Recientemente mi esposo, cuando llegó el fin de semana, me dijo que se iba de pesca, sin más ni más. Mis hijos se fueron a la finca de mi hermano, quedándome yo sola en casa el fin de senama
Relato
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No se pero cuando vine a darme cuenta de mi soledad, no lo podía creer, un día entero para mi sola, sin marido ni hijos que estuviesen jode que jode.
Así qe después de desayunar, y hacer una que otra cosa en casa, de momento me entraron unas ganas de hacer algo que hacía cuando era jovencita, y desde que me había casado nunca más había hecho. El tomar sol completamente desnuda.
Entenderan porque, ya que mi esposo apenas me ve un pedazo de nalga entiende que me le estoy insinuando. Sin que necesariamente eso sea cierto, por otra parte, ya mis hijos son adolescentes, y si me vieran tumbada desnuda en el patio, quien sabe que pensarían, y por aquello de no provocar situaciones, durante un buen tiempo, no disfrutaba de tomar el sol desnuda.
Lo primero que hice después de quitarme toda la ropa fue agarrar una sabana, tenderla en el patio trasero de casa, y recostarme para disfrutar del sol.
Quizas ya llevaba como una hora, cuando me sentí siendo observada, con precaución me fui levantando lentamente, cuando de momento a quien finalmente veo que me está observando es a Toro, nuestro perro. Negro de raza Rot Wailes, fuerte, y a cualquiera intimida por su porte.
Nada más de verlo, como me miraba, y como de momento se puso a lamer su propio miembro, no se que fue lo que precisamente me pasó, pero de golpe, como que desee intensamente probarlo.
En mi vida había hecho algo como eso, aunque tengo un par de amigas, que me han confesado que si lo han hecho en varias ocasiones con sus propios perros, desde luego sin que sus maridos se enterasen.
Entonces sin dejar a de ver a Toro, comencé a tocar mi coño, que se me humedeció bien rápido, y con mis dedos completamente empapados con los fluidos de mi vagina, comencé a llamarlo.
Raídamente mi perro se me acercó, no tan solo olió mis dedos sin que ricamente me los lamió, y como si ya lo hubiéramos hecho en muchas ocasiones, Toro rápidamente se colocó tras de mi, olió y lamió ricamente todo mi coño, para luego sin perder tiempo se trepó sobre mi, tal cual como si yo fuera su perra.
Fui sintiendo como su sonrosado miembro me fue penetrando, y de golpe sus fuertes y profundas embestidas contra mi goloso coño. Que se tragó sin problema toda la herramienta de Toro. Fue cuando de momento me acordé, de lo que me decían mis amigas de quedar abotonada.
Según ellas, es divino, pero se demora bastante. Así que no lo pensé dos veces, yo tenía aguantado el miembro de Toro, cuando lo que me provocó fue soltarlo, y casi de inmediato comencé a sentir, como aquella gran cosa, se iba poniendo más grande dentro de mi.
Yo no podía creer el placer, que tal bestialismo me provocaba. En ese mismo instante deje de pensar en lo locas y sucias que eran mis dos amigas, y comprendí la razón de porque ellas lo hacían con sus respectivas mascotas.
Toro por un buen rato me estuvo clavando su sabroso miembro, hasta que seguramente des´pues de que descargó todo su caliente semen dentro de mi coño, se bajó, pero quedando abotonado a mi coño por un rico y largo rato.
El menor movimiento hacía que yo, prácticamente disfrutase de un nuevo orgasmo, debido a lo sensible que se encontraba toda mi vulva, con aquella tremenda cosa dentro de mi.
Finalmente nos desabotonamos, y lo primero que hice antes de irme a lavar, fue llamar por teléfono a mis dos amigas. Para contarles lo que finalmente y sin habérmelo propuesto nunca, habíamos hecho mi perro y yo. Ellas me felicitaron, y una hasta me propuso que un futuro cercano intercambiásemos mascotas.
Cuando estaba hablando con una de ellas por teléfono, Toro se me acercó, y sin más no más comenzó a lamerme los muslos y el coño. Haciendo que al mismo tiempo yo se lo fuera diciendo a una de mis amigas. Cuando él se retiró, yo estaba sudada, mi coño y mis muslos llenos de su saliva y de su semen, hedionda a perro, pero sumamente satisfecha.
Ya en el bidet, mientras me lavaba el coño, me di cuenta de que el solo roce de mis propios dedos, me hacía disfrutar tanto, que en la ducha continué dándome dedo, hasta que por quinta o sexta vez tuve otro orgasmo.
Bueno ahora mis amigas, y yo hemos creado el club de las amantes de los animales.
mi mama salio de la casa temprano y quise entrar al perro para que me acompañara, pero lo que hizo adentro fue mas de lo que imagine, me descuide y me follo.
Relato erótico enviado por judagimazo1 el 05 de February de 2014 a las 15:59:48 - Relato porno leído 507772 veces
Yo inmovilizada mientas el cochino se acercó con su verga erecta y como tenia falda y a pesar calzones rotos no se le dificulto y de inmediato me metió su verga en mi vaginita y como ya se imaginaran el tamaño de su verga, sentí que me partieron mi vagina con todo y mis piernas.
Relato erótico enviado por Anonymous el 15 de June de 2009 a las 01:10:29 - Relato porno leído 193457 veces
hola amigos lectores de este espacio virtual mi historia trata de una vez que tube una aventura casi pecaminosa para mi, con mi perro este espacio me parece un lugar ideal y recomfortante para desaogarme o simplenemte contarlo imvito a que ustedes tambien hagan lo mismo lo comprobaran.
Relato erótico enviado por maryorit el 06 de February de 2006 a las 10:42:04 - Relato porno leído 177954 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:02) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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