Unas memorables vacaciones combinadas con trabajo en donde descubrí lo zorra que podía ser mi pareja con alguna foto de esa época suyas.
Relato
Por motivos de trabajo nos desplazamos a una localidad de la Costa Brava, durante 15 días y al ser verano, le propuse a María viniese conmigo. Íbamos cinco compañeros, la empresa nos alquiló dos apartamentos, en uno estábamos mi jefe José y yo, junto nuestras mujeres, pero la mujer de este no iría más que la segunda semana y en el otro el resto del grupo.
Llegamos el sábado por la tarde, recogimos las llaves del apartamento y nos acomodamos, José se cogió la primera habitación que estaba en el pasillo de entrada frente al baño y nosotros la que estaba al fondo y daba al salón. Nos cambiamos y salimos a cenar y a tomar algo porque hasta el lunes no empezábamos a trabajar.
Entre la cena y la sobremesa, José bebió como si se fuese a acabar el mundo y a las dos se retiró con un pedo impresionante. Nosotros seguimos, íbamos más tranquilos que él, tomamos un par de copas más y a eso de las tres y media nos fuimos ya un poco cargaditos también.
Cuando llegamos al apartamento, encontramos a José tumbado en su cama, con las piernas colgando hacia el suelo y la luz encendida, según había regresado de castaña no había podido ni quitarse la ropa.
Roncaba como un bendito, le llame varias veces pero no respondió, me acerque hasta él, le volví a llamar mientras le movía un brazo, pero no se inmutaba, estaba KO. Le dije a María que me ayudase a quitarle la ropa e incorporarle en la cama, le alzamos y entre los dos le quitamos la camiseta, ni se inmuto, siguió durmiendo, entre risas y comentarios sobre la borrachera que se había cogido, continuamos con las zapatillas y seguimos con los pantalones, estos le deje a ella hacerlo para ver como reaccionaba, pues sabía que José casi nunca llevaba slip, al deslizárselos apareció su polla, María soltó un ohh por la sorpresa de que no llevaba nada debajo del pantalón y rio, detrás de esta aparecieron sus huevos, gordos rodeados de un gran mata de pelos, la ayude levantándole las piernas y termino de sacarles las perneras, riéndose y sin quitar ojo a la polla de mi amigo, que aunque flácida, era bastante gorda.
Le comente a María sobre la buena polla que gastaba José y ella bromeando, con delicadeza, para no despertarle, cosa que era improbable, se la agarro y riendo empezó a meneársela despacito haciendo bajar la piel y descubrir su glande mientras se mordía el labio y ponía caras de actriz porno, se la soltó y me dijo nos fuéramos, pude ver sus ojos vidriosos de excitación, salimos del cuarto y por el pasillo la agarre poniéndome detrás de ella baje mi mano, la metí baja la falda y la cogí su coño por encima de la braguita, suspiro y note la humedad a través de la prenda, la mordí el cuello y la empecé a susurrar en el oído;
- Venga quiero que seas mi putita esta noche, no le gustaría jugar un poquito con mi amigo.
Mientras mis dedos buscaban el borde de la braga y se introducían dentro buscando su raja, ella respondió con voz sensual, que vaya corte si se despertaba, pero la convencí, la gire para dirigirnos de nuevo hacia el cuarto.
Llegamos al umbral de la puerta del cuarto, encendí la luz y continúe un poco más masturbándola y diciéndola al oído que venga, que se acercará a él. Llame a mi amigo, para ver si respondía, pero nada, desnucado por completo. La solté, dándole un suave empujón hacia la cama, volvió su cara para mirarme, tenía esa expresión que se le pone cuando se pone caliente y llego al borde de la cama, me hizo un gesto con los brazos preguntándome que hacía y la respondí que lo que quisiera. Llevo la mano hasta su verga y la empezó a acariciar con suavidad, estuvo unos minutos así y parecía que José, aunque inconsciente, se le empezaba a poner morcillona.
María empezó a masturbarlo con una mano y con la otra le amasaba los huevos. Me acerque a ella y me puse detrás, le agarre las tetas, se las estruje y se las saque fuera del sujetador y de la camiseta mientras restregaba mi polla contra su culo. Estábamos los dos ya excitados, la susurre;
- Venga zorrita chúpasela como tú sabes
Y volviendo la mirada me hizo un gesto que si estaba loco, la hice con mi mano agachar la cabeza y ella sola continuo hasta llegar al lado de polla de José.
Se recogió el pelo con una coleta improvisada y empezó a pasar lentamente la lengua por los huevos y continuo recorriendo su verga, mirándome de reojo con cara de zorra, de pronto, él se movió y nos dio un susto que nos hizo retroceder a los dos, nos quedamos unos segundos sobresaltados al fondo del cuarto, pero nada, seguía dormido, la inste de nuevo para que continuara, y volvió a acercarse, se dobló hacia él, quedando su culo en pompa y con cuidado volvió a cogerle el rabo, acerco su boca y empezó a chuparlo y besarlo delicadamente. Me quede un rato observando la escena de María con sus gordas tetas colgando oscilándose por los movimientos de su cabeza y con su culito en pompa, hasta que me volví a acercar a ella, y levantándole la falda le baje las bragas a medio muslo. Protesto dejando de chupar e incorporándose, pero la volví con mi mano a bajar la cabeza y prosiguió con su faena.
Metí un par de dedos en su coño y empecé a hacerle un lento mete y saca, estaba ya empapada y mis dedos chapoteaban en el al entrar y salir. María daba pequeños suspiros contenidos, la muy puta cada vez chupaba con más intensidad aquella polla y empezaba a preocuparme de que pudiera despertarlo, pero este estaba cao.
La levante para que no le despertara y nos abrazamos fundiendo nuestras bocas en un tremendo morreo, la toquetee por todo el cuerpo y ella separándose de mí, me dijo;
- Espera ahora veras, ¿no querías que fuese tu putita?
Alzo su pierna y se subió a la cama, alzo la falda recogiéndosela con el cinturón y bajo su húmedo coño hasta la nariz de mi amigo, le hizo varias pasadas a escasos milímetros de esta y bajo hasta posar suavemente su vulva en la boca de este.
Se puso en pie, se colocó el tanga bien y avanzo hasta ponerse a la altura de sus genitales, volvió a agacharse de nuevo, agarro su miembro con una mano, le descapullo y empezó a frotar su glande contra su coño sobre el tanga, luego aparto este un poco y acomodo la polla dentro de su braga, entre esta y su coño. Empezó a mover su pelvis, apretando con su mano el paquete que formaba su braguita con el cipote de José dentro, para poder frotarse mejor. Quede esperando hasta donde llegaría su osadía, un poco preocupado porque aquello se nos estaba yendo de las manos.
María aparto la braga y cayo la polla de él, mojada por sus flujos, la agarro y con sigilo empezó a intentar metérsela medio flácida en el coño, pero se le doblaba, le costó, pero poco a poco consiguió meterse el capullo ayudada por sus dedos, en esto, que volvió a moverse José, saliéndosele la verga y María asustada bajo de la cama.
Me agarro, se sentó en el borde de la cama y desabrocho mi pantalón, saco mi polla en empezó a mamármela ahí mismo, mientras que alargaba una mano seguía sobando los genitales de mi amigo, no tarde apenas en venirme en su boca con una tremenda descarga de lefa que trago por completo
Como mi marido va creando situaciones en las que me convierte en exhibisionista, llegando al grado, no se si planeado o no, llegar a un extremo en que permito que varios de sus amigos me posean, por todas partes de mi cuerpo.
Relato erótico enviado por Anonymous el 22 de January de 2014 a las 21:38:59 - Relato porno leído 219703 veces