LA SECTA

La procesión avanza. Nuestro Gran Maestro Silas va pasando rodeado de sus fieles y el guardia personal que siempre le acompaña en las ceremonias. Todos llevan vestidos. Algunos de sus escoltas portan fustas y otros correas que terminan en collares vacios.

Los guardias avanzan hacia nosotras. Nos van desnudando mientras, los acólitos, contemplan la escena de lejos y corean las letanías.

Intento cubrir mi sexo con la palma de la mano abierta y mis pechos con el brazo. Casi todas hacen lo mismo. Estábamos allí, juntas, pegadas unas a otras, tratando de ocultarnos. Cuando han desvestido a la última salimos en fila india. camino desnuda. No puedo evitar que mis pechos den pequeñas oscilaciones de un lado al otro.

Al llegar a la especie de piscina nos van empujando. Salimos por el otro lado y subimos la escalerilla. Toda la congregacion ven nuestros desnudos cuerpos, empapados y brillantes a la luz de las antorchas. No podemos taparnos y recogemos lo que nos entregan, hacienonos pasar atras del patibulo para que nos vistamos, pasados unos cinco minutos regresamos al patibulo y nos colocamos alrededor del semicírculo portando unas tunicas de muchos pliegues, hay murmullos hasta que el Maestro Silas comienza a hablar a la concurrencia.

-Hermanos!, hoy es un gran dia!, estas mujeres han sido elegidas para servir a la congregacion, con consentimiento de ellas, y de sus parejas que tambien son nuestros hermanos.-

se escucharon aplausos y vitores hacia el Maestro, hasta que el los hizo callar.

-Asi mismo hermanos, a una de ellas la eligire personalmente para que este a mis servicios, antes de entregarla a la congregacion.-

los presentes aplaudieron de nuevo y el Maestro Silas se sitúo detrás de nosotras. No volvimos la cara hasta que nos llamaba por nuestro nombre. La mano del Maestro se va metiendo una a una bajo nuestras tunicas, y nos va tocando las nalgas a cada una, para despues retirarse, seguimos en la misma posicion, mientras el Gran Maestro esta dando unos pasos tra de nosotras viendonos.

Despues d eun par d eminutos observandonos se colaca detrás de mi y comienza a tocar mis pechos a la vista de todos, incluido mi marido que esta entre los presentes mirandome. El maestro Silas se pega por detras d emi cuerpo y comienza a restregarse contra mis nalgas.

Su otra mano se interno entre mis piernas. mi cuerpo se contrajo al sentir que me tocaba el coño, senti algo de verguenza, pero me fui abandonando al placer, a la seguridad de las palabras que el Maestro me dice al oído.

Lentamente me fui recostando sobre el Gran Maestro. Dejando que mi espalda repose sobre su pecho. Su mano puede ahora maniobrar con más facilidad, la otra jugar y manosear mis pechos a su antojo.

Él ha ganado la batalla, va cediendo mi pudor. Comence a gemir con la masturbacion que el Gran Maestro me estaba haciendo ante los ojos de todos, pude escuchar que alguien entre el publico me llama puta.

Mantenia mi cabeza inclinada, con los ojos cerrados y la boca entreabierta. Pequeños gemidos salian de mi boca. Perfectamente el Gran Maestro manipula mi cuerpo a su capricho.

Mis piernas ya no me sostenian , me retorci moviendo mi cadera de un lado a otro. A veces como tratando de huir de su mano, otras buscándola. Ladeando la cabeza permiti que el Gran Maestro besera mi cuello. Completamente entregada tome la otra mano del Gran Maestro y la aprisione contra mis pechos y le restregue mis nalgas. En ese momento me convulsione, mi rostro se desfiguro por el placer. Su respiración se acelero, y termine por explotar y grite.

Aun respiraba jadeante y El Gran Maestro por fin retiro su mano y la alzo. Sus dedos brillan. Estában húmedos bañados por mis jugos y el dice.

-Lo ven hermanos , ella es la elegida a la que tomare desde hoy, para educarla ¿estas lista hermana natividad, para entregarte?.-

-Si Maestro Silas.-le respondo sumisa con la cabeza baja

-Muy bien hermana Natividad, ahora ve a la estanteria y trae el articulo para tu aceptacion, todos sabemos cual es.-

Sumisa, camine cabizbaja con la mirada clavada en el suelo, sin atreverme a levantarla. Al llegar a la estantería tome una espatula de madera muy larga. Segui mirando al suelo y regrese entregandosela al Gran Maestro por encima de mi cabeza. Obediente, sin atreverme a mirarle.

El Gran Maestro me hizo girar excibiendome ante todos. Dos de los acompañantes del Maestro me hicieron que me tumbara de bruces. Luego, varias mujeres se colocaron a los lados haciendo que me pusiera en cuatro patas y levantaron mi tunica, exponiendo mi culo ante todos, el Gran Maestro se acerco con la espatula de madera y de repente sono el primer golpe en mis nalgas di un grito y los golpes comenzaron a caer uno tras otro.

Por fin se retira. De nuevo me levanta y me exhibe. Delante de todos vuelve a manosear mi cuerpo introduciendo las manos por mi tunica. Ha sobado todo mi cuerpo, en especial los pechos.

-Hermanos! nuestra hermana natividad ha pasado la primera prueba, ahora tendra el honor de recebir mi semilla, cumpliendo asi el deseo de entregarse, ¿ no es asi hermana?.-

-Si Maestro , deseo entregarme a usted, ser suya.- le respondi

El Gran Maestro suavemente me reclino hacia adelante sobre la barandilla acolchada, apoyandome en ella quedando de cara a los espectadores, mientras él manipula en mi tunica por detrás y comienza a sobar impúdicamente mi entrepierna desde atrás, retira lentamente mis bragas, ese es su derecho.

Mi coño y mi culo quedo a la vista del Gran Maestro, el habia sacado su pene de entre sus ropas y lo acerca a la entrada de mi raja, dando un empujon me mete hasta la mitad , pude aguantar el grito, pero el Gran Maestro dio un empujón aun más fuerte y ahora no pude reprimirme di un largo alarido al sentir al Maestro totalmente dentro de mi, teniendome ahi frente a la congregacion clavada hasta las bolas.

El Gran Maestro se detuvo un segundo, como queriendo disfrutar del instante, como queriendo disfrutar ante todos de lo que acaba de hacerme, recreándose en cada gesto.

Me aferre a la barandilla y clave msi dedos para sujetarme bien mientars el Gran Maestro Silas comienza a arremeter con todas sus fuerzas.

Por fin me arranca un breve gemido y él sonríe satisfecho y empieza a salir y a empujar dentro y fuera de mi ritmicamente y a cada arremetida consigue hacerme gemir. Me toma de las caderas mientras me penetra furioso aplastando mi pecho contra la barandilla. Consigue que encadene mis gemidos con gritos. Cuando él quiere hacerme chillar, lo hace. Cuando solo quiere entrar en mi y demostrar que mi coño le pertenece se limita a empujar lentamente, como si quisiera hacerme notar toda la extensión de su miembro.

Cerre los ojos , se acercaba mi momento, mi sonrisa era de placer. Estába llegando al éxtasis. El Maestro se aferro a mis caderas. Y me penetro con tanta energía que hacia que mi cuerpo se tensara. me tomo por el pelo y el Maestro siguio en su faena conmigo, dentro de nada su semen me inundara. Un empujón. Un potente grito, un sonido gutural que le sale de dentro de los labios del Gran Maestro, es el preambulo de su corrida, y siento un potente chorro de semen y otro y otro llego a contar hasta cinco, que ha depositado en mi. Ahora es todo quietud y silencio.

Estoy fatigada Todo ha terminado lo hize me he entregado a el, volvi a colocarme como antes, hasta que reciba una nueva orden.

La procesión comienza de nuevo, pero ahora soy apartada del grupo y uno de los escoltas del Maestro Silas rodea mi cuello con un collar,y me lleva al centro del salon.

-Desnudenla que todos los hermanos puedan verla.- dijo El Maestro Silas

Un par de sus guardias, comenzaron a quitarme la tunica lentamente, mientras iban aprovechando y soban mi cuerpo y me sujetan los brazos para que no me cubra.

-Es un honor!- dijo el Maestro Silas- que todos hallan asistido hermanos, y tambien que puedan apreciar la hermosura de mi nueva amante.-

Los guardianes me hicieron dar vueltas sobre mi misma. Querian que todos los congregados pudieran verme desde todos los ángulos. Miradas lascivas recorrian mi cuerpo.
Uno de los guardias se acerca a mi con una cadena y la fija en una argolla de mi collar.

-¡De rodillas esclava!- me ordena el guardia y a cuatro patas completamente desnuda y gateando fui conducida desde el collar, encadenada y sumisa como lo hicieron las otras mujeres, todos veian mi cuerpo desnudo y sabian que me llebaban a la habitación del Gran Maestro Silas, ahi aguardaria hasta que él quisiera volver a hacerme suya. Así será día tras día, noche tras noche hasta que el Maestro se aburra de mi y consiga una nueva amante y yo pase a ser una esclava de su haren regular, sirviendo a los guardianes que usaran mi cuerpo a su antojo. Solo entonces volveré a ver a mi marido y entonces será cuando sere ofrecida al resto de la Comunidad.

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