Los legados de mi tía 3ª parte

Habiendo sido abandonado por mi tía Lucena, la que me uso, como, su juguete sexual, me enseño, en poco tiempo, en plena edad de pubertad, lo que se aprende, de a poco y con muchos tropiezos, esos hábitos me marcaron, porque a todo joven le gusta tener sexo, con una mujer.
Yo era un chico pero en actividad sexual, ella me dejo un legado, que al haberse ido, dejo un vacío, y ese placer que mientras duro me llevaba al extremo.
Ese vacío, lo comencé a remplazar con unas fabulosas pajas, que aplacaban un poco, no era lo mismo, extrañaba su boca caliente, lamiendo mi pene, su vagina mojada, sus caricias, lamer esos senos, suaves y deliciosos, todo lo que hacia que ella se estremeciera, y sus gemidos y aullidos, repiquetearan en mi cabeza, y me embargara un gozo y a la vez un morbo, que masturbarme, no lo reemplazaba, claro.
Muchos días me llegaba hasta la casa de mi tía pero nadie respondía. Entre en un estado de desesperación, no sabía por falta de experiencia donde buscar desahogo, así anduve, por un largo tiempo.
La figura de Diana, me seducía, era una chica, bajita, de senos prominentes, y un culo redondito paradito, el verla me daba vuelta en la cabeza, muy tímida, y bastante solitaria, con una edad, como la mía, era lo mas cercano para echarle, mano, con todos los miedos, de no fracasar en el intento, y que los padres me mataran, comencé por ser mas asiduo en el trato, busque algunas excusas para acercarme, ella respondió, a mi acercamiento, de a poco, entro en algunos de mis pavadas, de conversación, claro ella ni sospechaba lo degenerado que era y lo que buscaba, era solo placer.
Yo recordaba cada paso que dio mi tía, primero comenzó, por chupar mi pene, y luego me hizo, mamarle su vagina, recordaba como sin saber mucho, ella gozaba, pero cuando aprendí ella era un manantial de placer, y orgasmos.
La cuestión era buscar que Diana, me dejara arrimarme a su vagina y chuparle, como comienzo, luego como hizo mi tía con migo, llegaría a avanzar para todo lo demás.
En varias oportunidades pensé algo y luego cuando llego el momento, me asuste y me quede con el intento. Ya era tan podrida mi mente que al acercarme, cada vez, mi pene se endurecía, y latía como un volcán, siempre la cosa iba a contramano, conversaba, y no era el lugar apropiado, estaba en el lugar y algo ajeno lo cortaba.
Habían pasado, varios meses, mi mente estaba centrada en diana, la que en algunas cosas comenzaba a confiar, yo tranquilamente podría haber intentado, con otras chicas, o mujeres, pero no se me pasaba.
Un día se dio el momento el lugar y la oportunidad, en la escuela nos dieron una tarea en equipo yo rápido forme equipo con ella, la que acepto, a la salida le digo Diana, nos juntamos en cas, ella dijo bueno, yo en casa estaba solo por unos días, mi madre había ido al interior en esos viajes, por la familia eso no le dije a Diana, solo de juntarnos.
Las horas para que llegara el momento de su llegada, en mi me pusieron en estado de ansiedad, en la cabeza, rondaban, todos los argumentos que por alguna razón habían fracasado.
Cuando sonó el timbre de la puerta salte de u brinco, para abrir, ella al poco de estar pregunto por mi madre le dije que había salido, hasta la tardecita, se había venido con una musculosa, y un shorcito, estaba hermosa y sexy. Mi pene duro y mi mente con la idea fija. La tarea avanzaba, hasta que le digo podemos para un poco, por que estoy medio agotado, ella se acompaña con la idea, salí con cualquier cosa, fui en busca de unos vasos de gaseosa, y al volver, entable una conversación de adulto de apoco fui llevando la charla, a cosas intimas, ella se comenzó a poner ruborizada, pero no evadía contestar hasta que le pregunto si ya había tenido el periodo menstrual, ella se callo la boca un largo silencio, insistí, diciendo eso, indicaría que sos una mujer y no una niña, molesta, intranquila, nerviosa, me dice me quiero ir, le digo no si te molesta no deja todo así solo sentí curiosidad, sobre eso, no se mucho, si vos queres de mi te cuento, ya me salieron los bellos alrededor del pene, por ejemplo, solo quería saber, si te había pasado, a vos, muy colorada, y luego de un silencio prolongado, balbuceo un si, me salieron, ay bárbaro, te traigo mas gaseosa, creo que dijo que si, para aflojar el clima ambiente, le serví, ella permanecía en silencio, le d8je espero que no te moleste solo siento curiosidad por saber las cosas que le pasan a una chica, y a la única que conozco y tengo confianza, sos vos Diana, no te molestes por que soy curioso, siempre me invadió eso saber y conocer, allí se relajo, me dice no eso es normal, a veces yo también tengo curiosidad, allí se ‘produjo la brecha, le digo bueno yo te cuento y vos me contas y esto no se lo contamos a nadie, ella dudo pero luego dijo bueno, esta bien
Ya con ese consentimiento, luego de un par de cosas le digo, “por curiosidad me mostrarías, tus bellos en la vagina”, ella dijo “no estas loco” “ no tengo curiosidad, le digo viste un pene alguna ves”, ella me dice “no en vivo no”, “y bueno queres que te muestre te muestro”, ella no dijo nada se quedo callada, mirando, yo me pare baje de una mi pantalón apareció mi prominente pene duro, casi chorreando, y mi selva, lo acerque a su cara, ya sus ojos estaban desorbitados, le dije “queres tocarlo”, me mira le digo “dale no tengas miedo tócalo, no te va a morder, dale tócalo”, con sus manos temblorosas la tomo. Viste ahora sabes como es, la acaricio, me miraba fijo a los ojos, tire el cuerito ves esta es la cabecita, ella no atinaba, a nada, solo la miraba, y acariciaba, “es suave viste” “si es suave y gruesa”, así como estaba le digo me mostras lo tuyo, ella me dice tengo miedo le digo que va a pasar, nada solo me mostras es mas quédate así sentada no me muevo, temblorosa, avanzo más de lo que pensaba se saco el shorcito, luego se sentó bajo su tanguita, afloro una selva de bellos, su rostro era color tomate, le dije relájate, esta todo bien, me arrodille le dije voy a verla un poquito mas cerca, arrime mi cara, y mi lengua comenzó a abrir sus labios vaginales, ella se quedo dura, la entre un poco y a los instantes estaba tiraba para atrás, entregada, a mis masajes de lengua, de su vagina emanaron sus primeros jugos, su clítoris, cerradito fue mi blanco estimulación directa, se entrego del todo, fue tal la chupada, que no tardo en tener su primer orgasmo, se vino repetía sus contracciones, su concha pegaba, contra mis labios, abrí la boca bien grande y apreté su vulva con mis labios hasta que termino, de explotar abrió sus ojos, así se quedo, medio asustada, pero con rostro de placer, yo solo tome mi pene y a su lado me masturbe, hasta terminar largando muchísima leche, la que chorreaba por mi mano.
Se hizo un silencio de varios minutos, yo no hable, hasta que ella comenzó a acomodar la ropa, me dice “que es lo que me hiciste”, “nada, nada”, “como nada”, “no solo te bese la vagina”, ella me dice, “es muy raro”, “si es raro pero te gusto” “no si la verdad que si sentí algo raro, pero muy lindo”, “bueno no se espero que te gusto, yo solo lo hice, te voy a contar una intimidad, mi tía me enseño a hacérselo, y ella era muy feliz cuando se lo hacia”, ella dice “por eso lo hiciste” le digo “como a ella le gustaba, cuando vi tu vagina, y me acerque pensé que te gustaría y te haría feliz”, “si me gusto, claro mucho” “ella después me hacia algo a mi que sabía que me gustaría, y bueno pero eso déjalo es asunto mío, no te lo tenía que decir, disculpa”, se quedo le digo “voy al baño a lavarme, queres lavarte si anda primero”, fue al bidet, y volvió, si dejar de mirarme, luego el que paso al baño fui yo, me higienice a fondo sin dejar un resto de semen y nada, de olor, volví, ella sentada, al rato me pregunto “que te hacia tu tía” le digo “no deja esta bien déjalo se me escapo, no tenía que decirte”, ella “no decirme, (mi pene comenzó a ponerse erecto nuevamente) dale decirme”, “bueno te digo baje mis pantalones me pare frente a ella que permanecía sentada, me baje todo quede con mi pene duro, como flecha apuntando su cara, dije “acércate, abrí la boca, con tus labios, chupado como una paleta”, se lo puso no fui a fondo, lo hacia bien, luego tire el cuerito salio mi cabeza, la que le hice rozar con su lengua,, luego volví a su boca, “apreta con los labios” ya iba para atrás y para adelante, le decía respira por las nariz, sin sacarla ella asintió con la cabeza, apure y apuré, hasta que salio el segundo chorro de leche, que inundo su boca, si experiencia pego unas arcadas pero la mayoría de mi semen bajo por su garganta, sin hablar corrió al baño, pensaba con esto me pase se pudre todo, me lave tarde, bastante hasta que ella se vino al baño, a lavarse su boca, cuando salio, me dice inocentemente “te hice feliz como tu tía” le conteste “si mucho, mucho”. Ella sonrío, y acaricio mi cara, yo le dije yo espero que te haya gustado, cuando tengas ganas, nos juntamos a escondidas, y lo hacemos, si, ella inocente del camino que había comenzado a caminar, dijo si creo que si, le digo “nada a nadie verdad Diana” “si Nada a Nadie” (narrar lo que sigue en esta parte sería muy largo).-