Un matrimonio compra una vivienda en una zona residencial. El marido descubre en la buhardilla un libro olvidado. En una reunión social con unos amigos, dan lectura a sus páginas. Esta es la historia de Avi y Ron.
Relato
DIARIO A DOS
Capítulo 29 (Pelayo)
Yo regresé a las 22,30 de la noche. Mi cara no era buena. La de Avi si. Yo había dedicado mi tiempo a tomar unas copas mientras ella se follaba a Juan. Llegué cargado a casa. Un poco sobrepasado por las copas. Bastante sobrepasado por las copas.
-¿Qué ha pasado aquí? ¿Ha venido, no? ¿Cómo ha ido todo? ¿Y que coño haces desnuda? Últimamente siempre estás desnuda. ¡Joder estoy hasta los cojones de verte desnuda por la casa! Pareces una…..una….una puta ¡joder!
-Hace calor. Me dijo sin levantar la voz.
-¿Ha venido Juan, no? Pregunté alterado.
-Si. Pero no ha ocurrido nada. Sólo hemos hablado.
-¡No jodas Avi! No te creo. Dije gritando y dando bufidos.
-Debes creerme. No ha pasado nada de nada. Juan no es de nuestra clase. ¿Vienes borracho, no?
-¿Y qué que lo venga? ¡Vengo como me sale de los cojones! ¿Qué pasa?
-Debes acostarte.
-A mi no me manda a la cama una puta. En esta casa hago lo que me sale de los cojones. ¡Es mi casa! ¿Te enteras Puta? ¿O tal vez tengo que explicártelo mejor?
-Mañana hablamos. Te hablaré de Tami. Me dijo sin acusar mis insultos y sin levantar el tono de voz.
-¡Hablarme de Tami! ¿Qué cojones significa eso? ¿Qué coño pinta Tami en esto?
-He hablado con Juan para que hable con ella y hagamos un intercambio. ¿No te interesa?.
-¿Tami y Juan? No. Imposible. No me interesa nada. Eres una puta con las cuatro letras. Por mí te puedes ir al mismísimo infierno. Y yo soy un gilipollas, un cornudo, un cabrón…….un tipo sólo. El alcohol me daba alas. Me desbocaba. Desvariaba en mi verdad.
-Al menos lo va a hablar con ella. Dijo sin prestar atención a mis palabras.
-Tamira no querrá. Conmigo no. Desde luego.¡Y yo tampoco coño! Exclamé alterado nuevamente.
-Vete a la cama Ron. No estás para nada. Me dijo ella.
-Tienes razón. Es en lo único que la tienes. Estoy borracho. Me voy a acostar. Ya hablaremos mañana. Pero te advierto una cosa puta….ahora harás lo que yo diga……esto se va a terminar de una vez por todas.
-Ron. Me llamó Avi.
-¿Siiiii? ¡No me jodas! Eso es novedad.
-No me llames puta. Al menos en ese tono. Dijo tratándo de no litigar con un borracho.
-No lo haré. Hasta mañana. ¡Y vistete joder!
-Por cierto, tu padre ha llamado. Me dijo cuando estaba a punto de abandonar el salón.
-¿Qué cojones quiere ese cabrón? Pregunté girando mi cuerpo y casi cayendo al suelo.
-Viene el lunes. Adelanta su viaje.
-¡No me jodas!
-Llega a la T4 a las 11. Dice que vayas a recogerle.
Extracto del diario de Avi….
He visto a Ron borracho. Hace mucho que no le veía así. No he querido contarle nada de lo que ha pasado con Juan. No era el momento. Me he limitado a decirle que hemos estado hablando.
Ciertamente he estado hablando con Juan sobre la posibilidad de que vengan a nuestra casa y hagamos un intercambio. Los cuatro. El se ha mostrado receptivo, y me ha asegurado que Tami accederá. Me ha pedido unos días. Tienen que ir a Barcelona a visitar una fábrica de tejidos, pero me ha dicho que estarán tres días fuera. El jueves estarán de vuelta. A su regreso lo haremos. ¡Menuda sorpresa se va a llevar Ron! ¡Y menuda sorpresa me he llevado yo con la llamada de mi suegro! Después de estar follando con Juan, mientras hablábamos de nuestro plan, me ha telefoneado. Le he dicho que Ron estaba fuera. Ni me ha preguntado dónde. Sólo quería avisarnos. Ahora no viene el día 22, adelanta su viaje al lunes 10. Pasado mañana. Y Ron durmiendo su borrachera. ¡Menos mal que en dos días se irá y nos dejará sólos! El jueves vuelve Juan. Estoy deseando que llegue el fín de semana. Quiero escapar con él. Nos daremos un tiempo y luego huiremos juntos. El me quiere sólo a mí, aunque aún no lo sabe. Pero antes le daré a mi marido la oportunidad de que se folle a Tami. Ron no me quiere. Ya no. Me llama puta. Tamira comprenderá todo. Juan es mío. Sólo mío. El me entiende. ¿Estaré volviéndome loca? Creo que no.
Agosto 12, sin ganas
En el aeropuerto de Barajas hacía calor. Estoy lleno de toxinas y sudo. Demasiado wisky y excesivo tabaco. Ayer domingo he pasado casi todo el día con resaca y en la cama. Apenas he hablado con Avi. Lo justo para decirme que va a invitar a nuestra casa a Juan y a Tamira el fin de semana y que mi padre llegaba hoy. Me he quedado anonadado. No es el mejor momento para que venga a visitarnos. Le esperaba el día 22. He estado esperando en la sala de llegadas de la terminal 4 la llegada del vuelo de Iberia 702 procedente de París. Mi padre ha aparecido con dos maletas arrastras tiradas de un asa. Un beso, un abrazo, un saludo. Eso ha sido todo. Sus 61 años no rebajan su genio. Viene de mala leche. Al parecer unos pequeños problemas con los vecinos de viaje le han jodido el vuelo. Hemos tomado mi coche y he enfilado la M-11 rumbo a Arturo Soria. En diez minutos hemos llegado al chalet. Las puertas se han abierto sin necesidad de usar el mando a distancia. Avi nos estaba esperando. Por suerte no estaba desnuda. Olvidaba reflejar que mi padre no estará dos días con nosotros como en principio me dijo. Ha decidido quedarse una jodida semana entera. Con sus 7 días. Con sus 168 horas. Con sus 10080 minutos. Veremos la reacción de Avi ante tal noticia. Ella espera que se marche pasado mañana. Y yo también deseo que se vaya de mi casa lo antes posible, sólo así podré liberarme de Avi. Está enferma. Pero ella no lo sabe. He hablado con un médico antes de ir al aeropuerto. Me he entretenido un par de horas con él. Me ha dicho que Avi es posible que utilice el sexo compulsivo como droga para escapar de la soledad a la que yo la someto. Le he contado todo. Todo desde el inicio. Me ha dicho que los signos de alerta son tener fantasías sexuales con otras personas, consumir pornografía, masturbarse al menos tres o cuatro veces al día. No sé. Estoy desquiciado. Pero lo que más me preocupa, si cabe, es lo que me ha dicho para terminar mi visita. Me ha dicho que hay momentos complicados. Uno de ellos es cuando no se puede follar por algún motivo concreto. Es ahí cuando surge la crisis, la irritabilidad, el deseo desenfrenado. Dice que Avi puede ser una persona que quiera llenar el vacío de su vida mediante el sexo. Busca el morbo de la situación. ¿Quién está mas enfermo Avi o yo?.....las dudas me asaltan. Pero ella debe ir a la consulta……y eso es otra historia.
Agosto 12, 16 horas.
Mi padre no ha querido salir a comer a un restaurante. He pedido un catering y hemos comido en casa. Eso le ha molestado. Me ha preguntado si Avi no sabe cocinar. El muy gilipollas ignora que nos mantenemos con comida…….
Extracto del Diario de Avi….
Cuando Ron me ha dicho que el viejo se queda una semana creí morir. No ha querido salir a comer. Ron ha tenido que pedir comida por teléfono. Insinúa que no se cocinar. Lo que más me jode del asunto es que no podremos quedar con Juan y Tami este fin de semana. El viejo estará aquí. ¡Bien se podría haber marchado a Asturias con mi cuñado!
Agosto 12, 19 horas.
No tengo más remedio que encerrarme en mi despacho y escribir en este diario. La discusión entre Avi y mi padre me ha sacado de mis casillas. Avi ha bajado a merendar casi desnuda. Mi padre ha llamado su atención y ella ha desvariado originándose una bronca tremenda donde se han dicho de todo.
La he pedido comprensión hacia mi padre. La he dicho que él es un hombre de 61 años. Ella me ha dicho que eso no la importa. Me voy a volver loco. Para colmo, tengo que trabajar y ausentarme de casa dejándolos sólos. Me siento como Tom Hulce en la película de Amadeus. El actor interpretaba a Mozart. La escena dónde el se encontraba en el interior de una habitación componiendo una creación era interrumpida por las voces que le llegaban desde el exterior. Su esposa, Constanze Weber, y su padre, Leopoldo Mozart, discutían acaloradamente provocando el sufrimiento del famosísimo compositor. ¡Estoy hasta los cojones de los dos!
Agosto 13, 22 horas.
Por suerte el día ha transcurrido sin altercados entre Avi y mi padre. Parece que han suavizado su relación. Al menos se hablan más amablemente. Desde que ha venido mi padre no follo con Avi. Es broma, llevo mucho sin follar con ella. Me hago pajas.
Extracto del Diario de Avi….
Mi suegro es tosco. El comienzo de su visita no ha sido todo lo feliz que deseábamos ambos. He vencido el inconveniente que supone que Juan y Tami no acudan este fin de semana a nuestra casa. Le he telefoneado explicándole la situación y él lo ha comprendido. Al menos me ha dicho que lo dejaremos para cuando el padre de Ron se marche.
Ron está descolocado, descentrado, como ausente. Sube muy tarde a acostarse. Siempre se queda en el porche con su padre. Hablan del dinero. Sólo dinero. El viejo ávaro…
Agosto 14, 21 horas.
Hemos cenado copiosamente. La película con la que nos ha obsequiado mi padre casi me da ganas de vomitar. ¡No sé dónde cojones habrá ido a comprar “El Político”! ganadora del oscar a la mejor película en 1949. Y en blanco y negro. ¡Tóma ya!
Agosto 15, 16,30 horas.
Tengo que ausentarme esta tarde. Avi está de mejor humor, pero la noto inquieta. Mi padre sale y entra cuando quiere. Desde que ha venido ha ido al Corte Inglés al menos tres veces. Siempre compra algo. Esta mañana se ha presentado con un collar para Avi. Me he quedado gilipollas. Le debe haber costado por lo menos 2000 euros. Avi se lo ha agradecido con un abrazo y un beso en la mejilla. ¡Vivir para ver!
Agosto 15, 17 horas.
Me he despedido de Avi y de mi padre. Marcho a Guadalajara. Espero que no esté la japonesa por allí. Tal vez esté de vacaciones. Si está, seguro que me la follo. Regresaré pronto. Para la cena creo que ya estaré en Madrid. Me voy tranquilo. Mi padre y Avi han cambiado su actitud mutua. ¡Hasta se ríen! Cuando él se vaya, me plantearé ingresar a Avi en una clínica especializada. Es adicta al sexo.
Extracto del diario de Avi….
Ron se ha marchado a Guadalajara. A la misma empresa que lo retuvo el día de la piscina Stella Mare. Eso me ha recordado a Javier y a Luis. Me he humedecido sólo de recordar aquellos polvos. Hace calor y Pelayo se ha sentado en el porche después de que se marchara Ron. Como compensación a su hermoso regalo, un collar de perlas, me he ido a la cocina a preparar sangría para el.
-Te voy a preparar una sangría que te hará chuparte los dedos. Le dije.
-Eso está bien Avi. Hoy hace un calor bárbaro.
-¿Por qué no te pasas al salón y enciendes el aire acondicionado?
-Estoy bien aquí. Me gusta ver los pájaros y oler estas flores que tenéis.
-Si. Tenemos un jardinero….
-¿El hombre ese que estaba el lunes cuando llegué aquí?
-Si. El nos cuida esto. ¡Y nos roba las manzanas!
-¿Y a ti no te dice nada? ¿Quiero decir, si no se mete contigo?
-¿Sobre qué?
-Con tu vestimenta……ya sabes. Es un hombre.
Me senté con él en la hamaca. Me encendí un cigarro y le miré. Recordé vagamente la escena sobre la mesa con Miguel y Ron, desnudos los tres.
-No. El no pasa a la casa casi nunca. Dije.
-¿Siempre andas así por aquí? Me preguntó Pelayo.
-¿Cómo?
-Medio desnuda. Sin sujetador.
-Pelayo, soy joven. Dije bajando la vista.
-¡Ya sé que eres joven y que tienes buen tipo! Pero cuando esté el jardinero no deberías andar así.
-El no dice nada. Casi siempre está entre las plantas.
-¿Y a mi hijo no le importa tu vestimenta?
-No. Ron no se mete en eso.
-¡Pues debería meterse! Corres peligro yendo así.
-¿Y quien me iba a hacer algo en mi casa? Pregunté ingenuamente.
-Pues…..nadie. Tienes razón. Pero a mí me violenta verte así.
-¿Te violenta? Pregunté.
-Si. Bueno….yo ya estoy de vuelta, pero hija mía vas enseñando los….eso…los..
-¿Los pezones?
-Eso. Dijo Pelayo.
-Los tengo grandes y duros. A Ron le encantan. Y a mí.
Mi suegro se calló ante mi descripción. Bajó la vista y se miró los pies a la vez que una mueca asomaba a su boca.
-Será mejor que me marche a la cocina. Te voy a preparar una sangría que te ayudará a combatir el calor que hace. ¡Te empeñas en quedarte fuera!
-Aquí en el porche estoy bien Avi. Dijo el.
Entré en el salón y me dirigí a la cocina. Una vez preparados todos los ingredientes me dispuse a su elaboración.
En la jarra eché primero la fruta y el hielo (naranjas en trozos y limones), dos cucharadas de azúcar, añadí después medio vaso de coñac y otro medio de triple seco, para finalizar añadí gaseosa y vino tinto hasta colmar la vasija. Me puse a removerlo todo con excesiva fuerza y provoqué que la jarra se cayera al suelo. El vino desparramado por el suelo de la cocina y mil pedazos de cristal a su alrededor, hicieron que yo chillara llamando la atención de Pelayo. Este vino raudo donde yo me encontraba. Enseguida apreció el corte producido con un cristal. Yo ni me había dado cuenta.
-¡Te has cortado! ¡Te has cortado! ¡Joder con la sangría! Exclamaba Pelayo.
-Ya lo veo. No ha sido nada. Por suerte ha sido en el pie. Dije.
Un pedazo de cristal había saltado a mi empeine y me había provocado un ligero corte. Rápidamente Pelayo se puso manos a la obra. Me senté en una silla y dejé que me curara la herida.
De verdad que no me di cuenta. El se arrodilló en el suelo, fuera del área manchada, y tomó mi pie con sus manos. Con mi pie apoyado en su muslo limpió la herida y aplicó betadine en el pequeño corte. De pronto se quedó quieto. Lo comprendí perfectamente. Todo. Mis piernas separadas, mi falda corta mostrando mis muslos y….mi coño.
Últimamente ando por la casa semidesnuda. No me había puesto bragas. Pelayo lo notó. Pelayo lo vio. Pelayo me lo dijo.
-¿Estás desnuda? Me preguntó sosteniendo mi pie por el talón.
-¡Noooo! Estoy vestida, ¿No me ves? Dije.
-¿No llevas nada debajo de la falda?
Me quedé sorprendida. No sabía que contestar. Ron siempre me decía “Cuando estés agobiada ante una pregunta, la verdad, siempre la verdad. Eso te sacará del atolladero”
-No. No llevo nada debajo.
-¡Joder chiquilla!
-¿Me lo has visto? Pregunté.
-¡Claro que te lo he visto! ¡Cómo no iba a vértelo si estás con las piernas abiertas enfrente de mí!
Mi instinto sexual se manifestó. Tomó el mando otra vez.
-¿Hace mucho que no……?
-¿Qué no veía uno? Preguntó el.
-No. Que no estás con una mujer.
-No me interesan las mujeres Avi. Traen problemas, te sacan los dineros y te quitan tu libertad.
-¿Y no has tenido necesidad de estar con alguna?
-No.
-¿Y cómo te las apañas? Pregunté.
-Bueno. Esto ya está. No es nada. Una tirita y listo. En un par de días, cicatrizado. Dijo Pelayo levantándose del suelo y soltando mi pie sobre mi zapatilla.
-¿Te has puesto nervioso? Pregunté aún sentada.
-No. ¡Olvidemos esto!
-Es sólo un coño Pelayo. El coño dónde tu hijo disfruta. Dije a la vez que me acercaba a su cuerpo y le echaba los brazos por sus hombros.
-¿No quieres tocarlo? El morbo se apoderaba de mi ser.
-¡Avi soy tu suegro por Dios!
-Lo se Pelayo. Por eso mismo. ¿No te gustaría tocarlo? ¿Cuánto tiempo hace que no tocas a una mujer?
-No…no…se…Avi…no sabría....
-Ven. Toca.
Tomé su mano y la escondí bajo mi corta falda. Abrí mis piernas y mi flujo mojó sus dedos. La puta que llevo dentro salió una vez más. Mi mano derecha, una vez asegurada de la permanencia de la suya en mi coño, abandonó el lugar y se posó por encima del pantalón en su entrepierna. Siempre lo dije, mi suegro no era dueño de sí mismo. Se mostró como un crío. Acobardado por la juventud traspasó lo lícito. Su respiración paralizada lo delató.
En cinco o seis minutos terminamos de follar. Sin quitarnos las ropas. Sin hablar más. Mi mano penetró en el interior de su bragueta y palpó su carne vieja. No tuve que chupársela. Ella sóla se endureció. Poseído por una rabia descomunal, una excitación bestial y un deseo con reserva, me volteó cara a la pared. Agaché mi cuerpo y el levantó mi falda hasta dejar mi trasero descubierto. Noté su pene traspasando la barrera de lo legal. Con nervios, con ganas, con prisas y con una tremenda excitación se corrió sobre mi culo.
El polvo nos duró apenas cinco minutos. Recogimos la cocina en silencio. Salimos al porche y le animé. Yo no me había corrido. El estaba en estado de Shock.
Cinco largas horas hablando con mi suegro mientras esperábamos la llegada de su hijo dan para mucho. He sido melosa con el. Hemos quedado en que lo que ha pasado será nuestro secreto. Me ha confesado que siempre quiso más a Froilan que a Ron. Le he dicho que Ron y yo no atravesamos nuestro mejor momento. No le he sorprendido. Me ha confesado sus sentimientos. Dice que me quiere. Que me vaya con él a Canadá. Al menos una semana. Dice que con esa separación tal vez arreglemos nuestras diferencias entre Ron y yo, y lejos, el uno del otro, podamos reflexionar sobre nuestros sentimientos. ¡Está chiflado! A un hombre le entregas un rato de placer y dice que te quiere. Lo tengo en mis manos. Ron me ha telefoneado diciendo que desde Guadalajara se marcha a Ávila. Volverá el sábado. Siempre estoy sóla.
Comencé a notar placer, pues su polla restregándose contra mi clítoris me hizo sentir algún que otro espasmo. Mire otra vez a mi marido. El se la estaba meneando mientras veía como me follaba Ramón. Aquello parecía gustarle. Seguro. Ramón tiene un buen cipote y sabía usarlo como debe ser. Yo levantaba mi culo para que penetrara más a fondo......mientras miraba a mi marido.
Relato erótico enviado por coronelwinston el 16 de March de 2009 a las 17:00:00 - Relato porno leído 131202 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 22:12) dice:
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(18 de October de 2022 a las 19:44) dice:
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