Digo pero tú eres una maravillosa mujer y no te vas a perder entre lesbianas, metiéndole mis manos entre sus piernas… sentir su vulva húmeda mis dedos que la acarician su entrepiernas dobla a Soledad excitándola y esta cae del sillón diciéndome no puede haber hay gente… estamos en la alfombra deleitándonos con nuestras caricias.
Relato
En mis correrías entregando las mercaderías me toca repartir a dos mujeres , notaba algo extraño, pero no sabia que hasta que una vecina me dice estas son lesbiana y la Soledad pobre mujer es dominada por Herminia.
Observe otra vez que fui a esta casa que era verdad lo dicho por esta vecina, lamentable, pensé y me olvide del asunto hasta un día que me encuentro con Soledad sola en casa y me dice que Herminia tuvo que viajar a su casa en el campo por muerte de un pariente. Estaba sola y me ofrece un café acepto y converso con ella, me cuenta que esta acompañando a Herminia por que ella fue la única que la apoyo cuando se separo de su marido…., sabe que Herminia le gusta besarla y recorrer su cuerpo y que esto no es normal, pero dice que quieres que haga.
Entre conversa y conversa nos fuimos ensamblando, luego de servirnos algunas copas de vino nos acariciamos y sin darnos cuenta estábamos besándonos.
Ándate me dice que puede llegar alguien y le contaría a Herminia, esta se enojaría y yo a la calle… ella como sabes es lesbiana y desea que yo también lo sea.
Digo pero tú eres una maravillosa mujer y no te vas a perder entre lesbianas, metiéndole mis manos entre sus piernas… sentir su vulva húmeda mis dedos que la acarician su entrepiernas dobla a Soledad excitándola y esta cae del sillón diciéndome no puede haber hay gente… estamos en la alfombra deleitándonos con nuestras caricias.
Era un maravilloso y fornido macho, además eres nuestro casero y gustaba de atenderlas y conversar, pero eres joven relativamente, un macho muy nuevo apenas de 18 años.
Mis caseras dos mujeres maduras de 35 y 38 años ambas sin maridos que poco estaban en casa por ser trabajadores de una empresa de buses y pasaban mas tiempo en trabajar que en su casa, estas estaban mal atendidas y lo demostraban abiertamente, pero temían a los vecinos y por eso no exageraban sus convivencias, bueno eso pensaba hasta que descubrí que ellas en sus desesperados momentos de querer satisfacerse carnalmente fuera de usar su consolador se usaban unas a otras como las lesbianas.
Un día que comenzaba mis vacaciones me solicitan si puedo cortarle leña y amablemente lo realizo, estando en esas labores, estaba a mi lado cuando Soledad una de las mujeres, se sube sobre un pequeño cajón equilibrándose cuelga ropa en una soga, al empinarse para alcanzar la soga y colgar las prendas mostraba parte de sus calzones por su corta falda, además esta mojada se pegaba a su cuerpo.
En un momento me levanto y voy donde Soledad metiéndole sus cabeza entre sus piernas… sentir mi nariz húmeda en ella y mi lengua que lame ásperamente su entrepiernas dobla a Soledad excitándola y esta cae del cajón diciéndome hay gente…, pero yo no sabía de enmascaramientos y sin malicia sigue en su empeño por lengüetear a esta mujer en sus piernas. Estaba ardiente y exigía a la mujer ser mi hembra la monto en el suelo y trata de cabalgarla tomándola de su cintura a lo perrito, trata de escapar, pero este toma sus calzones y los destroza lamiéndole su vagina, casi se desmayo de un estremecimiento, en su cuerpo le había gustado ese lengüetazo, se levanta mas bien trata de levantarse y vuelvo a la carga, debe apoyarse en la lavadora, siento el empuje de pene contra su cuerpo cayendo nuevamente arrodillada al suelo sin protección solo cubierta por esa corta falda, su trasero queda al aire y yo continuaba con mis caricias, se sacudía de placer el sentirse acariciada por esta lengua, nuevamente trata de salirse, pero le gustaba lo que le realizaba, la tenía excitada carnalmente, me subo sobre su espalda y cruzando sus manos delanteras por sus caderas la atrapo y empuja hacia atrás, siente Soledad un duro pene que comienza a penetrarle su vagina abriéndola, como estaba excitada solo suspira ardiente deseosa de ser acoplada por un miembro en su vientre, sentía como ese pene engruesa y entra bruscamente en su vagina haciéndome gritar, no se si de dolor o placer, se quede en la posición de arrodillada mientras la penetraba como mi gozadora puta, agarrada por su cintura la arremetían con sus duras empujadas contra su cuerpo entregado clavándome cada vez mas profundo mi miembro, de pronto siento que mis testículos ingresan chocando con su vagina y este y gemía desesperado vaciando mi tibia leche en sus entrañas, como me contraía ella desesperada ante el placer de sentir mis fluidos y satisfacía sus jadeantes placeres de un apareo bien disfrutado, se había convertido en amante caliente gozaba de los placeres de una unión sensual con entusiasmo, al finalizar este trata de salirse, pero ella me lo impide yo miraba incrédulo la película que veían mis ojos, ella contraída y satisfecha babeaba satisfecha… yo estaba a mil por lo que no se como, pero sintiendo mi duro grueso y ardiente pene entraba en su vagina húmeda activada por lo que realizaba Soledad con mi pene. Sintió la penetración y chillo al ser penetrada, pero no me trata de desmontar aún mas comienza un meneo delicioso con su trasero tirando y soltando mi pene en su funda sexual llamada vagina…, había saciado sus ansiedades, no dure mucho y entre chillidos de Soledad y gemidos míos vacié mis testículos en ella con su consentimiento y esta que se revolvía gozadora de su entrega.
Igual Soledad ahora ya despegada de sus impulsos gemía sentada en el suelo. Pero grande era su gozo… que tarde a mis 18 años había podido penetrar a mi vecina, mujer madura, pero insatisfechas y con mi ayuda la había saciado y gozado y la tenía satisfecha, ¡que placer!
Menos mal que esa semana estaba de vacaciones, ese lunes fue satisfecho ya que después de cortar leña, al atardecer nuevamente Soledad solicita nuevamente buscándome y llevándome a su cama donde se aparea conmigo, no necesitaré mas a mi amiga bebé, me dice, deseo ser penetrada por ti, tú serás mi nuevo amo, marido y señor de mi cuerpo… dando luego a una delirio de pasiones y caricias hasta que siente nuevamente mi pene en su matriz y realiza una deliciosa danza que no la detiene hasta que con grandes suspiros y gemidos nos deleitamos mutuamente de nuestras entrega de los clímax de nuestras pasiones. Quede agotadísimo y me fui a casa donde algo comí y me fui a dormir.
Al día siguiente no me aparecí por la casa de estas mujeres estaba aun agotado.
X X X
Soledad a contado a Herminia su apareamiento con mi persona y lo delicioso que fueron esos momentos, entonces ella solicita que le lleve el supermercado su mercadería solicitada, al llegar a su casa me quita las bolsas me abraza y me lleva a su dormitorio, luego me dice Soledad me ha contado todo, quiero que si eres capaz de quitármela, seas capaz de saciarme..., no tenía que decirme nada ya sabía, pero como me abrazaba diciéndome, semental pícaro por que no viniste ayer, te necesitaremos todos los días, estoy en mi ciclo de gestación y creo que esto me vuelve histérica, ven lo haremos con cuidado para no quedar fecundada. Aparéame y me abraza cayendo sobre la cama jugué con su entrepiernas acariciando su vulva, besando sus muslos, ella locamente se meneaba y arqueaba temblando de pasión, no aguanto mas de quince minutos de mis juegos y me desnuda, desnudándose ella y me sube sobre su vientre…, soy tu hembra…. Soy tu mujer…., me dice y continua abrazándome y besándome, soy tu ardiente mujer poséeme, como me rasguña cuando la penetro…, te vaciaras afuera me dice o me embarazas…, la poseía totalmente provocado como la penetraba ella legaba a chillar por la fuerza que usaba, tranquilo me dice seré siempre tuya, en eso me apresa con sus piernas y atrae mi cóccix contra su cuerpo cuando excitado quiero salir de su vagina por estar a punto de eyacular mi semen me dice vacíate adentro bebé… fecúndame… seré preñada por tus leches, pero promete que no me olvidaras y me querrás y serás mi macho. Por toda la vida. Vendrás a lo menos dos veces a la semana a satisfacerme te necesito, soy tu mujer… te quiero siempre dentro de mí. La golosa de Herminia es hasta hoy dos años después mi hembra tiene un hijo mío y en su vientre hay otro mas, Soledad también esta preñada y uno de estos días dará a luz su bebé.