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Huatulco 1

Relato enviado por : tt_flaquita el 08/06/2010. Lecturas: 7811

etiquetas relato Huatulco 1   Orgías   anal   corridas dentro   mamadas .
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Resumen
Una serie de travesuras en Huatulco.


Relato
Hace unas semanas fui a un congreso que organizó la universidad en la que estudié y me invitaron para que participara en una mesa con una conferencia. Accedí, más porque el congreso sería en Huatulco y menos por el interés académico. Aprovechando que en la oficina me debían unos días de vacaciones, me fui toda la semana a Huatulco; de sábado a domingo. Me haría muy bien un poco de sol y de travesuras…jejeje, ya que tenía un par de semanas sin acción. Pero la verdad nunca me imaginé que sería una semana tan entretenida. Como resultado de esa semana aquí van algunas de las ricas travesuras que tuve. Esta es la primera.

Convencí a mi hermana Bety de que me acompañara al congreso; hacía mucho que no viajábamos juntas y esta era una buena oportunidad. Llegamos el sábado temprano y luego de tomar el sol casi toda la tarde, decidimos ir a bailar a algún antro. La verdad yo iba de cacería. Quería coger, así de simple. Y para eso me arreglé; una blusa blanca tejida, una falda azul muy delgadita y ajustada y ropa interior blanca y pequeña.

- Guau…vas que echas tiros.
- Gracias.
- Andas de traviesa, eh.
- Ando urgida, Bety. Estoy de un cachondo…
- Pues no creo que batalles mucho, como vas…
- Esa es la idea. Tú no tienes ganas?
- Ya sabes que la playa me prende, hermanita. De por sí una es de sangre inquieta.
- Seremos hermanas.

El antro estaba a medio llenar, como no es temporada de vacaciones y los congresistas aún no llegaban, pues no había mucha demanda. Nos tomamos un par de copas y en cuanto abrió la pista nos pusimos a bailar. Como no se animaba ningún hombre a sacarnos a bailar, lo hicimos ella y yo. Después de un rato se acercaron unos muchachos para bailar con nosotras. Eran cuatro hombres y una chava. Se veía que eran locales; eran bien parecidos, aunque nada del otro mundo, ella era guapa también, lo rico era que todos eran picarones. En un momento bailábamos las tres mujeres y ella (Jennifer) nos cachondeaba delicioso; nos restregaba las nalgas, se nos acercaba como si fuera a besarnos y se nos pegaba por atrás. Como a Bety y a mi también nos gusta fajar con mujeres, respondíamos a los cachondeos de Jen. Eso volvía locos a los hombres, no sólo a sus amigos, sino a todos los que nos veían.
Como a las 3 de la mañana nos dijeron que por qué no seguíamos la fiesta en otra parte. Nos convencieron de ir a casa de ella; en primera instancia que querían ir a casa de unos de ellos (de Diego) o a nuestro hotel, pero nos negamos y finalmente la casa de Jen pareció buena opción. Por lo regular cuando viajo rento un coche para no depender de nadie y moverme a placer, esta vez no fue la excepción, así que nos fuimos todos en el coche a casa de Jen. Iba manejando Alberto, de copiloto iba Bety, y atrás Diego, Miguel –que me cargaba en sus piernas- y Saúl, que llevaba a Jen en sus piernas. Miguel me acariciaba la espalda con sus dedos y bajaba hasta la cadera rozándome las nalgas; sentía cómo su paquete se endurecía. Saúl y Jen iban fajando y Diego –a quien le daba la espalda- discretamente me tocaba las nalgas con el dorso de su mano. Yo ocasionalmente me acomodaba para apretar su mano con mis nalgas y mostrarle que no me disgustaba.

- Tienes tellas (botellas), Jen o pasamos por algo?
- Claro que tengo. Ron, vodka y tequila.
- Ya estamos.

En cuanto llegamos sirvieron las primeras copas, pusieron música y entre bailes cachondos, más copas y arrimones ocasionales, se fue calentando el ambiente. No había parejas definidas, ni siquiera Jen y Saúl que según parecía eran pareja. De repente nos quedamos platicando Jen y yo, Diego, Saúl y Miguel quién sabe en dónde se habían metido y Bety estaba bailando con Alberto.

- Ven, te voy a enseñar la casa
- Bueno -Jen me tomó la mano y me llevó a la planta superior.
- Vamos a darles algo de privacidad –ella movía las nalgas delicioso, exageraba un poco sus movimientos, pero se veía deliciosa, la verdad se me antojaba acariciar y lamer sus muslos, sus nalgas…mmmmmmmm. Me llevó a su recámara y en la poca luz que había se me acercó lentamente y me arrinconó a la pared. Me acariciaba las mejillas con su cara, con la nariz respirando en mi cuello, en la oreja –me mojo sólo de recordarlo- acercaba su boca a la mía mientras su mano subía por mi pierna hasta la cadera. Yo puse la mano en su muslo y subí lentamente, se sentía el calor en su piel, al llegar a su entrepierna estaba ardiendo y tan mojada como yo.
- Estás empapada…hinchada…-hice a un lado su panty y toqué su conchita un poco-…quiero lamerte…-en ese momento me besó. Me acarició las tetas, las admiró, me abrió la blusa y me lamió las tetas, me mordisqueó los pezones, se hincó me subió la falda, me olfateó la concha sobre la panty y la mordisqueó; me hizo a un lado la panty y me comió el coño.
- Estás rasuradita, qué rico…mmmmmmmmm…mmmmmm
- Ay, qué rico…mmmmmmmmm…así, así…-es lo que me encanta de coger con mujeres, siempre saben dónde tocar, lamer…
- Mmmmmmmm…mmmmmmmmm…mmmmmmmmm –la levanté delicadamente y la besé, la encaminé hacia la cama que estaba detrás de nosotras, nos recostamos –yo sobre ella- y nos besamos. Le agarraba las tetas, le bajé el top negro que traía y me encontré con dos preciosas tetas bronceadas, pezones durísimos, no llevaba brassiere. Bajé lamiendo su vientre, le abrí el pantalón de mezclilla acaderado que llevaba y se lo quité. Me subí en ella de nuevo, volviendo a acariciarle las tetas y besándola. Puso su pierna entre las mías y yo empecé a restregar mi conchita en su muslo, masturbándome y haciendo que sintiera lo mojada que estaba y cómo me mojaba cada vez más. Ella me enrolló la falda en la cintura y apretaba mis nalgas. Me bajé para comerle la panochita; la tenía muy rica. Ella se apretaba las tetas mientras yo le comía el coño y le daba palmaditas en su concha.
- Voltéate –se acostó boca abajo, me quité la blusa, la falda y el brassiere y pasé mis pezones rozando su espalda, desde la cintura hasta los hombros, bajé de nuevo le lamí las nalgas, le puse una almohada en la cintura para levantarle la cadera y le lamí el culo.
- Mmm…qué rico, lámelo así…mmmmmmm…méteme un dedo en el culo…-así lo hice- ay, qué rico
- Aprieta…aprieta el culo…mmmmmm…
- Así?
- Mmmmmmm…mmmmmmmmmmm…mmmmmmmmm –luego de unos momentos se dio la vuelta me haló hacia ella y me besó. Me acostó, me metió la mano en la panty y empezó a dedearme. De pronto sacó la mano, me hizo a un lado la panty y sentí cómo me metía algo; era un dildo negro enorme. Me lo metía lentamente.
- Te gusta?
- Sí, sí, métemelo…mmmmmmmmmmm…es enorme, qué rico.
- Le gusta la verga grande a Tere, Mickey.
- Pues le va a encantar la mia.
- Sabía que era una puta esta vieja.
- Y qué rico ha de coger.

Miguel y Alberto estaban en el cuarto, no sé cuánto llevaban ahí, pero seguro se estaban divirtiendo. Voltee a verlos y estaban sentados en un sillón como a dos metros de la cama, apenas se veían ya que no había luz. Se estaban agarrando la verga sobre el pantalón.

- Voy a ver cómo van por allá, dijo Miguel.

- Métemelo más…mmmmm…así…síguele –le decía a Jen mientras veía a Miguel y a Beto con cara de “métanmela, cabrones, aquí está su puta”. Entonces, Jen se sentó en mi cara para que le comiera la concha mientras seguía metiéndome el dildo. Poco después, sentí cómo Jen se vino y saboree sus jugos; yo me vine con ella. Enseguida a un costado de mi rostro estaba el palo de Alberto.
- Chúpamela –la metía en mi boca y empecé a hacerle una mamada deliciosa. No sólo le excitaba a él, sino a mi misma. Él empezó a dedearme lentamente, mientras Jen se masturbaba junto a nosotros. En eso llegó Saúl.
- Qué rico coge la otra vieja, cabrón. El pinche Mickey la está poniendo morada.
- Mmmmmmmmmm…qué rica la tienes…mmmmmmmm
- Mámamela…síguele, chingao…aaaaaaahhhhhhhhh –Jen se sentó en el sillón, viéndonos y masturbándose.
- Cógetela, amor. Métesela –Saúl se hincó frente a mi, me acarició las piernas, las abrió, me puso una almohada bajo la cintura y me penetró de una embestida.
- A…mmmmm…ay, qué rico…mmmmmmmmmm…
- Tienes la concha bien rica, Tere.
- Mmmmmmmmmm…mmmmmmmmmm…síguele, papito.
- Qué bien lo mamas. Quiero acabar en tu boca.
- Mmmmmmmm…ya? Tan pronto?
- No, después de metértela, zorrita.
- Síganse cogiendo a esta puta, cabrones…mmmmmmmm…
- Uy, es ruda, compa. Perfecto.
- Qué rico se la están cogiendo, amor.
- Te gusta?
- Me estoy excitando riquísimo.
- Mmmmmmmmmm…mmmmmmmmmmm…-entonces escuché a Bety.

- Ay, lo tienes enorme…ay, qué rico…sí, Mickey…sí.
- Muévete, levanta el culo para que te entre más.
- Ay, sí…mmmmmmmmm…a-a-a-a-a-a-a-a-a
- Apriétame la verga, putita.
- Me estás partiendo en dos, cabrón…qué rico.

Me excitó muchísimo escuchar cómo Bety se quejaba de la vergota de Miguel. Cómo se me antojó tenerla adentro.

- Ya oíste cómo se están cogiendo a tu hermanita?
- Mmmmmmmmm…mmmmmmmmmm…
- Igual te van a romper el culo, puta.
- Quiero montarte –le dije a Alberto. Se acostó en el suelo, me senté en su reata y lo cabalgué. Saúl se sentó en la cama frente a mi y se la mamé. Entonces Jen se me acercó por atrás y como yo estaba inclinada hacia delante me acarició las nalgas, me puso una especie de aceite –lubricante- y me dedeó el culo. Tuve otro orgasmo casi de inmediato. Nunca había estado en esa posición siendo tan manipulada por hombres y una mujer. Lo gemidos/quejidos de Bety, seguían.
- Métesela, amor. –Saúl se levantó, se puso detrás de mi y me la metió poco a poco en el culo.
- Mmm…con cuidado…despacio…así.
- Qué rico aprieta la concha esta vieja.
- Y el culo, lo tiene usado pero apretado. Qué rico.
- Sigan cogiéndome…mmmmmmmm…así, así…
- Qué par de putas nos hemos encontrado.
- Cójansela…-Jen se masturbaba-
- Así puta? Te gusta?
- Sí, así…soy una puta. Me encanta que me cojan.
- Apriétame…así, así…aaaaaaaahhhhhhh
- Métemela, amor. Cógeme…te quiero adentro.
- Métesela en el culo, Beto, lo tiene bien rico –Saúl se fue al sofá a cogerse a Jen y Beto me cogió de perrito. Pero luego de pocas embestidas no aguantó la excitación y quiso que se la mamara otra vez para acabar en mi boca. Mientras se la mamaba, estando yo de perrito y él sentado en la cama, llegó Miguel.
- Pero miren qué culo tiene Teresita.
- Mmmmmmmm…mmmmmmmmm…mmmmmmmmm
- Es ruda, Mickey. Háblale fuerte.
- Ah, eres ruda.
- Mmmmmmmmmm…mmmmmmmm…mmmmmmm
- Pues te voy a coger rudo, zorrita. –me golpeteó la concha y las nalgas con su enorme verga. Luego la deslizó por el canal de mis nalgas; ahí me di cuenta de sus dimensiones- La sientes, zorra? Eh?
- M-hm…mmmmmmmmm…mmmmmmmmmmm…
- Pues ahí te va…-me la metió en la concha; la metió lentamente y el bombeo fue rítmico.-
- Mmmmmmmm…mmmmmmmm
- Me estorba tu pinche tanga de puta –la rompió- así está mejor. Qué ricas nalgas tienes, zorrita –me dio unas nalgadas.
- Más fuerte, cógeme más duro, cabrón.
- Igual de puta que tu hermana.
- Dime cómo te la cogiste…mmmmmmm…mmmmmmmm
- No chingues, sí es bien perversa esta vieja –dijo Beto.
- Quieres saber cómo se la metí a la putita de tu hermanita Bety?
- M-hm…mmmmmmmm…mmmmmmmmmmmm…mmmmmm
- La puse como estás ahorita, como perrita y mamándosela a Diego; se la metí en la panocha y le metí un dedo en el culo…-me excitaba oír cómo Miguel se había cogido a mi hermana- y la muy puta me pidió que se la metiera en el culo…así que lo hice. Cómo apretó cuando se la metía…pinche zorra.
- Me voy a venir…-dijo Beto-
- Dame tu leche…-le dije-…mmmmmmmmmm…mmmmm
- Quieres tu lechita, puta?
- M-hm…mmmmmmmmmm…mmmmmmmmmmm
- Luego se sentó en mi verga, ella sola se la metió en el culo…se la mamó a Diego hasta que se vino…le bañó las tetas…
- No deberíamos dejar a Bety sola, vamos con ella, amor.
- Le quiero mojar el mono. Lo tiene delicioso. –Jen y Saúl bajaron con Bety.
- Mmmmmmmmmmm…mmmmmmmmmmm…
- Me voy a venir…ya va…ya va…
- Mmmmmmmmm…mmmmmmmmm…mmmmmmmmmmm
- Ahí va en culo, zorra –Miguel me la metió en el culo al momento justo en que Beto se venía en mi boca.
- Aaaaaaahhhhhhhhhh…uuuuuuuuuuuuuuuuuuuyyyyy…tómatelos
- Mmmmmm…mmmmmmmmm…mmmmmmmmmm –me tomé toda su ardiente lechita.
- Casi acabo en su culo, ella quería mis mecos…pero desde que vi tus nalgas en el antro, y luego fajando con Jen…quiero llenar tu culo con mis mecos, pinche zorra.
- Hazlo, cabrón…quiero que me llenes el culo…ay, qué vergota tienes, pinche cabrón…dame más, llena a esta puta.
- Qué rico culo tienes, Tere…qué puta eres, Tere…
- Sí, soy una puta…una güila que le encanta la verga…la lechita
- Voltéate…quiero verte las tetas…-me di la vuelta, me acosté, Miguel puso un cojín en mi cadera y me la volvió a meter en el culo. Yo me agarraba las tetas y pellizcaba los pezones.
- Qué ricas tetas…cómo se bambolean…
- Vente…lléname de tu lechita, Mickey…a-a-a-a-a-a-a-a
- Parte en el culo y parte en tu mono…quiero verte escurriendo mi leche.
- Sí, dámela…me encanta tu verga…cómo me coges, cabrón.
- Eres una zorra…
- Soy una puta, soy una zorra…mmmmmmmmmmmm
- Me voy a venir….
- Sí, vente…dame tu lechita…
- Ahí, va…ahí va…aaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh…
- Ay, así…mmmmm…aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh…-la sacó y me echó la mayor parte de su lechita en mi conchita.
- Aaaaaahhhhhhhh…qué rico se ve tu mono lleno de leche…
- Mmmmmm…qué rico se siente…-antes de que perdiera la erección, me la metió un par de veces en la concha, luego se la mamé hasta dejarla bien limpia.

Luego de descansar un rato, nos vestimos y Bety y yo regresamos el hotel para descansar. Fue un muy buen inicio de semana en Huatulco.


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Comentarios enviados para este relato
fernandorojas (3 de January de 2015 a las 11:47) dice: esa tere quisiera conocerla para llenarle la carita de mecos

fernandorojas (3 de January de 2015 a las 11:47) dice: esa tere quisiera conocerla para llenarle la carita de mecos

katebrown (18 de October de 2022 a las 21:41) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:18) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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