos tres chorros de semen y leche en su útero.
Agotados descansamos y ella me dice esto es un secreto entre los dos, tranquila le digo nunca hablaré, pero si te buscaré para hacerlo de nuevo. Volvimos a la fiesta no nos habían echado de menos por lo que volvimos a ese cuarto.
Después de estar en estar acariciándonos Valeria sentía que estaban Colocándole en la entrada de su vagina ese pene , que comienza a introducir su glande pero se detiene y me mira a los ojos como pidiendo mi aprobación, a lo que le digo, adelante cariño, hazme tuya, lo estoy deseando, hazme el amor y conviérteme en tu mujer, una vez dicho esto empezó a penetrarme lentamente y sin pausa sin detenerse hasta que no pudo entrar mas, sentía como se habría paso a través de mi vagina, sentía como me llenaba ya no en la carne, si no que mas allá......en el alma; pero en ese momento mi muchacho empieza a moverse, se movía de manera lenta pero con fuerza, ambos disfrutando de cada penetración. Así estuvimos largo rato, hasta que cambiamos de posición para colocarme sobre él y así poder cabalgarlo a mi ritmo; de esta manera podía introducirme su pene a conciencia, lo podía sentir en lo mas profundo de mi, sintiendo un molesto tope en el interior de mi coño pero a la vez era una placentera molestia; subía y bajaba sobre ese pene, ese pene que me estaba dando un placer sin igual, lo hacia como haciendo la postura de amazona para luego con el pene totalmente en mi interior hacer círculos con mis caderas, para combinar con movimientos de adelante hacia atrás. A punto de llegarme los orgasmos , mi niño me comienza a decir que estaba a punto de llenarme con su leche, yo también quiero entregarte mis orgasmos digo, a lo que le dije casi implorando entre jadeos déjame ahora a mi montarte y giramos a lo misionero y sentí como mi muchacho compañero de mi hijo en la escuela llenaba mis entrañas con sus líquidos no aguate la presión y entregue mis orgasmos y nos abrazamos besándonos con desesperación, si pertenecía a este muchacho como su hembra él era mi macho que me satisfacía. Mi hijo tenía un compañero que sacudía y hacía gritar a su madre en la cama, y yo era feliz teniéndolo entre mis piernas, gozando con él y entregándole mis orgasmos.
Al día siguiente fui a verla, ella me trata como un desconocido, pregunto por Víctor y me dice ninguno de los dos Víctor está en casa, estoy yo sola, me mira a los ojos sabía lo que quería, pero se estaba haciendo la señora puritana... no aguanto mas y la tomo entre mis brazos, no lucha por soltarse, aun mas entra en el dormitorio aun la cama sin hacer, nos acomodamos en la cama y ella me dice me quieres viola ..., no, no me violes y me deja desvestirla, me ayuda cuando le saco sus calzones alzando su trasero para que saque el calzón, comienzo a penetrarla y ella gime. Yo no podía dejarla y divinamente continuaba penetrándola, como un verdadero salvaje, por su parte, ella no paraba de mover sus caderas insaciablemente, y de decirme entre risas de manera seductora, que parase, que le dolía mucho. No sé si fue su supuesta negativa, o el que fuera la madre de un compañero de curso, o que ideas se me pasó, pero lejos de detenerme, continué clavando toda mi pene dentro de su caliente entraña, al tiempo que ella gemía, de placer, y ocasionalmente, como si se tratase de una travesura me decía no continúes volándome ¡ah!. Clavó sus uñas en mi espalda, y yo en sus nalgas. Después de un buen rato, finalmente me vine dentro de su sabroso sexo, el que yo sentía como si agarrase mi miembro y la apretase divinamente. Las arremetidas iban en incremento, mas y mas rápidas entrando y saliendo mi miembro en su delicioso sexo mientras su respiración y gemidos aumentaron, ella empezó a gemir y temblar de las piernas, cuando ya estaba por eyacular la apreté contra mí para dejarle en lo más profundo de su ser todo mi semen, ella exhalaba agitada, me abrazo fuerte, mordía sus pezones y no podía moverse por la manera de temblar por su orgasmo, cuando terminamos, comenzó a reírse, diciéndome, pervertido, me violaste nuevamente. Tú sabes que soy tuya, pero debemos cuidarnos ándate ahora.