Segunda parte del relato clase de educación sexual. En esta ocasión la protagonista es Tania, quién nos cuenta lo que pasó con el grupo de las chicas.
Relato
Hola, soy Tania, una chica de 18 años que ahora mismo está estudiando el bachiller. En este relato me gustaría contaros como perdí la virginidad en una clase en el insti.
Era un jueves por la tarde cuando David, nuestro tutor, entró en la clase. Se sentó en la mesa y nos dijo que al día siguiente vendría una pareja a darnos una clase sobre educación sexual. Como ya he comentado, era virgen, ni siquiera había besado a un chico, me daba mucha vergüenza. Pensé que la charla estaría bien ya que yo sabía poco acerca del tema y gracias a ella puede que aprendiese algo.
Llegó la tarde del viernes, y como es habitual, cogí un bus para ir a clase. Llegué al instituto y en la puerta me encontré con Patricia, mi mejor amiga, que me estaba esperando, allí estuvimos charlando un rato antes de que sonase el timbre y llegada la hora subimos las escaleras que nos llevaban al último piso del edificio.
Entramos todos y David esperó a que todo el mundo estuviese acomodado para empezar a hablar.
- Bueno chicos, como ya os comenté ayer, hoy han venido un chico y una chica a daros una clase de educación sexual, por favor, comportaros, que ya me conozco a alguno.
Dicho esto abrió la puerta y entró la pareja. La chica era delgadita, de pelo rubio y ojos azules y, aunque su pecho no era muy grande, sí que era apetecible. El chico era un tipo alto, pelo moreno y algo musculado, se notaba que iba al gimnasio y que se cuidaba. El tutor continuó explicando lo que íbamos a hacer.
- Vale chicos, os presento a Paula y Mario, ellos son los que os van a dar la charla. Vamos a separar la clase en chicos y chicas. Los chicos se quedarán en esta aula con Paula y las chicas nos acompañarán a Mario y a mí a otra.
Las chicas nos fuimos levantando y salimos. David nos dirigió a la última clase del pasillo, iba charlando animadamente con el chico que nos iba a dar la clase, el cual llevaba una bolsa bastante grande en la mano. Yo estaba algo nerviosa ya que hablar de estos temas me daba mucha vergüenza, pero Patricia me cogió de la mano, por lo que me fui tranquilizando un poco. Patri tenía ya algo de experiencia, había mantenido relaciones sexuales tanto con algunos chicos de la clase como del barrio, le gustaba mucho el sexo y los chicos andaban detrás de ella, intentando impresionarla y llamar su atención todo el rato. Entramos en el aula y nos sentamos en los pupitres, Mario le dijo algo a David y éste nos dijo que iba a salir un momento, que fuésemos empezando.
- Hola chicas, ¿qué tal? me llamo Mario y os voy a dar una pequeña clase de educación sexual. Antes de nada me gustaría que movieseis los pupitres y los colocaseis pegados a la pared, dejando el centro del aula libre.
Los fuimos moviendo entre todas, estábamos a punto de acabar cuando regresó nuestro tutor con algunas colchonetas, las cuales colocamos en el centro de la clase.
- Bueno, pues creo que ya podemos empezar con la clase. Supongo que algunas ya os habréis iniciado en el sexo, pero aun así algo de información sobre anticonceptivos no viene mal. Lo primero que me gustaría explicar son los cambios que se producen en el cuerpo cuando se pasa a la edad adulta, pero antes de nada me gustaría saber quién de vosotras es aún virgen.
Éramos seis chicas, de las cuales 4 aún no habíamos mantenido relaciones. Al principio me costó levantar la mano, pero Patri me dio un codazo y acto seguido la levanté.
- No os preocupéis, cuando hayamos terminado con la clase vais a saber un poco más. Voy a necesitar alguna voluntaria.
Nadie se ofreció, cogí a Patri de la mano, esperando que no me tocase a mí. Mario se me quedó mirando y para que no me escogiese, mi amiga levantó la mano. Respiré un poco aliviada ya que no me iba a tocar.
- Vaya, parece que tenemos una voluntaria – dijo sonriendo- pero estaba pensando que sería mejor que saliese alguien sin experiencia. ¿Qué tal tu amiga?
Patricia se me quedó mirando, solté su mano y resignada, fui junto Mario.
- ¿Cómo te llamas?
- Tania
- Es un nombre bonito. No te preocupes por nada, ya verás al final lo contenta que vas a estar. Primero voy a empezar a explicar los cambios que se producen al pasar la adolescencia. Unos de los cambios más visibles es el aumento de los pechos, y como podéis ver Tania tiene unos muy bonitos. ¿Te importaría quitarte la parte de arriba?
- ¿Qué?
- Es para que tus compañeras puedan ver el cambio, y por mí no te preocupes, yo me dedico a dar clases de sexualidad.
- Bueno, vale – accedí, no me hacía ni pizca de gracia. Me fui quitando despacio la parte de arriba y me quedé en sujetador.
- ¿Puedes quitarte eso también?
Antes de contestar Mario se me acercó por detrás y me lo desabrochó.
- Eso es. Como podéis ver vuestra compañera tiene unos buenos pechos – dijo, acariciándome el seno izquierdo – Otros cambios que se producen son el ensanchamiento de las caderas y la aparición de vello púbico. El tamaño de los genitales también crece un poco. Tania, ¿puedes quitarte también la parte de abajo para enseñárselo a tus compañeras?
- Ni hablar
- No te tiene porqué dar vergüenza, al fin y al cabo todas las semanas os cambiáis juntas cuando vais a hacer gimnasia – como veía que aún estaba indecisa decidió dirigirse a la clase- Patricia, ¿eres tan amable de ayudarme a convencer a tu amiga?
Patri se separó del resto de chicas y vino hacia mí. Cuando estuvo a mi altura puso sus manos en mi cintura y me empezó a desabrochar el cinturón para luego quitarme los zapatos y bajarme el pantalón. Me quedé semidesnuda delante de toda la clase, cubierta únicamente por un tanguita rosa.
- Patri, quítale también el tanga, si no, no vamos a poder apreciar los cambios que se producen en los genitales
Se agachó y me fue quitando despacio lo único que me cubría, dejándome desnuda delante de todas mis compañeras. Con una mano intenté cubrirme el pubis, pero Mario se acercó y me la separó, dejando ver mi zona íntima a todo el mundo.
- Perfecto. Podéis apreciar como Tania tiene un poco de vello púbico, algo rasurado y, ahora que no tiene ropa, podéis ver como tiene unas caderas bastante anchas. Ahora que sois adultas notaréis que cuando veis a algún chico desnudo os excitáis más fácilmente. Seguro que alguna de vosotras se ha masturbado alguna vez, no hay de qué avergonzarse, es algo de lo más normal. Aprovechando que Tania está desnuda os voy a enseñar cómo se produce la fase de excitación. ¿Puedes acostarte en las colchonetas?
Me recosté y Mario cogió un cojín, colocándomelo en la espalda y elevando así mis caderas, de forma que toda la clase pudiese ver bien mi zona íntima. A continuación se quitó la camiseta, dejando ver un cuerpo ligeramente trabajado y con unos abdominales bastante marcados. En ese momento sentí como se me empezaba a humedecer un poco mis partes.
- Como podéis ver ahora, Tania está empezando a lubricar- dijo, mientras me separaba las piernas - La lubricación es lo que favorece la entrada del pene en la vagina, pero para eso es recomendable que esté bastante húmedo.
Mario posó su mano en mi coñito y me lo empezó a masajear, mientras que con la mano libre me tocaba un seno.
- Ahora está lubricando más. En este momento vuestra compañera está más excitada y se ha producido el aumento de los labios y se le ha hinchado un poco el clítoris.
Mario me estaba masturbando increíblemente bien, en esos momentos ya no me importaba estar desnuda delante de todo el mundo ni que me viesen mi zona íntima.
- Ahora voy a mostraros el aparato reproductor masculino- dijo Mario, quitándose el pantalón y el bóxer negro y dejando ver un pene bastante grande, de unos 20cm – Como veis yo también estoy excitado, de forma que mi pene ha aumentado de tamaño y está listo para una posible penetración. La siguiente lección es los anticonceptivos, es recomendable que el chico se coloque un preservativo para así evitar posibles enfermedades y embarazos no deseados.
Mario fue hacia la bolsa que había traído, cogió un condón y se lo colocó. La clase estaba completamente en silencio, expectante ante lo que podría pasar. David, nuestro tutor, no me quitaba el ojo y podía ver un bulto en su pantalón, él también estaba excitado.
- Bueno, pues ya me lo he colocado – dijo, caminando hacia donde yo estaba y arrodillándose entre mis piernas.
Su mano se posó de nuevo en mi coñito, empezó a masajearlo y luego metió primero su dedo corazón y luego también el anular, masturbándome durante un buen rato. No me podía creer lo que estaba pasando, yo ahí con las piernas abiertas delante de toda la clase, incluido el tutor, y un chico metiéndome los dedos dentro de mi cuerpo. A estas alturas ya estaba prácticamente segura de que me iba a hacer el amor delante de todos y la verdad es que estaba tan excitada que ya no me importaba nada.
- Parece que ya está bastante lubricada, relájate y déjame hacer. ¿Quieres que venga tu amiga y esté a tu lado?
- Si, por favor
Patri se acercó y se arrodilló cerca de mi cabeza, acariciándome y diciéndome que no me preocupase, que ya vería lo bien que me iba a sentir. Mario se quedó mirando a mi amiga.
- Patricia, ¿te importaría hacerme una pequeña mamada? Así mi pene estará más lubricado y entrará mejor en la vagina de Tania.
Patri se movió hacia donde estaba Mario, agachó la cabeza y se introdujo el pene en la boca, haciéndole una mamada durante un par de minutos. Cuando acabó dirigió el pene hacia la entrada de mi vagina y volvió a donde estaba al principio, para seguir acariciándome. Sentía la puntita del pene de Mario en la entrada, pero poco a poco se fue enterrando despacio en mi interior. Llegado un momento sentí un pequeño dolor, pero pasó al cabo de un rato y mi amante empezó a bombear cada vez más rápido.
- David – dijo Mario, sin parar de penetrarme- ¿puedes coger las cosas que hay en las bolsas y repartírselas a las chicas?
David empezó a sacar de la bolsa un montón de consoladores y se los empezó a repartir a mis compañeras.
- Ahora si os apetece os podéis desnudar y masturbaros, no os cortéis.
Todas las chicas de la clase se empezaron a quitar la ropa, Patri incluida, que seguía cerca y de vez en cuando me acariciaba. Le dieron su consolador y lo empezó a chupar, prácticamente se lo metió todo en la boca, luego lo sacó y se lo fue introduciendo en la vagina; gracias a la saliva entró sin problemas. En el aula todos estábamos desnudos, salvo el tutor que seguía vestido pero con los pantalones bajados y tocándose de vez en cuando.
- David, ¿por qué no te quitas la ropa y ayudas a las chicas?- dijo Mario, guiñándole un ojo – así me echas una mano, que yo estoy un poco ocupado con Tania. Puedes ir desvirgando al resto, así son penetradas primero por una polla y luego pueden masturbarse con los consoladores.
David se levantó, se quitó todo y se puso un preservativo.
- A ver, chicas, las que sean vírgenes que se pongan en este lado de las colchonetas
Todas las que no habían mantenido aún relaciones se pusieron en fila, David colocó el pene en la primera y la fue penetrando poco a poco. Una vez que vio que ya podía valer, paso a la siguiente, y así sucesivamente hasta que desvirgó a todas las chicas de la clase. Una vez terminó, se acercó a Patri, que seguía masturbándose cerca de mí, y le acercó el pene a la cara. Mi amiga lo cogió y lo empezó a chupar. Al cabo de un rato David recostó a Patri en el suelo y la empezó a penetrar de forma frenética.
La clase era un auténtico show, las que no estaban siendo penetradas se estaban masturbando y chupando los consoladores, y a la vez que mejoraban la penetración saboreaban su flujo vaginal. Yo estaba en el cielo, Mario me seguía penetrando sin parar y tenía a mi lado a mi mejor amiga, que también estaba siendo penetrada.
- Creo que ya podemos probar otra postura – dijo Mario, sacando su pene y dejándome vacía por dentro – me voy a acostar y tú te vas a poner encima ¿vale?
Una vez se acostó pasé una pierna por encima suyo, cogí su pene y fui bajando lentamente, hasta que todo estuvo enterrado dentro. Me empecé a mover suavemente, me incliné hacia delante y él aprovechó para chuparme las tetitas. En ese momento sentí algo rozando en mi culito, me di la vuelta y vi que era David, que estaba jugando con su pene, rozándolo en mis nalgas y pasándolo por mi culito. Muy despacio fue introduciéndolo en mi ano y, sin darme cuenta, en pocos segundos estaba siendo penetrada por dos hombres, aquello era el cielo, cuando uno la metía el otro la sacaba, de forma totalmente compenetrada y haciéndome llegar al orgasmo en sucesivas ocasiones.
Me estuvieron penetrando durante varios minutos, hasta que Mario dijo que se iba a correr, por lo que David sacó el pene y me ayudó a levantarme. Los chicos se pusieron de pie y me besaron, luego nos dijeron a Patri y a mí que nos arrodillásemos, se sacaron los preservativos y nos acercaron los penes a la cara para que les hiciésemos una mamada.
- Tania que bien la chupas, parece mentira que sea la primera vez. Me voy a correr, por favor, abre la boca.
Obedecí y un montón de chorros de esperma fueron a parar a mi boca y a mi cara; Mario me dijo que me lo podía tragar sin problemas, así que fue a parar a mi estómago, estaba rico. Miré a mi derecha, David también estaba a punto de correrse, así que se acercó a eyacular, pero él en vez de hacerlo en mi boca lo dejó caer en mi cara y en mis tetitas. Patri se acercó gateando y chupó todo el esperma que tenía por el cuerpo, reteniéndolo en su boca y dejándolo caer en la mía. Estaba a punto de tragármelo cuando mi amiga me dijo si le daba un poco, así que le pasé la mitad y nos lo tragamos las dos. Para acabar nos abrazamos y nos besamos.
En ese instante entró Paula, la chica que le había dado la clase a los chicos, cubierta de semen. Se acercó a Mario y le preguntó que qué tal había ido la clase, a lo cual él respondió que muy bien. Se quedó mirando su cuerpo lleno de líquido y se dirigió a la clase.
- Chicas, que tal si ayudáis a Paula a limpiarse un poco.
Paula se quedó de pie en medio del aula, las chicas nos acercamos y empezamos a lamer su cuerpo, limpiándolo del semen de nuestros compañeros y tragándonoslo después. Una vez limpia dijo que iba a buscar a los chicos. Salió del aula y nos quedamos otra vez a solas con los hombres que nos acababan de desvirgar.
Me di cuenta de que se estaba haciendo un poco tarde, así que cogí el móvil y decidí llamar a casa.
- ¿Diga?
- Hola mamá, soy yo. Mira, que estoy con Patri, que me ha dicho de ir a cenar por ahí y salir luego a tomar algo. Igual llego un poco tarde, no te preocupes.
- Vale Tania, pásalo bien, un beso
- Hasta luego mamá
EL ESPOSO DE LETICIA ESTABA FUERA DE LA CIUDAD LO QUE APROVECHAMOS PARA FORNICARLA TODA AQUELLA NOCHE, LE DIMOS POR ELCULO BAÑANDOLE EL ROSTRO DE ESPERMA.
Relato erótico enviado por Anonymous el 28 de October de 2008 a las 00:14:11 - Relato porno leído 98141 veces