Mi esposa y el vigilante de mi empresa.

Le dije a mi esposa que la esperaba en mi oficina para irnos a cenar esa noche en un restaurant del centro que recién habría sus puertas y nos habían recomendado, cuando ella llego, yo estaba ya guardando los documentos y preparando las cosas para irnos, ella entro, se puso detrás de mi y juguetonamente empezó a agarrarme la verga mientras besaba mi oreja, me bajo el cierre del pantalón y metiendo su mano saco mi verga al aire libre, sin soltarla se arrodilló frente a mi y empezó a chuparmela, mi mujer mama de una forma capaz de enloquecer a cualquiera, yo después de unos minutos, estaba fuera de control del placer que recibia de aquella boca calida que envolvía como un húmedo terciopelo mi verga, ella se levanto y me beso metiéndome la lengua hasta lo mas hondo de la garganta dejándome totalmente excitado, y delirando por mas de su boca, no se si ella ya presentia lo que vendría después, pero estaba muy sacada de la excitacion.

Estuvimos besándonos y acariciándonos algún rato mas, de pronto escuchamos ruidos afuera y nos dimos cuenta de que el vigilante de la compañía había entrado a la salita de espera de mi oficina, seguramente al ver las luces decidió ver que pasaba, interrogativamente toco a la puerta y yo le conteste que aún estaba ahí, mientras hablaba con el sereno desde la oficina a través de la puerta, ella tomó mi verga y comenzó a chuparme nuevamente, la situación de tener un extraño cerca la había puesto mas que excitada, yo la levante una vez que el se fue, la mire a los ojos y metiéndole un dedo en la rajita le dije.

- Te gusto que el vigilante estuviera ahí mientras me mamabas la verga verdad?,

Mi esposa me miro y me dijo que si y que si fuera porque el vigilante nos conocía y le daba mucha pena, estaba dispuesta a salir desnuda y abrirsele de piernas, que estaba loca por tener una verga nueva metida en lo mas hondo de su vagina culeandosela, yo le dije que tenia un plan para que se culeara al vigilante sin que este la reconociera, ella se sonrio y me dijo,

- Oigamos ese famoso plan!!,

- Apagaremos todas las luces de la oficina y lo sentare en el sofa, tu te escondes en el baño y solo sales, le sacas la verga y te le sientas encima. Asi no sabra quien eres.

Ella no quedo muy convencida pero me dijo que probariamos a ver, dirigiendose al baño de mi oficina para esconderse y salir desnuda desde alli, diciéndome,

- Te advierto que si me descubre no me importa por que igualito me lo voy a cojer!

Esas palabras me pusieron la verga bien dura, sali rapido a buscar al vigilante, este tiene aproximadamente unos 74 años, es bastante moreno, alto y algo barrigon, es una persona muy tranquila y siempre esta de muy buen humor, apenas me vio me dijo sonriendo,

- Buenas, como esta, que se le ofrece?

- Necesito que venga a mi oficina para un experimento,

- Bueno pero espero que no duela, me dijo el anciano riendo,

- No que va, al contrario, le dije ya con la verga a millon,

Al entrar a la oficina le pedi se sentara en el sofa y que se pusiera unos tapaojos que uso para descansar a veces. Lo hizo, y yo le reforce el tapaojos con unas cintas adhesivas,

- La cosa como que es misteriosa, me dijo sonriendo,

- No tanto, pero es importante que no pueda ver, le conteste, apagando las luces y dejando la oficina en la mas profunda obscuridad, en verdad que no se veia absolutamente nada aun sin los tapaojos.

Me dirigi al baño y le abri la puerta a mi esposa sin poder verla mas alla de la silueta, la tome de la mano y la conduje a tientas hasta el sofa, ella me abrazo y me di cuenta de que estaba completamente desnuda, aquello casi me hace acabar alli mismo, ella me beso y se estrecho a mi mientras yo le metia dos dedos en la empapada rajita y le mamaba las enormes y bamboleantes tetas halandole con mis labios los pezones, creo que tuvo ahí mismo un par de orgasmos violentos, la respiración del vigilante se sentia fuerte, sin duda que el olor a sexo y los conocidos sonidos del gemir sexual de mi esposa ya lo habian puesto sobre aviso y seguro que sospechaba ya de que se trataba todo.

Mi mujer me solto y tanteando se arrodillo frente al vigilante buscandole la verga con sus manos sobre el pantalón, el se movio inquieto pero no dijo nada, estaba entrando en el juego muy fácilmente, yo encendi una tenue luz de mi escritorio, vi que ella estaba como una posesa desesperada tratando de abrirle el pantalón, el la ayudo abriendo el cierre para que ella metiera la mano, lo cual en efecto hizo, sus deditos encontraron una durísima tranca de proporciones descomunales,

- Uyyyy que tenemos aquí, murmuro con voz cargada de lujuria, esta verga esta durisima y ardiendo, ademas parece de burro, no puedo ni rodearla con mis dedos de lo gruesa, y esta larguisima, papi, que rica se ve!

- Y cuando la saque mas le va a gustar niña, le dijo el vigilante con una risita entre alegre y morbosa.

Mi esposa, ahora con la excitación que la desbordaba producida por el tamaño del aparato que le tocaba meterse, a duras penas logro abrirle el pantalón y con trabajo se lo bajo hasta los tobillos, el se quito el interior y ella totalmente desesperada se abalanzo sobre aquel aparato impresionante que salto al aire como un gigantesco trozo de carne, duro y vibrante, en verdad que me dio hasta miedo que fuera a dañarla, era mucho mas grande que cualquier otra que yo haya visto, según ella era la verga mas grande que le habian metido en su vida, pero ella se veia que mas que preocuparle, aquel aparato la tenia encantada y deseosa, lo acariciaba masturbándolo, besándolo y lamiéndolo con lujuria, jadeando le susurro al oido al anciano vigilante con voz pastosa y cargada de morbo:

- Uyyy papi me vas a meter todo esto?, con esta verga tan enorme me vas a partir en dos y me vas a dejar renca sin poder caminar, asi que por favor cuando me la metas no te muevas tu, dejame hacerlo todo a mi,

Y diciendo esto se inclino para comenzar a lamer y besarle la verga al sereno, quien se echo hacia atrás y se dispuso a disfrutar el regalo que yo le estaba dando, ella estaba fuera de si tratando de meterse la cabezota de la verga en la boca para chuparle mejor, a duras penas lo consiguió y estuvo largo rato mamando, besando y lamiendo la verga del sereno, cuando ya no aguanto mas las ganas de sentirla adentro de sus entrañas, se levanto y le dijo al oido después de darle un largo beso de lengua,

- Papi quedate tranquilito que yo lo hago todo, mira que tu verga es algo enorme y puedes lastimarme mucho, dejame que me acostumbre a ella primero, si?

El vigilante no le contesto, solo se sonreia dejandose hacer, creo que ya sabia quien era, pero no queria decir nada por temor a perderse el chance de cojersela, quien sabe desde cuando la deseaba de verla llegar a la oficina, ella se puso entre sus piernas de espaldas a el y tomando la verga por la mitad del tronco se fue sentando lentamente sobre esta, cuando mi esposa sintio la gruesa cabezota abriendole la vulva, se estremeció y se apoyo con la otra mano en una rodilla del vigilante y fue forzando la entrada haciendo gestos de dolor y emitiendo gemidos al pujar para lograr encajársela.

Vi con asombro como poco a póco sus labios vaginales fueron cediendo y la enorme cabeza fue entrando poco a poco en la preciosa rajita de mi esposa, quien no quitaba sus ojos de los mios mientras trataba de incrustarse toda la cabeza en su dulce hoyito, yo me consumía del morbo.

Cuando lo logro, ella se detuvo unos segundos y tomando impulso fue dejandose deslizar a lo largo de la gruesa estaca de carne dura y ardiente meneando sus poderosas caderas, hasta que tuvo mas o menos la mitad adentro y comenzo un sube y baja que fue lubricando con sus propios flujos la verga del vigilante, haciendo que cada vez se metiera un poco mas del impresionante tronco hasta que logro meterselo casi todo, quedandole afuera unos 5 o 6 cmts, los cuales ella se termino de enterrar cerrando los ojos y tensando todo el cuerpo en un envion final hacia el regazo del viejo vigilante, sobre el cual termino sentandose con la vagina repleta de verga mas alla del utero, el cual se le abrio como una flor para darle paso a la descomunal verga que la empalaba, creo que no eran menos de 30 cmts de dura y gruesa carne, negra como el ebano y brillante de los abundantes fluidos de mi esposa que la cubrían y la lubricaban.

Ella sintio que se desmayaba del dolor pero tambien del placer, estaba llena mas alla de toda logica, y se sentia en la gloria, se dio unos minutos para acostumbrarse a lo que tenia metido dentro de su vaginay utero, mi esposa estaba meciendose y meneandose rítmicamente, con una lentitud de animal satisfecho, los ojos semicerrados y la boca entreabierta totalmente ida del mundo y concentrada en las poderosas sensaciones que inundaban su sexo, el vigilante mientras, habia comenzado a acariciar todo su cuerpo desnudo, sus caderas, muslos, cintura, torso, tetas, eran objeto de su ciega adoración táctil mientras besaba y lamia su espalda.

Mi esposa estaba envuelta en un capullo de sensaciones eroticas que la hacian temblar de puro placer sexual, ya habia tenido varios orgasmos, ella fue incrementando poco a poco el ritmo de su rotacion sobre las piernas del sereno, teniendo la verga dentro hasta el tope, sus jadeos y gemidos tambien fueron creciendo hasta que sus caderas eran un torbellino y sus gritos de gozo un himno al placer y la lujuria, y aun no comenzaba a ser bombeada por el viejo sereno.

Mi mujer de repente se detuvo y comenzo a temblar por la intensidad de sus orgasmos y dando un suspiro se desmadejo en los fuertes brazos del anciano vigilante, este la abrazo contra su pecho con sus callosas manos sobre las inmensas tetas de ella, cuyos pezones parecian querer explotar de lo duros y excitados que estaban mientras el los halaba y acariciaba, asi estuvieron abrazados unos minutos y luego muy lento el comenzo ahora a moverse bajo ella, le metia y sacaba un poco de la verga esperando que ella se recuperara y volviera a su estado de paroxismo erotico y sexual.

El sabia muy bien lo que hacia, conocia el póder de su verga sobre las mujeres, porque ella se recupero y fue respondiendo cada vez mas intensamente a su bombeo con un sensual meneo de sus poderosas caderas, hasta que nuevamente ella misma subia y bajaba al encuentro de sus movimientos para enterrarse la verga hasta las bolas, pense que la iban a dejar bien abierta y desfondada, como en efecto ocurrió.

Durante largo tiempo el vigilante estuvo asi culeandose a Jessy, tardo casi media hora para acabarle adentro, ella iba y venia en esta montaña rusa de orgasmos y sensaciones sexuales, con los nervios a flor de piel y el clítoris en estimulacion permanente ademas de su punto G, estoy seguro de esto porque gimio y lloro todo el tiempo, derramo cantidades enormes de fluidos vaginales, como yo nunca la vi antes, hasta que al venirse el anciano sereno eruptando su ardiente y espeso semen dentro del utero y vagina de mi mujer, le termino de repletar hasta los mas escondidos pliegues de su intimidad.

Creo que nunca antes mi esposa habia sido culeada asi por un solo hombre, ambos se recostaron, ella sobre el pecho de el y el sobre el sofa con ella sentada en su regazo y su enorme culebra de negra verga metida totalmente dentro de ella, mientras el le recorria todo el cuerpo acariciandola con las llemas de sus dedos enviando un sendero de descargas electricas a su clítoris, mi esposa con los ojos cerrados volteo su cara con los labios entreabiertos buscando la boca del viejo vigilante para entregarse en un largo beso que fue a la vez tierno de agradecimiento y disfrute de las lenguas de ambos.

Asi estuvieron un largo rato que no quise interrumpir, el anciano acariciandola toda y ella estremeciendose por sus caricias y besandolo, el se quito la venda y el tapaojos con ayuda de ella, para verla por primera vez en su total y esplendida desnudez, a ella no le importo nada que el la viera y la reconociera, el la atrajo hacia si y ella oculto su rostro en el hombro de el, que le dijo al oido,

- Mis manos no me engañaron señora, siempre supe que era usted, una piel como la suya y esas tetas tan hermosas asi como sus muslos suaves y firmes, no se pueden ocultar, siempre estare a sus ordenes, especialmenmte para cojermela por este glorioso culito que ud tiene, daria lo que fuera por metersela por ahí,

Ella se estremecio de solo pensarlo y le respondio murmurandole tambien al oído al viejo vigilante,

- Si mi marido lo permite muy pronto volveremos a encontrarnos mi amor, y si no, ya veremos como haremos, tu me has hecho una mujer muy feliz hoy, y asi me mates rajandome en dos, también quiero que me cojas por el culo,

El a su vez le dijo.

- Ud es la mejor hembra y el mejor polvo que he tenido en toda mi vida, gracias,

Ella, halagada solo lo tomo del rostro y lo beso nuevamente, yo aproveche para intervenir y le recorde a el que tenia que volver a su trabajo ya que habia pasado la prueba de forma excelente, se rio y me dijo

- Ah jefe, cada vez que necesite hacer un experimento como este me avisa,

- Pues si conozco bien a mi mujer, creo que pronto haremos otra prueba, le dije sonriendo.

Ella se levanto sacandose lentamente la descomunal estaca de carne, ahora flaccida, que ella misma se habia enterrado, dandole un apretón final para agacharse frente a el y limpiarsela toda con la lengua y boca, al teminar lo beso en los labios y se fue al baño con paso inseguro y piernas temblorosas, el vigilante se paro, se arreglo los pantalones y salio dandome la mano y las gracias.

Yo me servi un trago y espere un largo rato a que mi mujer saliera del baño, estaba todavía alucinado por lo que habia presenciado, creo que me habia dado como 10 pajas durante todo el polvazo que se dieron ella y el vigilante y ademas sentia que aquello habia sido como algo magico la integración entre ellos. Al salir del baño, mi esposa aun desnuda me dijo mimosa,

- Vamonos para la casa, que ahora quiero que me cojas tu, mi amor.

Aquella fue una noche de sexo inolvidable.