Desnuda, atada y violada... ( CON fotos)

Cuando desperté, aun estaba bien confundida, desorientada, y muy adolorida. Contrario a lo que normalmente me sucede, que de inmediato, se que debo hacer. Donde estoy, y si ando o no acompañada de otra persona. En ese momento no tenía, ni la menor idea de lo que me estaba sucediendo, lo único que atinaba a pensar era, por qué todo estaba tan oscuro. Casi de inmediato me di cuenta de que tenía una venda sobre mis ojos, casi al mismo tiempo, también me di cuenta de que tanto mis brazos, piernas, manos, hasta mi cuello, y vientre, se encontraban sujetos por algo como correas, a una superficie plana. Al rato de haberme despertado, una de las cosas que más me causó ansiedad, fue el también darme cuenta de que me encontraba completamente desnuda, con mis piernas bien abiertas, y mis brazos separados puestos en cruz. Después de que paso otro buen rato, Quizás cerca de una hora, algo que me aterró más realmente fue el sentir, o mejor dicho el no sentir mi larga cabellera, en su lugar un raro fresco que sentía por todo mi cráneo, delataba la completa ausencia de mi larga cabellera.

No lo podía creer, estaba por completo desnuda, y atada. Sin tener la más mínima idea de donde me encontraba ni el por qué de mi situación. En realidad estaba aterrada, sin saber que podía esperar, pero por estar como estaba, sabía que de seguro no sería nada bueno. Ignoro realmente cuanto tiempo pasó, desde que me desperté en ese lugar, lo que si se es que desde el momento en que lo hice, me esforcé por recordar, al principio pensé que el cliente con el que me había citado en un lujoso restaurante, de seguro era el culpable, de todo. Ya que el haber cenado con él, era lo único que recordaba. Pero a medida que seguí esforzándome por recordar lo sucedido. Recordé vagamente, que aquel viejo, me acompañó hasta mi auto, que se despidió de mí cortésmente, y que de inmediato, arranqué rumbo a mi apartamento.

Pero era todo, después de eso no me acordaba absolutamente de nada. Quien sabe por cuánto tiempo estuve, a solas. Recostada y atada sobre esa especie de cama, o de catre. Cuando escuché un ligero ruido como el de una puerta abriéndose, acto seguido, los casi inaudibles pasos de una persona que se dirigía en mi dirección. Por lo que en un arranque de pánico, comencé a gritar, preguntando, ¿Dónde me encontraba? ¿Qué me habían hecho y el por qué. Pero fue algo completamente inútil, ya que nadie me respondió. Encontrándome en esa situación, procuré razonar con mi secuestrador, pero resultó que todo fue inútil, Yo no dejé de hablarle, pero esa persona no me respondió.

Ya estaba pensando yo, que me encontraba completamente solas. Cuando de momento sentí que me agarraron mi coño, por unos instantes, sus dedos los fue enredando entre mis vellos, al mismo tiempo que yo desesperada comencé a pedir explicaciones del por qué me tenía así. Cuando de momento y de un fuerte jalón me debió arrancar, un puñado de ellos, produciéndome un gran dolor, por lo que de inmediato me puse a gritar, y a llorar. Yo seguía llorando, y pidiendo a gritos una explicación, cuando volví a sentir aquella mano, que volvía agarrar mi coño. Iba a seguir gritando, pero apenas sentí que sus dedos nuevamente comenzaron a enredares sobre mis vellos púbicos, me quedé callada, en silenció como esperando que me arrancase de otro fuerte jalón, parte de mis vellos. Pero al parecer cuando me quedé callada, el desistió de continuar. Esos dedos, suavemente siguieron acariciando mi vulva por fuera, pero de golpe los retiró. Escuché unos cuantos ruidos, y nuevamente que esa persona volvió agarrar mi coño. Pero en esa ocasión al parecer comenzó a untarme una especie de crema sobre la piel de mi vulva.

De la misma manera que comenzó hacer eso se detuvo sin decirme nada. Yo ya en un tono de voz mucho más suave, y temeroso, le volví a preguntar por qué me hacía eso. No obtuve respuesta alguna, lo único fue que un fuerte olor a cítricos invadió el ambiente. Cuando de momento con algo que debió ser como una navaja, comenzó a pasarlo sobre mi vulva. Fue que entendí que esa persona me estaba depilando, no tan solo mi coño sino que hasta mis nalgas. Pero sin responder a ninguna de las muchas preguntas que yo le hacía. Al terminar se retiró, pero por un corto rato, fue cuando comencé a escuchar, el sonido de agua cayendo, como cuando sale de una manguera.

De la misma manera que comenzó a depilarme, sin decir nada en lo absoluto, ni hacer ruido o expresión alguna. Esa persona comenzó no tan solo a mojar mi coño y mis nalgas, sino que hasta me pasó jabón, y en cierto momento, me manipuló tal como si yo fuera un pequeño títere. Haciendo que mis piernas se levantasen, aun en contra de mi propia voluntad. Acto seguido el chorro de agua que salía de lo que tuviera en la mano, lo dirigió al centro de mis nalgas, y casi de inmediato me enterró la boquilla dentro de mi culo. Sentí como mi vientre se iba llenando de agua, cuando de momento sacó la boquilla, y yo sin poderlo evitar expulsé toda esa agua, y seguramente algo más. Yo aunque seguí llorando, y pidiendo explicaciones, y que no siguiera haciéndome eso. Volvía a sufrir esa desagradable experiencia, como unas cuatro o cinco veces más. Después seguí escuchando el agua caer, pero sobre el piso, como si con ella limpiase todo lo que yo había expulsado de mis tripas.

Esa persona se retiró, mientras que yo con mis piernas elevadas, me quedé llorando y preguntando, por qué me hacía todo eso. Por otro largo rato, quizás por otra hora, no volví a sentir a esa persona, en el lugar donde me mantenía prisionera. Ya me estaba por quedar dormida quizás por el agotamiento, cuando el volver a sentir sus dedos sobre mi vulva me despertó. Suavemente me fue hurgando todo mi coño, y a pesar de lo mal que me sentía, por todo lo que hasta ese momento, el tipo ese me había estado haciendo.

El sentir sus dedos acariciando mi vulva por dentro y por fuera, fue algo que no esperaba yo me fuera a ser placentero. Y aunque procuré no dejarle ver, que el sentir sus dedos dentro de mi cuerpo me gustaba. Llegó un punto en que esa persona me estaba satisfaciendo, y aun en contra de mi voluntad deje escapar un sin número de profundos y largos gemidos de placer. Por espacio quizás de unos cuantos minutos se detenía, pero al poco rato volvía agarrar mi ya depilado coño, y acariciando mi clítoris, volvía arrancarme aquellos tremendos y profundos gemidos.

Yo no sabía ya ni que esperar que me sucediera, cuando sus dedos volvieron acariciar todo mi coño, tanto por dentro como por fuera. A los pocos minutos pienso yo, comencé a sentir su fuerte aliento sobre mi vulva. Y cuando menos me lo esperaba, él se dedicó a mamar todo mi coño, divinamente, como si en eso le fuera la vida.

Desde ese momento a cada rato, cuando era persona no me estaba agarrando mí coño, me acariciaba las tetas y hasta mi culo, una y otra vez, arrancándome profundos gemidos de placer. En mi vida ni tan si quiera mi ex esposo, me había hecho sentir de esa manera. Esa persona continuó, y continuó introduciendo sus dedos dentro de mi coño. Hasta que de momento se retiró ligeramente, y escuché como se fue bajando sus pantalones. En la posición en que yo me encontraba, no podía hacer nada por evitarlo. Y fue cuando sentí, como se fueron enterrando sus dedos en mi esfínter, al principio uno, luego dos, y al rato ya me enterraba un tercer dedo, hasta que finalmente, incluso me enterré su dedo pulgar dentro de mis nalgas. Entiendo que su intención era dilatar mi ano, al máximo, cosa que hizo con relativa facilidad. Mientras que yo como una tonta, entre gemidos, le preguntaba constantemente el por qué me estaba haciendo todo eso.

Yo mentalmente me visualizaba, recostada sobre esa mesa o cosa plana, sujeta por todas partes, con mis piernas no tan solo separadas, sino que bien levantadas, mientras que ese tipo continuó introduciendo sus dedos dentro de mi cuerpo. Pero de momento de manera algo brusco, los extrajo todos, y fue cuando casi de inmediato sentí su caliente glande, y duro glande, atravesando mi culo. En la posición en que me encontraba, poco o realmente nada, podía hacer para impedírselo. El dolor recorrió toda mi espalda, pero al poco rato de estar sintiendo como me penetraba una y otra vez con su duro y caliente miembro, las sensaciones fueron cambiando, ya que al mismo tiempo fue introduciendo sus dedos dentro de mi coño, apretando mi clítoris, a medida que continuaba enterrándome su verga por el culo.

Desde ese instante y por aproximadamente los siguientes treinta días, fui la esclava sexual de esa persona. Algo que siempre me llamó la atención fue, que apenas terminaba de usarme como le diera la gana, inmediatamente me lavaba ya fuera el coño, el culo, o hasta mi misma boca, con esa manguera de agua. En ocasiones me soltaba de las correas, y me levantaba del lugar donde me tenía sujeta. Me obligaba a caminar, y también a mamar su verga, hasta que se venía dentro de mi boca. Al principio me obligaba a tragarme su semen, pero cuando yo comencé hacerlo sin que me obligase, pareció gustarle mucho. Lo cierto era que apenas y me daba en ocasiones, un mendrugo seco de pan, algo de agua, y un huevo hervido, el que previamente me enterraba dentro de mi coño. Así que cuando no era que me daba salvajemente por el culo, o me mamaba mi coño, me enterraba su verga sin consideración alguna dentro de mi vulva, o de mi boca.

Un día desperté tirada al costado de una carretera, mis ojos apenas, y podían ver, por el tiempo que me mantuvo vendada, ya me encontraba completamente desnuda, y sin fuerzas, dando tumbos comencé a caminar. Apenas mis ojos se fueron acostumbrando a la fuerte luz del sol, aterrada me di cuenta de que parecía un cadáver ambulante, no sé cuantos kilos había perdido de peso, mi cabello apenas y comenzaba a salir. Estaba sucia, hedionda, y sumamente agotada. Cuando pasó un vehículo que al verme se detuvo, unos metros más adelante. Luego me explicó su conductor que por esos lados, hay una banda de desalmados, que acostumbran asaltar, y violar a la gente. Razón por la cual hasta que no estuvo seguro de que yo andaba sola, no se me acercó.

Ese señor de inmediato me llevó a un hospital, y le dio parte a la policía. De eso han pasado ya varios años, y hasta ahora no tengo ni la más mínima noticia sobre la investigación de mi caso, de lo único que me enteré fue, que hasta ahora, no he sido la única a la que le ha pasado eso….