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Albergue

Relato enviado por : learcu el 30/03/2016. Lecturas: 3797

etiquetas relato Albergue   Dominacion .
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Resumen
Estaba entre sus brazos como soñé muchas veces, no me opuse cuando me besó y menos cuando me abraza sintiendo su aroma de macho potente y eso me excita… estoy entregada entre sus brazos y estoy solo cubierta por mi mojado camisón de dormir, me lo saca con delicadeza y el se saca su corto pantaloncito de trabajo…, ambos estamos desnudos.


Relato
Venimos llegando de provincia a la capital como no tenemos mucho dinero alquilamos en un albergue uno de los departamentos, me llamo Trinidad soy casada con 29 años de edad, mi marido Juan de 36 años y dos hijos una de 8 años y uno de cinco años. En este sitio en la que hay tres departamentos en uno de de ellos vive la dueña doña Tomas de 72 años y su marido don Fermín de 80 años juntos a un chico de 16 años nieto que les ayuda en todo, pues estos viejos tienen negocios ella de verdura y frutas y él de leña y carbón.

Admiro al nieto un muchacho adolescente que estudia de vespertina para ayudar a sus abuelos en los negocios, todas las mañanas a eso de las 7:00 horas este enciende fuego en un horno artesanal echo por el mismo en un rincón del patio para hacer pan amasado que su abuela y el han dejado preparado durante la noche. Leo así se llama tiene un cuerpo atlético musculoso fornido ante los trabajos que realiza corta leña, destroza los terrones de carbón, amasa la harina para el pan, trae las compras desde el Terminal de frutas y verduras para la abuela en un carro aunque este esta relativamente cerca son unos kilómetros a recorrer a diario.

Esos ejercicios han modelado un precioso cuerpo, cuando corta leña a media mañana lo hace en un corto pantaloncito mostrando por el esfuerzo sus músculos que se notan bien formados en su cuerpo y al pasar cerca de él se olfatea un perfume de macho riguroso transpirado, al lado de mi marido que es flaco este le da lecciones. Es de admirar el carácter de trabajo que tiene siempre haciendo algo en ese patio. Conozco sus horarios se levanta a las 6:30horas, junta leña la enciende para el horno del pan, 7:00 pone el pan, 7:20 saca el pan amasado calientito para la venta, siempre hay gente esperándolo sobre todo los maestros de la construcción que al lado de este muchacho muchos se ven delgados, 8:00 ordena la verdura y frutas de la abuela, 8:30 se baña en un baño cuya ducha la fabrico él. Desayuna y que desayuno pan amasado con queso o algo adentro y un jarro de medio litro a lo menos de café con leche. Luego a la verdura y fruta de compras llega a mediodía con su carro lleno, ordena las compras y almuerza eso de las 13:00 horas, 13:30 esta limpiando su pieza que tiene aparte hecha por el mismo en el patio al lado de los negocios de sus abuelos, descansa media hora y a cortar leña, 15:00 descansa se lava ordena el patio, 16:00 se prepara y toma su merienda 17:00 listo estudiando sus tareas 18:00 horas se va a clases 1ue entra en media hora mas. Llega a las 23:00 horas ayuda a su abuela en su masa para el pan. A dormir tipo 24:00 horas Otro día lo admiro y creo que aún más me excita su cuerpo su constancia y me atrae su olor, deseo ser suya…, pero soy casada aunque mi marido llega a puro dormir en las noches eso de l 19:30 horas mira televisión hasta las 22:00 horas y a dormir. Sale al día siguiente las 8:00.

Ni cercano a los esfuerzo de Leo. Un día me encuentro a su lado sin querer a las 8:30 horas, este está arreglando unas cañerías de su ducha, le pregunto si me puedo bañar, espera un momento me dice deja ver como quedo el agua y abre una llave… nos mojamos desde la cabeza a los pies al reventar una unión de agua, asustados al comienzo luego nos reímos mojados corta el agua y me dice tendré que cambiar esa unión vieja y me hace pasar a su dormitorio tratando de secarme con una toalla, no lo logra, y me remueve mi pelo mas fuerte para secarme el agua del pelo, me duele y me quejo… sabes le digo prefiero secármelo yo sola…, veo que su mirada está fija en mis senos quienes al mojarse se mostraban en todo su ostentación… hermosos senos me dice, le toco sus brazos y digo musculosos brazos… me mira y casi sin hablar me solicita permiso para trancar la puerta de su dormitorio, lo hace
Al hacerlo me acurruca entre sus brazos, y me besa mi cuello, luego me lame mis orejas, y me dice… eres hermosa y tu le contesto… vigoroso.

Estaba entre sus brazos como soñé muchas veces, no me opuse cuando me besó y menos cuando me abraza sintiendo su aroma de macho potente y eso me excita… estoy entregada entre sus brazos y estoy solo cubierta por mi mojado camisón de dormir, me lo saca con delicadeza y el se saca su corto pantaloncito de trabajo…, ambos estamos desnudos. Comenzó a respirar agitadamente como un animal jadeante. Mi vagina estaba completamente viscosa, húmeda, caliente y olorosa. Se arroja sobre mi en la cama y entierra sus cabeza entre mis piernas comenzando un exquisito mete y saca de su lengua en mi orificio sexual, como gemía excitada y jadeante de sexo, no se como cambia su lengua por su pene en mi vagina, solo se que siento ese inmenso monstruo de pene que poseía dilatándome mis entrañas al meterse en mi vagina.

Me meneaba excitada y placentera en la penetración de su pene en mi vagina, pronto cruzo mis piernas por su trasero y lo abrazo por su cuello no deseaba que se escapase, y cual puta empiezo mi meneo de mujer penetrada por un pene, por un poderoso pene. Era un inexperto el muchacho no sabía como moverse, ni como aplacar mi furiosa ataque, la naturaleza le dicto algunos métodos y él trataba de realizarlos…, con paciencia le fui guiando en su cometido, a los minutos por lo caliente que ambos estábamos era un experto moviéndose sobre mi cuerpo. Su musculoso cuerpo me abrazaba y me saciaba de mis desventuradas ambiciones, quince minutos después gemía y sollozaba en sus brazos activos y entregaba mis orgasmos a este juvenil muchacho, casi simultáneo él me regaba mi matriz con ríos de semen que golpeaban al fondo de mis entrañas. Cuanta felicidad de mi parte como lo abrazaba, besaba y meneaba mi cintura excitada por ser de su disfrute y cual puta siseaba desesperada con su pene entre mis carnes agitándolo. Era mi macho y yo su mujer.

A continuación me permite ducharme en su baño que si tenía agua y además tenía agua caliente y me presta una casaca y una toalla para salir desde su pieza a las mías. Que placer y que ardor apasionado habíamos tenido.

En dos días no lo vi por que me daba vergüenza comérmelo con la vista, al fin nos encontramos un sábado que mi marido llega borracho y este me ayuda a llevarlo hasta la cama y dejarlo en ella, trato de devolverle sus pertenencias que aun estaban en mi poder y me dice lo sacaste de mi pieza y ahí debes dejarlos…, lo miro y lo sigo a su dormitorio observando que nadie nos viera…, que noche, sin darme cuenta él ya me estaba besando y yo no oponía resistencia, su mano estaba en mi pierna derecha, acariciando mis muslos, me sentí excitada y muy avergonzada de la escena que estaba viviendo. Mis manos no respondían a las órdenes de mi cabeza y pronto me dejé llevar por lo que sentía y lo dejé seguir, aunque la culpa me estaba matando, estaba excitada como no lo había estado en mucho tiempo.
Estaba siendo muy listo al aprovecharse de la situación y subió su mano a la parte superior de mis muslos, casi llegando a la parte de mi prenda íntima, pasaba su mano por todo mi muslo y luego subía y bajaba. Era excitante sentir esa mano, me volvía loca. En una de esas subió su otra mano a mis pechos y los comenzó a acariciar muy suave por encima del vestido. Después de un rato yo ya no hacía ningún esfuerzo por rechazarlo y comencé a sentirme más a gusto. Siempre con el miedo que implica estar haciendo algo prohibido, sentía que estaba disfrutando al máximo de lo que estaba pasando, recordé a mi esposo, que estaba tirado a esas horas borracho en la cama , pero luego de un rato ya ni me acordaba, estaba recordando buenos momentos al lado de Leo y el miedo me hacía sentir la angustia de estar traicionando a mi esposo, debería haberlo rechazado, pero no lo hice y me estaba gustando lo que me hacía.
Estaba sudando y él comenzó a subirme el vestido, no sé cómo llegamos a tanto, lo que en ese momento importaba era que me sentía tan excitada que era capaz de todo, incluso de tener sexo ahí, pero la idea de ser vista me asustaba tremendamente.
De pronto sentí una de sus manos posarse a escasos centímetros de mi entrepierna y acariciar como nuca nadie me había acariciado antes, la excitación se convirtió en pasión y quería que él siga tocándome, llegó al borde de mi calzón, la parte que cubre mi vagina y yo ya estaba humedeciéndome de tanto placer, me tocó con los dedos por encima del calzón y comenzó a sobarme, en ese momento quería explotar de tanto placer, me estaba masturbando, le sentía riquísimo tener sus dedos encima de mi intimidad, yo estaba sudando y él me estaba manoseando a sus antojo.
Sentí su cuerpo apretar el mío y no supe poner un alto, los recuerdos de mi vida antes de casada me volvían a la mente y me dejé llevara por el momento, cuando me di cuenta nos estábamos besando y el ya tenía sus manos en mi cuerpo, acariciándolo y haciéndome sentir cada cosa.
Saco su pene y saco mis calzones…Ay amor…clávamela hasta el fondo antes de que despierte mi marido, le dije poniendo una cara de mañosa que nunca en mi vida me imaginé poner.
Quitándome toda la ropa, quedé completamente desnuda en cuestión de segundos, se veía con muchas ganas de hacérmelo. Se echó encima de mí y yo lo recibí en lo que llena de amor y pasión, creí que nunca lo haría, pero ahí estaba yo, dispuesta a todo con tal de satisfacer mis deseos de sexo. Era increíble pero era cierto.
Nos besamos y me separó las piernas que en un acto inconsciente yo mantenía aún cerradas, en mi última muestra de fidelidad a mi marido, que era una extraña manera de seguir siendo fiel. Entonces fue que sentí como acomodaba la cabeza de su pene en la entrada de mi vagina, con solo hacer contacto hacía que me moje más de lo que ya estaba. Sentí su cabeza empujando entre mis labios vaginales para abrirse paso, a lo que yo reaccionaba abriendo más las piernas para mayor comodidad, mi cuerpo estaba sudando y la cama comenzaba a moverse, finalmente logró meterme la cabeza y ahí fue cuando empezó mi tortura y placer extremo.
Comenzó a meter y sacar la mitad de su miembro con una lentitud que me enloquecía, sentí como se estremecía mi cuerpo cuando mi concha recibía un nuevo inquilino que no era el mismo de siempre, no era el pene de mi marido, y se me humedecía la zorra cada vez más. Sentí la necesidad de abrazarlo y lo hice, llevando mis manos a su espalda y apegándome más a el, sentí el contacto de nuestras pieles completamente desnudas y calientes, con el sudor que se sentía al contacto. El placer que me estaba dando era difícil de explicar con solo palabras, me dolía muchísimo pero a la vez quería más y me gustaba más que cuando me lo hacía mi esposo. Empecé a gritar y a gemir del dolor y placer, mis gemidos se escuchaban por todo el cuarto y estoy segura que por toda la casa, y es que con ese tamaño cualquiera se pone así, comencé a arañarle la espalda y a besarlo con todo y lengua, nos besamos con la lengua y nos acomodamos apretándonos más. Todo el olor a sudor y a sexo se sentía en todo el cuarto y yo seguía recibiendo más y más. Sentía su respiración en todo mi cuello y mi cara, era excitante y me estaba apareando de una forma increíble, cada vez más fuerte. Miré para abajo por un momento y miré como entraba y salía su pene en mi vagina, salía y de nuevo empujaba… Nuestros cuerpos empezaron a temblar y justo en el momento que sentí humedecerse mi vagina con su semen dejé que se me inundaran sus leches y dejé libremente salir mis líquidos que estaba aguantando desde hace rato. Seguía gimiendo y después de unos minutos sentí cómo mi cuerpo comenzaba a experimentar un temblor que se apoderaba de mí y de él, sin más preámbulo nos mojamos juntos. Había sido de este macho un muchacho, pero que muchacho…, desde entonces ya llevamos tres meses soy su mujer y estoy embarazada y creo que quien me embarazo es este muchacho, este placentero macho. Todos los viernes mientras mi marido va al club me entrego a mi muchacho con pasión y algunos días cuando se puede también lo tengo dentro de mi, no se quien se satisface mas si él o yo.

























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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 22:15) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:43) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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