Una nueva vecina y sus hermanos llegan a vivir frente a Susana, cuando el hermano de la morena busque a la nueva vecina, ¿como reaccionara Susana?
Otro de los relatos que encontre del gran escritor Tillman
Relato
Susana, Ángela y Andrés vienen de regreso del centro comercial. Ellas ya están haciendo planes para pasar una entretenida velada con él tras su regreso del viaje de estudio que hizo con su colegio. “Te echamos mucho de menos estos días” le dice Susana que abraza a su hermano, “¿A mí o mi verga?” le pregunta él, “En realidad a los dos” le contesta Ángela, Andrés solo mueve la cabeza.
Ya están cerca de la casa cuando avistan un camión de mudanzas por el otro lado de la calle. “Al parecer llegaron nuevos vecinos” comenta Susana, “Esa casa llevaba bastante tiempo desocupada, pero desde antes que saliera de viaje ya estaban trabajando en ella” agrega Andrés. Los tres se detiene un momento a observar de quien se trata. “Vaya pero que tenemos aquí, nuevos vecinos y por lo visto están bastante guapos” dice Ángela y Susana rápidamente la secunda. Ayudando a bajar las cosas se ve a un par de tipos de unos 25 años más o menos y bien parecidos. Ellas de inmediato empiezan a hacer comentarios y a ver la posibilidad de ir a conocerlos más tarde, pero al final deciden seguir rumbo a casa, “Vamonos mejor, o ¿Acaso te gustaron los vecinos?” le dice Susana en broma a su hermano al verlo que se queda atrás, “Mas bien parece que la nueva vecina le llama la atención” dice Ángela y Susana de inmediato se da media vuelta.
Efectivamente ahí se ve a una muchacha, pero no es una chica cualquiera y eso pronto es advertido por Susana, “¿Y esta, de donde salió?” comenta ella al ver a esa chica de piel negra que conversa en ese momento con la madre de Andrés y Susana, que esta conociendo a los nuevos vecinos. Para sorpresa de Susana, Andrés cruza la calle decidido a conocer a su nueva vecina, mientras Ángela y Susana se quedan paradas, “¿Y a este que le dio?, ¿De cuando aca se ha vuelto tan sociable?” dice Susana sorprendida aun por la reacción de Andrés, “¿Será el amor?” le dice Ángela, Susana se voltea y la mira con cara de pocos amigos.
Andrés normalmente es bastante tímido con las mujeres y Susana no le recuerda ninguna novia, de hecho él apenas le habla a otra chica, pero ahora va, se presenta con toda confianza, al poco rato ya esta habando con esta muchacha y ella se muestra muy amable con él. “Por lo visto Andrés ha aprendido bastante con nosotras, míralo, es todo un Casanova, al parecer pronto vas a tener cuñada” le dice Ángela mientras Susana sigue bastante seria, “¡Cierra el pico quieres!” es la seca respuesta de la morena, “¡Oh vamos, no me digas que estas celosa!” insiste Ángela pero a Susana no le ha gustado nada el ver a su hermano hablando o más bien coqueteando con otra chica.
Al cabo de un rato Andrés se despide de sus vecinos y de “la negra”, como le dice Susana de forma despectiva, con un cariñoso beso que pone verde de celos a Susana. Andrés pasa al lado de ambas con una sonrisa de oreja a oreja ignorando por completo los reproches de Susana. “Ven acá y cuenta todo, ¿Cómo se llama tu nueva novia?” le dice Ángela obviamente fastidiando a Susana que esta más seria que nunca. “Primero que nada no es mi novia, aun, y segundo se llama Layla” responde él aun bastante sonriente, “Layla, que bonito nombre, pero hay algo que no entiendo, si ella es negra como sus hermanos son blancos”, “Es que ella es adoptada”, “Ah, ya veo, ¿Y tu Susanita? ¿Qué opinas?”. La cara de Susana lo dice todo, esta más seria que nunca, aunque no lo admita los celos se la comen viva por dentro, “No te quiero cerca de esa negra” fue lo único que atina a decir, “¿Y acaso tú me vas a prohibir que la vea?” le pregunta Andrés a su hermana mayor, “¡Sí, yo te lo prohibo!”, en ese momento se pone de pie, “¡Y si crees que lo íbamos a pasar bien esta noche pues estas loco!” agrega después, “Que va, si ahora Andrés tal vez quiere incluir a Layla para que participe en nuestra pequeña fiesta” le dice Ángela que lo único que consigue es fastidiar aun más a Susana que sube hecha una furia a su habitación.
“Será mejor que te prepares, Susana no te va a dejar en paz” le advierte Ángela a su primo, “Ya me di cuenta, pero me importa un cuerno, además se da la casualidad que Layla va a ser compañera de curso, aunque no es necesario que Susana se entere de esto, por ahora”, Andrés se va también a su habitación, “Esto se va a poner bueno” dice Ángela.
Los días siguientes Susana actúa de una forma totalmente fría con su hermano, pero Andrés no se inmuta en lo más mínimo, de hecho ni siquiera le importa la hostilidad de su hermana hacia Layla con quien se ve todos los días y de hecho se vienen juntos del colegio. Cuando Susana se enteró se molesto aun más, “Deja de actuar como cabra chica, Andrés ya es grande y si quiere coqutear con Layla es cosa de él” le dice Ángela, pero Susana no entiende de razones cuando se le mete algo en la cabeza.
Una tarde Andrés llega del colegio más tarde de lo habitual, pero sonriente como nunca, “¿Y bien?, ¿Cómo va el romance Romeo?” le pregunta su prima ansiosa por saber hasta el ultimo detalle, “Decidimos pasar al centro comercial después de clases a tomarnos un helado” responde él, “Que bien, o sea la cosa va viento en popa” le dice Ángela con satisfacción. “Espero que lo estés pasando bien” le dice Susana en un tono bien serio, “Pues parece que así es, no me había dado cuenta pero tienes una gran marca de lápiz labial en tu boca”, al ver esto Susana se aleja, “Que inmadura se pone a veces” comenta Andrés.
Un día Sábado los tres están en la casa, Ángela va a salir con Susana, van a ir a buscar a Julia y Natalia para ir al centro. Andrés viene saliendo de la ducha y se arregla como nunca lo hace, “Tenemos cita al parecer” le dice su prima, Andrés solo le responde con la cabeza. Susana esta en el living cuando se oye el timbre de la puerta y Susana va a abrir, para su total sorpresa se encuentra cara a cara con Layla. “Hola, tú debes ser Susana, me llamo Layla y vengo a buscar a Andrés”, Susana se controla y la hace pasar, la saluda de forma fría pero decide no hacer ningún comentario más, el otro día soltó un par de dichos bastante groseros contra Layla y Andrés le levanto la voz como nunca lo había hecho, así que por ahora la morena prefiere cerrar la boca.
Ángela aparece en ese instante y la saluda de forma más efusiva y la invita a sentarse en el living. “Andrés se esta vistiendo, si quieres verlo desnudo pues ve a su habitación” le dice la pelirroja en broma, “No gracias, prefiero esperarlo aquí”. Susana le da una fría mirada a Layla mientras ella conversa con Ángela, a pesar de todo Susana admite, al menos para si misma, que Layla es bastante guapa por lo demás. Su piel oscura, sus grandes ojos negros que lleva ocultos tras unos lentes, su cabello negro largo casi hasta la cintura tomado en un simple moño, las suaves facciones de su rostro y su buen cuerpo le dan un aire muy exótico y sensual.
Layla viste una polera con tirantes de color celeste, Susana se percata que Layla posee un busto de tamaño comparable al suyo por lo que la morena cruza sus brazos para realzar su propio busto frente al de su “cuñada”, como le dice Ángela. La minifalda blanca de Layla contrasta con el color de su piel, posee unas impresionantes piernas y al ponerse de pie para saludar a Andrés se le ve un gran culo. Aunque Susana no lo dice en voz alta debe admitir que su hermano posee un buen gusto después de todo. Layla y Andrés se saludan con un beso en la boca y tras despedirse de ellas se van juntos tomados de la mano, “¡Ahhh, el amor, que lindo ¿no?!”, le dice Ángela a su prima que esta más seria que nunca.
Susana y Ángela volvieron a la casa a eso de las 10 de la noche y Andrés aun no ha llegado. “Debe estar pasándolo muy bien” le dice Ángela solo por molestar a su prima. Al cabo de una hora Andrés aun no llega, sus padres no se muestran preocupados y Ángela, que esta cansada, se va a dormir. Susana se queda esperando un rato, a ella aun le cuesta aceptar que Andrés tenga novia, en realidad los celos de Susana son más que nada causa de su propia inseguridad y del afecto que tiene por Andrés y esto sumado a su terquedad y obstinación la han hecho volverse bastante desagradable el último tiempo.
Tras esperar un instante Susana decide ir a espiar a la casa de Layla a ver si esta ahí. Aprovechando la oscuridad de la noche Susana sale de su casa en silencio y rápidamente cruza la calle sin que nadie la vea. Susana se acerca a la casa de Layla, no ve ningún auto cerca por lo que estima que si están ahí, están solos. Ella le da un vistazo a la casa desde todos los ángulos, al principio no ve ninguna luz que indique que hay alguien hasta que finalmente ve una en una ventana que da hacia el patio de la casa. Tras asegurarse que no hay ningún perro Susana salta el cerco y entra al patio de la casa, ella se acerca en silencio hasta la ventana. A medida que ella se aproxima escucha una música que se hace cada vez más fuerte, es una música suave, algo romántica incluso.
Susana ve las cortinas cerradas, pero un pequeño espacio entre ellas le permite ver hacia dentro. Layla esta sobre la cama su peto esta subido y Andrés de forma ansiosa le devora sus impresionantes pechos mientras mete una mano bajo su minifalda. Andrés va descendiendo por su cuerpo hasta hundir su rostro entre los muslos de la negra que no disimula el placer que Andrés le esta dando. Durante unos instantes Susana los espía, la morena esta bastante excitada, ciertamente Layla es muy ardiente y muy guapa además, “Por lo visto Andrés ha aprendido bastante” comenta en voz baja al ver follar a su hermano.
“¡¿Y tu quién rayos eres?!”, al escuchar esto Susana se lleva un susto de aquellos, de inmediato se da media vuelta, dos tipos la miran con cara de pocos amigos, Susana no sabe bien que responder, “Bueno este, yo soy la hermana del novio de Layla” les dice ella con una gran sonrisa forzada. Ambos se miran entre si y luego se acercan a la ventana. Layla esta haciéndole una tremenda mamada a Andrés, “Vaya idiota, míralo, se coge a Layla, el infeliz”, “Que suerte” comenta el otro. Viendo una oportunidad Susana trata de escabullirse pero ellos la ven, “¿Pero cómo? ¿Te vas tan rápido? ¡Espera un poco!” le dice uno de ellos que la sujeta del brazo.
Ambos la rodean, Susana trata de alejarse pero se lo impiden, ellos son los hermanastros de Layla, Víctor, el más alto y de contextura más fornida, es el más atrevido y acosa continuamente a Susana mientras su hermano Rubén lo secunda. “Oye estas bien buena” le dice Víctor mientras mira a Susana de arriba abajo, la morena viste una polera holgada y jeans ajustados, “Sabes... podríamos hacer un intercambio, tu hermano se coge a Layla y en contrapartida nosotros te cogemos a ti” le propone Víctor con toda soltura, para Susana eso fue demasiado, “¡Si creen que voy a dejar que un par de imbeciles como ustedes me pongan un dedo encima deben estar completamente chiflados!” ruge la morena furiosa. “Vaya, pero que genio tienes preciosa, no te sulfures... solo queremos divertirnos contigo” le dice Rubén que descaradamente le soba el culo a Susana, en ese momento Víctor trata de tomarle los pechos, para la morena eso fue suficiente, un fuerte golpe en los tobillos para Víctor y un violento pisotón para Rubén fue la respuesta de Susana que de inmediato se echa a correr pero ellos la atajan antes que pueda escapar.
“¡Condenada pero que carácter, eso dolió!” exclama Víctor que aun siente bastante dolor en sus tobillos, Rubén se le une de forma inmediata y entre ambos sujetan a Susana que forcejea con ellos, “A esta yegua hay que domarla para que se comporte”, “Tienes toda la razón, con una buena cogida que le demos y listo” secunda Víctor, “¿Cogerme?, ustedes dos par de idiotas a duras penas saben como hacerse una paja y me van a coger, ha por favor no me hagan reír, yo he follado con hombres de verdad y ustedes están bastante lejos de eso” les dice una furiosa Susana con un tono muy despectivo. Para ellos ese comentario es intolerable, ella los ha golpeado, insultado y ahora, pone en duda sus “capacidades” ante esta situación Víctor y Rubén reaccionan de inmediato.
Víctor comienza a besar a la fuerza a Susana, junto a su hermano le toman las manos y la ponen contra la pared del garaje para sujetarla, teniendo una mano libre, ambos le recorren cada curva de su cuerpo con total descarado mientras la morena opone una tenaz resistencia. Susana siente como le soban su culo y una mano tomándole sus pechos con algo de brusquedad. Trata de evitar que le abran sus jeans pero Víctor lo consigue aunque con dificultad para meter una mano bajo este y sentir el sexo de Susana. La punta de sus dedos la hunde sobre el coño de ella mientras la morena se mueve forcejeando aun, Rubén aprovecha la ocasión y le mete la mano por el culo, consigue apartarle su ropa interior y desliza sus dedos entre sus nalgas hasta llegar a su ano y a la fuerza mete un dedo en el.
Ambos hermanos no le dan tregua a Susana que poco a poco comienza a ceder, a pesar de la brusquedad con que la tratan la respiración de ella se vuelve entrecortada y ocasionalmente se le escapa un suspiro mientras siente como esos dedos se mueven sobre su coño y en su culo. Víctor le ha subido la polera y como Susana no usa sostén sus pechos se aprecian con pezones erectos y duros. “Tienes una boquita bien rica, ya me gustaría ver mi verga metida ahí” le dice Víctor mientras sigue frotando el coño de Susana, “Si me sueltan les haré una mamada” les dice la morena de forma sorpresiva con una lujuriosa mirada en sus ojos.
Ellos se miran las caras, no le creen mucho y temen que ella pueda hacerles algo, pero finalmente la sueltan. Susana se sube más su polera para que sus pechos queden más libres, luego ella se hinca frente a ambos y les abre sus pantalones. En sus manos Susana toma ambas vergas duras y erectas, ella los mira a los ojos y se las empieza a frotar, ensaliva sus manos y les frota con fuerza sus vergas. Susana las siente palpitar. Lentamente ella va metiendo la verga de Víctor entre sus labios, la envuelve con su boca y la recorre de extremo a extremo para luego hacer lo mismo con el miembro de Rubén, “Vaya pero que bien lo haces” le dice Rubén maravillado por la forma en que Susana le hace una mamada. Las vergas de ambos se turnan entre los carnosos labios de Susana. Les hace una mamada espectacular dejándoles en claro que ella no es una chica cualquiera.
Cerca de ahí hay una mesa y unos muebles típicos de jardín, Víctor se sienta en una banca con su verga bien erecta, “Ven acá preciosa, siéntate aquí” haciéndole un gesto indicando su erecto miembro, Susana se le acerca, se da media vuelta y se baja sus jeans y su pequeño calzón, Víctor la toma de las caderas y la empala en su verga de una vez. “¡Idiota, más cuidado, debiste lamerme el coño primero!” le grita a la cara molesta por la rudeza con que la penetró, “Te quejas demasiado, aquí tienes para que mantengas tu boca ocupada”, Rubén toma de la cabeza a Susana y se la mete hasta el fondo de su boca casi atragantando a la morena.
Los gemidos de Susana apenas se escuchan a causa del miembro de Rubén, sus pechos se agitan salvajemente mientras Víctor le da bien duro, el coño de Susana se siente muy húmedo y cálido. Ella también se agita con vigor y Rubén le toma sus pechos para después pasar su miembro entre los senos de Susana, ella le hace una gran “paja rusa” y después se la vuelve a mamar. “¿Quiéres cambiar hermano?” le dice Víctor a Rubén, “Pero claro, ya estoy ansioso por coger a esta yegua”. A tirones le sacan los jeans a Susana y los tiran al suelo, “¡Que imbeciles! ¡No me ensucien la ropa!” les llama ella la atención. Sobre la mesa la hacen recostarse y Rubén le separa sus piernas, Susana pronto siente su verga entrando en su coño, él la toma con firmeza de sus muslos y la empieza a bombear con mucha fuerza una y otra vez casi dejándola sin aliento. Víctor se la pone en la boca y ambos al mismo tiempo se follan a la morena que se ve abrumada por ambas vergas.
Sobre la mesa Susana se monta encima de Víctor, ella le pasa sus tetas en la cara mientras se la esta mamando a Rubén, a pesar de todo el mal rato Susana esta follando como loca y ellos se impresionan por lo ardiente que es cuando coge. Los tres están en lo mejor cuando de forma sorpresiva se oyen unos ardientes quejidos de parte de Layla, “Por lo visto, tu hermano la esta cogiendo como nunca” le dice Víctor, Susana, sacando un momento la verga de Rubén de su boca le responde, “Mi hermano sabe follar bastante bien”, Rubén y Víctor se sorprenden por la respuesta. Rubén, muy curioso, decide ir a espiar a la pareja. Ambos están desnudos en la cama y Layla esta recostada con su gran culo bien expuesto, Andrés se ha puesto sobre ella y su miembro se pierde entre las nalgas de la negra, el contraste del color de piel de Andrés (que es bastante blanco) con el de Layla es evidente. Teniéndola bien empalada Andrés se la folla bien duro por el culo a su novia y Layla lo disfruta una barbaridad.
Rubén regresa donde Susana y Víctor están cogiendo, él se pone tras la morena y de inmediato le separa sus nalgas, “Vamos a ver como se siente ese lindo culo que tienes” le dice a la morena. “Oye, espera un poco así no se hace” le empieza a decir ella al ver que Rubén la comienza a penetrar ya buenas y primeras, “¡Ahhhh!” se oye con toda claridad el grito de Susana cuando Rubén la va penetrando analmente, su hermano le ayuda abriéndole al máximo las nalgas a la morena, pronto Rubén tiene su verga metida hasta el fondo y entre ambos penetran simultáneamente a Susana que libera toda clase de gritos y quejidos que algunas personas escuchan con asombro al pasar por la calle frente a la casa.
“Yo también quiero probar ese culo” dice Víctor, los tres se ponen de pie y se apoyan contra la pared de la casa, Rubén la besa y le toma una pierna para poder penetrarla, luego aprovechando su fuerza física decide tomar en brazos a Susana que esta firmemente empalada en su miembro, la morena esta expectante pues jamás la han follado así. Víctor le lame el culo y se lo lubrica un poco para penetrarla mejor. Susana se sobresalta cuando siente el otro miembro abriéndose paso en su trasero, nuevamente ella deja escapar toda clase de gritos y gemidos que se confunden con los de Layla. Susana sube y baja por ambos miembros, ellos la tiene bien sujeta y la morena se entrega por completo, esta en el aire y la sensación de ser penetrada por dos vergas de esa forma la enloquece. Susana se mueve y se retuerce mientras ellos le dan una y otra vez. “Queremos corrernos en tu cara” le dice Rubén y Susana acepta encantada en medio de sus gemidos.
Susana se hinca frente a ambos y pronto recibe dos abundantes descargas de semen que cubren su rostro y se escurren hasta caer sobre sus pechos, Susana se saborea y vuelve a mamar sus vergas tras alcanzar un completo orgasmo.
Tras terminar Susana de inmediato comienza a vestirse, sabe bien que Andrés regresara pronto a casa y no quiere que la vea aquí. “¿Y bien, te convenciste que sabemos coger?” le pregunta Rubén, “Sí, bueno, no estuvo mal, las he tenido mejores pero no esta mal para un par de novatos con aires de grandeza, el día que aprendan a ser más delicados y no tan brutos con una mujer, lo harán mejor” les contesta Susana que se va corriendo, “¡Maldita sea!” exclama Víctor.
Ya en la casa Susana se arregla para que nadie se de cuenta de lo ocurrido, en ese momento llega Andrés, “No quiero sermones” le dice de inmediato a su hermana, pero ahora Susana muestra otra actitud y acuerda hacer las paces con él. “Si quieres mañana podemos ir los cuatro al centro comercial en la tarde” le propone Susana, Andrés sorprendido por este cambio de actitud, acepta aunque con ciertas reservas.
Al día siguiente los cuatro salieron, Layla y Susana congeniaron bastante bien y junto con Ángela continuamente le hacían bromas a Andrés. Volvieron por la tarde a la casa y mientras Andrés fue a buscar algo para beber a la cocina ellas conversan en el living. “Anoche cuando con Andrés estábamos divirtiéndonos en mi habitación ocurrió algo bien cómico” dice la negra, Susana se pone bastante incomoda, algo que a Ángela advierte, “Mientras cogiamos, afuera se escuchaban los gritos y gemidos de una tipa, estaba totalmente extasiada mientras mis hermanos se la follaban con todo” comenta con gracia Layla, “¿Y no viste quién era?”, pregunta Ángela con suspicacia, “No, además ha de ser alguna puta que se buscaron mis hermanos para divertirse como lo hacen siempre” responde Layla, luego ella se levanta se dirige a ayudar a Andrés en la cocina.
Ángela se voltea hacia Susana, “¿Me pregunto quien habrá sido la puta, la que gritaba y gemía tanto, y que saltó el cerco anoche para espiar a su hermano?”, “Tú cierra la boca, te ahorcaré si le dices algo a Andrés” le responde Susana que se toma la cabeza, “¡Que vergüenza, que vergüenza, ¿Por qué esto me pasa siempre a mí?!” se pregunta a si misma la morena.
Comencé a notar placer, pues su polla restregándose contra mi clítoris me hizo sentir algún que otro espasmo. Mire otra vez a mi marido. El se la estaba meneando mientras veía como me follaba Ramón. Aquello parecía gustarle. Seguro. Ramón tiene un buen cipote y sabía usarlo como debe ser. Yo levantaba mi culo para que penetrara más a fondo......mientras miraba a mi marido.
Relato erótico enviado por coronelwinston el 16 de March de 2009 a las 17:00:00 - Relato porno leído 131286 veces
Si te ha gustado La Colegiala XII vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar La Colegiala XII.
phantom_n
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:41) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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