Ha llegado a su departamento no sé si una amiga o pariente, da lo mismo, lo importante es que está igual de rica que ella e incluso parece ser hasta un poco más joven, inmediatamente hecho a volar mi imaginación y fantaseo que es la amiguita lesbiana que viene a...
Relato
Se perfectamente cuando ella baja las escaleras del edificio, el sonido de sus tacones es inconfundible y excitante por lo demás. Inmediatamente como un adolescente al asecho corro hasta mi ventana y detrás de la cortina la espío, efectivamente es ella mi vecina, una diosa de mujer, rica como ninguna, una putaza pero con anillo, sí, por desgracia está casada, y eso pareciera ser un plus para que todos los hombres del edificio la miremos como el fruto prohibido y en consecuencia con un deseo morboso de tentarla a ser infiel o bien de violarla si se opone a tener sexo. Ella se sabe sensual, le encanta contornearse moviendo sus cadenas en un vaivén perfecto, siempre de pollera corta luciendo un culito hecho a mano y por supuesto mostrando sus piernas largas bien formadas y evidentemente suaves. Que decir de su escote que contiene unas tetazas maravillosas, bien paradas y cuando hace más calor se marcan sus pezones evidenciando que no lleva puesto brasier y así y todo esas tetazas se mantienen ahí en su lugar, vulominosamente erectas. Mientras la observo cruzar la calle me masturbo sin pudor tras la cortina. Que no daría porque un día llegara a mi puerta y me digiera que sabe que la espío y que si no hago lo que ella quiere me acusará con su marido. Pero, solo hemos tenido un par de saludos como vecinos cuando coincidimos a la entrada del edificio. Hasta su voz me provoca fantasías, a veces cuando suena el citófono de mi departamento me imagino que puede ser ella para decirme: - “vecino estoy caliente puede venir a follarme por favor” – ya la pierdo de vista pero continúo pajeándome hasta correrme y soltar todo el escupo contra la cortina, total no será la primera ni última vez que tengo que retirarla para echarla a la lavadora.
Todo indica que el imbécil de su marido no está, seguro anda de viaje por trabajo, yo en su lugar jamás dejaría sola a ese monumento de mujer, la llevaría conmigo para follármela en el avión, en el barco, en fin, en el medio de transporte que sea.
Ha llegado a su departamento no sé si una amiga o pariente, da lo mismo, lo importante es que está igual de rica que ella e incluso parece ser hasta un poco más joven, inmediatamente hecho a volar mi imaginación y fantaseo que es la amiguita lesbiana que viene a frotarse y chuparse la conchita con ella mientras el marido se ausenta, no es necesario aclarar que nuevamente me estoy mandando tremenda paja de solo pensarlo.
No podía creerlo cuando un día suena el timbre de mi departamento, y al abrir la puerta estaba ella con su carita de ángel caliente plantada frente a mí, al verla solo atino a decirle ¡Hola! y tartamudeando más encima, ella sonríe y me dice – “Hola vecino, supe que usted arregla televisores ¿es cierto?” – y yo le respondo “clacla…claro” seguía tartamudeando y no es propio en mí, es que estaba tan impactado de tenerla ahí de frente que las palabras no las podía hilar, entonces me dice: - “Ayque bueno saberlo, ¿es posible que suba a mi departamento para reparármelo? ” – juraría que le entendí “re-poner-melo”. Yo ya estaba delirando, al borde del colapso emocional, no lo podía creer, era inaudito lo que me estaba sucediendo, al tiempo que sentía como mi verga comenzaba a presionar bajo mi pantalón, tenía que reaccionar rápido ésta oportunidad no se volvería a repetir, trate de no hacer notar tanto mis nervios ni mi excitación y le respondí que inmediatamente subía pero primero tenía que ir por mis herramientas de trabajo, y ella entre coqueta y agradecida me dice: - “pues lo espero arriba” – ok le respondo “en un minuto la alcanzo vecina” – a lo cual me responde: “dígame Mayra, así me llamo” – Claro, Mmamay-ra (maldito tartamudeo).
Toco el timbre de su departamento y a los dos segundos ya estoy dentro, ella con una mirada inocentona me dice que su televisor ha dejado de funcionar y no sabe a qué se puede deber, me invita a revisarlo, y como yo sé de televisores me siento más en mi terreno, estoy algo más seguro dejando de lado todo el nerviosismo que me envolvía hacía un rato atrás, mientras comienzo a revisar ella me ofrece una cerveza y va a la cocina a buscarla. Rápidamente encuentro el desperfecto y cuando ella está de vuelta le explico a que se debía la falla y al voltearme noto inmediatamente que se había desabrochado un par de botones de su blusa, siento el impulso de tocarle las tetas, pero me controlo mientras ella con una expresión de felicidad me celebra mi profesionalismo, al tiempo que me invita a tomar asiento en el sillón contiguo al televisor. Yo con cerveza en mano le obedezco y maliciosamente la invito a probar el TV recién reparado. Ella se acerca y cuando está justo frente a mí se agacha para encenderlo, y ahí yo casi voto la cerveza de la impresión al ver que no llevaba calzón, así es, literalmente me estaba mostrando por completo su conchita y su culito exquisito en 3D, de haber detenido el tiempo en ese preciso momento lo más probable es que se me estuvieran saliendo los ojos y babeando con semejante ofrecimiento.
Ella ya se había jugado las cartas, ahora era mi turno, así que mi mano reacciona y le da un agarrón. Ella suelta un leve grito de placer y se voltea mirándome con picardía y calentura a la vez, se abalanza al sillón y me besa apasionadamente al tiempo que comienza a desabrochar mi camisa, me frota el torso con su mano y comenta que le excitan los hombres de pelo en pecho, yo por mi parte le desgarro los botones de su blusa dejando al descubierto el par de tetas más maravillosas que he visto en mi vida, las agarro con fuerza y comienzo a chupar esos pezones rosaditos y durísimos, con un deleite que no recuerdo haber sentido en otras ocasiones. La muy puta gime de placer, mientras mi lengua vuelta loca lame ese par de tetas por toda la superficie y también mordisqueando deliciosamente sus pezones, estar ahí es como estar en el Cielo, y no exagero.
Siento como el miembro me palpita prisionero del pantalón, la tengo dura, desesperada por salir, siento que me va a explotar el cierre si la sigo conteniendo un minuto más, pero ella ya se había fijado en aquello y mirándome el bulto con una expresión vulgar se saborea y exclama: - “ummm, veamos que se esconde aquí” – baja ambas manos hacia la zona de la impudicia y me desabrocha el pantalón, mi miembro salta como un resorte experimentando un tremendo alivio, está totalmente parado, y a partir de este momento en libertad. Ella le da una mirada de aprobación humedeciendo sus labios con la lengua y dice: - “Ay papi que rico ese vergón” – lo toma con la mano, se agacha y se lo lleva a la boca batiendo la lengua de forma exquisita, lo chupa con benevolencia, es toda una guarra mamando. Aprovecho su postura e introduzco dos dedos por su concha, siento el fluir de sus jugos, pero al mismo tiempo siento unos gemidos que provienen de otro lugar del departamento, alzo la mirada, y en eso veo en el umbral de la puerta de la cocina a su amiga completamente desnuda, tocándose el chorito y con cámara grabadora en mano; me sorprendo y le digo a Mayra – “mira quien está ahí” – ella detiene la mamada y con mirada perversa me dice que es su hermana menor y que ha estado todo el tiempo espiándonos mientras nos graba. Al escuchar eso me re-caliento y le sugiero a Mayra que la invitemos a participar y así hacer un trío. Me agarra la verga con su mano y la apunta en dirección a su hermana, diciéndole: - “acérquese hermanita, venga a probar el pichulón del vecino que está exquisito” – sonríe y retoma la mamada que había interrumpido. La otra chica se toma su tiempo acercándose a paso lento y dejando la grabadora encendida a corta distancia del sillón, se une a follar con nosotros, primero lengüeteándome los huevos para luego comenzar a ascender hasta encontrase con la lengua de su hermana que saboreaba la cabeza de mi miembro, ambas se deleitan lamiendo y chupando mi herramienta, hasta que Mayra se desprende y va por mi boca, me da un beso caliente mientras tanto se saca por completo la pollera y me ofrece su conchita para que le practique sexo oral. Mi lengua ya estaba totalmente dispuesta para adentrarse a probar esa carne tan suave, tibia y blanda de la cual brotan los jugos del placer, pero antes de llevar a cabo mi cometido, la hermanita que continuaba abajo mamando se dirige a ambos exclamando: -“Si a ella se la chupas, pues a mi me la metes vecino” – creo nunca había sido tan obediente en la vida, así que de un santiamén me dispuse totalmente estirado en el sillón, mientras Mayra escalaba mi cuerpo frotando su conchita hasta llegar a mi boca, y por otra parte la hermanita se montaba en mi verga haciendo movimientos circulares que le permitieran calzar sin dificultad. Al tiempo que una cabalgaba mi verga, la otra sobajeaba el chorito en mi boca, ambas gemían como gatas en celo y además estaban totalmente húmedas, mi lengua succionaba los jugos que emanaban del chorito de Mayra y mi pene era bañado por los fluidos de la vagina de la menor de las hermanas.
Estuvimos así por mucho rato cada quien disfrutando de lo que le tocaba, pero sin dudas quien gozaba el doble era yo. Ni en mis sueños me había imaginado poder estar con dos hembras de ese calibre, y para más morbo siendo hermanas. Me las follé hasta más no poder, y llegado el momento de lanzar el chorro de leche fuera, me puse de pie y las dispuse a ambas de rodillas frente a mi verga, me masturbe dirigiendo la punta hacia sus caras, hasta que rápidamente tras un grujido escupo dos tremendos chorros de leche repartidos en el rostro de ambas, exclamo: - “tráguensela putas” – y al parecer ellas enloquecidas de calentura e igual de obedientes que yo, habrían sus bocas al máximo para que toda la leche entrara y así no desperdiciarla. Al abrir los ojos hacen un gesto de hermandad donde una pasa sus dedos por la cara de la otra y viceversa para luego ofrecerme mutuamente la leche que había caído fuera de sus bocas. Me agarran la verga todavía erecta por el medio y comienzan a lamer los últimos vestigios de leche que quedaban a la vista.
Nunca olvidaré ese día, porque fue el inicio de una suerte de esclavitud sexual y voluntaria que hasta hoy subsiste, ya que mi vecina no pierde oportunidad para amenazarme con mostrar el video a su esposo, si no la satisfago a ella y su hermanita.
Comencé a notar placer, pues su polla restregándose contra mi clítoris me hizo sentir algún que otro espasmo. Mire otra vez a mi marido. El se la estaba meneando mientras veía como me follaba Ramón. Aquello parecía gustarle. Seguro. Ramón tiene un buen cipote y sabía usarlo como debe ser. Yo levantaba mi culo para que penetrara más a fondo......mientras miraba a mi marido.
Relato erótico enviado por coronelwinston el 16 de March de 2009 a las 17:00:00 - Relato porno leído 131394 veces
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Por eso dedica 30 segundos a valorar La Amenaza de mi Vecina y su Hermana.
PuntoH
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
PuntoH
(4 de October de 2014 a las 19:08) dice:
placerdisculpable.blogspot.com katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:57) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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