He sido víctima de tortura… ( CON fotos)

Aun sumamente mareada, mí cuerpo no respondía del todo, mi vista la sentía nublada, y las voces a mí alrededor, las escuchaba como si estuvieran muy lejanas. Fue cuando alguien se me acercó, y me dijo al oído. Qué bueno que te despertaste, ahora si podemos jugar contigo, hasta que nos dé la gana. Yo aun me sentía narcotizada, pero a pesar de ello, pude reconocer a la persona que me recién y me había dicho esas palabras. Se trataba de uno de los clientes, con el que me había reunido en el pub a celebrar. De seguro me dio algo en la bebida, que me hizo perder el sentido. Él, continuó diciéndome. En un corto rato, te sentirás mejor, pero por los momentos vamos a encadenarte, no sea que te quieras ir, y quieras dejar de jugar, con nosotros. Yo casi de inmediato mostrándome muy asustada, comencé a llorar, y a pedirle que no me hiciera daño. Aunque sabía que no debía comportarme de esa manera, seguí haciéndolo.

Vi cuando me soltaron las manos, que las tenía atadas con una cinta plástica, para luego separar mis brazos y encadenarme a la pared. Me encontraba en un oscuro lugar, que parecía ser una especie de sala de tortura medieval. Pero a medida que me fue encadenando, apareció otro de los clientes semidesnudo, y sin decirme nada, con sus dedos comenzó a introducirlos dentro de mi vulva, al tiempo que yo chillando, le pedía que no me siguieran haciendo daño. Entonces de un fuerte empujón su compañero, el que me estaba encadenando a la pared, hizo que quedase recostada sobre el frió, y sucio piso de esa mazmorra. Al tiempo que colocó una de sus botas sobre mi cabeza, diciéndome. El juego aun no comienza, así que hazte a la idea de que eres completamente nuestra, y que nosotros haremos contigo, lo que nos dé la gana. El que otro tipo, el que estaba semidesnudo, mientras fumaba un apestoso cigarrillo, no dejó en ningún momento de escudriñar todo mi coño, con sus dedos y hasta con su sucia boca.

Yo no paraba de llorar, y de pedirles que no me siguieran haciendo más daño. Cuando otro tipo, también semidesnudo, salió de quien sabe dónde, encendió una vela roja, y comenzó a dejar caer su esperma caliente sobre mis tetas. Por lo que yo a lágrima viva, más lloraba, suplicaba y rogaba que se detuvieran. Él sin dejar que las gotas de cera, continuasen cayendo sobre mis senos, se reía burlonamente, mientras me veía retorcerme por el dolor. Después de un rato, me obligaron a levantarme, o mejor dicho a que me pusiera de rodillas, y metiera mis manos, y cabeza, dentro de un cepo de madera. Yo no dejaba de chillar de dolor, y de pedirles que se detuvieran, pero eso en lugar de que me hicieran caso, ellos más se burlaron de mí. Ya con mi cuerpo en esa posición, continuó el de la vela regándome su cera sobre mi espalda, mientras que su compañero, tras ordenarme que me pusiera a mamar su miembro, y yo no hacerlo de inmediato, lo agarró y comenzó a darme en la cara con su verga, obligándome a que me pusiera a mamar. Infructuosamente yo no paraba de llorar, y de pedirles que me soltasen. Pero cuando metió su verga dentro de mi boca, no me quedó más remedio, que sumisamente hacer todo lo que me ordenaban. Por lo que me vi obligada a seguir mamado. Mientras su compañero, sin consideración alguna, al mismo tiempo que me regaba la cera por la espalda y mis nalgas, a lo bestia me ha clavado su verga dentro de mi culo.

Ya llevaba un buen rato, dejando que en contra de mi voluntad me continuase sodomizando, cuando su compañero, de igual manera, bien salvaje sacó su verga de mi boca, y posteriormente me retiró del cepo. Tirándome nuevamente sobre el frio y sucio piso de esa lugar. Entre los dos me obligaron a que me recostase boca arriba, y mientras uno continuaba regando cera caliente sobre mi cuerpo, su compañero me fue violando, una y otra vez.

Yo no podía hacer nada, para zafarme de esas cadenas. Pero eso a ellos, parecía no importarles mucho realmente. El resto del tiempo que permanecí en dicho lugar, fui violada, y sodomizada por ellos, un sin número de veces. Aunque en ocasiones y en contra de mi voluntad me dejaba llevar, y casi sin darme cuenta, comenzaba a mover mis caderas, buscando sentir más y más dentro de mí el miembro de alguno de mis tres torturadores. Ya como al tercer día, me han soltado las cadenas, y entre los tres, me volvieron a violar. A pesar de los tantos gritos que di, pidiendo que me no me siguieran violando. No pasó nada, yo pensaba que ya todo había terminado todo, pero no fue así. Los tres continuaron turnándose, para al mismo tiempo, mientras uno me volvía a violar, otro me sodomizaba, y el tercero me obligaba a que le mamase su verga, mientras, que uno de los tres no dejaba de echarme cera caliente sobre mi cuerpo.

Finalmente después de ser violada, y sodomizada entre llantos, un sin número de veces. Mis captores me soltaron. Dejándome en mi hotel, con un jugoso cheque, por los servicios prestados, además de un bono extra, por lo de la cera. En ocasiones tengo clientes, que les gusta el sadismo, pero como son profesionales, que no quieren arriesgarse a que los denuncien, entonces me contratan para que yo sea su víctima….