Susana y su amiga ya no aguantan la calentura y van a divertirse a un lugar abandonado de la biblioteca, pero cuando el chico de la biblioteca las descubre, el duo se convierte en trio
Otro de los relatos que encontre del gran escritor Tillman!!
Relato
Como siempre Susana conversa en clases, en general los profesores ya no le llaman la atención, saben que es un caso perdido así que para que complicarse, prefieren soportarla que estarse haciendo más problemas. En el fondo de la sala ella conversa con Francisca.
Los días martes son una verdadera lata para todos en el curso, matemáticas, castellano e historia y geografía, todo en un mismo día y por si no fuera suficiente con los profesores más latosos y aburridos de todos. Ambas están hastiadas, cansadas, solo quieren irse y, si todo lo anterior no fuera suficiente, anoche salieron de fiesta y la resaca que ambas traen es capaz de partirle la cabeza a cualquiera, ahora se lamentan de haber salido, las aspirinas se les hacen pocas y el reloj parece que no avanza nunca.
“Oye, ¿y si nos escapamos de clases?” propone Francisca
“estas loca, se enteran mis padres estoy frita, siquiera con el lió de las notas aun me tienen bajo amenaza”, responde Susana.
Francisca es el otro bombón del curso junto a Susana. Ambas tienen la misma edad pero Francisca es una rubia de grandes ojos azules, frondosa cabellera y un rostro de ángel que la hacen irresistible. Su cuerpo es igual de impresionante que el de Susana, bellísimas piernas, un culo bien parado y pechos firmes aunque no tan grandes como los de su amiga, sin embargo mientras que Susana es un poco más amable con sus compañeros y los saluda si ellos le hablan Francisca es muy engreída y eso molesta a muchos en el curso. Ella viene de una familia acomodada, una de mucho dinero. Siempre luce ropa de marca muy fina y costosa, peinado y uñas perfectas ya que va al estilista al menos tres veces por semana, en ocasiones invita a Susana y la morena se queda con la boca abierta por la cantidad de dinero que Francisca gasta en ropa, joyas y toda clases cosas que se compra solo por antojo. Sin embargo a pesar de verse muy guapa Francisca no es tan popular como Susana entre sus compañeros y esto la pone celosa en ocasiones. En el recreo ellas comentan de la salida de anoche y lo bien que lo pasaron, lamentándose en todo caso que los chicos que las acompañaron se habían emborrachado demasiado como para haberse divertido con ellos.
“Te dije que fueras a mi casa, ahí nos podíamos haber divertido entre nosotras” le dice Francisca
“lo sé, lo sé, pero si no llegaba a mi casa anoche mis viejos me colgaban, no tenia otra elección” responde Susana como lamentándose.
“¿Oye, vamos al baño a divertirnos un rato?”, Susana la observa como considerando la idea
“no lo sé, aquí siempre anda mucha gente y no faltan las habladoras” contesta dubitativa
“¡anda la mujer aburrida!” le dice Francisca decepcionada, suena el timbre del fin del recreo y vuelven a la sala.
La clase de castellano era suficiente para enfermar a cualquiera, las caras de todos en la sala lo indican. Susana trata de poner un poco de atención pero de pronto algo la hace sobresaltarse, una mano suavemente se posa en sus piernas y comienza a subirle lentamente la falda y deslizarse entre sus muslos, Susana mira algo alarmada a Francisca que tiene una sonrisa cómplice en su rostro, la morena le da una palmada en las manos, “quédate quieta y deja de fastidiar” le dice en voz baja, pero Francisca no tiene intención de quedarse tranquila.
Al cabo de un rato Susana vuelve a sentir otra mano, esta acariciando su culo, al principio no dice nada, pero después le da otro fuerte palmazo en la mano a Francisca, “quédate quieta de una vez” le dice Susana. No pasan ni 5 minutos y Francisca nuevamente vuelve al ataque, ahora con más ganas que antes. Sigilosamente mete su mano bajo la falda de Susana y le acaricia suavemente los muslos casi hasta llegar a su entrepierna.
“me muero de ganas por cogerte” le susurra Francisca al oído “te lo haría aquí mismo frente a todos” le dice después.
Susana hace un esfuerzo por mantener la compostura, pero se le hace difícil. Francisca se percata que Susana se esta excitando y que se esfuerza por no demostrarlo, hasta ahora nadie se ha dado cuenta de lo que ocurre. Cuando Francisca roza con la punta de sus dedos el pubis de Susana la morena se sobresalta, “te metería mi lengua hasta el fondo de tu coño, me tienes muy caliente, eres tan rica Susanita, me gustaría ser hombre por una vez para poder cogerte con una verga y hacerte gritar de placer”, esta vez Francisca va demasiado lejos y trata de aparatarle el calzón a Susana, ahora la morena pierde la paciencia, le da un fuerte codazo en el estomago dejando a Francisca lamentándose del dolor “¡deja de joder de una buena vez!” le dice en voz alta la morena, de pronto todos la quedan observando preguntándose que están haciendo, Susana pasa una gran vergüenza. “¿Algún problema señorita?” pregunta el profesor, “eh, no ninguno” contesta la morena sonriendo tratado de salir al paso mientras Francisca se ríe a carcajadas. El profesor cansado de ambas las manda a la biblioteca a que traigan unos libros para el resto del curso.
“No tenias que pegarme tan fuerte” se queja Francisca
“tú te lo buscaste que querías que hiciera”. Al dar la vuelta al edificio Francisca abraza a Susana y esta no se resiste
“aun esta pendiente lo de anoche” le dice la ardiente rubia
“lo sé, a lo mejor hoy puedo ir a tu casa y lo pasamos bien” le responde Susana acariciándole el rostro.
“estoy tan caliente contigo que no creo que alcancemos a llegar” dice Francisca. Ambas se dan un apasionado beso ahí mismo a riesgo que alguien las vea
“bueno si están tan ardiente, vamos a la ratonera después de clases” propone la morena y Francisca le asiente con la cabeza.
Al llegar a la biblioteca le entregan la nota del profesor a un muchacho joven que atiende ahí hace unos días solamente, este de forma bastante poco disimulada observa el escote que se formo en la blusa de Susana al abrírsele un par de botones, ellas se dan cuenta y Susana, con su típica soltura, saca provecho de la situación, “¿te gusta lo que ves?” le pregunta ella haciendo que él se sonroje muchísimo y haciéndolo sentirse muy incomodo además, rápidamente él recoge la nota del profesor y va por los libros. Francisca también hace lo mismo y cuando él vuelve a entregarles los libros ambas lucen prominentes escotes, “gracias eres tan tierno” le dice Francisca con sarcasmo a verlo tan incomodo en esa situación, sin duda no es un tipo muy listo y por lo visto nunca ha tratado mucho con mujeres. Ambas se despiden de él en medio de besos y cumplidos que solo lo avergüenzan más ante los estudiantes presentes en la biblioteca en aquel momento, ellas se ríen de él mientras van a la sala. “Es más tonto, pobre me llego a dar pena” dice Francisca, “es enfermo de tímido, apostaría que seria capaz de follarse a una chica ni siquiera si esta se le ofrece” agrega Susana en medio de la risa que le provoca el recordar la cara que puso cuando las vio con sus blusas casi totalmente desabrochadas.
Al salir de clases Francisca se compra una bebida, esta sedienta y la resaca aun le provoca dolor de cabeza en el baño esperan unos minutos a que se vayan casi todos y después van a la estrecha sala que llaman la ratonera. Al llegar la encuentran llena de archivos y papeles por todos lados, “vaya, parece que le están dando uso a este basurero” comenta Susana, “mejor vamos a otro sitio” agrega la morena, sin embargo Francisca no quiere esperar más. Por detrás la abraza tomándole los pechos y dándole unos pequeños besos en el cuello, sus manos se mueven muy activas por el cuerpo de Susana, abriéndole la blusa y buscando sentir la suave piel de la morena. “No, no puedo esperar, hagámoslo aquí mismo” le dice Francisca que esta muy caliente. Con rapidez le sube la falda y hunde su mano entre las piernas de Susana frotándole el coño, la morena separa sus piernas y sus gemidos no se hacen esperar. Las caricias de Francisca son más intensas al igual que los besos que se dan, a Francisca siempre le han gustado los pechos de Susana por su generoso tamaño y forma.
Susana se mueve intensamente al sentir la mano de Francisca entre sus piernas, la rubia carga sus dedos contra el coño de su amiga sintiendo su sexo bien mojado y ardiente, “¿te gusta que te haga así verdad?” le dice Francisca, “si, me gusta mucho, no pares por favor” le contesta Susana sumamente excitada. Susana se da media vuelta y comienza a quitarle la ropa a Francisca hasta dejarle los pechos al descubierto. La morena frota sus pezones contra los de Francisca, “me gustan tus pechos” le dice ella que de inmediato se los empieza a lamer y chupar. Susana se sienta sobre una mesa, Francisca sigue lamiéndole los pechos, con su lengua juega con los pezones de Susana los cuales mordisquea suavemente para hacer gemir más a la morena. “Vamos recuéstate y separa bien tus piernas” le dice la rubia. Francisca le besa los muslos a Susana, pasa la punta de su lengua por los mismos hasta llegar al diminuto calzón rojo que usa su amiga. Sin quitárselo le devora ansiosamente el coño, atrapándolo con su boca. Susana apoya sus piernas en los hombros de Francisca, la rubia estira sus manos y le atrapa los pechos haciendo que Susana se retuerza de placer sobre la mesa, a la morena siempre le ha gustado la forma en que Francisca le devora el coño cada vez que lo hacen.
Francisca decide usar sus dedos, primero uno, luego dos, después tres y al final casi la mano completa la usa para coger a la morena, Susana mueve salvajemente sus caderas a medida que Francisca la va follando, “¡ah, ahhhh, vamos no te detengas!” le dice Susana totalmente excitada. Francisca le da un momento de pausa a Susana para que la morena recupere al aliento, se dan unos besos en los cuales cruzan sus lenguas, “ven acá, ahora me toca a mí divertirme contigo” le dice Susana a su amiga.
Francisca se apoya de estomago sobre la mesa dejando su culo al descubierto, la morena le da una gran lamida partiendo desde su coño hasta deslizar su lengua entre las nalgas de Francisca que suelta profundo gemido. Susana decide follarla con su lengua, usando hábilmente sus dedos separa los labios de la vagina de Francisca, que ansiosamente espera sentir la lengua de Susana entrando y saliendo de el. Un suspiro que se escapa de los labios de la bella y ardiente rubia indica cuando Susana comienza a darle lo que tanto le gusta. La morena inicia un intenso movimiento de mete y saca con su lengua, Francisca la siente moverse dentro de su cuerpo, mueve desenfrenadamente sus caderas a medida que Susana la sigue follando, la morena también le abre las nalgas y usa sus dedos para estimularla con mayor intensidad. Susana la folla por ambos agujeros, “¡eres una puta calentona, te gusta que te cojan por el culo verdad, vamos reconócelo!”, “¡si lo soy pero no te detengas, sigue con más fuerza vamos!” le contesta Francisca mientras Susana le da con todo por su sexo y su estrecho culo. Ambas están más ardientes que nuca.
Con algo de rudeza Francisca le devuelve el favor a Susana poniendo sobre la mesa con el culo al aire, “ahora te daré algo especial”. De pronto Susana siente algo muy frió deslizándose en su sexo, algo muy helado sobre su clítoris. Ella voltea la cabeza y ve a Francisca con una botella entre sus manos, la lame y la pasa entre sus pechos, “¡prepárate!” le dice la rubia con una coqueta sonrisa, Susana la mira a los ojos y le responde con otra. Susana se abre su coño con sus manos, Francisca lubrica la botella con su saliva y comienza a metérsela a Susana que se estremece al sentir el frió vidrio perdiéndose dentro de ella. Francisca se la va metiendo lentamente, sin prisa, pero al ver lo excita que esta Susana y como lo esta gozando se lo hace con más fuerza. Los gemidos de Susana llenan el lugar mientras Francisca hace que la botella entra y salga del coño de su amiga, ella coge con ambas y la retuerce para todos lados mientras se la mete furiosamente a Susana que esta totalmente extasiada, Francisca apoya la parte posterior de la botella contra su cuerpo y comienza a moverse como si la estuviera penetrando, la rubia disfruta follarse a su amiga de esa forma. La morena lo goza una barbaridad gimiendo como loca y Francisca le da más duro todavía. Cuando ambas están en lo mejor la puerta se abre de improviso.
Parado en la puerta y totalmente anonadado por el espectáculo que se presenta ante sus ojos está Marcelo, el chico de la biblioteca. Ambas casi desnudas y Francisca metiéndole una botella a Susana, Marcelo esta tan descolocado que no le sale palabra alguna. Ellas reaccionan ante su presencia. Susana coge la botella y le da una lamida junto a Francisca, después la dejan de lado. “Ven aquí o te vas a quedar parado en la puerta todo el rato”, Francisca lo hace entrar y lo pone contra la pared, Susana cierra la puerta. Ven que él carga varios papeles y carpetas que explican por que la sala la usan ahora como bodega. “Que vamos a hacer contigo ahora, sabes que no es correcto espiar a las chicas cuando follan” le dice Susana mientras le soba un duro bulto que se comienza a asomar bajo su pantalón, él esta sudando de nervios, “y peor aun es interrumpirlas” agrega Francisca que también se une al masaje. “Sabes, ya me canse de follar con la botella, ahora me gustaría sentir una verga de carne bien dura y palpitante metida en mi coño, recorriéndome por dentro, entrando y saliendo de mi coño” dice la voluptuosa morena mientras le baja el cierre del pantalón y con su mano comienza a darle un intenso masaje al miembro de Marcelo que se pone cada vez más duro.
Ellas al ver que el pobre muchacho no reacciona y no hace nada deciden pasar ellas a la acción, los carnosos labios de Susana son los primeros en cubrir su polla, ella le hace una intensa mamada para luego dejar a Francisca seguir adelante, la rubia también desea saborear una buena verga. Marcelo se mantiene tenso en todo momento, pero ellas están dispuestas a hacer que se relaje y disfrute del momento. Ellas lo guían hasta la mesa donde estaban cogiendo. Ahí continúan haciéndole una mamada hasta que la verga de él se ha puesto completamente dura, tras intercambiar unas palabras Francisca decide ser la primera en montársele encima.
Susana toma la verga de Marcelo y la dirige hacia el coño de Francisca, la rubia esta tan excitada que se deja caer de golpe sobre ella metiéndosela toda de una vez, “¡vamos, no seas tan tímido, follame bien duro!” le exige la rubia. Marcelo comienza a tomar confianza y empieza a hacer sentir su verga en el coño de Francisca. Susana se besa apasionadamente con la rubia y le acaricia los pechos mientras estos se agitan ante las acometidas de Marcelo. Susana se le monta encima poniéndole su sexo en la cara al muchacho que ya ha decido gozar de ambas chicas y rápidamente se lo empieza a lamer. Susana y Francisca se besan mientras están montadas sobre él, ambas aprovechan de disfrutar de una buena verga para ellas dos ya que anoche se quedaron con las ganas.
Francisca cambia lugares con Susana que ahora se ocupa de satisfacer la verga de Marcelo. Él la toma de las caderas y la morena se monta sobre él dándole la espalda. Rápidamente la voluptuosa morena le cabalga encima, haciendo que sus pechos se agiten vigorosamente ante cada embestida que recibe. Francisca le frota el clítoris con sus dedos y se ocupa de lamerle los pechos en medio de los gemidos de Susana. Durante un buen rato ellas se lo montaron con todo junto al afortunado de Marcelo que jamás había pensado en la posibilidad de follarse a unas chicas tan guapas y calentonas. Susana esta de espaldas sobre la mesa con sus piernas apoyadas sobre los hombros de Marcelo. Este se la coge con todo y Francisca se pone en cuatro sobre la mesa. Susana le devora el coño, y después toma la botella y le devuelve el favor a la rubia, metiéndosela con fuerza igual como Francisca se lo había hecho antes.
Marcelo acaba de improviso dentro de Susana, Francisca se da cuenta y atrapa la verga de él entre sus pechos, frotándoselos intensamente hasta que lo hace correrse de nuevo. Follaron de forma tan salvaje que se les pasa la hora al percatarse Susana se asusta, se le ha hecho tarde y debe irse a su casa de inmediato. Marcelo les dice que venia a dejar unos papeles en ese lugar antes de irse, y claramente no esperaba encontrarlo “ocupado”, así que se ofrece a llevarlas a ambas. Como Susana vive más cerca del colegio que Francisca, Marcelo la pasa a dejar primero.
“pórtense bien y no hagan tonteras” les dice ella, “y tu, cuidado con hacerlo chocar” le dice después a Francisca en tono de broma
“no seas ridícula, yo no haría algo así” le responde Francisca.
Al día siguiente Francisca no fue a clases y Marcelo tampoco fue al colegio, preocupada va a ver a su amiga al salir. Al encontrarla acostada en su cama con varios moretones y un brazo enyesado, Susana se queda impactada.
“¿¡y a ti que rayos te ocurrió, fuiste a la guerra acaso?!” le pregunta Susana sorprendida por verla así, Francisca baja la cabeza avergonzada y con una débil voz le responde
“no, lo que pasa es que anoche cuando Marcelo me traía se la empecé a mamar mientras manejaba y él se desconcentro, se paso un semáforo en rojo y chocamos”
Al escucharla Susana se muerde la lengua para no reírse a carcajadas de la desgracia de su amiga.
Comencé a notar placer, pues su polla restregándose contra mi clítoris me hizo sentir algún que otro espasmo. Mire otra vez a mi marido. El se la estaba meneando mientras veía como me follaba Ramón. Aquello parecía gustarle. Seguro. Ramón tiene un buen cipote y sabía usarlo como debe ser. Yo levantaba mi culo para que penetrara más a fondo......mientras miraba a mi marido.
Relato erótico enviado por coronelwinston el 16 de March de 2009 a las 17:00:00 - Relato porno leído 131286 veces
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phantom_n
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:51) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:17) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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