Desnudo y con mi culo a la vista de todos

A los 24 años padecía de hemorroides que me hacìan sufrir horrores. En el supremo acto de evacuar se me saltaban las lágrimas hasta el punto que odia estar hasta media hora sentado porque al menor esfuerzo me dolía enormemente. Una vez gritaba tanto que mi madre me preguntó si necesitaba ayuda y le pedi que entrara al baño y me ayudara para no sufrir tanto. Ella me lavó bien, me puso una pomada analgésica y me tenia el culo abierto para que pudiera cagar. Desde esa vez solo podia evacuar con la ayuda de mi madre, mi hermana o mi novia. Por pudor habia postergado consultar a un médico, pero un amigo me contó que le habia pasado lo mismo y que lo habian solucionado con una operación. Mientras esperaba mi turno para entrar a la consulta estaba muy nervioso, no podia imaginarme el momento en el que tendria que mostrarme ante el médico. Estaba ensimismado en mis pensamientos cuando la enfermera abrió la puerta y llamó "Gutierrez!". Tendria que entrar ya. No pensé mas en nada y entré. El médico era un muchacho de unos 30 años que me preguntó qué me ocurría. Le conté que había empezado con problemas de estreñimiento que me producían la necesidad de esforzar mucho el ano y me salieron hemorroides, ahora solo podia cagar si mi madre me ayudaba teniéndome el culo. Ya tenía fisuras que sangraban mucho y después seguían ardores y dolores muy intensos durante todo el dia. Me explicó que las hemorroides tienen que tratarse tempranamente para evitar pasar por la cirugía. Cuando dijo "Vamos a examinarte", hubiera preferido salir corriendo. Pero ya estaba allí y tenía que continuar. Me llevó a una camilla detrás de un biombo y pidio que me sacara los pantalones y el boxer. Me hizo agachar y abrir las piernas, miró el ano y me dijo "Mejor, sube a la camilla" Estaba agachado sobre la camilla con el culo expuesto hacia arriba y detrás podia ver el consultorio detrás de mis bolas, que colgaban fláccidas. A unos tres metros estaba la enfermera, a la que el médico le pidió unos guantes y un desinfectante. La muchacha vino con una bandeja al lado mio y él me limpió el ano y lo cubrió de un gel. Mi culo y todos mis genitales colgando estaban a la vista de ambos y yo me moria de verguenza. El médico tomó una cámara y empezó a recorrerlo mientras en un monitor yo podia ver las tomas. No habia visto mi culo con esos detalles, estaba completamente abierto y rojo. "Vas a tener que hacer un tratamiento de comidas y si no evacuas naturalmente te voy a mandar enemas", dijo el médico. "Tenes dos fisuras importantes que hay que cerrar para evitar dolores y una infección", dijo. Y le pidió a la enfermera que me limpiara. Ella muy lentamente pasó un algodón con desinfectante en toda la zona y retiró hacia arriba las bolas mientras me cubria de gel. El hablaba por teléfono un poco mas atrás. Cuando me había limpiado de sangre el culo volvió el médico con la camara y me dijo "Ves?, aqui estan las fisuras". En el monitor se veía mi culo peludo, detras las bolas y el pene colgando. El lo abrió bien y enfocó los labios del ano, donde habia dos fisuras de varios centìmetros en carne viva. "Quedate sentado en la camilla que tengo que hacer una interconsulta", me dijo. Doblado con la cabeza abajo y el culo para arriba delante de ambos me veía muy ridículo, y me tapé con las manos el pene. Al verme con las dos manos tratando de cubrirme, la enfermera me dio una toalla. En unos minutos tocaron a la puerta y la enfermera la abrió. Entraron un mèdico y una mèdica. El doctor me explicó que eran un cirujano y una plástica porque habia que cerrar las fisuras y recomponer la forma original del ano, que estaba muy dañado. "Sentate sobre la camilla", me dijo. Mi única vestimenta eran la camisa, recogida hasta la cintura, y las medias. La plástica dijo "agachate". Estaba una vez mas agachado, totalmente desnudo, y detras de mis bolas podia ver a los dos hombres y las dos mujeres. Mi mèdico les explicaba el proceso que habia experimentado mi ano y lo estiraba hacia los costados mientras le explicaba como debia quedar. La plástica me dijo que me pusiera de espaldas y apoyara las piernas en los soportes laterales, pidió guantes y dijo lo que podia hacer con los labios de mi ano mientras los movia hacia un lado y otro. Es distinto estar agachado que en esa posición. Me entrò un acceso de pudor enorme al verme cara a cara con las dos mujkeres mostrandoles el culo, bolas y pene . "Tomame varias fotos y mandamelas", le dijo. MI médico tomó las fotos y me hizo vestir. Te espero la semana próxima, pedi un turno, me dijo. Al salir estaba rojo de verguenza y me imaginaba aterrado lo que sería la cirugía.