Como se me cumplio ver las nalgas de mi esposa con mi amigo...
Relato
Queridos amigos, le voy a relatar una experiencia que nos paso a mí y a mi esposa.
Llevamos diez años de casados tengo 42 y ella 44, la verdad ella es rubia de un metro y cincuenta y cinco medidas 98-60-99, la verdad es que siempre desde que la conocí estuve muy enamorado de ella, en la cama es excepcional digamos es una cuestión de piel.
La verdad es que yo siempre fui muy fogoso, le hacia comprar toda clase de lencería lo que mas me gustaba era las de color negro, esas tangas negras que hacían relucir las nalgonas de mi Silvia.
Los años fueron pasando pero los ratones también, siempre manteníamos esa chispa en la cama, hasta que una noche de placer para poder tener el segundo polvo me empecé a imaginar como si yo fuese otro hombre, la verdad de que me enardecía y estaba listo para el siguiente polvo. Mi morbosidad iba en aumento y con ella mi imaginación, empezaba a imaginarme de que yo era por ejemplo mi amigo o un vecino y que llegaba a la casa (o sea yo) y hacíamos el amor con la mujer de mi amigo (o sea mi esposa). Le empecé a proponer esos juego de imaginación y ella se enojaba hasta que con el correr del tiempo empezó a aceptar pero por mi, me decía.
Un día de mucho calor nos visita un amigo que hace rato no lo veíamos, justo cuando habíamos planificado ir a la playa, como era de confianza y los conocíamos hace añares, es mas gracias a el la conocí a mi esposa, les dijimos vamos a la playa.
Hasta ese momento todo transcurría normal, debo aclarar a pesar de mi enfermiza imaginación, siempre fui celoso, lo normal por el amor a mi esposa. Al instalarnos en la playa nos sentamos en las silletas saqué unas cerveza y nos pusimos a tomar, mi esposa recién llegaba por que estaba en los baños, note algo que me intranquilizo, como un golpe eléctrico y que me dejo sin palabras, Silvia mi esposa se sacaba el short para quedarse con la bikini, Juan la empezó a mirar descaradamente mientras hablábamos, cosa extrañas en el por los años de amistad y que el siempre había sido muy correcto. Mientras pasaba el tiempo seguía la conversación animadamente y la cerveza también mientras Silvia acostada boca abajo, tomando sol se había corrido un poco la tanga bikini para quemarse mas, cosa normal, hasta ese momento ya que todas las mujeres tenían en la playa cola less. No se si por efecto de la cerveza mi amigo Juan cuando podía relojeaba las sabrosas nalgas de Silvia, yo que estaba con anteojos negros disimulaba sorprendido, pero los celos ya se me manifestaban.
El sol arreciaba con toda su plenitud, y el alcohol mas el sol en mi cabeza, cuando mi vejiga me avisa que tenia que ir a orinar, me levanto y voy hacia los sanitarios que quedaba mas o menos como veinte metros, durante mi trayecto iba semi tambaleando y pensando no tomo mas porque estaba medio borrachito. Cuando salgo del baño, veo a la distancia como Silvia hablaba animadamente con Juan, bueno no era ningún secreto decía yo se conocieron antes que yo a ellos, me agazape detrás de unos arbustos cerca del baño, prendí un cigarrillo me abrí una cervecita y me senté a mirar animadamente a ellos a la distancia. De pronto Juan sale de su silla playera y se sienta en la arena cerca de Silvia, estaban muy entretenidos, como si yo no existía pensaba yo, de pronto sentí una sensación de celos, pero era como si me aplacase me imaginaba a Juan haciéndole el amor a Silvia y empecé a tener una erección veinteañera, estaba que explotaba.
Habré quedado espiando unos diez minutos, cuando dije mejor voy porque van a pensar que me paso algo, cuando veo que Silvia vuelve a ponerse boca a bajo, Juan sentado cerca de ella, Silvia se vuelve a poner entre sus rajas la cola less, y parece a la distancia adivino que Juan le empieza a poner bronceador por la espalda a Silvia, mientras hablaban, yo me quede petrificado y me volví a sentar, Juan le pasaba por toda la espalda el bronceador mientras hablaban hasta que observo las manos de mi amigo pasar por las nalgonas de mi Silvia, no podía creer lo que veía, ella como si nada descaradamente, a todo esto ya había pasado mas de quince minutos, y ellos ni se acordaban de mi, me entró una sensación de celos furioso mezclado de calentura celestial y la sensación de que yo era ignorado por mi esposa y encima que la estaba pasando bien, esa mezcla me llevo nuevamente a los retretes masturbándome como un chiquillo, la verdad que los chorros de semen salto por el aire y quedé exhausto.
Salí del baño y me fui caminando hacia ellos, en el trayecto sentía un estremecimiento angustioso del haber visto eso con una mezcla de excitación que nunca había experimentado hasta entonces, que era?
Me senté en la arena como marcando mi territorio mientras que Silvia me dice vamos al agua, bueno mi amor le respondo y mi amigo por detrás, en el corto trayecto la descarada tenia la tanga en el medio de la raya del culo, sin vergüenza alguna. Mientras chapoteábamos y las olas arreciaban Juan haciéndose el chistoso, le levantaba a Silvia por el aire hacia mi y yo lo mismo, notaba la confianza extrema.
Después de unas horas decidimos irnos, lo gracioso que Juan ya empezaba a ordenar, como por ejemplo vamos ya, sentía una angustia como que me desplazaba de mi intimidad con mi esposa, cosa graciosa pero lo sentía así, muy sutilmente por supuesto.
Por fin en casa, mi cabeza me estallaba, estaba medio mareado, me fui a pegarme una ducha, pero eso me puso más somnoliento, mientras que Juan estaba con todas las energías haciendo chistes.
Llegó la hora de cenar y nos sentamos a cenar, Silvia salía de su baño reparador bien vestida pero con una gran diferencia!!!!!!!! . La hija de puta se puso un vestido corto le llegaba unos quince centímetros por las rodillas, la verdad que estaba hermosa como mas alegre. Juan ni lento ni perezoso y gracias a su carácter chistoso le lanzó unos piropos, ¡que hermosa que estas, te tengo una envidia Carlos me dijo! Silvia se reía y yo esbozaba una sonrisa falsa.
En ese momento sentía por todo lo sucedido una mezcla de celos y calentura por lo prohibido que lo mostraba ante ellos, con una cara de serio poco locuaz, como ido, mientras ellos se reían recordando viejos chistes. El vino de la cena y las doce de la noche me encerraron en un letargo de sueño atroz, antes de servir el café me disculpe y me fui a dormir pero era mas por aquella situación, como una especie de impotencia, que me pasaba? Me gustaba esa situación, como si le otorgaba el lugar de macho de la casa a mi amigo?.
Una vez en la cama Silvia entro y me pregunto que me pasaba que me notaba serio, y yo le dije que estaba muy cansado, la verdad que no me creyó mucho y se fue con una cara de no gustarle mucho, por dios como se veía esas nalgonas.
Me habré quedado dormido profundamente unas dos horas y unas risas me despertaron, fui sigilosamente para ver que estaban haciendo, estaban sentados en el sofá, muy cerca, Silvia estaba cruzando las piernas mientras que Juan se hacia el distraído mientras hablaba y le apoyaba las manos en las rodillas Silvia como si nada.
En eso se dieron las buenas noches y me acosté rápidamente, Silvia entro se desvistió y se acostó, empezamos a hablar mientras le sobaba sus nalgas ella se reía y me tocaba el pene en eso le comento como chiste que en la playa Juan como la observaba, pensé que se iba a enojar por mi comentario, pero no, me dijo que a mi me parecía, ella empezó a besarme el pene como nunca había hecho yo estaba que explotaba en eso empezaba con mi jueguitos morbosos que hasta ese momento era intimo y no era peligroso, le decía que puta eres como te gusta el pene, ella decía si soy muy putita, esos comentarios me encendían, luego le decía algo fuera de los libretos, como te gustaba que te miren todos los hombres en la playa hoy, he? Y ella me dijo sorprendiéndome si me gusta que me miren las nalgas, estaba mojadita porque quería penes, evidentemente esa conversación se estaba saliendo de los carriles habituales pero a mi me encendía mas me sentía como un pendejo de 15 años la penetre furiosamente y luego me limpio el pene como loca, apenas terminamos me dio la espalda, le apoye mis manos en esas nalgas y me quede otra vez caliente y empezamos a besarnos. Seguí con el mismo jueguito, para que se me pare otra vez mas rápido, pero esta vez mas atrevido, le decía mientras le empezaba a penetrar, imagínate silvi que yo era don Pedro, un vecino nuestro y ella decía dale Pedro dale cógeme, hasta que no se si cometí un gran error pero me salió, ahora imagínate que soy Juan, yo pensé que ella me iba a putear por ser mas real la imaginación, no se si el vino de la cena le hizo efecto pero sucedió lo mas temido y querido por mi subinconciente, ella dijo cógeme papito, cógeme Juan, entonces yo haciéndome pasar por Juan le decía y tu esposo? y ella decía no esta, esta, esta en el trabajo. Acto seguido mientras la embestía como un toro la pongo en cuatro le corro su tanguita sigo con el teatro, estas segura que no esta tu esposo el cornudo? A LO QUE ELLA ME RESPONDE NO ESTA EL BOLUDO DALE JUAN DALE QUIERO QUE ME COJAS MAS, mi pene estaba a mil parecía como querer reventar, le pregunto de quien es esa colita? Toda tuya Juan, hasta que la eyacule como un litro de semen, fue divino nos quedamos abrazado hasta el otro día.
Al otro día antes de irme al trabajo Juan me comenta que los trámites que tenia que hacer en esta ciudad le iba a demorar dos días y me pidió si se podía quedar yo acepte y me fui.
En todo el día no podía concentrarme, pensando que estarían haciendo me imaginaba con dolor que Juan la penetraba por esas hermosa nalgonas,.
Así pasaron cuatros día y Juan todavía estaba, mientras podía terminar eso tramites, no me gustaba pero cuando los observaban era como si tomase viagras, me encendía con Silvia, pero empecé a sentirla como mas indiferente hacía mi, o me parecía.
Como bien dice el dicho hay cosas que no hay que pedir o imaginarse por que se te cumplen…..ni loco me lo esperaba, al quinto día me levante mas temprano, Silvia dormía como un lirón, me disponía a marcharme a mi trabajo mientras se me cruzo una idea absurda…………
Resulta ser que pegado a mi habitación hay una pieza que la usamos para guardar esas cosa que molestan en la casa y como había planificado convertirla en una especie de estar intimo de la suite, había quedado unos agujeros en la pared que los albañiles habían hecho para ver la estructura sería como de unos quince centímetros, tenia el agujero un mueble alto que lo tapaba. Que hice yo, lo mas loco de mi vida, antes de marcharme, la destape a Silvia para que se le notasen los cachetes de las nalgas, abrí la pieza contigua la cerré por dentro con llave y espere, tenia la ilusión enfermiza de que Juan entrase y viera ese bocado, que me pasaba? Estaba temblando, tenía celos, estaba exitado pero en fin espere mientras observaba por el agujero. Habrá pasado media hora cuando siento que la habitación donde estaba Silvia se habría despacio era el, el muy hijo de puta, entro como queriendo despertarla y se quedo viendo esas jugosas nalgonas, de repente Silvia se levanta y restregándose los ojos le dice quieres desayunar Juan, yo me quede en mi escondite estupefacto, Silvia se fue a preparar el desayuno, pero por un pequeño detalle se cubrió solamente arriba quedándose en tanga!!!!!!
Juan como dueño de casa se quedo en la cama matrimonial leyendo el diario y esperando el desayuno.
Al rato aparece ella con una fuente y los hijos de putas semi acostados desayunando en mi propia cama!!!!!!!
Al terminar de tomar café ella se levanta y parece que le quiere mostrar algo, para ello, ella pone una silla para alcanzar la parte mas alta del ropero, sacando las nalgas mostrándole todo a el, el mientras esperaba se empezaba a tocar la pija disimuladamente. Al fin ella se baja y le muestra un álbum de foto y empiezan a recordar viejas épocas, hasta que un rayo me partió mi corazón!!!!!! El le acaricia las mejillas ella deja caer el álbum y se funden en un beso atroz, Juan empieza a besar el clítoris y el ano furiosamente, ella tenia los ojos en blancos, lloraba de placer, me asustó pensaba que le dolía algo, hasta que saco su arma un pene descomunal, calculo desde la distancia que habrá tenido unos 23 x 6cm, ahí comprendí que ella tal vez sabia de ese misil, empezó a sobarle las bolas subía y bajaba así estuvo chupándole como una hora mientras que el le comía las nalgas, en ese momento yo tenia espasmo sin tocarme eyaculé, era como estar mirando una porno pero con mi amada esposa, el momento cumbre fue cuando le puso entera la cabeza en el ano a Silvia, a mi nunca me dejo!!!!!!!! En ese momento me empecé a masturbar nuevamente, sentía el jadeo y llorisqueo de Silvia, Juan le enterraba esa pija y le decía me queres? Si mi amor te quiero mas, yo eyacule como nunca, ellos se desplomaron en la cama mientras se besaban como adolescente prometiéndose amor eterno, Silvia volvía a bajar con la lengua por el pene de Juan después de horas le lleno la boca, se fueron para la ducha, en eso aprovecho para salir de mi guarida, no antes de pasar cerca del baño que se notaba que era un festín de orgia, me fui a dar vueltas y a meditar.
Mis celos furiosos se opacaban por mi erecciones, no se que pasaba por mi cabeza o si alguien siente como yo, la amaba pero me encantaba verla disfrutar con otro hombre.
Así paso una semana de orgia bajo mi techo hasta que una noche se me ocurrió algo me hice como si estaba re borracho, Silvia le dijo a Juan llévalo por favor a su cama. Juan me recostó en mi aposentos, y se fue con ella, habrá pasado quince minutos yo me hacia el dormido y los dos se fueron al dormitorio donde estaba Juan durmiendo, se escuchaba gritos de placer los deje disfrutar, a las cinco de la mañana Silvia despacio se metió en nuestra cama.
Yo empezaba a cambiar quería oficializar todo esto, yo no era mas el mismo mi orgullo estaba por el piso la vez que conversaba con Juan agachaba la vista, Silvia también cambio estaba mas linda mas suelta………………
Esa noche paso lo que tenia que pasar antes de acostarnos deje la puerta abierta, pensando para que escuché Juan, la besaba le decía que yo era Juan ella disfrutaba, cuando de repente siento una mirada detrás de la puerta era Juan mirándola a Silvia, Juan estaba escuchando todo, vino despacio y haciéndome a un lado la empezó a poseer con besos adelante mío la puso en cuatro se comió su ano, su lengua parecía sin frenillos entraba a gusto, yo me senté al lado y empecé a sobarme el pene, tímidamente les pregunte puedo tocarla a Silvia, el me dijo, no espera que esta con su verdadero macho, Silvia lloraba le arañaba a Juan para que se la coja, era lo único que quería ella, Juan le habrá echado dos polvos hasta que me invito a cogerla a Silvia, termine cansadísimo.
En ese mes casi todas las noches dormían junto yo a veces participaba o estaba solo con Silvia.
La relación siguió un año aproximadamente hasta que Juan se tuvo que ir a Europa a vivir por trabajo no antes de prometer a Silvia volver de vacaciones, se fue Juan, y nos dejo un lindo regalito, Silvia esperaba un bebe de dos meses……………………..
yo le metia la verga en el culo una otra ves mientras ella le mamaba la verga ami compadre como una puta desesperada por momentos ella dejaba de mamarle la verga ami compadre por que el ya estaba a punto de venirse para luego mamarle el queso humedo y rojo de mi esposa
Relato erótico enviado por Anonymous el 24 de February de 2010 a las 00:07:43 - Relato porno leído 144230 veces