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Madre e hija

Relato enviado por : martita el 02/06/2004. Lecturas: 29584

etiquetas relato Madre e hija .
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Resumen
Las dos me excitaron tanto... Quizas no fuera estrictamente un trio, pero sin duda lo fue eroticamente.


Relato
Madre e hija

Ya hacia dias que cada maņana me costaba menos levantarme para ir a trabajar. No era que estuviera esperando la jornada laboral con especial entusiasmo, sino lo que el ambiente que la precedia y seguia llevaba consigo.

Ir a recoger a Ana, no solo significaba recibirla a ella burbujeante y encantadora, sino que ademas implicaba recibir las atenciones de Alicia, su madre, que para mi era como minimo tan sexy como ella.

Durante el invierno, los tres ibamos al mismo gimnasio. Ahora en verano, Ana y yo trabajabamos juntos en una empresa que nos habia empleado por recomendacion de Alicia. Solo teniamos que atender a los clientes que se acercaban a pedir informacion. Ana casi cada dia se vestia con falditas minusculas que hacian que la mayoria de los clientes quisieran que solo les atendiera ella.

Ana tenia unos 17 aņos, 3 menos que yo. Era guapisima y su cabello negro muy corto resaltaba la sensualidad de su cara juvenil de grandes ojos castaņos, nariz respingona, piel bronceada y labios carnosos que a menudo lamia con la punta de su lengua, en un gesto que pretendia ser gracioso pero que realmente era muy sensual. Su cuerpo era voluptuoso. Nadie le podria decir que estaba rellenita, pero tenia sin duda formas sensuales y unas curvas bien marcadas. Siempre parecia estar de buen humor.

Alicia, su madre, salia cada maņana a despedirla y siempre cruzaba unas palabras conmigo. Si yo llegaba temprano y estaba esperando fuera del auto, me saludaba con dos besos y siempre tenia la manera de discretamente apretar su cuerpo contra el mio un poco mas de lo que seria normal, pero nunca llegando a un punto excesivo. Sus labios tambien parecian saber encontrar la fontera perfecta en la que rozaban calidamente la comisura de los mios, con un beso a cada lado, pero de manera que nadie que nos viera pudiera decir que me besaba en la boca.

Debia tener unos 42-43 aņos. No tenia la belleza juvenil de su hija, pero todavia conservaba una figura muy deseable y en su cara se veia de donde habia salido aquel encantador rostro de Ana. Alicia tambien llevaba el cabello muy corto pero teņido de un color rubio claro. Su cuerpo mantenia una buena linea por el ejercicio que hacia para conservarla. Tenia unas caderas rotundas, con un culo redondo y lleno que acostumbraba a enfundar en pantalones bien ajustados. Sus pechos eran grandes y pese a que se empezaba a notar el efecto de la gravedad sobre ellos, cuando los lucia orgullosa en la playa o la piscina y seguia atrayendo tanta atencion como su hija, si no mas.

Cuando salia a despedirnos por la maņana solia ir vestida todavia con la ropa que hubiera usado aquella noche para dormir. Solian ser pantalones o shorts muy ajustados y camisas amplias que lucian un muy generoso escote.

Los dias en los que al llegar yo ellas ya estaban esperando en la calle, cuando Ana entraba en el auto Alicia siempre metia la cabeza por la ventana para saludarme. En aquellas ocasiones, al inclinarse su escote solia abrirse regalandome una maravillosa vista de sus pechos balanceandose libremente.

Con aquellos inicios de jornada yo pasaba el trayecto hacia el trabajo excitadisimo y tener las piernas de Ana junto a la mano que controlaba el cambio de marchas del coche, no ayudaba a relajarme. Mas de una vez al llegar habia ido directo al servicio a aliviarme con una buena paja.

Seguro que Ana se daba cuenta de la situacion porque mi ereccion no era facil de disimular. No parecia molestarle y mas bien procuraba buscar contacto fisico conmigo entre juegos y bromas. Mas de una vez "sin querer" mis manos habian palpado sus pechos firmes por encima de su blusa y mi pene erecto casi a punto de romperme el pantalon se habia rozado con sus muslos o frotado sobre su falda brevemente.

En lugar de retirarse, Ana parecia mas bien provocarme, como invitandome a pasar a mas. Aparte de dejar de ponerse las finas medias negras que habia llevado hasta el momento, con lo cual sus piernas firmes y bronceadas quedaban completamente a mi vista, sus blusas empezaron a ser mas apretadas, con botones que amenazaban con estallar en cualquier momento y sujetadores que se transparentaban. Yo no podia apartar ni mi mirada ni mis manos de ella. Con cualquier excusa acariciaba sus piernas. Yo acababa haciendome una paja pensando en ella cada noche.

Al tercer dia de la segunda semana, su madre metio la cabeza por mi ventana del coche en vez de por el suyo. Ana vestia una minuscula faldita verde con una blusa apretada, luciendo unas piernas impresionantes y un cuerpo de alucine. Yo habia trempado desde el instante en que la habia visto salir de su apartamento. Ahora con Alicia saludandome desde mi ventana, sus pechos quedaban tan cerca de mi cara que casi no podia resistir la tentacion de chuparlos. Como yo di el paso, Alicia que veia claramente mi gran ereccion, descaradamente se inclino dentro del auto con la excusa de recoger no se que papel que se le habia caido a Ana. Su blusa se clavo en mi cara y pude sentir como su pezon se endurecia contra mi mejilla.

Mientras Alicia se reincorporaba, no pude resistir la tentacion de clavar mis labios sobre aquel pequeņo monticulo que sobresalia de la fina tela de su blusa. Alicia no hizo ningun comentario pero sin mucho disimulo su mano rozo mi ereccion mientras se retiraba. Se aparto de la ventana y nos saludo con la mano, con una gran sonrisa picara en sus labios.

Yo conducia sin decir nada, solo pensando en llegar al trabajo para ir a hacerme una gran paja pensando en las dos. De repente me sobresalte. Ana acababa de colocar su mano en mi paquete. Di un frenazo y suerte que no venia nadie detras nuestro, porque habriamos tenido un accidente.

"No te gusta?" me pregunto con una sonrisa descarada que indicaba que ya sabia ella que si que me gustaba. Evidentemente no pude aguantar mas y le dije que hacia dias que deseaba que aquello sucediera.

Reanude la marcha conduciendo lentamente y ella empezo a masajearme la polla y los huevos por encima del pantalon. Al cabo de un momento empezo a intentar bajarme la cremallera con alguna dificultad. "Espera, ya lo hago yo" aproveche que habiamos parado un momento en un semaforo y con el mayor disimulo posible para no atraer la atencion de otros conductores, libere mi pene. La mano de Ana se cerro firmemente sobre el haciendo que casi me corriera de golpe.

Se puso a masturbarme agarrandome el pene con fuerza por la base y subiendo su mano con energia. Lo hacia con tal entusiasmo que en pocos minutos me senti a punto de correrme. Por suerte no habia mucho trafico y manteniendo el control del auto a la velocidad mas lenta posible empece a sentir los espasmos de placer mientras la mano de Ana aceleraba aun mas su masturbacion de mi pene, su mirada alternando rapidamente entre mi cara de placer y el chorro de semen que salia de mi polla.

Ninguno de los dos habiamos pensado en como mi orgasmo iba a llenar el habitaculo del auto de gotas de semen explotando desde mi polla. Yo estaba gozando demasiado como que para en aquel momento me importara y Ana reacciono mas rapido, cubriendo con su otra mano la punta de mi capullo, intentando evitar que la leche siguiera esparciendose por todas partes pero sin frenar ni un instante el ritmo de su mano pajeandome.

Finalizado aquel orgasmo que habia estado imaginando de cien maneras distintas durante dias, yo todavia no estava en situacion de preocuparme por como se habia llenado de semen el volante del auto ni por las manchas en mi ropa.

Ibamos a llegar tarde, pero de ninguna manera iba yo a acelerar. En el siguiente semaforo nos miramos con complicidad. Ella estaba satisfecha de haberme hecho correr y yo todavia mas satisfecho por el fantastico orgasmo que me habia dado.

Cuando la luz se puso verde y nos habiamos vuelto a poner en marcha, mi mano se deslizo sin mirarla del cambio de marchas a su muslo. Ana me miro con una sonrisa, invitandome a seguir. Sin perder tiempo subi mi mano rapidamente por su muslo suave y calido y me puse a acariciarle el coņo sobre unas braguitas que podia notar empapadas.

Intentando no perder la concentracion en la conduccion, lanzaba rapidas miradas a su preciosa cara y podia ver como estaba disfrutando de mis caricias, esforzandose por mantener la compostura simplemente por no llamar la atencion de la gente que nos pudiera ver desde fuera.

Mis dedos se introdujeron bajo sus bragas y su vagina los recibio mojada y caliente. Sus caderas se movieron ligeramente hacia adelante, buscando sentirlos mas adentro. Su respiracion se empezo a acelerar. Su cara se mantenia fija hacia el frente, pero no podia ver nada porque pese a que sus ojos no estaban completamente cerrados, estaba simplemente demasiado concentrada en el placer que estaba sintiendo abajo como para notar nada mas.

Segui jugando con mi dedo dentro de su vagina, follandola lentamente y deteniendome a recorrer su clitoris endurecido. Sin cesar mis caricias, note que estabamos llegando cerca de nuestro destino. Su minifalda se habia levantado tanto que de una rapida mirada pude ver sus bragas que, apartadas por mis dedos, ofrecian su vagina cubierta por pelitos negros cortos y muy rizados. Me hubiera encantado chuparla, pero segui follando su coņito con mi dedo hasta que la note muy proxima a correrse.

Cogi entonces su clitoris entre mi pulgar y mi indice y apretandolo suavemente en movimientos circulares consegui que estallara de placer en un orgasmo que la hizo gritar de gusto por unos segundos. Cuando acabo de correrse apoyo la cabeza sobre el salpicadero del auto por unos instantes.

Al volver a incorporarse no dijo nada pero su mirada fue tan dulce y sensual que habria detenido el auto alli mismo para lanzarme sobre ella.

Estabamos muy cerca de nuestro lugar de trabajo y en los pocos minutos que quedaban hasta nuestro destino, Ana se dedico a arreglar su ropa, yo volvi a colocar mi pene, todavia bastante erecto, dentro de mis pantalones y al llegar los dos fuimos directamente a nuestros respectivos servicios a "adecentarnos" para la jornada.

La maņana transcurrio sin que nos dieramos cuenta. Atendiamos a quien nos pidiera informacion, pero nuestras miradas complices indicaban que estabamos en otro mundo.

A la hora de comer cerramos la puerta de acceso del publico y casi no tuvimos que hablar. Los dos teniamos hambre, pero cada uno del otro (por muy cursi que suene dicho asi...).

Por suerte nuestro jefe, un dia mas, estaba fuera en reuniones y sabiamos que no iba a aparecer por alli. Nos atrevimos a ir a su oficina, que era la unica pieza aparte de los servicios que no tenia vista desde el exterior.

Cerramos la puerta de golpe y Ana me abrazo con fuerza, besandome en los labios con tanta pasion que casi me derreti. Mi lengua busco entrar en su boca y fue rapidamente recibida por el calido movimiento de la suya envolviendola. Mi mano izquierda se cerro sobre su culo, apretandola contra mi. Con la otra mano le acariciaba los pechos, desabrochando apasionadamente sus botones. Ana devolvia mis besos con lujuria y me abrazaba por el cuello, acariciandome la espalda.

Pronto sus manos buscaron desabrocharme los pantalones y las mias recorrian sus muslos y su coņito sobre las bragas, levantandole la falda hasta la cintura. La despoje de su blusa y del sujetador y mi boca se cerro sobre aquellos pechos deliciosos, duros y receptivos a mis lamidas. Sus pezones oscuros se endurecian mas con cada caricia de mi lengua y podia notar su placer con mi mano que la sobaba sobre las bragas.

Ana me desabrocho los pantalones que cayeron al suelo y yo aparte de mi. En un rapido gesto, se agacho para tambien despojarme de mi ropa interior. Al levantarse otra vez, dio un leve beso muy rapido a la punta de mi pene durisimo que casi me hizo correr.

Copiandole el gesto, le baje las bragas y, deteniendome mas de lo que lo habia hecho ella, mis labios besaron su coņo, mi lengua introduciendose levemente entre sus labios vaginales, que senti humedos y con un delicioso sabor. Al final de mi lamida, justo antes de retirar mi lengua, senti levemente su clitoris excitado por mis caricias.

Me volvi a poner en pie rapidamente y, sin besarnos, nos miramos unos instantes con una sonrisa. No habia ninguna tension. Los dos queriamos gozar y hacer gozar al otro. Yo personalmente queria pasar los siguientes 50 aņos haciendole el amor sin parar por ningun motivo, pero aparte de la imposibilidad biologica de llevarlo a cabo, era consciente de un hecho mas mundano que tambien nos limitaba: solo teniamos 45 minutos para comer y ya habiamos pasado bastantes.

Estaba muerto de ganas de follarmela. Nos besamos, recorriendo nuestras bocas con la lengua en una danza coordinada. Yo la lamia y su lengua se retiraba al fondo de su boca. Segundos despues volvia a avanzar, lamiendo la mia y haciendo que fuera mi lengua la que se escondiera en el fondo de mi boca para que ella pudiera lamer mis dientes y mordisquear mis labios.

Nuestras manos nos estaban llevando muy cerca del orgasmo y en un suspiro le pregunte "eres virgen?" no me contesto, pero sus ojos y un casi imperceptible gesto de su cabeza me indicaron que no. Me hubiera gustado saber cuando y quien alguien habia sido el afortunado en desvirgarla, pero en aquel momento tenia otra prioridad.

Besandola con mas fuerza, aparte su mano de mi polla y me coloque pegado a ella, buscando sentir la entrada de su vagina.

Ana me seguia besando apasionada y sus piernas se separaban mas, facilitandome que pudiera penetrarla. Mi polla sintio la entrada de su vagina mojada y la penetre con fuerza. Solto una pequeņa exclamacion que me parecio de dolor, pero en cuanto hice intencion de sacarle el pene de dentro, con su mano me apreto el culo, introduciendosela bien hasta el fondo.

Sin dejar de besarnos mis manos recorrian su cuerpo buscando acariciar tanto como me fuera posible aquella piel increible de esa fabulosa mujer. Los dos estabamos gozando y casi al mismo tiempo alcanzamos nuestros orgasmos. Sin tener que controlarnos para nada, al contrario que antes en el auto, estallamos en gritos de placer. Los dos usamos algunas palabras gruesas, pero no reflejaban de ningun modo lo que sentiamos en aquel momento. Aquella follada nos habia hecho disfrutar como nunca.

Me parece que ninguno de los dos habia pensado nunca en el otro como en nada mas que "amigos". Ahora lo de ser "amigos con derecho a sexo" parecia todavia mejor. Aquella tarde la pasamos atendiendo a varias personas, pero sin realmente darnos cuenta de lo que haciamos.

Acabada la jornada, volvimos al auto. Nos miramos antes de ponernos en marcha y nos dimos un beso. "lo he pasado muy bien hoy" dijo Ana "yo tambien" le conteste "te atreves a chuparmela mientras vamos de vuelta a tu casa?" aņadi. Su sonrisa picara me dejo claro que no hacia falta que me contestara.

Antes de salir del parking me habia desabrochado el pantalon y sacado la polla. La mano de Ana reposaba sobre ella, casi sin tocarla, cubriendola de la mirada del vigilante del aparcamiento (que si noto la mano en aquella zona en el breve instante que nos detuvimos para entregarle el vale, algo debio pensar que estaba pasanddo).

En cuanto mi auto salio a la luz todavia muy brillante de la tarde, la mano de Ana se cerro sobre mi pene. Mucho mas suave y lentamente que aquella misma maņana inicio sus movimientos masturbatorios, mientras miraba por su ventana en un mal esfuerzo por disimular. Su sonrisa la traicionaba.

"No me has contestado" insisti. Siguio sin responderme, pero en un acto reflejo su lengua relamio sus labios lenta y sensualmente. Su mano acelero el movimiento sobre mi polla.

"Si no contestas o te decides pronto, no vas a tener mucha oportunidad de pensarlo" le dije con la respiracion entrecortada. Volvia a sentir la excitacion que si su mano no cambiaba de ritmo me llevaria pronto al orgasmo. Eso parecio sacarla de su concentracion. Aparto la vista de donde fuera que hubiera estado mirando con tanto interes a traves de la ventana y simplemente me dijo "espera un poco a llegar a un sitio con menos transito, no?" al mismo tiempo su mano se alentecio y sus caricias se hicieron mas suaves. La sensualidad con que me tocaba no ayudaba a reducir mi excitacion, pero ahora que sabia que si estaba dispuesta a chuparmela mientras ibamos hacia su casa, yo intentaba hacer todo lo posible para controlar mi excitacion.

Al cabo de pocos minutos, retiro su mano. Me sorprendio y la mire con cara decepcionada, pero su sonrisa viciosa me indico que estaba a punto de recibir una mamada fantastica.

Se inclino sobre mi y pude notar la calidez de su boca cerrandose sobre mi polla. Sus dientes se clavaron en la base y cuando su cabeza comenzo a moverse arriba y abajo, el placer que sentia se mezclaba con un poco de dolor provocado por la presion un poco excesiva de sus dientes cerrados sobre mi polla.

La mano que podia dejar libre del volante se poso en su cabeza, intentando reducir el ritmo al cual me estaba comiendo, procurando aliviar el dolor que me producia. Ana parecio notar enseguida lo que mi reaccion significaba porque casi al instante sus dientes dejaron de morderme la polla como si quisieran cortarla de raiz y en cambio su lengua lamio dulcemente la zona que habia estado sufriendo aquel mordisco, justo instantes antes de dar paso a sus voluptuosos labios.

Parecia imposible que instantes antes me hubiera sentido a punto de la castracion por unos dientes mucho mas hermosos pero con una fuerza que poco tenia que envidiar a la de un tiburon (seguro que esto es una exageracion, pero cualquiera que haya tenido su miembro en algun sitio que lo presione con excesiva fuerza entendera el panico que este tipo de dolor puede provocar). Aquellos labios ahora me estaban chupando como no lo habia sentido nunca antes. Su lengua reforzaba las caricias lamiendo a golpes rapidos mi capullo y su mano se introducia dentro de mis pantalones buscando acariciar mis testiculos.

Era imposible resistir aquella mamada y mi polla pronto solto un chorro de semen en la boca de Ana. Estabamos cerca de llegar a su casa y esta vez por suerte no ibamos a pringar todo el auto y a nosotros mismos con la leche de mi orgasmo: su boca la recogio toda, hasta la ultima gota. Incluso despues de que acabara de correrme, sus labios se movian tan suavemente sobre mi pene que la sensacion que me producian casi me hicieron perder la nocion de donde estabamos.

Apenas tuvimos tiempo de recomponer nuestras ropas antes de llegar a su casa, todavia alterados por la excitacion de la situacion y pensando en como yo podia devolverle lo que Ana me acababa de hacer.

Nos tomo por sorpresa encontrarnos con Alicia llegando al mismo tiempo que nosotros. Volvia cargada con cosas de la compra y sali a ayudarla. Cuando lo acabamos de entrar todo, Alicia nos dijo "por que no vais a la piscina un rato? Todavia hace mucho calor"

Eran mas de las 7 de la tarde y la temperatura habia bajado un poco, pero nuestros sofocos no. La idea de un baņo en la piscina de su casa me atraia por mas de un motivo. El agua fresca sin duda era una buena razon. Pasar mas rato con Ana y buscar la oportunidad de devolverle lo que me acababa de hacer o de repetir lo que habiamos hecho antes durante el dia, otra. El recuerdo del comportamiento de Alicia durante los ultimos dias y especialmente aquella maņana y la posibilidad de que tambien se uniera a nosotros en la piscina, acabo de ser el punto de morbo que me hizo decidir.

Fui a buscar un baņador y una camiseta del auto y pronto estuve en su jardin. No era muy grande pero estaba muy bien cuidado. A Alicia le gustaba la decoracion y la jardineria y el resultado era muy agradable. La piscina no era grande, pero tenia un enlosado azul claro brillante que contrastaba con el verde de las plantas que la rodeaban y el blanco de las losas que la bordeaban y formaban la pequeņa terraza.

Yo fui el primero en meterme en el agua. Ana y Alicia se acostaron un momento en las tumbonas que tenian junto a la piscina, gozando de los ultimos rayos de sol y de bebidas frias.

"No quieres tomar nada?" me pregunto Alicia. Le pedi una cerveza y me la acerco. Mientras ella se sentaba en el borde de la piscina junto a mi, vi como Ana se quitaba la parte de arriba del bikini. Mis ojos escaparon en su direccion y Alicia lo vio enseguida.

Sin perder la sonrisa y sin decir una palabra, paso a imitar a su hija y subitamente pude contemplar ante mi sus pechos enormes y bronceados, con unos pezones grandes, rosados y duros.

No me dio tiempo a reaccionar. Salto de golpe dentro del agua. Alicia empezo a jugar conmigo, frotandose contra mi. Su culo me volvia loco y ella lo sabia. Yo empece a cogerle los pechos. Ana no miraba, pero seguro que sabia lo que estaba pasando. Verla semi-desnuda mientras su madre se frotaba contra mi mientras yo la estaba sobando ya por todas partes, pasando de los pechos al coņo y las piernas, me estaba confundiendo un poco, pero excitando a morir.

Finalmente mis mirada se encontro con la de Ana y pude ver en ella una sonrisa de aprobacion. Lo que Alicia y yo estabamos haciendo en el agua no le parecia mal.

Mis manos bajaron la parte inferior del bikini de Alicia y seguidamente mi baņador. Las dos prendas quedaron flotando unos instantes en la piscina, hasta que Alicia las lanzo fuera, lejos de nuestro alcance.

Entonces se puso frente a mi y comenzo a besarme. Sus labios eran llenos, carnosos, su lengua blanda y ambiciosa y devoraba mi boca casi sin darme tiempo a reaccionar mas alla de intentar devolver sus lamidas. Su mano expertamente me empezo a masturbar. Sobaba mi polla de arriba a abajo, extendiendo sus dedos para acariciar mis huevos y jugueteando hasta entrar por un instante en mi ano.

Mi mirada empezaba a apartarse de Ana, que ahora se estaba masturbando con los ojos cerrados. Los pechos de Alicia en mis manos me transmitian una sensacion fantastica. Mi boca busco sus pezones y me puse a lamerlos y morderlos apasionadamente.

Alicia acelero los movimientos de su mano mientras con la otra levantaba mi cabeza de sus pechos y buscaba mi boca con su lengua. Nos lamimos mientras me masturbaba y lentamente se coloco de espaldas a mi, agarrando el borde de la piscina con sus manos y apretando firmemente su culo contra mi polla.

Ententidendo lo que queria, mis manos se colocaron sobre sus caderas y comence a frotar mi polla bajo el agua contra sus nalgas. Mis manos buscaban su coņo y sus pechos mientras pronto mi pene se situo sobre el orificio de su ano. En el momento en que la note en su sitio, sin ni pensar aprete mi polla a fondo, penetrandola con inmenso placer. Alicia recibio mi rabo con gusto y el movimiento de su culo ensartado golpeando contra mis huevos debajo del agua me hizo llegar al orgasmo en poco tiempo.

Mis gemidos de placer despertaron a Ana de su ensoņacion y nuestras miradas se encontraron brevemente mienras yo me moria de gusto dentro del culo de su madre y mi boca besaba el cuello y la espalda de Alicia apasionadamente y mi dedo no dejaba de masturbar su vagina hasta que ella tambien se estremecio de placer, orgasmando feliz.

Yo estaba agotado. Ana se debia haber corrido mientras se masturbaba, durante los instantes en que Alicia y yo habiamos alcanzado tambien el orgasmo. Ana ahora miraba hacia nosotros, con la respiracion ligeramente acelerada y su fabuloso cuerpo, ahora despojado incluso de la parte inferior de su bikini, cubierto por una ligera capa de sudor.

Alicia, moviendose lenta y perezosamente, me hizo cambiar de posicion con ella. Ahora era yo el que estaba agarrado al borde de la piscina y ella abrazandome por detras. Sus manos acariciaron mi pecho, jugando con mis pezones. Despues bajaron lentamente hasta mi pene. Yo seguia mirando a Ana, que ahora me miraba con una sonrisa entre burlona y desafiante que yo no conseguia interpretar.

Las manos de Alicia volviendo a masturbar mi polla bajo el agua lanzaban un mensaje mucho mas claro y mi respuesta, en forma de ereccion, tambien fue clara.

Yo queria que Ana se aņadiera a nosotros. Le hice seņas con la mano. Alicia desaparecio bajo el agua y en unos instantes note como la humedad que rodeaba mi polla se volvia mas calida, cuando los labios de Alicia la introdujeron en su boca y su lengua se puso a juguetear con mi capullo.

Ana vio lo que acababa de pasar (su madre desapareciendo debajo del agua y mi cara de placer a continuacion) y se acerco al borde de la piscina.

Alicia reaparecio de debajo del agua, agotado su oxigeno, pero sus manos no paraban de estimularme. Me pajeaba con una mano mientras la otra acariciaba mi culo. La sensacion de su dedo introduciendose en mi ano me producia un poco de dolor y placer al mismo tiempo.

Madre e hija cruzaron miradas que no pude entender del todo. Yo queria hacerlo con las dos a la vez y disfrutar viendolas hacer el amor entre ellas. La mirada de Ana indicaba una cierta resistencia.

Alicia desaparecio bajo el agua para chuparme la polla otra vez mientras sus manos no dejaban de acariciarme los huevos y su dedo se introducia levemente una y otra vez en mi culo.

Consegui hacer que Ana se sentara al borde de la piscina. Desnuda y con los pies colgando dentro del agua comence a lamer sus muslos en busca de su coņo mientras seguia sintiendo como su madre me la estaba comiendo debajo del agua.

Ana se tiro hacia atras y separo mas sus piernas para hacer mas facil la exploracion de su coņito por mi lengua. Mis manos disfrutaban masajeando sus pechos firmes.

Alicia volvio a salir de debajo del agua. Su boca acababa de abandonar mi polla, pero su mano no dejaba de estimularla. Nos besamos apasionadamente un instante, antes de que mi atencion se volviera a dirigir a comer el coņo de su hija.

Hacerme correr con la boca le iba a resultar dificil a Alicia porque el tiempo que podia resistir bajo el agua era limitado. Mientras yo seguia besando el clitoris de Ana haciendo que sus caderas golpearan con fuerza mi cara mientras ella se corria y mis manos la mantenian pegada contra mi cara, Alicia coloco su cuerpo entre los dos haciendo que mi polla volviera a quedar colocada entre sus nalgas.

Las manos de Alicia se apoyaban en los muslos de Ana. Mi polla estaba clavandose a la entrada del culo de Alicia. Inicie mi presion y el culo de Alicia respondio de nuevo forzandose contra mi para sentirme mas adentro.

Yo aprete la cabeza de Alicia dirigiendola hacia el coņo de Ana mientras con la mirada buscaba su complicidad.

Sin moverse Ana hizo un minimo movimiento de cabeza... "no". No queria que su madre le lamiera el coņo, o como minimo no se atrevia. Alicia me miro y con un leve encogimiento de hombros y una mueca de su cara me indico que aquel no era un camino a seguir.

Mi polla todavia estaba fuera de control dentro del culo de Alicia y pese a aquella situacion no pude separarme de ella. Con mi mano masturbando su coņo, los dos culeamos con pasion hasta hacer que nos corrieramos de placer. Alicia se apretaba contra mi para sentir mi pene erecto lo mas adentro posible y mis dedos buscaban llegar lo mas al fondo posible de la humeda vagina de Alicia mientras ella se estremecia de gusto.

Acabamos de sentir nuestros orgasmos, procurando recuperar la situacion lo mas normal posible cuanto antes. No hacia falta, Ana no se lo habia tomado mal.

Ana salto dentro de la piscina y nado hacia mi sin dejar de sonreir. Me dio un beso apasionado que casi no conteste. "eh, que el que no queramos hacerlo entre nosotras no quiere decir que no queramos hacerlo al mismo tiempo!" me dijo con una gran sonrisa.

Mirando a Alicia su cara me dijo que ella si estaba dispuesta a hacerlo con Ana.

Sin darme tiempo a responder, Ana buceo bajo el agua buscando mi pene con su boca. Alicia se me habia vuelto a acercar y mientras me besaba con lujuria sus manos me acariciaban los huevos y el culo.

Cuando Ana salio a tomar aire, la experta mano de Alicia sustituyo a la boca de su hija en la masturbacion de mi pene.

En unos instantes, me encontre con la polla pegada al culo de Ana, sobandole las tetas y apretando su cintura contra mi, mientras su madre me pajeaba y lamia mi cara.

Cuando senti que mi pene apretaba la entrada del culo de Ana, estuve a punto de presionar hasta romperla. La mano de Alicia en mis huevos y la manera en que su lengua me lamia el cuello y la oreja me hizo contener. Tambien Alicia habia mantenido la punta de su dedo en mi orificio anal, presionando solo muy levemente y de manera que me daba mucho placer, pero me mantenia en tension por lo que pudiera pasar si me penetraba mas a fondo.

Pese a mi temor inicial, la mano de Alicia se cerro entorno a mi pene y lo dirigio firmemente a la entrada del culo de Ana. Senti como la palma de Alicia en mi culo presionaba para que mi polla empezara a introducirse en aquel culito prieto y maravilloso.

Ana no hizo nada por separarse y mi polla comenzo a tomar ritmo dentro de su culo, follandolo entre exclamaciones de placer de los dos, mientras Alicia me morreaba y su mano magreaba mis huevos.

Yo habia intentado seguir masturbando a Ana mientras le follaba el culito. La mano de Alicia recorria mi muslo y apuntaba a seguir a masturbar a Ana. A mi me excitaba mucho la idea, pero en aquel momento aquello me daba demasiado gusto como para concentrarme y explote de gusto dentro del culo de Ana, follandolo sin contemplaciones hasta que la ultima gota de mi semen estuvo dentro de ella.

Habria otros instantes para convertir a madre e hija en amantes.

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Si te ha gustado Madre e hija vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar Madre e hija. martita te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 21:10) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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