las recogi de una accidente, las lleve a mi casa y eran dos depredadoras sexuales
Relato
Una tarde de lluvia del mes de septiembre, que en nuestra de residencia son Todavía bastante frías, estoy radicado en la zona de Calafate, en la provincia de Santa Cruz.
Hace años estoy allí retirado de todo, solo ocupado de mi chacra, tengo animales y plantaciones de frutas finas, cerezas, fresas, y rosa mosqueta.
Como contaba, el día se presentaba tórrido, y con bastante fresquete, venia en Mi chata del tipo 4x4 y al comenzar la subida hacia mi chacra veo en el franco izquierdo, unos 100 metros en un barranco desparramada una moto con dos personas tratando de, acomodarla, muy deteriorada a primer vista, estaba seguro de que habían sufrido un despiste, estaba tranquilo, en decir que no había lesiones a la vista nada aparente, dado que se movían, detuve la marcha, puse el freno de mano, me baje, y a los gritos, llame su atención, no les entendía, mucho eran personas extranjeras, abrí el malacate de mi 4x4 y lance el cable de acero, mientras lo deslice, para abajo, los 2 levantaron la mano y con el dedo pulgar, me hicieron señas de OK. Al llegar el cable de acero, lo ataron al manubrio, y ambas a cada franco de la moto, cargando unas alforjas, tipo mochila, se agarraron para dirigir la misma, para arriba, la maniobra duro unos 30 minutos púes había que hacerlo despacio, y seguro, con la lluvia fría, me calaron los huesos, cuando llegaron arriba, se sacaron ambos cascos, para mi sorpresa eran dos mujeres, que me decían abrigado, muito obrigado, m, una de ellas dice en español, perdón gracias, señor somos de Brasil, le digo encantado, Luis, me contestan encatada yo soy Amaryltis yo Anama, las invito mi casa, para ver si reparábamos la moto para seguir, ya, no les quedaba alternativa estábamos a 50 KM del pueblo mas cercano cosa que les explique, se miraron encogieron los hombros, entre los tres subimos la moto, costo bastante y tiraron las alforjas, se subieron ambas estábamos empapados, por la lluvia; me contaron que querían ver el glaciar Perito Moreno. Y toda la zona, mezclaban el portugués, y algo de castellano, que habían recorrido mas de 5000 KM, para mi casa, les dije que teníamos que recorrer 12 KM, de subida que no se asustaran que yo era experto, se ve que hacia tanto que estaban luchando que se durmieron con el calor de la calefacción, al fin llegamos,
Ya en la chacra, se esperaban dos de mis empleados, nos bajamos, las chicas caminaban con alguna dificultad, algún golpe y magulladura superficial, mientras los muchachos entraron la chata en el galpón, la lluvia seguía con mas intensidad, les dije que bajaran las cosas, que los alimentos, trajeran todo y trajeran las alforjas.
Entramos, agregue leña se reavivo el fuego, ya que caía agua de nuestros cuerpos, fui adentro, traje toallas, ellas estaban tiritando, pegadas al fuego, mientras tanto calenté chocolate, con miel, para calentar el cuerpo, les acerque un tazón a cada una, me agradecieron con una sonrisa, y el obrigado, y me fui a mi cuarto, saque ropa seca, me cambie, y alce dos camisas, y dos pijamas míos, me acerque les di para que se pongan, le mostré el baño para darse una ducha caliente, donde cambiarse, y donde dormirían era el cuarto matrimonial, antes de separarme, luego de un largo rato volvieron la ropa le bailaba, pero mostraban dos atractivas, mujeres, de no mas de 20 y pico de años, Anama una morena, oscura y Amaryltis la otra mas blancuzca, muy simpáticas, jocosas, les dije, que mañana veríamos, como solucionábamos, aparecieron los peones con las cosas, ellas agarraron lo suyo, y les hice apilar todo el surtido de alimentos del mes, que después acomodaría, les dije vamos a cenar , comencé, a prepara la comida ellas, se acercaron, me decían mora solo, le dije como, ay no es que pregunta si vive solo, ahh si, si solo hace cuatro años, estoy solo, algunos empleados, están a en la casa de la peonada, pero ellos van y vienen, Anama, era un poco, lanzada, me dice soliñño, soliño, nada, nada de compañía, si compañía los perros, y basta; así vivo, no hay mulher, Mujer no me separe hace cuatro años, y no nada, es difícil que una mujer se acostumbre, a vivir aquí, ella a min, me fascina, todo este mundo, Amaryltis, dice a min, tambein, muito bonito, tudu esto, , fastidiada del calor, eh si estamos cansadas del calor por eso vinimos a la aventura, al frio, pensé estas están mas locas que una cabra, yo vine por que no me quedaba otra me rei, querían ayudara cocinar, les dije que hoy era mis invitadas, así que dejaran si querían prepón la mesa, y le echen leña al fuego, Anama, la mas lanzada, se me pegaba, la otra estaba tirando leña al fuego, le enseñe, donde estaban, los paltos, y las demás cosas, el pan pregunte que tomaban, les dije hay vino, vino vino o agua, largaron la carcajada, les indique la bodeguita bien mientras ellas, ponían todo en la mesa, yo tenia en la olla el estofado de cordero, como a la hora ya estaba listo, cuando estaba todo listo, pegue el grito a comer, sin mucho protocolo, nos sentamos, les serví a ambas, y lo mío, llene los vasos de un tinto generoso, de la zona de Río Negro, medio abocado, Anama dijo de hacer un brindis por nuestro encuentro y nuestra amistadade, así alzamos las copas, y las chocamos, y así como si se alzo de la silla se arrimo, me dio un beso, Amaryltis al ver también hizo lo mismo, me dijeron estamos agradecidas, por sua gentilaza, si no hubiera pasado, estaríamos allí creo todavía, le dije por aquí somos todos, solidarios , la charla mientras cenamos, levo a fraternizar de a poco fuimos entrando en calor por efectos del vino, cuando nos dimos cuenta, ya nos rimaos, estábamos muy alegres, la sobremesa, serví chocolate caliente, le eche, un poco de Ruhm, nos sentamos en los sillones cerca del fuego, luna a cada lado, mío, como cada cosa que decía, ellas, encendían a medias, se reían,. En una no se como, Anama, se quiso recostar, y cayo sobre mi piernas, boca arriba, se quedo mirándome, yo solo tuve que inclinarme, y acerque mi labios, juntamos los labios, y así comenzamos, el juego súbitamente, las manos de Amaryltis, comenzaron a acariciarme, y al levantar mi cabeza, estaba, estampando, sus labios, en mi boca, Anama, se bajo de rodillas, saco mi verga que claro, hacía buen tiempo que no tenia satisfacción y comenzó una deliciosa mamada, de golpe estábamos desnudos, en una fiesta sexual, en que ellas eran voraces, se prestaron a todo mis deseos, nos entregamos, a mamarnos , penetrarlas, de a una solo Amaryltis se negó al sexo anal, pero Anama, que tenia una cola espectacular se puso en cuatro, ofreciéndome su culito tentador, sin mucho esfuerzo se lo explore. Mientras le daba bomba, la otra se deslizo por abajo y le comenzó a chupar su vagina, senti que se arqueo un poco, para adelante, se estaban lamiendo una a otra, me encanto tanto que claro largue mucha leche, le rebalce toda su caverna, agotados, y así nos fuimos a dormir, cuando me iba para mi cuarto me agarraron y me llevaron para el cuarto de ellas riéndose me hicieron acostar en el medio, me dio placer dormir, cobijado por semejantes mujeres, muy calidas.
Estaba muy rendido me dormí pese a que ellas querían seguir el juego, le dije que no pese a que quería pero al otro día había una entrega de frutas que significaba mucho dinero.
Me levante muy temprano, y realizamos la entrega justo a tiempo cuando regresamos se vino una nevada tardía, muy intensa, que lléganos justo a mi chacra, ellas, estaban sentadas, en la mesa de la cocina, yo le dije chicas, esta nevando, creo que las voy a tener de huésped. Por unos cuantos días ellas a dúo me dicen nosotras gostosas, nos que damos, me agarraron las dos, y me llevaron corriendo a la cama, los das eran dos demonios, que me desvistieron y volvieron a meterme en un fantasía sexual, que duro varios, cuando pudimos repara sus motos, siguieron su camino, claro me dijeron que de regreso de Perito Moreno, volverían a quedarse, un tiempo
Comencé a notar placer, pues su polla restregándose contra mi clítoris me hizo sentir algún que otro espasmo. Mire otra vez a mi marido. El se la estaba meneando mientras veía como me follaba Ramón. Aquello parecía gustarle. Seguro. Ramón tiene un buen cipote y sabía usarlo como debe ser. Yo levantaba mi culo para que penetrara más a fondo......mientras miraba a mi marido.
Relato erótico enviado por coronelwinston el 16 de March de 2009 a las 17:00:00 - Relato porno leído 131394 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:18) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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