Recientemente Alonso, mi esposo, y yo fuimos a una gala premier. Pero al regresar a casa, me encontraba algo deprimida, por las imágenes que vi. Así que mientras Alonso se comenzó a quitar la ropa, yo me fui a dar un trago, la verdad es que además del trago, me empolvé la nariz con algo del polvito maravilla que le oculto a él. Para ver si así, dejaba de sentirme tan mal.
Relato
Lo que yo ignoraba era que Linda mi media hermana, había llegado a casa. Y al parecer mi marido se encontró con ella, justo en el momento en que Linda se cambiaba de ropa. Yo se que desde hace tiempo los dos se tenían ganas, pero jamás pensé que fueran tan desfachatados como para ponerse a tener sexo, bajo el mismo techo, y al mismo momento, en que yo me encontraba.
Al regresar a nuestra habitación, me encontré a mi marido, clavándose de manera salvaje a mi hermana. Quizás en otro momento, yo seguramente hubiera actuado de otra manera. Pero al ver, la manera que los dos se comportaban, no se que me pasó que en lugar de indignarme, y montar todo un show llorando y gritando, sentí envidia.
Así que quizás ayudó, que cuando mi propia hermana, me vio de pie frente a ellos, me invitó de la manera más cordial, a que los acompañase. Yo aun me resistía a participar en su encuentro, cuando escuché la voz de Alonso diciéndome. Vamos mujer, no seas aguafiestas, y acércate a nosotros. Yo en esos momentos, a medida que me fui acercando, a ellos dos, me fui desvistiendo.
Y para cuando estuve a su lado, el sentir las manos de mi propia hermana, acariciando mi cuerpo, hizo que dejase de sentirme incomoda. Así que a medida que Linda y Alonso comenzaron a besarme por todas partes, me fueron quitando lo poco que aun yo cargaba puesto. El sentir sus labios sobre mi piel, y el saber que quienes me acariciaban eran dos de las personas que más amo en mi vida, hizo que me dejase llevar por el placer que ambos me procuraban.
Así que por un corto rato me dedique a sustituir a mi hermana que le estaba manado su verga a mi marido, para luego dejarlo que me penetrase divinamente, mientras ella me seguía besando y acariciando por todas partes. Luego seguimos cambiando de lugar, así yo terminé con mi coño sobre el rostro de Alonso, mientras que él penetraba a Linda, la que no dejaba de besarme insistentemente.
Esa noche tanto mi marido como mi hermana, procuraron que yo disfrutase al máximo, tan es así que en algunos momentos mi hermana, se dedicaba a mamar mi coño divinamente, mientras que mi marido, sin parar seguía penetrándome, y arrancándome profundos gemidos y gritos de placer, en medio del sin numero de orgasmos que ambos me produjeron.
Al despertar al día siguiente, me sentí rara, mi marido aun se encontraba sobre mi cuerpo, y las piernas de mi hermana entrelazadas con las mías. Yo por mi parte no vi mejor forma de dar los buenos días a Linda, que poniéndome a mamar su coño. Al tiempo que Alonso nuevamente me penetraba divinamente…..
Comencé a notar placer, pues su polla restregándose contra mi clítoris me hizo sentir algún que otro espasmo. Mire otra vez a mi marido. El se la estaba meneando mientras veía como me follaba Ramón. Aquello parecía gustarle. Seguro. Ramón tiene un buen cipote y sabía usarlo como debe ser. Yo levantaba mi culo para que penetrara más a fondo......mientras miraba a mi marido.
Relato erótico enviado por coronelwinston el 16 de March de 2009 a las 17:00:00 - Relato porno leído 131200 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:52) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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