Crei que despues de haberla penetrado de forma brutal a Diana, no me perdonaria, nunca mas pero no fue así
Relato
Luego del percance en lo que fue una burrada mía, cuando penetre por primera vez a Diana, que lo hice, de un golpe, entre con todo mi pene que es bastante desarrollado, le rompí su himen, y produje un desmayo; creí que me matarían, pero no fue así, también pensé que me odiaría, y no la vería, mas, el hecho que haya venido a mi casa y lo mas sorprendente es que de hecha me perdono, y mas venía con ganas de seguir, lo que habíamos empezado, en el momento que sonrío, me tomo del la mano, y me condujo a mi cuarto, se me borro Todo lo que había pasado, solo paso como un flash, los momentos que tuvimos sexo oral, de a poco la lleve a tener tantos orgasmos que me hizo entender que era ella también una adicta, y sin saberlo un degeneradita respecto a todo eso, a mi en un momento volví a tener mi pene duro,.
Traspusimos la puerta, de mi cuarto, cerré la puerta y contra la puerta, comencé a acariciar, su rostro a mirarla, ella puso carita de sumisa, la acaricie de a poco, ella extendió su boca, nos cruzamos en algunos besos, de a poco ella me fue llevando a lo que ella quería, sin apurar me metió en el clima, tímidamente tome su senos, y los acaricie, metí, adentro, los saque y se los fregué, de apoco se calentó, no con mucho esfuerzo, mande mis manos hacia su vagina se la frote, con un dedo le pase esta vez con suavidad, ella esbozo, el clímax, su vulva mojada, al rato estaba desnuda, la acosté en mi cama, y después, de estar iguales, nos pusimos, en posición de 69 nos sumergimos, en un placer indescriptibles, terminamos en un acabada casi simultanea, sus jugos bajaban en mi boca y mi semen, se deslizo en su garganta, que no le importaba, nos volvimos a entrelazar, ya era uno tras otro, y quedamos ambos abatidos de tanto darnos.
A poco fuimos aprendimos a medirnos, y no excedernos en un frondoso, placer, fuimos aprendiendo, a darnos complacencia entre los dos. Esto nos llevo a que de mutuo acuerdo, volviéramos a la penetración, recuerdo el momento, en que volvía colocarla en posición de hacerlo abrir sus piernas, y ya dilatada por la chupada, mirándola firmemente fui entrando, ella cerró los ojos y a medida que iba entrando mostraba alguna mueca de dolor, sentí, como se fue abriendo su cueva. Me deslice para atrás y allí, la sumí en un placer que me recordaba a mi tía, en su estado de locura en un momento, sus gemidos, casi me hacen abar adentro de ella que Lucena me enseño que eso no tenía que hacerlo, y cuidarme, cuando sentí, el cosquilleo, saque y le llene al selva de bellos, con mi semen.
Fue el comienzo de una necesidad, de ambos, de profundizar lo sexual, fuimos creciendo con ello, con los cuidados, que teníamos que tener, ella, estaba como absorbida por el tema.
Ella y yo habíamos creado una estado que como un chico y una chica de poca edad no sabíamos si era amor, o solo sexo, con el tiempo por lo menos `para mi era sexo, ella comenzó a tomar pastillas y de todo eso, sentía que me demostraba que para ella yo representaba el amor, apunto que por costumbre o mi necesidad dejaba correr.
Ella se fue dejando llevar por mi a hacer cosas, que no habría pensado en el comienzo en lo que la sometí, el punto máximo lo alcanzó, cuando una noche estando en mi casa solos, le pedí hacer sexo anal, ella si pensarlo me dijo que tenía que hacer y yo le indique como ponerse, y le fui abriendo sus canto y engrosando su preciado tesoro, que la hizo gritar del dolor, pero como esta vez ya con experiencia y con el paso del tiempo, me dio la serenidad para hacerlo, con suavidad y le di a ella, de a poco, un estado de placer para hacerlo por allí, que al los meses ya con solo pegarle un cachito en sus nalgas, ella se ponía en perrito dejando ese culo a mi merced, le daba, unos bombazos, y desbordaba, todo mi leche, dentro de su ano.
Nuestra relación estaba en su esplendor, ella en estado de euforia enviciada con el sexo, se le notaba que era una chica a su edad como completa, terminamos ya el secundario, cuando, ella me confeso que un día en un baile de esos de estudiantes, ella se emborracho un poco, y se fue de boca con dos amigas comunes donde les confeso, que tenia una relación sexual con migo desde la escuela primaria, esto me enfado bastante con Diana, luego de un tiempo la perdone por que las dos amigas, por partes separadas, y en distintas oportunidades buscaron tener sexo con migo, pese a que parece fantasioso, juro que no fue así, les contare que sucedió con Mirna y Celia nuestras dos amigas, y luego también mi final con Diana