Mis vecinitas

Esto paso hace ya algunos años cuando yo era un adolescente... Vivo en una casa de dos pisos, mi cuarto esta en el piso de arriba y tiene una ventana que da justo a la calle, en frente esta una casa igual de dos pisos con un gran patio, en la parte de arriba esta un cuarto, un baño y una especie de terraza que después la hicieron un cuarto. En esa casa de enfrente vivían tres niñas que eran primas; una era delgada y la otra era un poco mas llenita, estas niñas me enseñaron las mas grandes perversiones y las amo por eso. Todo comenzó un día cuando yo regresaba de la escuela, subí a mi cuarto a ver la televisión , las cortinas de la ventana estaban abiertas y la luz del sol se reflejaba en la tele por lo que no se veía bien, entonces fui a cerrar las cortinas y al hacer eso vi a mis vecinas de enfrente como jugaban en lo que parecía una terraza, pero era por que aun no construían en ese lugar, ellas jugaban alegremente no le di gran importancia y cerré por completo las cortinas para regresar a ver la televisión en aquel momento me di cuenta que no las había cerrado bien, me pare de la cama y fui de nuevo a la ventana, entonces vi algo que me dejo helado. Una de las niñas se dirigió al borde de la terraza y se subió su faldita, se bajo sus pequeños calzoncitos blancos, se sentó de aguilita y comenzó a orinar, yo solo me quede viendo ese gran espectáculo viendo como salía ese liquido de su vagina, así estuvo unos segundos mas, después se levanto se subió el calzoncito se bajo la falda y regreso con sus primas para seguir jugando, yo ya estaba súper excitado ya no aguantaba, comencé a masturbarme como loco. Antes de terminar de masturbarme vi que la mas grande de las niñas fue al borde de la terraza, justo donde su prima había dejado un pequeño charco, abrió las piernas su subió la falda, bajo su calzoncito, se sentó de aguilita y comenzó a orinar durante 30 segundos, el color era transparente, dejo un charco mucho mas grande que su prima ya que había terminado se paro y se di la vuelta aun con su falda arriba y su calzoncito abajo, su culito era precioso blanco y paradito, como si me estuviera leyendo la mente se agacho para subirse el calzón, en ese momento vi como se le abrían las nalguitas y me dejaban ver su rayita y su ano, ya no aguante mas y me vine como nunca antes en la pared. A la mañana siguiente busque unos binoculares que tenia y los deje listos junto a la ventana, me fui a la escuela y al regresar subí directo a mi cuarto, ahí estaban las tres jugando como antes espere como 20 minutos con la esperanza de que se repitiera lo de antes y justo cuando estaba a punto de rendirme una de ellas la mas pequeña ya no aguantaba mas y rápidamente se desnudo de la cintura para abajo, se sentó y comenzó el placer. Con los binoculares podía ver con lujo de detalles como salía la orina de se vaginita eran un espectáculo grandioso pequeñas gotas se recorrían hacia su ano, antes de terminar vi como la mas llenita se bajaba el calzoncito rosa, ella era la única que me faltaba por ver, ella lo hizo diferente a sus primas; se quito es calzón por completo, se subió la falda, abrió las piernas y las flexiono un poco sin llegar a sentarse, al principio solo le salían unas gotitas pero después salió un gran chorro hacia adelante, fue un espectáculo grandioso que jamás olvidare…