Tras nuestro noviazgo y casorio empezamos a convivir con una hermana de ella soltera.
Tras morir Franco la vida empezó a cambiar vertiginosamente .
Tenía mis buenos 22 años en el 80 . Mi joven esposa acababa de cumplir los 18 recientes y mi cuñada 24.
Total que la vida nos sorprendió incautos y sin experiencia sexual ni de la vida .
Ella se puso a trabajar enseguida y yo continué de funcionario mientras mi cuñada nos gestionaba la casa y convivíamos con ella .
Mis suegros habían muerto los dos en accidente de tráfico y la boda fue rápida por ello.
Relato
La vida transcurría felizmente y no teníamos descendencia .
Mi vida cada día era más anodina junto con la de mi cuñada que estaba más cercana a mi forma de ser
que mi esposa .
Cumplido los tres la treintena salimos un verano del letargo porque ella tuvo una aventura en el trabajo y lo contó .
Yo me vine abajo y ella arriba . Triunfaba con los compañeros y algún amigo extra que la complació.
En la cuarentena ella gozaba de la vida , mi vida plácida y matrimonial no me llenaba porque el sexo se
me vino abajo .
Quería complacerla y ella me rechazaba, me decía que era un soso y algo más.
Empezó el cambio y salía de casa con muchos amigos .
En la cama apenas la tocaba y ella no lo deseaba tampoco conmigo.
Un día nos contó que había parejas pactadas donde cada uno iba por su lado y apenas se molestaban sexualmente .
Un día se confesó conmigo y pidió libertad mientras yo me quedaba en casa .
Cambió su forma de vestir , de pensar y estaba más en la calle que en casa.
Pude enterarme que en su trabajo la asediaba uno que le bailaba el agua y se la llevaba al catre .
Un amigo oportunamente también la asedió y ya eran dos .
Aún dormíamos juntos pero enseguida dejamos y dormía a solas o más bien acompañada cuando llegaba tarde .
Aquello era una orgía total , risas , sollozos y gritos en la cama.
La indefinición era total .
Sus amantes pasaron a ocupar su vida .
Mis horas libres las pasaba con mi cuñada y nos tomábamos la mano de vez en cuando .
Cuando lo decidimos me propuso ella ocupar el puesto de su hermana.
Ella lo supo y lo aceptó .
No estaba casado pero sí amancebado .
Era distinto y casi distante el sexo .
La mano , tocamientos y poco más .
Desde entonces hasta el día de hoy la que más disfruta es mi mujer que tiene varios amante.
Parece más una cualquiera que una señora pero lo disfruta .
Hoy , ya jubilado me consuelo con mi cuñada a veces y ella lo agradece.
Voy por la calle y la gente me mira .Dicen que soy cornudo pero qué más da .
A partir de ese momento ya no pude ver a mi sobrino como tal, sino ya lo veía como un hombre que deseaba cogerme sin control, a cada oportunidad que mi sobrino tenia lo aprovechaba para ver mi cuerpo, esto era cuando me cambiaba, bañaba, entre muchos otros momentos que tenia para verme y lo más lascivo era que yo no hacía nada para evitar que me viera, al contrario cada vez que me bañaba dejaba la puerta abierta para que me viera y así en la ducha con la certeza que me estaba viendo yo hacía movimientos sensuales e incluso con el pretexto de lavarme mi zona intima yo me la tocaba con tanta sensualidad que sin duda sabia que él tenía su pene bien erecto desde donde estaba viéndome.
Relato erótico enviado por putita golosa el 27 de July de 2010 a las 23:14:27 - Relato porno leído 310632 veces
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