Carlos y Carla son una pareja que van a casarse, pero antes de hacerlo el chico quiere que su novia disfrute y por eso organiza una pequeña fiesta...
Relato
Hola, mi nombre es Carlos y os voy a contar lo que nos pasó a Carla, mi novia, y a mí hace poco tiempo. Yo tengo 27 años y mi chica tiene 24, hace ya 4 años que estamos juntos de novios, nos llevamos muy bien, ella ha terminado sus estudios hace poco y yo estoy trabajando. Llevamos viviendo juntos un par de años, y después de este tiempo de convivencia tenemos pensado casarnos en dos meses, así que últimamente estamos un poco liados con los preparativos de la boda y el viaje.
En cuestiones de sexualidad ella nunca ha mantenido relaciones con ningún otro chico, y eso que es tremendamente atractiva y no le faltan oportunidades. Carla tiene la piel clara, pelo moreno y unos increíbles ojos verdes. Es delgadita y con unos pechos medianos que dan ganas de comérselos nada más verlos.
Yo siempre he estado acomplejado con el tamaño de mi pene, que es de unos 12 cm, siento que no la satisfago lo suficiente, se lo digo muchas veces, pero ella siempre me dice que la hago muy feliz y que disfruta muchísimo haciendo el amor conmigo.
Llevo varios meses diciéndole que me gustaría que probásemos con otras personas antes de casarnos, que sería como nuestra celebración de despedida de solteros, pero ella siempre se resistía. Al principio se enfadaba conmigo, me decía que no se iba a sentir demasiado bien haciendo eso, pero tras insistir e insistir conseguí ir convenciéndola hasta que a regañadientes aceptó, diciéndome que hasta ese día no quería saber nada y que la sorprendiese. Yo estaba como loco de contento, iba a poder ver cómo iba a disfrutar con alguien con una polla más grande que la mía, así que tras pensar que podríamos hacer se me ocurrió organizar una orgía.
Estuve varios días buscando parejas por Internet en diversos foros que quisieran participar, hasta que di con uno que me gustó bastante y decidí poner un anuncio. Me escribió mucha gente de todo tipo, de los cuáles fui seleccionando algunos candidatos y les pedí fotos de sus cuerpos. Al final me quedé con un par de parejas de unos 20 años en las que los chicos estaban muy bien dotados y las chicas tenían un cuerpo increíble. También encontré un par de hombres muy bien dotados de unos cuarenta y tantos que querían participar y, tras ver las fotos con esas enormes pollas, decidí preguntarles a las otras dos parejas si estarían de acuerdo con que se apuntasen dos hombres solos también a la fiesta, a lo que me respondieron que no habría problema. Como todos los candidatos eran de fuera de mi ciudad decidí organizar la fiesta para un sábado, que era cuando todo el mundo podía acudir.
Poco a poco llegó el día y le dije a Carla que fuese a tomar algo con unas amigas mientras yo me quedaba en casa preparando la sorpresa. Decidí organizar la fiesta en la habitación de matrimonio, que era la más grande y además tenía un cuarto de baño incorporado. Moví los colchones de las camas de las otras habitaciones a esta y los fui colocando por el suelo, también puse montones de cojines para estar más cómodos. Sellé con cinta la persiana para que no se pudiese abrir y quité todas las bombillas de la habitación, porque con mi complejo no quería que me viesen desnudo. La única iluminación que dejé fue la del cuarto de baño, en donde puse una luz tenue.
Como ya dije, Carla quedó con unas amigas mientras lo preparaba todo, le comenté que había quedado con el resto de la gente a las 22:00 y que procurase no llegar con retraso. Eran las ocho cuando terminé con la faena, y cuarenta y cinco minutos después sonó el timbre, era mi novia. Como me dijo que quería que fuese una sorpresa no le dije nada de lo que íbamos a hacer hasta ese día, pero a una hora de empezar se lo dije para que no se asustase llegada la hora. Se puso muy nerviosa y estuvo a punto de irse, pero al final la convencí de que se quedase.
Un poco antes de la 22 empezó a sonar el timbre y fueron llegando todos y, tras una pequeña charla, decidimos ir al grano. Los dirigí al cuarto y les comenté que estaríamos a oscuras, salvo por la lucecita del cuarto de baño, en general la idea gustó bastante. Les dije que se fueran desnudando y nos fuimos quitando la ropa despacio en la penumbra.
Una vez que nos quitamos la ropa nos tiramos en los colchones que había puesto. No tardé en buscar alguna chica y, palpando, encontré a una que estaba a cuatro patas. Me coloqué debajo de ella y empecé a comerle el coñito, noté que le estaba comiendo la polla a un chico, podía escuchar el sonido de las mamadas mientras le comía el chocho. Pasado un rato noté a alguien palpando para ubicarse y como alguien introducía un dedo en la vagina que me estaba comiendo y, al instante, una enorme polla ocupó su lugar. Ahí estaba yo, comiendo un coño mientras otro tío se lo follaba.
Decidí abandonar esa chica y me dispuse a buscar una vagina libre. En la oscuridad se escuchaban un montón de gemidos, la gente estaba disfrutando mucho. Palpando toqué a una chica que estaba siendo follada, pero noté que el chico se retiraba y decidí ocupar su lugar. Con mi polla fui buscando el calor de su coñito, que estaba superdilatado por la enorme polla verga de aquel tipo. Se la clavé de golpe, rápido pude notar que aquel tipo se acababa de correr en su interior porque estaba completamente inundado de líquido caliente. Escuchaba fuertes gemidos, que reconocí rápidamente que eran de mi novia, pensé que le estarían partiendo el chocho en dos porque no estaba acostumbrada a unas pollas tan grandes.
Después de un rato bombeando aquel empapado coñito no pude aguantar más y me corrí en su interior. Grandes chorros de esperma se mezclaron con los del otro tipo. Eso me hizo pensar en que Carla no estaba tomando la píldora ni nada para cuidarse, eso me puso nervioso, así que me separé de aquella chica y palpando me dirigí hacia los gemidos de mi novia. Pude tocar los testículos de dos chicos que estaban penetrando a mi chica y me di cuenta de que se la estaban follando uno por el chocho y el otro por el culo (yo nunca la había penetrado por el culo). Notaba que estaba excitadísima y fui palpando hasta encontrar su cara, le acerqué la polla a su boca para que me la limpiase de leche y de los flujos de la chica que me acababa de follar. Rápido reconoció mi polla, me cogió del cuello y me susurró “gracias cariño” mientras jadeaba por las embestidas que estaba recibiendo de aquellos chicos.
Al cabo de un rato el chico que estaba debajo, que se la estaba metiendo en su coñito, empezó a jadear fuertemente. Sabía que se estaba corriendo en el interior de mi novia a la vez que ella llegaba a un gran orgasmo. En mi interior estaba preocupado porque sabía que podía quedar embarazada, así que quise tener mi oportunidad y ocupé el lugar de aquel chico, se la metí en su empapada vagina mientras notaba como una enorme polla perforaba su ano. Al poco tiempo el chico que le estaba dando por el culo a Carla aceleró el ritmo, se detuvo, y pude escuchar como jadeaba. Se acababa de correr en el culo de mi novia.
El semen del otro chico resbalaba del interior del dilatado coñito de Carla con mi mete y saca constante y, al sacar el otro chico la polla del interior de su ano, pude notar como resbalaba más esperma encima de mis testículos. Al poco de retirarse noté como unas manos tocaban mi polla mientras entraba y salía de su coñito y al momento pude notar como una enorme polla apretaba por entrar a la vez en el chocho de mi novia. Entre el tamaño de mi pene y la cantidad de semen que lubricaba su vagina, no tuvo muchos problemas en entrar. Notaba como aquella enorme polla resbalaba hacia las profundidades de la vagina de mi novia, el muy cabrón se la estaba metiendo hasta el útero, hasta donde yo nunca llegaré. Escuchaba como Carla gritaba de placer y al poco tiempo pude notar como la enorme polla de aquel chico se hundía hasta el fondo y empezaba a palpitar, sabía que se estaba corriendo en lo más profundo de la vagina de mi novia. Al instante noté como un mar de leche caliente inundaba mi verga en el interior de su chocho, lo cual hizo que me corriese yo también en su interior mientras la otra polla seguía descargando en su interior. Al sacar mi pene me di cuenta de que Carla se la estaba mamando a otro chico, pero como se retiraba me acerqué a besarla y al juntar nuestros labios noté que tenía toda la boca llena de esperma, me dio igual, después de besarnos un buen rato me volvió a dar las gracias.
Yo estaba ya un poco cansado, así que me tumbé a su lado un rato para descansar. Mientras escuchaba un montón de jadeos en la oscuridad me quedé dormido. Al rato me desperté, toqué a Carla y noté que estaba dormida, se había quedado exhausta después de follar tanto tiempo, pero un chico la tenía con las piernas abiertas y la estaba penetrando, de modo que decidí ir a buscar una chica libre. Ya estaban casi todos durmiendo, pero tras palpar un poco encontré a una de las chicas que estaba también medio dormida boca arriba, le abrí las piernas con cuidado y con mis manos pude tocar su coñito y su ano. Se encontraban muy dilatados así que decidí probar a follármela por el ano, con lo dilatada que estaba no me supuso un gran esfuerzo, además lo tenía muy mojado del semen de los otros chicos. Tras un rato penetrándola la saqué y decidí correrme en su vagina. Se la metí de un golpe y tras unas embestidas descargué varios chorros de leche en su interior. Me eché a un lado y me volví a quedar dormido. Cada vez que me despertaba podía oír como alguno de los chicos se estaba follando a alguna de las chicas.
Después de dormir un poco me puse a buscar a Carla en la oscuridad, hasta que tocando la encontré, tenía un chico encima de su pecho, palpando pude comprobar que los dos estaban dormidos, mi chica con las piernas abiertas y el chico con la polla metida en su vagina, completamente flácida. A pesar de estar en ese estado seguía siendo mucho más grande que la mía, se la cogí y la saqué de la vagina de Carla, de la cual empezó a escurrir un montón de semen. Eran incontables las corridas que había recibido mi novia por todas partes, sabía que había disfrutado muchísimo, yo estaba que no podía más y me volví a dormir.
Cuando me desperté de nuevo una de las parejas dijo que ya se iban, que se lo habían pasado muy bien, que a ver si lo repetíamos. Al poco pasó lo mismo con la otra pareja, también se despidieron.
Volví a escuchar fuertes jadeos de mi novia, era increíble, se la estaban volviendo a follar. Me dirigí hacia ellos y palpé que la tenía boca abajo con un cojín en su vientre para así dejar expuesto su coñito, el cual estaba siendo perforado frenéticamente. Dirigí mis manos a su cara y comprobé que tenía una inmensa polla en su boca, era del hombre que estaba tumbado frente a su cara. El chico no cesaba de penetrarla hasta que comenzó a jadear y se dejó caer exhausto sobre la espalda de Carla, que también jadeaba y gritaba “préñame cabrón” mientras tenía un tremendo orgasmo debido al gran tamaño del pene de aquel hombre, que se lo tendría clavado hasta el fondo, descargando su esperma en lo más profundo de mi novia. Al poco dirigí mi mano al coñito de mi chica y noté como aquel enorme pero flácido pene salía de su vagina, dejando caer un gran chorro de líquido viscoso, que, al salir de su interior, empapó toda mi mano.
El hombre que estaba acostado enfrente de Carla se levantó y se puso a buscar su chocho. Ya que mi mano seguía en su coñito cogí su pene y lo dirigí a la entrada de su viscosa cueva y, al notar el calor de su gruta, no tardó en clavarla hasta el fondo. Empecé a escuchar jadeos de mi chica, el hombre debía de estar excitadísimo, porque se escuchaban los golpes de los testículos contra el coñito a un ritmo frenético, entonces mi novia empezó a gritar de nuevo una y otra vez “preñameee cabroón” en una sucesión de orgasmos continuos. Esto lo excitó aún más hasta que finalmente el hombre empezó a jadear, se estaba vaciando en el interior de la vagina de mi novia, como pude comprobar con mis manos al notar grandes espasmos mientras su polla seguía totalmente clavada.
Mientras sacaba el pene de la vagina de mi novia el otro hombre se terminó de vestir y dijo que ya se marchaba, al igual que el chico que la había acabado de penetrar, no sin antes decir que no dudásemos en llamarlo si queríamos volver a repetir, que se lo habían pasado muy bien.
Nos quedamos Carla y yo solos. Fui a abrir la persiana, ya eran las 14:00 así que me molestó bastante la luz ya que estábamos acostumbrados a la oscuridad. Una vez subida la persiana me di la vuelta y pude ver como mi preciosa novia seguía encima del cojín sobre el que la acababan de follar, con el coñito expuesto y chorreando espeso esperma blanco.
Tenía el chocho y el ano muy dilatados y la cara llena de esperma. La ayudé a levantarse y de pie pude ver como ríos de semen salían de su ano y su vagina, empapando sus piernas y llenando el suelo de leche. Nos dirigimos al baño a darnos una ducha juntos y, aún desnudos, fuimos a la cocina a comer algo.
Le dije que estaba muy preocupado porque no se estaba cuidando y podría quedar embarazada, pero me contestó que no me preocupase, que no era su semana de mayor fertilidad. Le comenté que con tal cantidad de semen aún así habría bastantes posibilidades, a lo que ella me dijo que yo también me la había follado, así que si estaba embarazada también podría ser mío.
Me dijo que se lo había pasado como jamás podría haberse imaginado y que le encantaría repetirlo más a menudo, que había disfrutado muchísimo. Terminamos de comer, me levanté, rodeé su cintura con mis brazos y la besé.
EL ESPOSO DE LETICIA ESTABA FUERA DE LA CIUDAD LO QUE APROVECHAMOS PARA FORNICARLA TODA AQUELLA NOCHE, LE DIMOS POR ELCULO BAÑANDOLE EL ROSTRO DE ESPERMA.
Relato erótico enviado por Anonymous el 28 de October de 2008 a las 00:14:11 - Relato porno leído 98141 veces
UN GRUPO DE ALUMNOS SE FOLLAN A MI MUJER HASTA QUE QUEDA EXHAUSTA DE CANSANCIO Y PLACER
Relato erótico enviado por Anonymous el 30 de January de 2009 a las 23:17:53 - Relato porno leído 72188 veces
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Satyrus
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