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Cuando escuché a Alberto mi marido, decirme eso estando medio borracho, nos encontrábamos los dos en la cama, de un pequeño hotel, celebrando la firma de un contrato, después de que yo mantuve un fogoso trio, con dos de los representantes de una compañía extranjera, para qué Alberto pudiera cerrar una negociación. Entre risas a medida que mi marido me penetraba por el culo. Le respondí, en cambio tú, ya sea que estés casado con migo, o con cualquier otra, has sido, eres, y seguirás siendo todo un cabrón de marca mayor.
Relato
No es que estuviéramos peleando, es que así nos tratamos nosotros dos, ya que ni él exagera al decirme así, ni yo me quedo corta, al decirle eso. Desde que estando aun de novios, yo ocasionalmente me acostaba con otros hombres, a pedido de él mismo Alberto. Todo comenzó una noche que estando en la fiesta de la empresa en la que Alfredo trabaja, me di cuenta de que un viejo verde, no me quitaba los ojos de encima, y se lo comenté a mi novio, o sea Alberto. Al principio, pareció molestarse, pero cuando se dio cuenta de quién era el viejo de quien yo hablaba, casi le da un ataque de histeria, diciéndome. Mejor nos marchamos, ya mismo. No sea que el viejo te vea conmigo, y quiera que tú te acuestes con él. No sé si fue, lo mucho que ya había bebido, o la morbosa idea de acostarme con el jefe de mi novio, que me hizo decirle a Alberto, y que con eso. Si a ti no te molesta, te aseguro que a mí tampoco. Fue cuando mi novio, me preguntó ¿De verdad serías capaz de acostarte con el viejo? A lo que le respondí, si tú me lo pides, y no te está malo, de seguro que si lo hago. Alberto me sonrió, y tomándome por el brazo, me sacó a bailar, justo frente a su jefe. Quien al poco rato se nos acercó, y mientras charlaba inocentemente con nosotros dos, de las enormes oportunidades que tenía Alberto en la empresa, le pidió a mi novio que nos buscase unos tragos. Momento en que aquel condenado viejo, me dijo. Si realmente te preocupa el futuro de tu novio, te espero en aquella puerta. Apenas regresó Alberto con las bebidas, el viejo tras agarrar su copa, se retiró, sonriendo. Cuando me preguntó, que me había dicho el viejo, se lo repetí. Alberto todo nervioso, me dijo. Vez te lo dije, que el viejo de seguro quería acostarse contigo, y en un tono de preocupación, me dijo. ¿Y ahora qué hago? A lo que yo le respondí. Déjate de tanto teatro, que tú sabías de sobra, que tú jefe se quiere aprovechar de la ocasión para acostarse conmigo. Pero si tú no estás de acuerdo, y te está malo que lo haga, se lo decimos, y nos podemos marchar cuando tú quieras. Pero de seguro al primero que ese viejo sinvergüenza, querrá despedir será a ti. Si no lo complacemos. Alberto, sonrió diciéndome. Está bien, tú ganas, yo sabía que eso iba a suceder, porque he visto en infinidad de ocasiones que ha pasado, con las mujeres de otros empleados. Pero si a ti no te está malo, te aseguro, que a mí tampoco. Por lo que no seguimos perdiendo el tiempo, y me dirigí a la puerta que me había señalado el viejo. Mientras que Alberto disimulando, se fue a seguir bebiendo en la barra. Apenas atravesé la puerta me encontré al viejo, esperándome. Me tomo por la mano, y me dijo. Si lo que te voy a decir te incomoda, te puedes marchar de inmediato, pero lo que quiero es acostarme contigo. Yo lejos de hacerme la ofendida, le dije que para mí sería un enorme placer, compartir un buen rato, con una persona de tanta experiencia. El viejo de seguro se sintió bien orgulloso, y sin soltarme la mano, me llevó a una gran habitación, con una enorme cama. Sin esperar a que él me lo pidiera, comencé a desnudarme, mientras que él no dejaba de observarme. Y una vez que estuve completamente desnuda ante él, me agaché y tras bajarle la cremallera de su pantalón, y sacar su semi erecto miembro. Se lo limpié con unas toallitas húmedas, para luego, de inmediato comenzar a mamárselo. El viejo estaba que no cabía de felicidad, y cuando sentí su miembro lo suficientemente duro, me acosté en aquella gran cama. Separando mis piernas, ofreciéndole mi depilado coño. El jefe de mi novio, ni tan siquiera se desvistió, tal y como estaba, se me fue encima, y comenzó a penetrarme. Mientras que yo, por aquello de que se sintiera bien, exageré un poco con los gemidos a medida que él continuaba penetrando mi coño, una y otra vez, hasta que él no pudo aguantar mucho, y se vino. Por mi parte le hice ver que había quedado tremendamente satisfecha, y aquel viejo estaba que no cabía en sus pantalones. Así que mientras yo me aseaba, y tras decirme que no olvidaría cumplir su palabra, se retiró. Alberto al poco rato entró en la habitación, mientras aun yo seguía lavando mi coño en el baño, al verlo le dije. Misión cumplida, de seguro te van a dar un buen asenso, lo que realmente sucedió como a la semana. Pero en ese momento, le seguí diciendo a mi novio. Antes de eso, quiero que me lo metas, no sabes lo que es acostarse con ese pedazo de viejo, que apenas y se le para. Mi novio después de quitarse toda la ropa, y cerrar la habitación, se metió en aquella gran cama. Y me hizo sentir la mujer más feliz del mundo, al penetrarme salvajemente tanto por mi coño como por mi culo, ya que después de hacerme disfrutar de varios orgasmos, me ha dado una increíble mamada de coño, que me puso a gritar como loca. Bueno esa fue la primera de tantas ocasiones, que antes de casarnos, en qué por un motivo u otro, como conseguir algún contrato, o para qué ganara una licitación, me he acosté con otros hombres, y en ocasiones hasta con una que otra mujer, cosa que he seguido haciendo, después de que nos casamos. Mi esposo por eso, ha sido, es y seguirá siendo un cabrón de marca mayor, y yo toda una gran puta…
me tocaba el culo y me morreaba, mientras yo miraba a mi novio, estaba rodeada por tres hombres manoseándome, pellizcándome, seis manos y tres bocas me buscaban ansiosos...mientras ponía cara de cachonda, aun mas de lo que estaba, mientras miraba a mi novio, abriendo mi boquita y jadeando
Relato erótico enviado por culona69 el 20 de September de 2012 a las 00:19:31 - Relato porno leído 156093 veces
Hola me llamo lupita y como lo dice el titulo soy una madura cachonda y muy puta, me encanta el sexo, me gusta que me traten como a una verdadera puta, me encnta que me la metan por el culo y me coman todo mi trasero.
Relato erótico enviado por madura cachonda el 11 de September de 2013 a las 01:05:30 - Relato porno leído 154065 veces
Desde hace más de seis meses, que Antón mi marido, se encuentra preso, y la verdad es que con tres cadenas perpetuas en sus costillas, la única manera de que yo lo vea es, o a través de las rejas, los días de visita, o que él se llegue a fugar, lo cual es un poco menos que imposible. Por lo que comencé a arreglarme para salir a buscar trabajo, en algún restaurante de comida rápida. Fue cuando mi primo, mi hermano, y Darío el hermano de Antón, pasaron a visitarme a casa…
Relato erótico enviado por Narrador el 05 de February de 2015 a las 00:20:40 - Relato porno leído 70341 veces
Si te ha gustado No eres más puta, porque no eres más grande vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
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narrador
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:32) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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