¿Cuantos de nsotros no hemos fantaseado con la idea de llevarnos a la cama al jefe o a la jefa? y si ademas podemos darle de azotes, escupirle y darle su merecido rompiendole el culo por su prepotencia... pues saben que, si se puede.
Siguiendo con la zaga de fantasias les dejo una historia con mucho sadismo y mucho, mucho odio.
Relato
Nunca había sido ni por asomo el mejor empleado, hago apenas lo necesario para conservar mi puesto y hago la mona cada vez que se puede, incluso induzco a mis otros compañeros a que hagan lo mismo pues para mi el trabajo es el peor de los castigos que nos puede imponer la vida, estaba acostumbrado a no ser nombrado nunca el empleado del mes, a ser constantemente llamado a la oficina del jefe para justificar pequeños descuidos y a justificar algunas faltas con los pretextos mas increíbles.
Hasta ahí mi vida era normal, no me complicaba demasiado y esperaba ansioso lo mismo desde el lunes a que llegara el viernes como esperaba también ansioso desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde, una tortura para mi, y solo era feliz los fines de semana en que me desentendía de cualquier cosa que se relacionara con el trabajo y descansaba la mayor parte del tiempo o me enfiestaba cuando había ocasión.
Las cosas cambiaron cuando nos cambiaron de jefe, el que teníamos era un cascarrabias, medio calvo, con anteojos y hablar enérgico, pero el nuevo jefe fue mucho peor, mas enérgico, menos tolerante y además con falda, si, leyeron bien, con falda, nuestro nuevo jefe era una mujer.
Rayaba los treinta y tantos, con el cabello siempre recogido, traje de sastre y medias, zapatos elegantes y mirada fría. Al parecer leyó los expedientes de todos y en la junta que tuvimos apenas dos días después de su presentación me expuso delante de todos, me tacho como el peor empleado de la empresa y me amenazo que si no subía mis estándares prescindiría de mis servicios. Me puse de mil colores que iban desde el verde esmeralda hasta el rojo sangre, no solo de vergüenza sino de coraje, y es que, aunque yo no negaba mis apáticas practicas laborales, no por eso me causa gracia que me las señalaran en publico, desde ese mismo momento me nació el deseo de venganza, aun no sabia como ni donde llevarla a cabo pero una cosa era segura, esa perra me las iba a pagar.
La situación se hizo cada vez mas tensa, primero que nada tuve que poner mas empeño en el trabajo, cosa poco difícil pues conocía muy bien mis obligaciones y solo era cuestión de aplicarme, pero siempre tenia a la jefa sobre mi, laboralmente hablando. Deje de ser el de peor desempeño para convertirme en el mas eficiente, todo esto me dio una satisfacción no conocida pues apenas dos meses después de haber sido nombrado el peor empleado, estaba recibiendo el reconocimiento de ser el mejor y la remuneración económica que esto significaba, sabia bien que esto lo debía en parte a la presión de la jefa y a la mía misma pues no deseaba pasar a engrosar las filas de los desempleados, pero inevitablemente sentía desprecio por ella, mas que desprecio sentía un rencor por la humillación publica que hizo de mi persona cuando llego y aunque ahora me trataba con cordialidad y hasta cierta amabilidad, yo seguía resentido con ella.
El día que todo cambio definitivamente fue cuando tuve la fortuna de ir a entregarle unos reportes y explicarle la situación que se esperaba para fin de mes, en esas estábamos cuando el director la llamo, me pidió que la esperara y salio dejándome solo en su oficina. La espera se prolongo y me decidí a realizar uno de mis pasatiempos favoritos, jugar cartas en el ordenador, obviamente en el de ella. Me puse pues delante del monitor y mientras intentaba poner el puntero en la opción de juegos “accidentalmente” se abrió “Recent Ítems”. Había iconos de unas fotografías y la curiosidad me insto a abrirlas, me quede boquiabierto cuando abrí la primera, una chica atada y amordazada, con vestimenta de piel y látex, era azotada por un negro con capucha. El corazón me latió mas deprisa y levante la vista para cerciorarme de que no viniera de regreso, afortunadamente desde su oficina podía verse claramente el resto del lugar y podría ver cuando saliera de la oficina del director para no ser sorprendido, así que continúe con mi exploración, las otras fotos eran en el mismo tenor, procedí a abrir la carpeta contenedora y había casi 200 fotos pornográficas, la mayoría eran de sadomasoquismo o de relaciones interraciales, al parecer mi jefa tenia inclinaciones por las relaciones sado y las interraciales. No paro ahí mi curiosidad, abrí Internet Explorer y directamente fui al historial… lo que imagine, paginas pornográficas en las categorías de BDSM (Bondage, Disciplina y Sadomasoquismo, por si hubiera alguien que no lo supiera, que lo dudo) relatos, videos, fotos, todo.
Mi jefa era una viciosa sexual, cerré todo y ocupe mi lugar mientras pensaba como aprovechar la situación. Pasaron como 10 minutos antes de que mi jefa regresara, 10 minutos en los cuales estuve mascullando una perversa idea. Je Je Je…
Se sentó frente a mi con la misma actitud reacia de siempre, continué explicando el resultado de los reportes y los planes a corto plazo y al hacerlo fui descubriendo en ella una mujer bastante apetecible, de formas seductoras y con la madurez necesaria para sacarle el mayor provecho. Fui directo al grano y la invite a tomar algo el viernes con la excusa de que mi mejora laboral se la debía por entero a ella y quería agradecerle y compartir mi bonificación con ella, presento muchas excusas que fui echando por tierra una por una, no le quedo mas remedio que aceptar mi invitación y quedamos el viernes a las 10 p.m. en equis lugar. Sabia bien que por mi físico (piel clara, velludo, corpulencia media y estatura promedio) no me acercaba siquiera el negro fornido que ella anhelaba, pero podía compensar todo el faltante con una bueno dosis de sadismo sexual.
Nos reunimos como habíamos acordado y tomamos unas copas en ambiente de cordialidad, brindamos por el éxito de cada uno y de la empresa, nos pusimos metas a conseguir en el mes próximo y aun bailamos a ritmo lento sellando nuestra amistad.
Ambos habíamos llegado en taxi y cuando la velada termino le propuse que tomáramos el mismo medio de transporte, algo desinhibida por la falta de costumbre de beber acepto encantada y me abrazo hasta a salida. Sabia que no era del todo indiferente pues sin ser un adonis siempre he tenido muy buena aceptación con el sexo opuesto, además una mujer de su edad difícilmente rechazaría a un chico 10 años menor que ella. Llegamos hasta el auto y cortésmente le abrí la puerta, entro y acto seguido jalo de mi, entre risas nos acomodamos al tiempo que ella le daba su dirección al chofer.
Yo esperaba tomar las riendas de la situación pero ella me tomo por sorpresa, se volcó sobre mi y me beso, fue un beso ardiente y seductor, me sorprendió por completo y no respondí con la intensidad debida por lo que ella lo tomo como un desprecio de mi parte, se excuso diciendo que tal vez yo gustaba de mujeres mas jóvenes y mas atractivas, en vano intente convencerla de lo contrario. Llegamos a su casa y como último recurso le pedí que me dejara usar el baño, acepto a regañadientes y me permitió el acceso a su casa, el taxi esperaba afuera. Termine mi descarga urinaria y salí intencionalmente con la bragueta abierta, ella esperaba en la puerta.
- Sabes Isabel – le dije – fue una noche estupenda, lamento el malentendido final.
- No tienes que disculparte, entiendo que no te guste una vieja como yo.
- No es eso, al contrario de lo que piensas me resultas muy atractiva.
- Demuéstralo – dijo con arrogancia.
La tome con fuerza y acuse de recibido el dulce sabor de su boca. Salio y pago el taxi que se fue de inmediato. Ya todo estaba dicho, cerró la puerta y se acerco a mi con la clara intención de besarme de nuevo. La recibí con una bofetada que la sacudió entera, sus ojos llorosos me pidieron una explicación, la bese de nuevo con fuerza y al final nuevamente recibió el azote de mi mano abierta sobre su mejilla.
- ¿Qué te pasa? – pregunto Isabel acariciándose la adolorida mejilla.
- Pasa… pasa, que estuve viendo las fotos que tienes en tu ordenador.
Se giro sobre si misma, anduvo un par de pasos y volvió sobre ellos, quiso decir algo y al final solo balbuceo algo sin sentido.
- quiero que sepas que hace mucho he fantaseado tener una sumisa para mí, lo consideraba algo inalcanzable hasta que vi tu ordenador.
- ¿Cuándo? ¿Dónde? –me decía mientras los labios le temblaban.
- El martes, cuando fuiste a la oficina del director, quise jugar cartas y accidentalmente se abrió una carpeta con cientos de fotos, me gustaron y al verlas te imagine ahí de rodillas y encadenada para poder hacer contigo lo que quisiese.
Isabel se quedo en silencio, mientras yo me alejaba dejándola sola con sus pensamientos, llegue a la cocina y abrí varias puertas hasta encontrar una botella de vino, la encontré y me serví, tome un poco y cuando considere oportuno volví a la estancia a buscarla. Apenas pasar el umbral la vi venir de rodillas y con un collar en la mano aceptando la sumisión.
Llego a mi lado y me entrego el collar quedando con la cara vuelta hacia el suelo, tome el collar que me ofrecía y lo situé en su cuello, sin dejar pasar la oportunidad de pellizcar sus pezones aun sobre la ropa. Le ordene desnudarse y de inmediato se quito toda la ropa, quedándose con una atrevido conjunto satinado, me acerque, di una vuelta alrededor de ella admirándola y mi mano derecha cayo con fuerza en su cola.
- Cuando te ordene desnudarte, debes hacerlo por completo.
Obedeció en silencio mostrándome unos enormes pezones y una almeja depilada y apetecible.
- ¿Tienes mas accesorios?
- En mi cuarto
- ¡Vamos! – le ordene
Se adelanto un par de pasos y jale bruscamente de su cadena haciéndola retroceder
- Conoces las reglas, debes andar de rodillas.
- Perdona, amo.
Escuchar esa palabra me hizo henchirme de orgullo, mi venganza no podría ser mejor. Llego a su habitación y extrajo una maleta negra que dejo a mis pies, la tome y la abrí, lo primero que salto a mi vista fue una fusta, casi con vehemencia la tome, la acaricie entre mis mano y la probé. Un ruido seco acompaño el azote sobre su espalda, se quejo y en respuesta otro azote mas fuerte cayo en el mismo lugar del segundo, el área se enrojeció contrastando con el resto de su piel blanca. Seguí hurgando y me encontré esposas, un flogger, una mascara, ropa de látex, ataduras, pinzas y varias cosas mas.
Me gusto un conjunto de ropa, el sostén se componía de unas tiras de cuero forradas con vinyl, enmarcaban los pecho dejándolos al descubierto y estaba adornado con incrustaciones metálicas, la parte baja era igual, en el área que debía cubrir el pubis había tres delgadas líneas, dos enmarcaban en triangulo y la intermedia penetraba la raja. Le ordene que lo usara, se lo puso y volvió a quedar de rodillas mi lado, tome sus cabellos y la hice agacharse hasta besar el piso, la deje en esa posición y arremetí contra sus nalgas con el flogger. Las delgadas tiras azotaban su cola alternando entre una nalga y otra y en cada azote mi jefa respingaba.
Hasta que vi el culo rojo de tanto golpe decidí detenerme, jale de la cadena para obligarla a levantarse, cuando se irguió pegue mi pelvis a su cara. Isabel ansiosa beso mi verga por encima de la ropa, la deje que se diera gusto un rato.
- ¿quieres mamar mi verga?
- Por favor amo, permítame gozar con su verga.
La fusta fue descargada sobre uno de sus pezones haciéndola contraerse de dolor.
- ¿La quieres?
- Si
Un nuevo golpe cayo, ahora sobre su otro pecho.
- ¿La quieres?
- Si
Un tercer fustazo y cayo hacia atrás gimiendo de dolor. La levante con brusquedad.
- ¿Estas segura que quieres mi verga?
- Si
Inmisericorde le plante un nuevo golpe y agacho la cara llorosa, la tome fuertemente de los cabellos y le grite en la cara.
- ¿Si que?
- Si, amo
Cuatro golpes de fusta necesito para entender, iba a ser un poco difícil hacerla entender pero lo haría, esta perra haría lo que yo quisiera, como yo lo quisiera y cuando yo lo quisiera. Libere mi verga para que Isabel prácticamente la devorara, me agachaba sobre su cuerpo para darle azotes con el flogger en la cola, con cada azote profundizaba mas en su felación hasta hacerme llegar a punto del orgasmo pero la detuve, si quería mi leche en su boca o en su cuerpo tendría que hacer mucho mas.
Mi boca estaba seca así que fui por mi bebida mientras me relajaba, tomaba despacio.
- tengo sed amo.
Avente el líquido con fuerza sobre su cara.
- si yo no decido que tengas sed, no la tendrás.
- Perdón amo
- No basta pedir perdón, tendrás que sufrir un castigo.
La levante y la avente sobre la cama, como tenia las manos esposadas hacia atrás la hice levantar el culo en pompa y la azote. Estaba ebrio de orgullo, eufórico y demostraba toda ese rencor contenido con la fusta sobre sus nalgas. Me veía de nuevo en la sala rodeado de mis compañeros de trabajo burlándose de mí por culpa de la jefa y azotaba con mas fuerza su cola que ya estaba con la sangre a flor de piel.
Tome unas pinzas mientras recordaba su cara burlona cuando ponía en la pizarra los resultados de todos y golpeando con una varita la barra donde estaba mi nombre decía.
- El señor Galván – enfatizaba la perra – deja mucho que desear con su desempeño.
- Deja mucho que desear, deja mucho que desear, ¿verdad? – le repetía al tiempo que ponía pinzas sobre sus pezones.
- No le entiendo amo, ¿de que habla?
Descargue mi mano derecha con furia sobre su cara, la tome de los cabellos y la arrastre hasta mi verga y se la enterré hasta la garganta, la mantuve así por un par de minutos y la saque, Isabel tosió, escupió y me maldijo mientras llenaba sus pulmones de aire. No la deje terminar y le ensarte de nuevo mi verga en su cara, hasta que la sentía ahogarse la sacaba, solo para dejara tomar un poco de aire y hacerlo otra vez.
Estaba ido de coraje, la levante y volví a castigar sus pechos con la fusta, una y otra vez la punta de cuero flagelaba su piel. Deje lo mejor para el final, la empine y mientras recordaba como me grito en la cara que me daba tres semanas para cambiar mis resultados y me iba a echar a la calle, le puse mi verga en la entrada del ano y se la deje ir hasta el fondo.
Grito, lloro, suplico y amenazo. De nada le sirvió, la estuve bombeando hasta llenarle el culo de leche y cuando termine de vaciarme le dije.
- ¿Sabe que jefa… RENUNCIO.
- Perdón olvide que tenia sed.
Volví con la botella, la gire para que quedara boca arriba y vacié el liquido sobre su cara. Lo que ella pensó era una relación masoquista era una venganza y ahora supongo lo pensara dos veces antes de humillar a un empleado en publico.
- Por cierto, ¿alguien de ustedes emplea a un auxiliar de nominas?...prometo trabajar duro.
La figura de Carla recortada por las luces que le venían del interior de nuestra casa, marcaban a la perfección sus curvas y sus largas piernas... Ella, esperando ahí, en el portal, ansiosa por recibir a Luis y Antonio para que le den caña delante de mí, hacía que mi morbo trepase hasta el cielo......
Relato erótico enviado por domo54 el 18 de January de 2009 a las 17:00:00 - Relato porno leído 40350 veces
Si te ha gustado Fantasias 6: Venganza laboral vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Fantasias 6: Venganza laboral.
Neofilder
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
eneroventicinco
(29 de July de 2010 a las 19:51) dice:
para vos no pero si tu ex jefa se quedo sin empleo gustosamente le daria uno je. katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:20) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF arzk
(16 de December de 2009 a las 19:18) dice:
gran relato, me ha gustado mucho. Sigue por el buen camino amigo, y disculpa que no haya entrado en mucho tiempo pero estaba fuera de la ciudad. De todas formas he vuelto y proximamente con nuevos relatoss rovira
(12 de November de 2009 a las 12:58) dice:
Magnifico relato. Gran trabajo amigo. coronelwinston
(10 de November de 2009 a las 23:28) dice:
¿Te despidió?. !Que cabrona! Buen relato amigo. La dominación ha quedado clara. Los jefes siempre son jefes. Por un momento los pajaritos le tiraban a las escopetas. El comienzo de tu relato me ha recordado.......a los Skys. Y ahora hablando más serio, excelente relato Neofilder, sabes que gozo con los relatos que me dicen algo. Que me envíen un mensaje. Que me cuenten una historia aproximándose a la realidad. Excelente venganza, siempre se sirve en plato frío. Un abrazo.
Registrate
y se el primero en realizar un comentario sobre el relato Fantasias 6: Venganza laboral.
Vota el relato el relato "Fantasias 6: Venganza laboral" o agrégalo a tus favoritos