Yo la verdad es que cuando Francisco uno de mis novios de turno, me invitó a una fiesta, en el bosque, debí sospechar algo. Ya que cuando apenas llegamos, en lugar de encontrarnos a un montón de gente, tan solo estaban, dos de sus mejores amigos, bebiendo cerveza, esperándonos sentados frente a un montón de madera.
Relato
Cuando llegamos, el gordo nos dijo, que alguien había dicho que le fiesta se había suspendido, y que por eso no había más personas. A lo que Tony su otro amigo respondió. Mejor así podemos beber más cerveza, al tiempo que le entregaba una botella a Francisco, mi novio de turno, y otra a mí.
Bueno Francisco, y yo decidimos que mientras nos bebíamos nuestras cervezas, caminaríamos por la orilla del riachuelo, besándonos ocasionalmente. Mientras que el gordo, que se llama Esteban, y Tony, ambos se quedaron buscando más leña para prender la fogata apenas callera la noche.
Como aun era temprano, y hacía algo de calor por ser verano, fue a mí a la que se le ocurrió que nos diéramos un chapuzón en un pozo que se había formado en el riachuelo. Bueno yo estaba preparada, había llevado biquini, ya que tenía muchas ganas de bañarme en el rio.
Pero Francisco y sus amigos no, pero a pesar de eso, al igual que yo terminaron metiéndose al rio, solo que se quitaron casi toda su ropa, para bañarse en interiores tipo bóxer. Al principio entre ellos comenzaron a jugar de manos, hasta que Tony, quizás por joder le bajó los interiores al gordo Esteban, dejando al aire sus blancas nalgas por un momento. El gordo en represalia, y para no quedarse atrás le bajó también el bóxer a Tony, hasta que Francisco les dijo que dejasen de comportarse como un par de maricones.
Ya había comenzado atardecer, y tras bebernos varias de las muchas cervezas que habían llevado, nos salimos del agua, y rápidamente prendieron la fogata. Quizás por el calor que había, y como realmente nos encontrábamos solos, ninguno de los chicos ni yo nos pusimos nuestras ropas, y por lo menos ellos se quedaron en interiores, y yo con mi biquini puesto.
Ya sentados frente a la fogata, sin dejar de beber cerveza, mientras Tony, y el gordo hablaban del mundial de futbol, Francisco y, yo seguimos besándonos. Cuando después de un rato, ya Francisco mientras continuábamos besándonos salvajemente, me estaba proponiendo que nos fuéramos a caminar por el bosque, con la intención de estar más a solas, él y yo. Fue cuando el gordo a manera de broma dijo, dirigiéndose a Francisco y a mí. Que les parece si hacemos un concurso entre nosotros tres, de quien besa mejor, y la juez sería Carmela.
Tony lo agarró a broma diciendo, si como no, y te aseguro que por bien que yo la bese, al final el premio se lo va a llevar Francisco. Yo como parte del vacilón, o por lo borracha que ya estaba, se me escapó decirles. Si como no, así comenzamos, y después querrán que también me acueste con los tres para ver quién es el mejor que me coge.
Fue cuando Francisco, ya en un tono más serio dijo. Aunque suene algo raro, me parece que lo podríamos hacer, pero eso sí, siempre, y cuando Carmelita acepte. Yo me quedé sorprendida por las palabras de Francisco, pero por joder, o por la mucha cerveza que ya había bebido, les dije. Ok, vamos hacerlo, pero cuando yo diga basta, se acabó todo ¿están de acuerdo?
El primero en decir que si fue el mismo Francisco, y casi de inmediato el gordo, y Tony lo siguieron. Como Francisco me había estado besando desde que llegamos, cuando el gordo Esteban dio un paso al frente, ninguno se opuso. Así que ambos nos sentamos sobre el troco en que Francisco, y yo nos estábamos besando, pero antes de comenzar, terminé de beberme la cerveza que tenía en la mano.
Fue cuando me di cuenta, que entre mi novio, y sus dos amigos, se guiñaron los ojos. Lo que me hizo darme cuenta, de que entre los tres estaban tramando algo y de seguro ya se habían puesto de acuerdo entre ellos. Yo mientras tanto haciéndome la tonta, decidí seguirles el juego, a ver en que iba a parar eso, del concurso de besos.
Apenas pude, paré mi trompa, y esperé el beso del gordo, que después de los muchos y ardientes besos que me dio Francisco, la verdad es que no me inspiraban nada. Pero después de un buen rato que Esteban me estuvo besando, me di cuenta que por entre las entretelas de su interior, asomaba el tallo de su miembro.
Lo gracioso para mí fue, que apenas sus amigos se dieron cuenta, y comenzaron a vacilarlo, porque su parada verga se encontraba fuera, al gordo como que le dio vergüenza, y de inmediato de manera muy poco disimulada se la tapó con ambas manos.
El siguiente en besarme lo fue el Tony, quien definitivamente le sacó varios cuerpos de ventaja, tanto a Esteban, como al mismo Francisco. Ya que a medida que comenzó a besarme, fue introduciendo su lengua dentro de mi boca, al tiempo que sus manos fueron corriendo por sobre mis muslos, dirigiéndose a mi coño. Seguramente con la intención, de darme un buen agarrón a mi coño.
Yo misma le tuve que decir que se detuviera, ya que Francisco, y el gordo no dejaban de vernos a Tony, y a mí como nos besábamos. De inmediato declaré como ganador a Tony, para sorpresa del mismo Francisco, y del gordo Esteban. Quienes seguramente pensaban que yo diría que mi novio era el mejor que besaba.
No bien Tony dejó de besarme, Francisco me entregó otra cerveza la que de inmediato me bajé hasta la mitad. Fue quizás por lo excitada y caliente que estaba, deseosa de tener sexo que se me ocurrió decirles a los tres. Bueno que les parece el siguiente reto, y sin esperar a que ellos dijeran algo, les dije. El que mejor me mame el coño, le doy el culo.
Entre los tres se vieron, se estuvieron riendo un rato, pero de momento Francisco mi novio dijo. Ok ya escucharon a Carmelita, nos va a dejar que todos, le demos por el culo. A lo que yo rápidamente les respondí, yo dije que le daría el culo al que mejor me mame el coño, no que a todos.
Nuevamente Francisco intervino diciendo, que más te da, si lo que tú quieres es que te mamen el coño, y nosotros que nos des el culo. Así que si los tres te mamamos el coño, es justo que a los tres nos des el culo. Realmente yo no estaba, como para ponerme a discutir pequeñeces, por lo que el acuerdo fue que ellos me mamasen el coño y yo les daría el culo.
Al tiempo que dije esas palabras, sin mucho esfuerzo, solté los dos lacitos que sujetaban la parte inferior de mi biquini, el que dejé caer al suelo, quedando ante la vista de ellos tres, mi depilado coño, de inmediato, aun sentada en el tronco, separé mis piernas lo más que pude, para que el primero de ellos tres comenzara a mamar mi coño.
El primero lo fue el gordo, quien enterró entre mis muslos su mofletuda cara, y de manera algo torpe, pero efectiva, comenzó a mamar mi coño. El gordo a medida que fue chupando intensamente mi coño, yo restregaba su cara contra mi vulva, hasta que por lo excitada que me encontraba disfruté de un potente y mojado orgasmo.
Casi de inmediato, sin más ni más, el gordo después de sacar su cabeza de entre mis piernas, poniéndose de pie tras de mí, me agarró por las nalgas, y de manera salvajemente sabrosa me clavó su verga por el culo. Yo no dejé de mover mis caderas ni por un solo instante, mientras que Francisco, mi novio, y su otro amigo Tony, no dejaba de vernos al gordo, y a mí teniendo un rico y sabroso sexo anal.
El gordo justo antes de acabar, sacó su verga y con su leche, me baño las nalgas, las que cuando me acerqué al riachuelo para limpiarme, retiré de mi cuerpo.
El siguiente lo fue Tony, y si el gordo lo hizo bien, el amigo de mi novio lo hizo mucho mejor. No tan solo, me chupaba mi clítoris, sino que también sabrosamente me lo mordisqueaba con sus dientes.
Al igual que el gordo, y Tony me hicieron disfrutar de un orgasmo como nunca antes había disfrutado. Así que cuando le toco el turno a Francisco, él se tomó su tiempo, comenzó por acariciar con su boca, los labios de mí vagina, sino que además comenzó a mordisquear todo mi inflamado clítoris, arrancándome tremendo y profundos gritos de placer.
Casi de inmediato, sentí como Tony me ensartaba por el culo con su verga, yo lo disfruté enormemente. Pero Francisco, ni tan siquiera se esperó a que me limpiase el coño, sino tal, y como me encontraba enterró su cara entre mis piernas.
Por un rato disfruté de la verga de Tony, dentro de mi culo, al tiempo que Francisco, por su parte, me daba otra tremenda mamada de coño, pero al yo disfrutar de otro tremendo orgasmo, en lugar de que Tony terminara por venirse dentro de mi culo, Francisco se colocó frente a mí, y mientras su amigo Tony continuaba dándome sabrosamente por el culo, Francisco dirigió su parada verga directamente a mi coño.
Justo en ese momento, comencé a sentir como la caliente verga de Francisco, se enterraba deliciosamente dentro de mi vulva. Yo estaba súper excitada, y deseosa que nada de eso terminase. Fue cuando me di cuenta de que el gordo, no dejaba de verme, por lo que en parte me dio algo de lastima.
No sé cómo no se me ocurrió llamarlos a mirar, para sorpresa del gordo, y apena pude echarle mano a su verga, la llevé a mi boca. Y a medida que Tony me seguía dando por el culo sabrosamente, Francisco me enterraba toda su verga, de manera única.
Así pasamos un buen rato, yo disfruté de múltiples y sabrosos orgasmos, mientras Francisco, Tony, y el gordo, hacían conmigo lo que les daba la gana. En cierto momento no se quien realmente me quitó el sostén del biquini, y de golpe comencé a sentir como uno de ellos se hacía una cubana con mis tetas. Hasta que me dejaron completamente agotada pero sumamente satisfecha.
Fue en la madrugada, que me vine despertando, aun algo mareada por la mucha cerveza que me había bebido. Llena de semen por todas partes, y tratando de recordar lo que había sucedido. Fue cuando me di cuenta de que los chicos se habían marchado, dejándome completamente sola y denuda en el medio del bosque.
Yo como pude aun dando tumbos, recogí mi ropa, y a pesar de lo mareada o borracha que aun me encontraba, me acerque al riachuelo, y ya en la orilla con mis piernas bien abierta, mientras me echaba agua, comencé a limpiar mi coño y el resto de mi cuerpo. Ya estaba por terminar, pensando como regresaría a la ciudad, cuando mientras dejaba caer esa fría agua, sobre mi abierto coño, al levantar la vista me di cuenta de que un viejo campesino, me observaba con los ojos sumamente abiertos. Cualquiera diría que estaba viendo un fantasma.
Yo con lo carifresca que soy, lo saludé como si nada pasara. El pobre viejito no podía apartar sus ojos, ni de mi depilado coño, ni de mis tetas. A duras penas pudo devolverme el saludo, tartamudeando. Sabiendo de sobra que nadie me conocía por ese sitio, se me ocurrió preguntarle si tenía un auto, y el viejo sin dejar de tartamudear me respondió que no, que lo que tenía era una vieja camioneta.
Yo sin dejar de echarme agua dentro de mi coño, le dije. Bueno que le parece si hacemos un trato. Usted me lleva de vuelta a la ciudad, y yo antes de irnos le doy una buena mamada. ¿Qué le parece? El viejo se me quedó viendo como si no creyese lo que le estaba diciendo, pero al poco rato tras tragar en seco finalmente se atrevió a decirme. Bueno pero en lugar de la mamada quiero otra cosa.
Como yo no estaba en situación de ponerme a discutir, y como ya les dije nadie me conocía, así que le dije. Bueno que sea lo que usted quiera, pero vamos hacerlo ya, que le parece. Asistiendo con su cabeza se fue acercando, al tiempo que fue soltando la correa de su pantalón. La verdad es que no me esperaba, que el viejo ese tuviera una verga tan grande, y gruesa.
Yo me recosté en la orilla, separé mis piernas, y aquella monstruosidad comenzó a penetrarme por el coño. Yo no podía creer que aquel viejo, tuviera tanto aguante, y que lo hiciera tan, y tan bien. Tanto que después de hacerme disfrutar de múltiples orgasmos, hasta me pidió que lo dejase darme por el culo.
A pesar de lo grande y grueso de su instrumento, acepté gustosa, es verdad que siempre me dolió algo. Pero lo disfruté como nunca, tanto que cuando íbamos ya en su vieja, y destartalada camioneta, pasamos frente a su casa.
Él se bajó, para buscar algo de dinero para echar gasolina, fue cuando a mí se me ocurrió decirle, mientras me bajaba de la camioneta, que lo de regresarme a la ciudad no tenía que ser inmediatamente.
Tres días después el viejo me llevó finalmente de vuelta a la ciudad, quedé en volverlo a visitar en algún momento. Si después me volví a ver, y a salir con Francisco, y con sus amigos, a quienes les di las gracias por haberme dejado tirada en medio del bosque, desnuda, y bien borracha.
Ninguno de los tres sabe, el favor que me hicieron con eso….
EL ESPOSO DE LETICIA ESTABA FUERA DE LA CIUDAD LO QUE APROVECHAMOS PARA FORNICARLA TODA AQUELLA NOCHE, LE DIMOS POR ELCULO BAÑANDOLE EL ROSTRO DE ESPERMA.
Relato erótico enviado por Anonymous el 28 de October de 2008 a las 00:14:11 - Relato porno leído 98141 veces
UN GRUPO DE ALUMNOS SE FOLLAN A MI MUJER HASTA QUE QUEDA EXHAUSTA DE CANSANCIO Y PLACER
Relato erótico enviado por Anonymous el 30 de January de 2009 a las 23:17:53 - Relato porno leído 72188 veces
Si te ha gustado Invitada a una fiesta de cuatro, o vamos a ver quién de los tres es el mejor que vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Invitada a una fiesta de cuatro, o vamos a ver quién de los tres es el mejor que.
narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
Este relato no tiene comentarios
Registrate
y se el primero en realizar un comentario sobre el relato Invitada a una fiesta de cuatro, o vamos a ver quién de los tres es el mejor que.
Vota el relato el relato "Invitada a una fiesta de cuatro, o vamos a ver quién de los tres es el mejor que" o agrégalo a tus favoritos