Esclava de mis compañeros de clase

ESCLAVA DE MIS COMPAÑEROS DE CLASE

Vaya, ahora toca clase de gimnasia, a los vestuarios a cambiarnos.

Que asco de modelito, una camiseta y unos pantalones cortos, siempre tienes que acordarte el dia que tienes gimnasia para ponerte ropa interior blanca, si no se transparenta que da gusto.

Ya me he cambiado, camino hacia el gimnasio, de pronto 6 chicos de clase me llaman, pshht, tu, laurita ven aquí, voy hacia ellos, que remedio, danos el sujetador, en fin, a saber que tipo de juego se les a ocurrido ahora, introduzco mis manos bajo la camiseta en mi espalda, suelto el cierre y lo saco sin que se vea nada, se lo entrego a uno de ellos, y cuando vuelvo a introducirme la camiseta bajo los pantalones, me dicen que no, que tengo prohibido meterme la camiseta bajo los pantalones, que la deje fuera todo el rato.

Bien chicos y chicas hoy examen, dividiros en grupos de cinco y repartiros en los aparatos.

Primero me toca el potro, genial, correr y saltar, y yo sin sujetador, con lo que mis tetas se van a bambolear sin control, ahora voy entendiendo sus propósitos al hacerme quitar el sujetador.

Bueno, son solo dos saltos, por suerte me salen bien, aunque algunos de los chicos se deben haber dado cuenta de mi situación, ya que me prestan mas atención a mi que sus propios ejercicios.

Siguiente ejercicio que me toca, la percha, para los que no lo sepáis, es una barra vertical de unos 4 metros que hay que trepar, no se me da mal así que la subo sin problemas, pero el problema es a la bajada, el roce de la percha contra la camiseta hace que esta se suba lentamente, lo paso mal, no puedo soltarme para bajarla, mejor pasar deprisa el mal trago, total, tampoco tengo a nadie delante, así que la bajo deprisa, y no se me ha subido del todo, prueba superada, bien!!!.

Mientras espero al cambio de aparato, me fijo en el próximo que me toca, la espaldera, mierda.

Una mirada a mis verdugos me deja claro que ni se me pase por la cabeza meter la camiseta por dentro de los pantalones. Os preguntareis porque me da tanto miedo ese aparato, es muy sencillo, hay que hacer el pino y mantenerse en esa posición durante treinta segundos.

Cambio de aparato, la hora de la verdad, primero unas abdominales, unos estiramientos, y finalmente el pino, todo el mundo me mira, pongo las manos en el suelo, tomo impulso y ya estoy boca abajo, a camiseta se queda a la altura del vientre, y poco a poco va subiendo, bueno, mejor dicho bajando, esta enganchada sin mostrar mis pechos, justo a su altura, me pongo nerviosa, tiemblo, me queda poco, y…. Mierda, la camiseta pierde su punto de apoyo y deja libres mis tetas.

Señorita Sanchez, ya esta bien, vuelva a la fila, y haga el favor de ponerse la camiseta por dentro de los pantalones.

Uffff, absolutamente todos y todas me miran, yo, colorada como nunca, recupero mi verticalidad, y pongo bien mi camiseta y esta vez pongo bien mi camiseta por dentro de mis pantalones, no puedo desobedecer una orden directa del profesor, y el, ni se imagina lo agradecida que le estoy por esa orden, el resto del examen transcurre con total normalidad.

A la salida del gimnasio, de camino a los vestuarios, se me acercan unos cuantos de la clase, Dani es el que habla, nos has desobedecido Laurita, al medio día en los lavabos, hasta entonces estaremos pensando en tu castigo.

Pasa el resto de la mañana y suena el timbre, hora de ir a comer, pero antes tengo que pasarme por los lavabos a ver que han decidido.

Me dirijo hacia el patio, en el instituto hay varios lavabos, pero se perfectamente a cual se refieren, al de hombres que hay en el patio, me acerco a la puerta y entro, allí están, son solo tres, nada mas entrar hacen ponerme de cara a la pared, con las piernas separadas.

Dani se acerca, me acaricia el pelo dice:

Laurita laurita, que vamos a hacer contigo, nos has desobedecido, y eso merece un castigo, no crees?.


Espero que os haya gustado si quereis poneros en contacto conmigo aqui teneis mi dirección boxerajustados@hotmail.es si alguna chica, mujer, etc tiene inquietudes de D/s estare encantado de atenderla. Nos vemos en el proximo relato