El ingreso a la esclavitud tiene su precio y ellas están dispuestas a pagarlo sin importar que tan caro pueda salirles.
Relato
El publico comenzó a desnudarse tranquilamente como si fuese algo normal, la desnudez para ellos no implicaba ningún pudor, más aun, que pude darme cuenta y diferenciar bien a los matrimonios y hasta familias con hijos e hijas que por poco superarían los 16 años. Mire detenidamente como una madre desnudaba a su hijo mientras su marido a su hija aun mas pequeña, yo que siempre tuve pudor con mi hija delante de los demás mas allá de mi lasciva perversión. Todo el ambiente estaba tranquilo y cada uno sabia asumir su papel.
Las parejas se intercambiaban entre si y a los esclavos con una gran sonrisa en el rostro como si se tratase de estar haciendo una obra de bien. Los invitados podían subir y tomar a cualquiera de las esclavas excepto a mi ni a mi hija que todavía no estábamos consagradas como esclavas oficiales. Una de las esclavas fue tomada por una familia con varios hijos, el padre tomo a la esclava del cuello y la obligo a ponerse en cuatro y a inclinar su cola bien hacia afuera, se calzo un guante de látex y untando su mano con vaselina mostró a sus hijos como se hacia un fisting anal a una esclava. Ella tuvo la mala idea de quejarse, así que sin vacilar la esposa del tipo tomo una venda con un consolador y se la ajusto en la boca, ella quedo con la garganta tapada y apenas podía respirar por la nariz, mientras los mocosos ocupaban el turno de su padre peleándose por meterle la mano en el recto de la esclava y comprobando que podían meter mas de una mano. Yo no podía evitar ver eso y sentir envidia de la humillación de esa mujer.
Otra fue tomada por dos tipos grandes cuyas pollas estaban completamente fláccidas pero que tenían varios artilugios, ellos la penetraron con un gran consolador inflable y se turnaban para aumentar el aire interior y la consiguiente presión, era bestial ver como la vagina se estiraba y tomaba la forma de tan tremendo aparato, el dolor remarcado en su rostro era extenuarte y ellos parecían disfrutarlo mucho, igualmente sus quejidos fueron ocultados al chupar sus fláccidos miembros. Además era obligada a decir que estaba disfrutando y que quería mas, ellos se ponían mas y mas locos, hasta que no pudieron inflar mas porque el consolador no daba o el abdomen no se podía estirar mas, la panza estaba como si estuviera preñada, apenas podía moverse y así la tuvieron un largo rato mientras seguía chupando sus impotentes miembros. Entretanto, un grupo de cinco personas se acercaron a mi lado y al de Paula y nos preguntaron si nos gustaba lo que veíamos y las dos asentimos con la cabeza sin perder la vista de tamaño espectáculo.
Cuando se cansaron de meter la mano en el ano súper dilatado de la esclava el padre de familia se encargo personalmente de sodomizar a sus hijos, mientras su madre les chupaba el pene a ellos hasta los mismísimos huevos, demostrando que era una verdadera madre que sabia deglutir bien el miembro de sus hijos, los chicos no acusaban dolor alguno y sus caras era de éxtasis total, yo nunca me imaginé ver algo semejante. La otra esclava se encontraba en su misma posición pero esta vez su ano estaba tapado por un gran consolador vibrador encendido a gran velocidad, cosa que le provocaba agitación en sus abundantes y mórbidas nalgas.
La otra esclava nunca logró hacer acabar a los dos vejetes que se besaban entre ellos mientras ella les chupaba sus pollas.
Paula y yo estábamos muy excitadas y ansiosas de que nuestros cuerpos fueran sometidas a las mas bajas y oscuras intenciones de los invitados. Otras esclavas eran colgadas de sogas que pendían de los techos, colgadas de aros que rodeaban sus pechos o de otras partes intimas del cuerpo, les pegaban con látigos con pequeñas espinas, que las hacían sangrar escasamente, pero que les dejaba marcas que espantaban. Otra esclava fue penetrada con unas gran bolas chinas y su vagina cerrada con un cordón por los anillos que hacían de ojal en la misma, luego del cordón de las bolas chinas fue colgada quedando cabeza abajo sus piernas bien abiertas pendían a los lados y su vagina parecía que quería explotar, nunca había visto algo tan fuerte y sin embargo ella parecía resistirlo todo.
Podía ver como todas las esclavas estaban trabajando y dando lo máximo a sus amos e invitados de sus amos, mientras nosotras solo observábamos, y envidiábamos semejante desborde de placer y lujuria. Paula no había podido evitar dejar debajo de ella un lindo charco de sus jugos que brotaban al ver lo que mas deseaba.
Pasado un rato sonó una gran campana anunciando el final de la primera etapa de la fiesta.
Fuimos dirigidas a un gran estrado donde estaban los cinco miembros que iban a certificar el ingreso a nuestra esclavitud, extendieron un contrato muy grande, que en realidad era un libraco con una gran tapa de madera donde estaban asentadas todas las firmas de las esclavas que pasaron por la casa. Realmente era imposible leerlo, pero sin dudar lo firmamos y hasta tuvimos que poner nuestras huellas digitales en el mismo, el libro fue firmado por los cinco testigos. Avalaban nuestra identidad y nuestro consentimiento libre a la esclavitud y humillación de por vida.
El Amo nos hizo firmar una carta dirigida a mi marido donde le explicábamos que habíamos decidido abandonar voluntariamente a la familia para disfrutar de la lujuria en un paraíso fuera del país y que no debía buscarnos.
No bien se firmó todo, el amo exclamó – ahora le vamos a dar la bienvenida a dos nuevas integrantes de la cuadra, una será la nueva GESTADORA13 y la otra, que es su madre será un nuevo tipo de esclava que se llamara MIERDA01, ésta cumplirá las tareas mas asquerosas que se puedan concebir.
Yo no podía dejar de pensar la sorpresa de mi marido al regresar de viaje y encontrar la carta.
El momento del bautismo llegó -dijo el Amo- y seguidamente quedamos Paula y yo solas en medio del escenario. Un gran reflector nos iluminó quedando cegadas. El musculoso Nadie se acercó y puso a nuestro lado un aparato de la habitación de tortura, en el cual entraba una cabeza y los dos brazos quedando toda la cola expuesta al público. Paula fue acomodada por Nadie y trabada con un candado. El amo en persona me acerco un hierro candente con el futuro nombre de Paula. Me lo dio y ordeno que quemara la piel de mi tan hermosa hija. Es claro que no lo quise hacer, pero el supo persuadirme y me dijo sencillamente que si yo no lo marcaba y bien, él en persona marcaría, pero en las dos nalgas y en la frente.
Pude ver la carita de Paula asintiendo y tome el hierro que estaba al rojo vivo y lo acerque muy despacio a la nalga de mi amada hija, tan pronto tocó la piel un fuerte olor a carne quemada se sintió en el ambiente, pero eso no fue nada comparado con los gritos desgarradores que exhaló mi hija, intenté retirar el hierro pero el amo me lo sujetó con fuerza y me miró con una cara diabólica.
Gestadora13 quedo grabado a fuego en la nalga de mi hija y después, con un hierro más pequeño, sobre su pelado monte de Venus. Y ahora yo era la que seguía, sabia que ya no había marcha atrás de nada en mi vida, atrás quedaría mi familia, atrás mis parientes y amigos. El trabajo seria parte del pasado junto con el resto de las cosas, ahora solo seria un ser humillado a extremos inimaginables y por personas totalmente desquiciadas, pero al final era lo que yo quería era lo que tanto me excitaba, era para lo que realmente había nacido.
Me encontraba atrapada en la maquina de tortura y mi hija era ahora la que me sellaría. Antes de ello, Gestadora12, ayudada por Nadie, rasuró mi monte de Venus y perforó mis pezones, mi clítoris y los labios de mi vulva para anillarme convenientemente con unas gruesas argollas. Paula no dudo lo más mínimo marcarme con el hierro, el amo no tuvo que obligarla a nada y es más, se ensañó con mi nalga puesto que no retiro el hierro hasta que se lo pidió su amo, el público la aplaudió como felicitando lo que su hija, ahora esclava, le hacia a su madre.
Nuestras nalgas estaban al rojo y nuestro gentil amo nos mando a untar una crema por Nadie y ponernos unos apósitos para evitar las infecciones, muy considerado de su parte.
Inmediatamente dio comienzo una fiesta con un gran brindis general de champagne, la bebida corría entre los espectadores y la comida era ingerida en grandes cantidades, mientras, para iniciar los servicios de mi hija esa noche ella seria la receptora de semen de gran parte de los invitados a la reunión.
Mi hija fue acomodada sobre una especie de mesa que estaba sobre el escenario encadenando sus piernas a cada pata de la mesa al igual que sus manos, dejando expuesta su hinchada vagina a todos los concurrentes. Solo tenia puestos sus aros, ninguna prenda cubría absolutamente nada de su cuerpo, cada hombre que dejaba su semen en el cuerpo de mi hija le colocaba a esta una pequeña pesa en uno de los aros de la vagina las pesas colgaban de unas pequeñas cadenitas, así no molestaban la entrada de la vagina. Al poco tiempo sus labios fueron estirándose a medida que los invitados se quitaban la calentura con la pequeña gestadora13.
Yo fui acomodada boca arriba a un costado de mi hija y por encima me pusieron una especie de inodoro donde el contenido se vertía justo derecho a mi boca, no es necesario decir que el amo mando a que me pusieran el separador de mandíbulas al máximo para que pueda ingresar todo con facilidad. La gente después de comer y beber, meaba y cagaba frente a todos sin ningún tipo de pudor observando en una pantalla gigante que mostraba de lleno mi cara tratando de no ahogarme con las heces y orinas que ingresaban forzadamente en mi boca. Claro que, por mas que intentara escupir era en vano puesto que la cantidad de personas que pasaron por ese receptáculo fue increíble, al rato me vi mi cara llena de mierda y apenas podía abrir los ojos, el olor era insoportable pero el amo se acerco y me dijo que me acostumbrara a eso.
Desde ese punto podía percibir claramente como mi hija seguía siendo abusada de todo tipo de hombres y sus labios vaginales ya no soportaban mas el peso de las pequeñas pesas que depositaba cada amante, debajo de las mismas un gran charco de semen se formaba por el desborde de la vagina de mi hija Paula. Después supe quien tenia que limpiar todo eso con su lengua.
Para cuando terminaron todos de cagar y retiraron el tortuoso aparato que tenia sobre mi, aun seguían fornicando a la pequeña Paula, una gran cantidad de pesas colgaban de sus labios vaginales los cuales estaban estirados al punto de rasgarse y lo peor era que cada ves que la tomaban de la cintura y la empujaban en un vaivén frenético las pesas se movían como péndulos y le provocaban un dolor insoportable en su clítoris que a esta altura ya ni sentiría.
El amo sabia bien lo que le sucedía a Paula y gozaba hasta hartarse de ver como sufría el desgarro de sus labios. Ordenó que Nadie formase parte de la iniciación de Paula. El negro se quitó su propio instrumento de castidad después que amo le entregara la llave. Se acercó a Paula, olió su inundada vagina de las espermas de los invitados y eso le provoco una erección inmediata, su miembro que ya de por si era grande creció de una forma increíble, y para que su erección fuera aún mas dura el amo ordenó a una de las esclavas que insertara la mano en el ano de Nadie, esta se engrasó la mano, Nadie se inclinó para recibir el puño y lentamente éste fue ingresando en el recto del negro esclavo.
Yo era una espectadora privilegiada lujo por la cercanía y vi como ese miembro que era descomunal de por si, se ponía extremadamente venoso, por la sangre que contenía.
Con el puño de la esclava aún en el ano, Nadie tomó de la cintura a la pequeña Paula y comenzó la inserción del tremendo aparato, se podía ver como al entrar éste se derramaban borbotones de semen al exterior, debido a la falta de lugar en cuello uterino de mi hija, ésta levantó la cabeza como si le estuvieran clavando una estaca en la vagina. Pero el negro no se detuvo y siguió hasta los mismísimos testículos. Con la mano de la esclava metida en su ano Nadie comenzó un maravilloso y fuerte vaivén que provocaba que las pesadas plomadas se movieran fuertemente como un péndulo, el acompañaba ese movimiento perfectamente con su mete y saca, del cual cada vez que insertaba el pene como si fuera una bomba de agua lo escupía hacia fuera. Las pesas se movían más y más y los gemidos y gritos de dolor de Paula ya eran insoportables, debido a eso el amo me ordenó que yo, con la cara cubierta de excrementos, la taponase la boca con un limón y la vendara, sin pensarlo y debido a que yo no podía sentirla sufrir lo hice, el limón cupo perfectamente en su boca y la venda fue lo suficientemente fuerte para que no se escape el mismo. Ella por el dolor intenso mordía el mismo que poco a poco segregó sus ácidos en su boca.
El negro siguió y gozaba como loco ya que no sé cuanto tiempo de abstinencia tenia. El publico se asomaba atento a la escena o miraba en la pantalla gigante los labios vaginales superestirados de mi hija.
La brutalidad por acabar de Nadie y sus fuertes vaivenes provocaron lo inevitable, los suaves labios vaginales de Paulo no soportaron el peso ni los tirones y se desgarraron brutalmente uno por uno, las pesas al engancharse entre si fueron desgarrando en cadena todos los labios, quedando todas las pesas enganchadas de solo un labio el cual no soportó el peso y se reventó también, antes de hacerlo creo que se estiro mas de 15 cm, algo que ningún ser humano hubiera soportado.
Junto con el desgarro sobrevino una catarata de sangre que inundó el piso, que ya estaba mojado por los restos de semen de sus anteriores amantes, un fuerte grito de Nadie, anuncio su orgasmo y la inundación de la vagina de mi hija, atiborrada ya de semen. El negro cayó tendido de placer sobre el cuerpito que a esa altura habia sufrido un desmayo.
La esclava que había penetrado con su mano increíblemente hasta el codo al gran negro, comenzó la extracción del brazo muy despacio, dejando ver como su mano aparecía del tremendo agujero. Nadie no acusó ningún tipo de dolor, tal vez por lo exhausto o porque ya estuviese acostumbrado.
La mano de la esclava terminó de salir con el puño cerrado, dejando escuchar un pop seco en el ambiente que permanecía en completo silencio.
Nadie se retiró y yo fui obligada a lamer todo el piso hasta dejarlo completamente limpio, cosa que me costaba porque la vagina de mi hija seguía derramando mezcla de sangre y semen. Una vez terminada esa labor debía chupar toda la vagina de Paula hasta limpiarla por completa, cosa que me dio mucho impresión puesto que los labios estaban todos mutilados.
Paula fue retirada de sus ataduras y llevada para otro lugar, después me entere que fueron a hacerle las curas pertinentes para restaurar su vulva.
La noche transcurrió con una gran demostración del amo hacia las esclavas, yo fui retirada hacia un costado y una por una fueron pasando a escena y sometidas a todo tipo de actos humillantes y bestiales. Esa noche me enteré de muchas cosas las cuales ignoraba por completo y que yo sin saber había aceptado con la firma del documento, estúpida de mi que era abogada no haber leído con detalle ese documento, claro que me fue casi imposible leerlo.
Unas de las esclavas que pasaron a escena fueron las MAMADORAS, estas eran las que sabían hacer a la perfección las mejores felatios que pude ver, ellas estaban desprovistas de cualquier pieza dental y sus gargantas tenian extirpadas las admígdalas para hacerlas mas anchas, sus lenguas habían sido operadas para lograr su máxima elongación y en la misma tenían un soberano agujero que servia a veces para poner aros, bolas o para alguna otra locura. Estas mujeres tomaban cualquier tipo de pene o hasta consoladores de gran porte y los tragaban con gran facilidad sin acusar ningún tipo de arcadas o falta de oxigeno. El amo había sabido entrenarlas bien, horas de torturas y exigencias no habían sido en vano.
Esto y otras cosas me lo contó una mujer de unos 64 años que me dijo algo que me detuvo el corazón. Ella estaba muy triste porque el mes entrante cumplía los 65 y eso era el final de una etapa, yo, ignorando, le pregunté a que tipo de etapa se refería, ella contesto de la terrenal, debes saber que aquí no hay mujeres que superen esa edad, puesto que por reglamento las mujeres, no importa su función, que superen esa edad deberán ser sacrificadas, así murieron las abuelas tías y otras esclavas del amo. Yo empalidecí y me di cuenta que estaba envuelta en una locura total, pregunté tímidamente como era la forma de matar a estas personas. Ella contesto que las esclavas, ya que eligieron serlo por voluntad propia, también eligen como retirarse, o sea yo puedo elegir la muerte que mas quiera dentro de las limitaciones que tiene el amo. Ella me contó que deseó ser sacrificada como si fuera una virgen, en un gran ritual de velas y túnicas negras. Lo decía con una inmensa sonrisa en su rostro no se si por el tipo de muerte o porque ya terminaría con esta historia que por lo que ella contaba databa de largo. También me contó con lujo de detalles como murieron otras mujeres, una eligió morir follando, fueron 3 días de sexo intenso sin poder alimentarse para nada, el amo había organizado una gran reunión con muchos invitados para llevar a cabo el deseo de la esclava pero ellos no fueron suficientes, era una vieja lúbrica esa esclava y tenia mucho aguante, me contaba mientras sonreía.
Murió de agotamiento cardíaco calculo y no por la actividad sexual, dijo aseverándolo mi nueva amiga.
También me enteré cómo otras fueron penetradas por gigantes consoladores que se inflaban en el interior, podías ver su abdomen creciendo como si fuera una mujer en gestación, sus órganos eran aplastados y reventados por esta infernal máquina, hay que tener valor para morir así, es la sensación de estar llena por completo, esa misma sensación que mas de una vez tuvimos cualquiera de querer follarnos el aparato mas grande que pudiéramos tener, bueno ellas lo querían y lo logran el ultimo día de su vida y realmente lo hacían, el consolador crecía sin limites en su interior tanto en lo ancho como en lo largo hasta aplastar todo sus órganos y morían desangradas o por sofocamiento. El amo retiraba el consolador sin sacarle el aire, y si algún vestigio de vida le quedaba a la esclava ésta lo perdía en ese momento ya que su vagina era desgarrada por completo quedando el recto y la vagina como un solo conducto. Tendrías que haber visto eso, me dijo mi amiga con su vista perdida queriendo recordarlo otra vez.
Otras simplemente fueron decapitadas o colgadas con ganchos de sus viejos pechos y le propinaban pequeños puntazos con un pequeño cuchillo y morían desangradas como cerdas, eso era espantoso, pero generalmente esas cosas se las hacen a quienes se niegan a su triste final.
Ya era la madrugada y todas las esclavas habían pasado por escena, solo le quedaba el turno a mi nuevo amiga, ella tenia las marcas de fuego que decían YEGUA 22, comprendí inmediatamente de que se trataba cuando un gran caballo fue ingresado a escena, ella con su avanzada edad conservaba un cuerpo muy delgado y algunas cirugías encima, que el propio amo pagaba para que sus esclavas no estuvieran tan deterioradas con los anos, o para mutilar sus cuerpos y acomodarlos a su antojo. Yegua mi nueva amiga tenia la vagina especialmente estirada y abierta bajo cirugía , en su interior había sido operada, ignoro cómo, para poder soportar la penetracion casi total de cualquier miembro bestial.
El caballo parecía conocer a Yegua22 porque tan pronto la olfateó comenzó a tener una gran erección, qué miembro tan grande nunca había visto algo semejante, Yegua se acomodo debajo del alazán, y acomodándose en un pequeño banco comenzó con facilidad y experiencia a insertarse el tremendo miembro, el caballo tenia puesto en su lomo unas correas que le servían a Yegua para agarrarse bien y poder acomodarse a gusto, como si fuera una víbora su vagina deglutió los más de 50 cm de ese miembro sin explicarme donde fueron a parar, comenzó a moverse rítmicamente mientras Nadie sujetaba el caballo para que no se descontrolara, Yegua22 seguía con sus movimientos rítmicos sacándose la mitad de ese miembro para después volverlo a perder en su interior, se notaba en su cara que ya para ella era un gran esfuerzo físico, pero no así dolor, parecía y daba la sensación de que podía soportar mas que eso.
Pocos minutos después el alazán exhaló un largo relincho anunciando su orgasmo, inundando todo el interior de Yegua y escupiendo su larga y ahora fláccida manguera al exterior. Yegua22 se soltó y comenzó a beber el preciado semen que para ella seria hermoso pero a mi me causaba repulsión.
Yegua se retiro de escena anunciando su amo al público la fecha de su sacrificio y despedida terrenal, invitándolos a todos a asistir a su ultimo acto.
Terminado todos los actos el amo me ordeno a mi que limpiara todo el piso del escenario, claro con mi lengua, comenzando por los restos de semen del caballo, yo me quise negar, pero el supo persuadirme con su látigo de espinas. Tuve que tragarme ese amargo liquido que seguramente Yegua22 me envidia por hacerlo yo, luego tuve que limpiar los restos de excrementos, sangre y semen que quedaron en el escenario, comerme todo y hasta mi propio vómito que no pude retener. Al cabo de 2 horas y solo quedando Nadie para verificar mi tarea me pude retirar con mi lengua totalmente acalambrada a mi jaula.
Ahí recordé el estado de mi hija, la cual estaba en su catre, en una jaula a poca distancia de la mía, con unos apósitos entre su piernas que cubrían sus torturados labios vaginales. Luego descubrí que, gracias a dios, nunca colgaron ninguna pesa del aro del clítoris, porque si se desgarraba eso ya no sentiría nunca nada.
El lunes llegó y yo le mande a decir al amo que necesitaba hablar urgente con él, que necesitaba despedirme de mi marido y mi hijo. Al cabo de unas cuantas horas recibí por respuesta dos capuchas de cuero, una para colocársela a mi hija y otra para mi. La capucha solo tenia un cierre a la altura de la boca, después un pequeño orificio a la altura de los oídos para recibir ordenes y otros dos orificios en la zona de la nariz para poder respirar. Fuimos llevadas por una sirvienta hasta la oficina del amo íbamos completamente ciegas por la capucha y no es necesario decir que desnudas también, ya que cualquier tipo de ropa era un lujo que nunca mas veríamos. Paula ya no tenia los apósitos en la vagina y nuestras marcas de fuego en la nalga y el pubis ya estaban bien expuestas.
Al llegar a la oficina el amo estaba charlando e inmediatamente cortó su conversación, solo pude escuchar su voz así que no supe con cuantas personas más estaba en esa habitación, él mismo abrió el cierre de mi boca y me pregunto que deseaba. Disculpa amo yo solo deseaba hablar con mi marido para despedirme, para que no este preocupada por mi hija y por mi. Él me preguntó qué le diría exactamente, yo le contesté que le diría que me iba de la casa a un lugar lejos que no me busque mas que me iba con mi hija y que no era nada personal pero que no deseaba estar mas a su lado. Bueno me parece bien pero antes tendrás que hacerme un acto de lesbianismo con tu hija aquí delante de unos amigos, pero no podes sacarte la capucha y mejor que sea bueno porque no quiero que me decepciones delante de ellos.
Sin poder ver nada y con movimientos un poco torpes abrí el cierre de la capucha de mi hija y comencé a besarla, luego bajé y besé sus hermosos pechos, lamí los aros que tiene en los mismos, yo adoraba tener sexo con mi hija pero me ponía un poco mal hacerlo frente a los demás, me di cuenta en ese momento que no era una sensación fea, sino que era de miedo, y el miedo era porque realmente no quería reconocer la verdad, que era que adoraba que me vean extraños fornicando con mi propia hija y a sabiendas que es mi hija realmente. Entre en estado de excitación muy grande y logré olvidarme dónde estaba y quién era, mi lengua recorrió todo su cuerpecito y terminó en su inflamada pero suave vulva, lamí con fuerza su clítoris y al sentirlo húmedo mis dedos fueron el miembro que no tengo, introduciéndolos uno a uno hasta la palma de mi mano, adoraba hacer eso, mi mano se escurrió en su interior tocando sus órganos, órganos que yo misma hice crear. Paula acomodándose en un perfecto 69 hizo lo suyo pellizcando con sus uñas mi caliente clítoris provocándome un fuerte pero placentero dolor, luego metió con facilidad su pequeña mano en mi vagina y acompañaba los movimientos que yo hacia en la de ella. Mi lengua se escurrió a su ano al igual que la de ella al mío, lamiéndolo hasta que se dilatara un poco y luego mi otra mano ocupo ese lugar tan hermoso, era la primera ves que le hacía un doble fisting a mi hija y menos delante de extraños, mis dedos uno a uno fueron ingresando al pequeño pero bien trabajado agujero y como si fuera un espejo ella iba haciendo lo mismo conmigo, un dulce gemido de Paula anunció la entrada total de mi puño en su recto, y luego de eso ella me propinó también ese dulce placer, podía sentir sus manitas jugando dentro de mi útero como queriendo volver al mismo después de 17 años, estuvimos así un largo rato hasta que llegó el orgasmo de ambas casi al unísono.
Una ves terminado el acto, nuestro amo nos obligo a quedarnos arrodilladas, y le dijo a Paula que le propinara una buena mamada a su amigo. Eso me extrañó, que usara a Paula como mamadora si ella era Gestadora, no tenia sentido, ella no negaría para nada a hacerlo pero había esclavas mucho mas experimentadas para eso.
Sentí cómo Paula se tragaba la pija del amigo del amo, como succionaba cada centímetro, mis oídos parecían mas sensibles al no contar con mi vista. Sentí el quejido del hombre que anunciaba su tal vez muy esperado orgasmo. Podía escuchar a mi hija tragándose toda esa leche caliente del desconocido del cual ignoraba su edad.
Luego sin pedir autorización le dije a mi amo, si ahora podíamos llamar a mi marido. El me dijo, que antes tenia que escuchar una cosa.
Este lugar que tiene muchos años de ser creado se mantiene con la venta de pornografía que consumen un mercado muy reducido de la sociedad, un mercado que es muy rico y de mucho poder, además tenemos socios, los cuales trabajan para nosotros generando dinero para poder ser cada día más y más poderosos, algunos de estos socios tienen familias y el grado mas alto de ellos se logra cuando nos entregan mas allá del dinero, a su propia familia, ellos tienen derechos casi iguales a los del amo general, o sea yo, digamos que son solo un rango menor al mío.
El amo no dijo nada más, y quitándome la capucha para corroborar lo que estaba pensando ví que enfrente mío estaba mi propio marido. Ahí comprendí muchas cosas de mi vida, la influencia que indirectamente había tenido de el. Poco a poco fuimos engañadas mi hija y yo a través de los años en lo que consideré uno de los trabajos psicológicos mas finos que haya visto. El se las había ingeniado para que material sobre sadomasaquismo y esclavitud llegara a mis manos misteriosamente. Provocando en mi un lavado de cerebro que terminó desencadenado en deseo que en mi antes no existía.
Yo no dije una sola palabra y de ahí fuí retirada con mi hija aún encapuchada a nuestras jaulas, Paula nunca me preguntó ni hizo ningún comentario al respecto, al igual que yo somos dos cuerpos , que solo saben recibir ordenes y castigos como si fuéramos animales, pero que rayos nos encanta
algun comentario a mujer_madura_02@hormail.com o a gestadora13@hotmail.com.