Alguien tenía que pagar el trabajo… ( CON fotos)

O sea que si gastaba el dinero, y me compraba la bata, y lo que necesito el día que vaya a parir, le íbamos a quedar debiendo al fontanero. Así que me resigné a volver a usar todas las cosas usadas que me han regalado, mis hermanas.

Yo estaba indignada, con mi esposo, si fuera que no tuviéramos dinero, pero es que lo tenemos, ya que el negocio es de los dos, y aunque ahora no estoy presente por mi embarazo, la que levantó ese bar fui yo.

Pero bueno, estaba resignada, a ponerme un montón de trapos viejos, cuando sentí que tocaban la puerta de casa. Se trataba del fontanero, que nos dio el servicio de reparar una cañería.

Aunque me encontraba en bata de casa, sin más nada abajo puesto, lo invité a pasar, y le pedí que tomase asiento. Fue cuando me di cuenta de la manera tan sucia, en que el tipo ese me miraba. No por algo llevo trabajando en un bar, más de cinco años. Y se cuando a una la miran, como con ganas de saltarme encima.

Fue en ese mismo instante que se me ocurrió, que bien yo me podía aprovechar de la situación. Yo me hice la tonta, y en lugar de cortar lo más rápido al tipo ese, le ofrecí un trago, con la excusa de que hacía mucho calor. Así que contoneando mis caderas fui, y vine de la cocina, muy lentamente, trayendo una fuerte bebida. Dejando de manera inadvertida, que la bata se me abriese. Por lo que cuando me senté descuidadamente a su lado, mi coño, y gran parte de mi vientre quedaron al aire.

Eso bastó para que el pobre hombre, tras darse un buen trago, comenzara a tartamudear, de lo nervioso que se puso. Fue cuando yo, con cara de tonta, le dije. Hay que vergüenza, justó que usted llega, y mi marido que se fue, olvidándose de darme el dinero para pagarle. Pero antes de que él fuera a decir, que volvería luego a cobrar, le dije. Bueno a menos que tú quisieras, aceptar alguna otra manera de pago.

En esos momentos el fontanero tenía sus ojos clavados en mi vientre, y mi coño. Mientras que yo haciéndome la desentendida, y separando algo mis piernas, continué diciéndole. Pero siga tomándose el trago, mientras que lo piensa. Cosa que hizo de inmediato casi acabándoselo por completo.

Lo cierto es que sin dejar de tartamudear, me dijo. bueno señora, la verdad es, que lo que pasa es que si lo que yo le pido, la ofende, me sentiría muy mal. Fue cuando de la manera más puta posible, le respondí diciéndole. Realmente me sentiría muy ofendida, sino me dice que es lo que está pensando proponerme, para que yo gustosamente le pague totalmente la deuda nuestra.

Y al mismo tiempo que fui diciendo esas palabras, me recosté ligeramente sobre el sofá en el que ambos estábamos sentados, mostrando totalmente mi depilado coño y todo mi vientre, completamente desnudos.

No hizo falta de que dijera más nada, la manera en que se quedó viendo mi barriga, y mi coño, para mi fue señal más que suficiente, para darme cuenta de que él estaba completamente de acuerdo, en acostarse conmigo como pago por sus servicios.

De manera tierna, comenzó a besar todo mi abultado vientre, mientras que sus callosas manos las fue pasando por mi barriga, mi coño, y mis muslos. Sin dejar de besar y hasta ir introduciendo su lengua dentro de mi ombligo.

Luego lentamente, como quien quiere controlarse, fue soltándome el lazo de mi bata, hasta dejarme totalmente desnuda frente a sus desmesuradamente abiertos ojos. Fue cuando le dieron ganas de besarme, por lo que al tiempo que yo terminaba de ir quitándome mi bata, sentí sus labios unidos a los míos, y su lengua dentro de mi boca.

Como se lo podrán imaginar, no es a primera, y espero que tampoco sea la ultima vez que hago eso, con otro hombre, que no es el miserable de mi esposo. Por lo que apenas pude, lo ayudé a soltar los botones de su ropa, y una vez que su erecta verga quedó al aire, me dediqué a mamarsela.

Luego él, para mi sorpresa, acercó su cara a mi coño, y también me lo ha mamado de una manera barbara. Haciéndome sentir un placer increíble a medida que su lengua lamía los labios de mi vagina, y sus labios chupaban intensamente todo mi clítoris, hasta hacerme disfrutar de un enriquecedor orgasmo.

Después de eso, en el mismo sofá rojo que tenemos en el medio de la sala, en que nos encontrábamos, yo separé mis piernas, invitándolo para que me penetrase.

En esos instantes fui sintiendo, el caliente miembro del fontanero como iba penetrando todo mi coño. Por otra parte el placer que su rostro reflejaba era algo contagioso, ya que yo lo estaba disfrutando tanto o más que él mismo.

Pero no conforme de haberse venido dentro de mi, y provocar que disfrutase de otro increíble orgasmo, tímidamente insistió en volver a meterme nuevamente toda su sabrosa verga. A lo que yo desde luego le dije que si. Además cuando mi crio en ciertos momentos comenzó a darme pataditas, y el fontanero lo notó, casi llora de la alegría.

Bueno ya tengo con que comprar lo que necesitó para ir a parir, aparte de que nada más tengo que levantar el teléfono, y en cosa de pocos minutos, lo tengo nuevamente inspeccionándome todas las cañerías. Sin que mi esposo se enteré.