Yo ignoraba que mi suegro fuera tan cariñoso... ( CON fotos)

Yo la verdad, es que me pareció una buena idea, que durante el resto del mes, Ernesto se quedase en casa. Y aunque al principio me di cuenta de la manera en que el padre de mi esposo me miraba, yo no me molesté por eso. Un día en que amanecí con algo de dolor en la cintura, cuando se lo comenté, él gustosamente se ofreció a darme un masaje, que según Ernesto aliviaba cualquier tensión o dolor en el cuerpo. La verdad es que me pareció bien sincero, al decirme eso, por lo que sin darle mucha cabeza, accedí a que me los diera. Aunque debí sospechar algo, ya que al principio lo único que sentía eran sus fuertes manos pasándolas por mi espalda, pero luego sin decirme nada, los masajes se fueron extendiendo hasta mis caderas y muslos. A pesar de que yo cargaba mi falda puesta, él metió sus manos bajo la falda y continuó masajeándome entre las piernas, pero ya de manera más cariñosa. Lo que a la vez me fue haciendo sentir una tremenda excitación sexual. Yo procuré controlarme, pero ya sus manos acariciaban de manera descarada todo mi coño, al punto que no pude seguir conteniéndome. Y cambiando de posición y sin que él me lo pidiera, me quité las bragas, y separé mis piernas. Sin decir una sola palabra. Ernesto se bajó los pantalones, y eso bastó para que yo me dedicase a mamar su parada verga, por un buen rato, hasta que me dijo que me recostase, yo gustosamente así lo hice y apenas abrí mis piernas sentí su duro y caliente miembro penetrando divinamente mi coño. La verdad es que Ernesto no es un amante del otro mundo, pero la verdad es que el dolor y la tensión que tenía desapareció. Claro que a Raúl, no le he dicho nada, pero la mayoría de las veces, a penas mi esposo sale de la casa, rumbo a su trabajo, yo rápidamente me quito toda la ropa, y me voy a la cama con mi suegro….