Cuando mi tía abuela falleció, mis padres que estaban en viaje de trabajo, decidieron que yo, los representara en el funeral, y me quedase unos cuantos días compartiendo con el resto de la familia, ya que era toda una señorita. Bueno casi, ya que había perdido mi virginidad, en una de las tantas salida, que mí novio y yo hicimos, sin que mis viejos se enterasen.
Relato
En aquellos momentos, yo me escapaba por la ventana de mi habitación, cuando comenzaba a escuchar que los dos roncaban. Juan mi novio, me esperaba en el coche de sus padres, o en la camioneta de reparto de su negocio, y apenas me subía, él arrancaba procurando no hacer ruido, ya que dejaba que el vehículo rodase cuesta abajo, para luego ya a cierta distancia, arrancarlo. Y fue una de esas noches, cuando andábamos en la camioneta, que al salir de la fiesta a la que fuimos, en lugar de dirigirnos a mi casa. Juan detuvo la camioneta en el estacionamiento del negocio de sus padres. Como en otras ocasiones, solo que en lugar de quedarnos sentados en los asientos, él había puesto una colchoneta en la parte trasera. Por lo que nos pasamos para atrás, y comenzamos a besarnos. Así que a medida que nos fuimos besando, y acariciando mutuamente. Juan me comenzó a quitar la ropa, sin que yo se lo impidiera para nada, hasta dejarme totalmente desnuda. Mientras que él aún permanecía, completamente vestido. Juan no dejó de besarme, y de acariciar todo mi cuerpo, cuando para mi sorpresa, entre sus besos y caricias, separó mis piernas. Dirigiendo su cara, directo sobre mi coño. Ya en otras ocasiones, él después de subir mí falda, y bajarme la braga, me había acariciado el coño, e introduciéndome sus dedos, me había hecho disfrutar de varios orgasmos, mientras que yo lo masturbaba a él. Pero esa noche, cuando comencé a sentir que me besaba los muslos, y luego colocó su boca, sobre mi vulva. Hizo que me derritiera, ya que además de lamer, y chupar los labios de mi vagina, también se dedicó a chupar mi clítoris. Como nunca antes lo había hecho, por lo que después de un rato, coloque mis manos sobre su cabeza, y seguí restregando su cara, contra todo mi coño, por lo que disfruté de un húmedo y arrebatador orgasmo. Yo me quedé completamente agotada, tendida con mis piernas bien abiertas, sobre aquella colchoneta, y cuando me vine a dar cuenta, ya Juan estaba sobre mí. Comencé a sentir su caliente y duro miembro, como se fue abriendo paso suavemente dentro de mi vulva. A medida que él continuó penetrándome, yo sentí que las fuerzas me volvían, y comencé a mover mis caderas, restregando mi desnudo cuerpo, contra él de mi novio, que apenas y se había medio bajado los pantalones. Esa noche, perdí la virginidad, prácticamente sin darme cuenta. Ya que estaba tan y tan súper excitada, que les mentiría si les digo, que supe en que momento me voló el himen. La cosa es que desde esa noche, de novios pasamos a ser marinovios. Y cada vez que salíamos, nos las apañábamos para disfrutar el uno del otro. Incluso cuando me bajaba la regla, en par de ocasiones, fui yo quien gustosamente le mamé su miembro, y hasta dejé que me diera por el culo, después de que Juan insistiera un poco, para que yo finalmente accediera gustosa. Cosa que también me ha sucedido con otros chicos, con los que he salido, sin que mi novio se entere, desde luego. Juan como no podía acompañarme por sus estudios se quedó. Y se preguntaran ¿Qué tiene que ver todo eso? con que mis primas, me hayan convertido en puta. Bueno en gran medida, la responsable de eso he sido yo, ya que después del velorio y entierro de mi tía abuela, al ser yo la prima que vivía en la ciudad, cuando me reuní con mis primas las del pueblo. Al principio, me moría del aburrimiento. Pero una noche en que salimos las tres, a pasear por la plaza. Me di cuenta de que Virginia, mi prima mayor, se babeaba por un chico, que según nos dijo Virginia, él estaba saliendo con una amiga de ella, lo único que sabía de él, era que se llama Xavier, y que antes de llegar al pueblo, vivía en Barcelona. Por cambiar el tema, me puse de bocona, y les conté todas las experiencias, que he tenido con mi novio, además de uno que otro chico, que se me ha atravesado. Y en cierta manera me sentía admirada por mis dos primas, las que a pesar de tener novios formales, por lo que me dijeron, jamás ellos las han tocado. Hasta que Yadira mi prima menor, dijo que no me creía nada, que yo estaba inventándome todo eso. Yo en ese momento, ahora pienso que me debí reír, y decirle que ella tenía razón. Pero no sé si fue la indignación de que no me creyera, o mi falso orgullo lastimado. Que a manera reto, le dije. Si quieres te lo demuestro, solo dime, cuando, donde, cómo, y con quien. Yadira de seguro que no se esperaba que yo le respondiera así, se quedó callada, sin saber que decir, viéndome con esos ojos saltones de vaca cagona, que la caracterizan. Cuando Virginia sonriendo, dirigiéndose a mí, me dijo. No sé cuándo, ni donde, ni cómo. Pero si sé con quién, al tiempo que señalaba discretamente, con sus labios, al mismo tipo, por quien ella se estaba babeando. Así matamos dos pájaros de un tiro, tú nos demuestras que tan buena eres, y yo me lo saco de la mente a él, ¿qué te parece? Yo debí decirle que no, pero mi amor propio, no me lo permitió. Y en lugar de eso, le dije. Como me estoy quedando sola en el chalet, ya tengo donde hacerlo, cuando ahora mismo. Por lo que me separé de ellas dos, y caminé bien resuelta hacía donde aquel tipo se encontraba, charlando con unos amigos, cuando intencionalmente lo tropecé. Claro que de inmediato me disculpé, pero me le quedé viendo directamente a los ojos, y como si lo conociera de toda la vida, le dije. Hay pero que pequeño es el mundo Xavier, mira que venir de Barcelona, para encontrarme aquí contigo. Desde luego que Xavier, no me reconoció. Pero hizo como si realmente me conociera. Yo por joder, de inmediato le dije. Hay Xavi, la verdad es que me aburró tanto en este pueblo, que doy gracias a Dios, por encontrar a un conocido. De inmediato, yo misma me presenté a sus dos amigos, diciéndoles que me llamaba Virginia, pero que mis amigos, como Xavi, me dicen Viki. Casi de inmediato, Xavi y sus amigos, Leo y Santiago me invitaron a beber cerveza, mientras nos comíamos unas tapas. Todo eso fue sucediendo, bajo la escrutadora mirada de mis dos primas, que no me quitaban la vista de encima. Mientras que yo me fui tomando ciertas libertades tanto con Xavi, como con sus dos amigos. Riéndome de sus ocurrencias, y de cuando en cuando abrazándolos, y hasta dándoles un beso, en las mejillas, muy cerca de sus bocas. Ya había entrado en calor, cuando me dieron ganas de ir al baño, a orinar. Y tras de mí se fueron mis primas. Las que apenas me dieron alcance en el baño, asustadas me preguntaron ¿si pensaba llevarme a los tres al chalet? Yo la verdad, es que ni lo había pensado, pero al ver sus rostros, les respondí que sí. Apenas regresé a la mesa, le dije a los tres. Bueno chicos, ya es algo tarde para que una chica como yo, esté sola en la calle, ahora si quieren acompañarme, nos compramos unas cervezas, y nos la tomamos en el chalet que me estoy quedando. Ya en el chalet, seguimos bebiendo, y hasta puse algo de música, para bailar con los tres, dejando que a medida que fui bailando con cada uno de ellos, fueran tomando confianza, y me apretasen contra sus cuerpos, sintiendo como sus manos, a medida que seguíamos bailando, acariciaban todo mi cuerpo, y como sus erectos y duros miembros los presionaban contra mí bajo vientre. En cierto momento, cuando sus caricias, y besos. Ya me tenían deseosa de tener sexo, me pareció que los tres esperaban, que sus dos amigos se retirasen, fue cuando se me ocurrió decirles, me van a perdonar, que los dejé solos por un corto rato, ya que como estoy que me muero de calor, me voy a dar una refrescante ducha, y de paso me voy a poner un poco más cómoda. Pero por lo que más quieran, ninguno de los tres se marche. Los dejé a los tres sentados en la sala, bebiéndose algo de vino, ya que las cervezas nos las habíamos tomado todas. Rápidamente entré al dormitorio, me quité toda la ropa, y de la misma manera me di una rápida y refrescante ducha. Cuando al poco rato regresé donde ellos, únicamente tenía puesta la pequeña toalla con que me había secado, sin más nada abajo. Actuando como si fuera la cosa más natural del mundo, y mientras Leo me miraba, y sus ojos parecían que se le iban a salir de sus cuencas, me dio un vaso de vino tinto, el que me bebí a medida que me acerqué a una de las ventanas, por la que pude ver en medio de la oscuridad, las figuras de mis dos primas, que ocultas tras unos arbustos, cercanos a la ventana, nos observaban. Fue cosa de poco tiempo, para que mientras nos sentamos en el sofá, tanto Xavier, Leo, y Santiago, me estuvieran colmando de besos, y caricias por todo mi cuerpo, momento en que ni cuenta me di, cuando de seguro alguno de los tres, desprendió la toalla, quedándome completamente desnuda, entre los brazos de los tres. Yo no sé si entre ellos se pusieron de acuerdo, mientras me duchaba. Ya que sin entrar en discusiones, de a quien le tocaba primero, y a quien después. Leo se fue colocando tras de mí, y a los pocos segundos, comencé a sentir como su caliente glande, se abría paso, sin mucho esfuerzo entre mis nalgas, hasta que sentí todo su miembro completamente dentro de mi culo. Luego Xavier, separando mis piernas comenzó a penetrar mi vulva, con su gran verga, al tiempo que de manera suave me mordisqueaba los pezones de mis senos. Ya había comenzado a mover mis caderas, cuando frente a mis labios Santiago, sujetaba con una de sus manos, su miembro. Por lo que no hizo falta, de que me dijera nada, para que yo gustosamente me pusiera a mamárselo. Me encontraba no tan solo disfrutando y deleitándome, de todo aquello que ellos tres me estaban haciendo. Sino que además sentía el morboso placer, de estar siendo observada, por las santurronas de mis primas. Que seguramente, deseaban estar en mi lugar. Así que mientras, ya fuera Xavier, Leo, o Santiago. Me seguían penetraban por el coño, la boca, o el culo, seguí moviendo todo mi cuerpo, disfrutando a pierna suelta de todo lo que ellos tres me estaban haciendo. Les confieso que en ciertas ocasiones había soñado despierta, con llegar hacer un trío, con mi novio, y alguno de sus amigos. Pero con lo machista que es Juan, sabía de sobra que jamás aceptaría. Por lo que cuando se me presentó la oportunidad, y sin planificarlo se dio, fue uno de los mayores placeres que jamás había disfrutado, en la vida. En ciertos momentos, quizás por lo embriagados de sexo, que los cuatro nos encontrábamos, mientras le estaba mamando su verga a Xavier, al mismo tiempo logré que Leo y Santiago, me enterrasen sus vergas dentro de mí goloso coño. Yo disfrutaba, ya fuera por mi culo, mi boca, o mí coño, metieran y sacaran sus miembros, una y otra vez, sin detenerse. Ya en la madrugada, cuando ellos tres se marcharon, dejándome completamente exhausta, recostada sobre el sofá de la sala, con mi culo, y mis piernas, bien abiertas, llena de su semen por todo mi cuerpo, incluso hasta en mi larga cabellera, pero sumamente satisfecha. Apenas pude me puse de pie, me dirigí al baño, donde me di una buena ducha, y tal como salí, me acosté en la cama, que en ningún momento la habíamos tocado. Ya en el día aparecieron mis primas, haciéndose las santurronas. Preguntándome como me sentía, y tras decirles que de maravilla, Yadira la de los ojos de vaca cagona, me vino a seguir preguntando tonterías. Le dije que si ella deseaba saber lo que realmente se sentía, se acostarse con tres hombres a la vez, que se atreviera hacerlo, y no se habló más del tema. Al siguiente día, antes de marcharme, me enteré que la chica, con quien Xavier estaba saliendo, mis dos primas, le contaron todo lo sucedido en el chalet, por lo que rompió con él. Me di cuenta, que las niñas buenas de mis primas, me habían usado, como a una verdadera puta. Cosa que no les voy a perdonar nunca. Así que invité a mis primas, y a sus novios al chalet, con el pretexto de pasar un agradable rato, en su compañía antes de que regresara a casa. Apenas llegaron se sorprendieron de la gran cantidad de bebidas, y tapas, que les tenía perradas. Casi de inmediato, puse algo de música, para que bailaran. Ya como a la hora con el pretexto de que se me bahía acabado, el vino, seguí sirviendo cerveza, lo que mis primas, y sus novios aceptaron de buena gana. Al rato, dejaron de bailar, y como vi que los novios de mis primas hacían ningún tipo de avance, quizás por falta de confianza. Les invité a jugar la botella, lo que al principio parecía ser un tonto juego, pero a medida que mis primas y sus novios, así como yo misma seguimos bebiendo comencé a poner de penitencia, para que se fuera rompiendo el hielo. Como por ejemplo, la que, o el que perdiera, se debía dejar besar por quien señalara el culo de la botella. Casi de inmediato, el ambiente comenzó a cambiar, ya que de tontos y simples besos de piquito, cuando me tocó a mí, también le tocó a mi prima Virginia, a quien frente a su novio comencé a besar introduciendo toda mi lengua dentro de su boca. Al poco rato los besos y caricias fueron en aumento, quizás por lo mucho que ya habíamos bebido. Fue cuando propuse que los que perdieran, entregasen una prenda, nadie se opuso. Momento qué aproveché para seguir sirviendo orujo, en lugar de cerveza. No habían pasado ni media hora, cuando ya mis primas, como yo estábamos en braga, y sostén. En cierto momento, quedé toda desnuda, y los ojos de los novios de mis primas no se apartaban de mi depilado coño. Así seguimos jugando, hasta que para mi sorpresa en una de esas que perdió el novio de Virginia, fue Yadira la que propuso que me mamase el coño, lo que yo gustosamente acepté. Ante la incrédula mirada de Virginia, que a medida que su novio comenzó torpemente a lamer mi coño. Ella a la vez se dedicó a ir introduciendo sus dedos, dentro del suyo. Mientras que Yadira y su novio, sin que nadie se los indicase, ella comenzó a masturbarlo, mientras que él acariciaba su peludo coño introduciendo sus dedos, arrancándole profundos chillidos de placer. De momento llegaron, mis otros invitados. Xavier, Leo, y Santiago. En cosa de pocos segundos desató una tremenda orgía, ya que éramos tres para cinco. Debido a lo mucho que ya habíamos bebido. Mientras Virginia, le mamaba la verga a Xavier, su novio se lo enterraba por el coño, mientras que Leo, le daba por el culo. Yadira en cambio prefirió que su novio le diera por el culo, mientras que Santiago la penetraba por el coño, al tiempo que mi prima, la de los ojos de vaca cagona, me mamaba mi depilado coño. Así estuvimos el resto de la noche, y gran parte de la madrugada, cambiando de parejas. Tanto mis primas, como yo pedíamos como locas que nos dieran más duro, mientras que sus novios, Xavier y sus dos amigos, nos complacían. En cierto momento Virginia, Yadira y yo, comenzamos no tan solo a besarnos, sino que también aparte de acariciarnos, restregábamos nuestros coños mutuamente, al tiempo que a la otra se lo mamábamos entre las dos, ante la lujuriosa mirada de los chicos. Así seguimos, haciendo y dejándonos hacer de todo. Hasta que tanto como mis primas, sus novios, Xavier, Leo, Santiago, y yo nos quedamos dormidos, por el cansancio, y la borrachera. Ahora en el pueblo, las que tienen fama de putas empedernidas, son mis primas, ya que apenas pude me marché….
me tocaba el culo y me morreaba, mientras yo miraba a mi novio, estaba rodeada por tres hombres manoseándome, pellizcándome, seis manos y tres bocas me buscaban ansiosos...mientras ponía cara de cachonda, aun mas de lo que estaba, mientras miraba a mi novio, abriendo mi boquita y jadeando
Relato erótico enviado por culona69 el 20 de September de 2012 a las 00:19:31 - Relato porno leído 156097 veces
Hola me llamo lupita y como lo dice el titulo soy una madura cachonda y muy puta, me encanta el sexo, me gusta que me traten como a una verdadera puta, me encnta que me la metan por el culo y me coman todo mi trasero.
Relato erótico enviado por madura cachonda el 11 de September de 2013 a las 01:05:30 - Relato porno leído 154066 veces
Desde hace más de seis meses, que Antón mi marido, se encuentra preso, y la verdad es que con tres cadenas perpetuas en sus costillas, la única manera de que yo lo vea es, o a través de las rejas, los días de visita, o que él se llegue a fugar, lo cual es un poco menos que imposible. Por lo que comencé a arreglarme para salir a buscar trabajo, en algún restaurante de comida rápida. Fue cuando mi primo, mi hermano, y Darío el hermano de Antón, pasaron a visitarme a casa…
Relato erótico enviado por Narrador el 05 de February de 2015 a las 00:20:40 - Relato porno leído 70348 veces
Si te ha gustado Mis primas hicieron que actuara como una puta, y yo les devolví el favor… vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Mis primas hicieron que actuara como una puta, y yo les devolví el favor….
narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
Alba29
(22 de June de 2018 a las 17:59) dice:
muy interesante y bien narrado. Sobre todo muy cachondo y posible katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:25) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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