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Fui puta y nada menos que por unos cigarrillos…

Relato enviado por : narrador el 03/11/2013. Lecturas: 8814

etiquetas relato Fui puta y nada menos que por unos cigarrillos…   putas .
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Resumen
Cierto es, pero es algo de lo que no me enorgullezco mucho. Mi nombre digamos que es Samanta, por aquello de mantener el incógnito, aparte de la vergüenza que siento, por lo que no uso mi verdadero nombre. Yo me encontraba en el Pub pasando la noche con varias de mis amistades, y como hay una regulación que no permite, que se fume dentro del local, yo cada cierto tiempo, salía a fumar. Hasta que finalmente me quedé sin un solo cigarrillo, y con las ganas que me dan cuando bebo algo, ya me comenzaba a sentir incomoda, por no poder echar algo de humo.


Relato
No es que yo sea una adicta a los cigarrillos, pero cuando bebo algo, es que me dan unas ganas locas de seguir fumando y bebiendo, hasta que llego a casa. Donde mi esposo por suerte no se encontraba, ya que estaba trabajando fuera del país, y regresaba en un mes. Por lo que yo por aquello de no sentirme sola, salía con alguna de mis amistades.

Bueno estando en el Pub, y al terminárseme los cigarrillos, pensé en pedírselos a quien viera fumando, pero al salir fuera del Pub, al único que vi fumando fue a uno de los encargados de la seguridad. Yo tratando de ser lo más simpática posible, le busqué conversación, y cuando comenzamos hablar, sobre la mucha gente que había dentro del Pub, hice el teatro de buscar en mi cartera mis cigarrillos, para a los pocos segundos, expresar mi malestar al darme cuenta de que se me habían terminado. Esperando que él me llegase a ofrecer uno, desde luego, que no contaba con que el tipo ese, al parecer ya había visto esa película en muchas ocasiones, ya que sin ponerme la menor atención continuó hablando de lo lleno que se encontraba el local.

Fue cuando decidí pasar a mi segundo plan, que era simplemente pedirle que me regalase uno, de la manera más simpática posible. Pero fallé, ya que él me lo negó diciendo, que le quedaban pocos y no tenía cerca ningún lugar para comprar más. Ante ese estrepitoso fracaso, regresé al Pub, y como no había logrado fumar, seguí bebiendo, hasta que pasado un rato, regresé donde el encargado de la seguridad, con el cuento de que me sentía muy acalorada, y nuevamente mientras que él encendía un cigarrillo, y a mí se me hacía agua la boca por fumar, busqué sacarle conversación, y después de estar hablando un rato, de cómo algunas personas, hacían el ridículo dentro del Pub. Se me escapó decir, que no, daría yo por un cigarrillo.

Él se me quedó viendo de pies a cabeza, y de inmediato me preguntó ¿Bien que darías por un cigarrillo?, ¡Samanta! Ya en esos momentos le había dicho mi nombre, por aquello de darle confianza. Yo de inmediato me quedé pensando, y le respondí con una traviesa sonrisa. Te daría, lo que ya no tengo. Él se me quedó viendo intrigado, seguramente pensando a que me refería yo, cuando le respondí con la misma sonrisa traviesa, mi virginidad. Desde luego que él se sonrió, pero de inmediato me dijo, que lastima que ya no seas virgen para ofrecerte a cambio un cigarrillo, pero en lugar de tu virginidad, a cambio de un cigarrillo puedo pedirte que me demuestres tu experiencia ¿Qué respondes, Samanta?

Yo la verdad, es que no me esperaba esa, me sentí entre alagada e insultada, era como si me hubiera dicho por una parte, estas como para comerte, y al mismo tiempo, por otra parte, me hubiera preguntado cuanto cobras por acostarte conmigo.

Yo me quedé sorprendida, y en silencio di media vuelta, y regresé al Pub indignada, molesta con el tipo ese, al mismo tiempo un raro sentimiento de orgullo me invadió, al sentirme deseada por él. Y no es que yo fuera una Santa, ya que cuando salgo sin mi esposo, aprovecho lo que se me presente, pero una cosa es hacerlo por gusto o placer, y otra que te ofrezcan pagar como si yo fuera una puta, y por lo menos si fuera por dinero, pero por un mísero cigarrillo, en ese instante me dije a mi misma, jamás.

Regresé al Pub, bailé y bebí de manera desenfrenada, y prácticamente dejé que un chico, de lo más mono, al que apenas recién y me había presentado una de mis amigas, me manoseara por todo el cuerpo, incluso mientras nos besábamos estando en nuestra mesa, lo dejé que se quedase con mis pantis al adivinar de qué color eran, lo cual realmente no fue muy difícil para él, ya que esa noche yo andaba, con una mini falda bien mini, que de nada al caminar dejaba que se me viera todo.

Pero cuando yo pensaba que en cualquier momento me invitaría a ir a un motel, resulta que apareció su novia, y de manera bien discreta él desapareció de mi lado. Yo bastante frustrada, decidí irme a casa, donde estaba bien segura de tener por lo menos un par de cajetillas de cigarrillos, sin abrir. Pero no sé que me pasó, pero al salir del Pub, y encontrarme de frente con el encargado de seguridad, quien al verme, provocativamente sacó otro cigarrillo, y encendiéndolo me preguntó. ¿Has cambiado de opinión, en cuanto a lo que te propuse?

Nos quedamos frente a frente. Apenas separados por unos pocos centímetros, mientras que me quedé viendo el condenado cigarrillo en sus labios, y como él me echaba el humo embriagador, directamente a mi cara. Yo me quedé pensando, y me dije a mi misma, qué más da, si al fin y al cabo más nadie se va a enterar. Algo debió ver él mi rostro, ya que antes de que yo le respondiera que sí, de inmediato me tomó de la mano, y después de dar un rápido vistazo a su alrededor, lo escuché decirle a un tipo que se encontraba tras de mí. Flaco, que nadie nos molesté, Ok. Y el tal Flaco tan solo alcanzó a responderle otro, Ok. jefe.

Pasamos por el estacionamiento del Pub, luego fuimos a la parte trasera del local, y justo al lado de la puerta que daba a una especie de cocina, había otra un poco más grande, pero hecha de laminas de hierro, cerrada por un gran candado, el cual él abrió rápidamente, ya dentro antes de que yo pudiera decir algo, con una mano me puso su cigarrillo entre mis labios, al tiempo que guiñándome un ojo, con la otra que cerraba la puerta, diciéndome. No te preocupes, que luego te doy otro, y con una habilidad inusitada, me ha bajado la mini falda.

Quizás se sorprendió en parte al ver que no llevaba mis pantis puestas, y me preguntó, de manera descarada, ¿ya está usada? Yo después de darle una profunda aspirada al cigarrillo, y de disfrutarlo intensamente, le respondí con una picara sonrisa, diciéndole. Nada más la toquetearon unos dedos por fuera, pero más nada, te lo juro. Él tras escucharme, sin que yo hiciera el menor esfuerzo por oponerme, me continuó quitando la blusa y el sostén, mientras que yo continuaba fumando intensamente.

Al quedar totalmente desnuda ante él, me preguntó ¿Qué estabas bebiendo? Lo cierto es que aparte de unas cuantas margaritas, también me había dado unos cuantos tragos o shot de tequila. De inmediato, de una pequeña caja de madera, sacó una botella de esa bebida, y tras destaparla me la entregó, y sin pensarlo dos veces me la empiné dándome un buen trago, para de inmediato seguir fumando el cigarrillo que tenía entre mis dedos.

Él por su parte también se quitó la ropa, y colocó un arma que llevaba oculta en su ropa, dentro de una gaveta, y al yo ver su velludo cuerpo desnudo, mentalmente comparé su largo y grueso miembro, con el de mi marido. Aunque sin decirle nada, desde luego, pero él debió notar mi cara de asombro, ya que de inmediato me comentó. A que es la primera vez, que ves un ejemplar como este. A lo que yo sin retirar mi vista de su verga, apenas y alcancé a mover mi cabeza, de manera afirmativa.

Freddy, como resultó llamarse el encargado de la seguridad del Pub, colocó una de sus grandes manazas, sobre mi hombro, y sin mucho esfuerzo, hizo que me arrodillase ante él. Yo terminé de darle el último jalón al cigarrillo, llené mis pulmones, y de inmediato agarré con mi mano derecha esa tremenda verga. Sin dejar de verla asombrada, comencé a manipularla con mi mano, la sentía bien caliente y dura, a medida que iba jalando su verga hacia adelante, y hacia atrás, la sentía palpitar entre mis dedos. Hasta que después de que lancé el cabo del cigarrillo a un lado, me dije a mi misma mentalmente, mira que baja has caído, mira que ponerte a mamar semejante verga, y que por un cigarrillo. Pero estaba bien consciente de que el tal Freddy esperaba que yo cumpliera con mi parte del trato, además no me quería arriesgar, a que se fuera a poner violento conmigo. Por lo que sin pensarlo mucho, comencé a pasar mi lengua lentamente sobre su colorado y oscuro glande, pero a medida que lo iba haciendo, mis labios los comencé a rozar con la cabeza de su verga, para finalmente abrí lo más que pude mi boca, y dejar que me penetrase con su gruesa y larga verga.

Por un buen rato estuve mama que mama, al principio la verdad, algo asustada, pero a medida que continué mamando la verga de Freddy, como que me fui sintiendo más tranquila, tanto que yo misma separé mis piernas y comencé a introducir mis dedos dentro de mi coño. Y de no ser que de momento me la empujó tan adentro de mi boca, que sin exagerar creo que me llegó bien adentro de mi garganta. Por lo que aunque yo no lo esperaba, ni deseaba, sentí una gran nausea, pero no por asco precisamente, sino más bien por no estar acostumbrada hacer eso. Freddy riéndose sacó su verga de mi boca, al tiempo en que apenas pude recuperar la respiración, le pedí disculpas diciéndole, es que no estoy acostumbrada a tener semejante cosa dentro de mi garganta. Cosa que no sé porque le produjo tanta gracia a ese sinvergüenza.

Como si yo fuera un pedacito de papel, sin mucho esfuerzo de su parte me tomó por los brazos, me levantó del suelo y me colocó sobre el sofá que había dentro de la pequeña habitación. Él mismo separó mis piernas, y a medida que se me fue acercando me dijo, ahora vas a saber lo que es un verdadero tabaco. Y sin más ni más me ha penetrado, de manera bruscamente salvaje. Yo sentí como ese monstruo de verga, llenaba todo los rincones de mi vulva, y no bien ya la tenía bien adentro, cuando el tal Freddy volvió a encender otro cigarrillo, y tras darle un par de jalones, me lo colocó entre mis labios, diciéndome, ahora ya estamos a mano, así que mientras él me enterraba una y otra vez toda su gruesa y larga verga, yo movía mis caderas como una desesperada, y aspiraba con fuerza el cigarrillo que mantenía entre mis labios.

Era tanta la excitación que yo sentía, no tan solo por estar manteniendo sexo prácticamente con un monstruo de circo, sino también por el hecho de serle abiertamente infiel a mi esposo, por lo que me dejé llevar, y en medio de nuestra caliente relación, enterré mis uñas con fuerza en su espalda, quería sentir más y más dentro de mí su monstruosa verga. Yo no dejaba de fumar y de pedirle que me diera más y más duro, hasta que después de un buen y largo rato, Freddy de momento se detuvo, y con una mayor fuerza descargó su leche dentro de mi coño.

La verdad es que, en esos momentos no supe, ni a donde fue a parar la colilla del cigarrillo que me estaba fumando. Yo quedé completamente súper agotada, pero extremadamente satisfecha. Y hasta pensé que el tal Freddy había quedado igual que yo, pero de momento, a pesar de que me encontraba prácticamente dormida, comencé a sentir sus gruesos dedos explorando mi culo, y aunque traté inútilmente de zafarme, cuando sentí que esa cosa que él tenía entre sus piernas, se me saltaron las lagrimas, el tal Freddy, me estaba reventando el culo, además pienso que el grito que pegué, se debió escuchar hasta dentro de la pista de baile del Pub. Es más por unos instantes pienso que perdí el sentido, pero cuando volví en mi, Freddy salvajemente continuaba penetrando una, y otra vez por entre mis adoloridas nalgas.

Yo a pesar del estado en que me encontraba, y de lo adolorido que sentía mi culito, comencé a disfrutar de todo lo que el bárbaro ese me estaba haciendo, ya que en mi vida, mi esposo jamás me había, ni tan siquiera insinuado que lo dejase darme por el culo. Pero en esos instantes en que sentía esa gruesa y larga verga de Freddy, entrando y saliendo de entre mis nalgas, yo comencé a restregarlas con fuerza contra su cuerpo.

Cuando me desperté, aparte de que mi culo me dolía un poco, y de que yo olía a sudor, y sexo. Al abrir los ojos me encontré con Freddy frente a mí, acariciando su gruesa larga y venosa verga. No hizo falta de que me dijera nada, la manera en que me vio me bastó para saber que deseaba que se la mamase, nuevamente. Y aunque ya no estaba precisamente borracha, seductoramente la tomé entre mis dedos, y sin importarme si se la había lavado o no, la introduje dentro de mi boca, y nuevamente me dediqué a mamársela, pero sin que me produjera nauseas en ningún momento, es más cuando Freddy se vino yo me tragué gran parte de su semen, mientras que el restante él lo derramó sobre mi cara y mis senos.

Después de eso, como pude, me medio lavé mi coño y mis muslos al igual que mi cara y mis tetas, incluso hasta mi culo, en un pequeño lavamanos que hay en ese lugar, fue cuando me di cuenta de una pequeña quemada de cigarrillo que tenía en una de mis nalgas, fue cuando supe a donde fue a parar la colilla. De igual forma, de lo adolorida que estaba, como pude me puse mi ropa, y al salir me di cuenta de que ya eran prácticamente las doce del día, aparte de que para caminar debía hacerlo con mis piernas algo abiertas, así que medio arrepentida por una parte, pero muy satisfecha por todo lo que disfruté, llegué a mí casa, para darme un verdadero baño, y sumamente avergonzada decirme a mi misma, que me había comportado como una verdadera puta, y para colmo por unos cuantos cigarrillos. Hoy por hoy, no he vuelto a visitar ese Pub, y desde luego que mucho menos al tal Freddy, pero algo que aprendí de toda esa experiencia fue, aparte que dejé de fumar cuando bebo. Cuando salgo, nada más me basta decir, daría lo que ya no tengo por tal cosa, que de seguro, si el tipo con quien estoy coqueteando es un buen entendedor, captara el mensaje.

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Si te ha gustado Fui puta y nada menos que por unos cigarrillos… vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 22:00) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:34) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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