Aquella jornada teníamos un invitado especial a cenar .
Era un antiguo amigo que tenía una deuda pendiente con mi esposa y canceló la deuda con una sesión erótica ante mis ojos.
Relato
Todo transcurríó normal , la cena , las risas , las copas y ojo avizor yo también las manos .
Nos acomodamos en el sofá y fuí a por unos gin tonic .
Mientras preparaba no perdía de vista la escena y observé por la rendija de la puerta cómo accedía a las bragas de ella con la palma de la mano abierta.
Me puso aquello en situación pero decidí dejar pasar para ver lo que sucedía.
Y la sesión continuaba , entré sin disimulo en el salón y los pillé en plena acción.
No disimularon aunque la sorpresa era clara , pero ya estaban los dos encelados .
Estamos recordando viejos tiempos dijo ella .
Pues qué bien contesté.
¿ Quedó algo pendiente ?
Tal vez , y se miraron.
Y queréis rematarlo . Volvieron a mirarse con sonrisa burlona y se besaban .
¿ Molesto ? Pues no dijo él y si no te importa te diré que estoy muy agusto aquí con ella .
Y es que la vida nos enseña muchas cosas y esta es una de ellas .
Cuando dejamos a los dos nos quedó algo amargo sin descifrar y sin que tú supieras nada deseamos descifrarlo.
Ella es una señora y no quería hacer nada a tu espalda y prefirió aquí en directo .
¿ De verdad deseas estar aquí ?
Pues sí , así no me lo contáis.
Vale y bajó la intensidad de la luz .
Acurrucados los dos en el sofá accedían a sus zonas íntimas mientras se besaban .
Por el rabillo del ojo ella miraba y yo también . La veía feliz y con cierto estupor la deseé.
El silencio se rompía con algún suspiro.
Poco a poco la pasión invadió el espacio y los jadeos se podían escuchar .
Los dos desnudos en el sofá se entregaban al placer .
Fuí a por otra copa para mi.
A mi regreso todavía seguía el ritual.
Ora arriba , ora abajo el sexo estaba al rojo vivo.
LLevarían casi una hora y el ritmo aumentó.
Gritos de placer se oyeron y luego la calma .
Dejé la escena y me palpé el paquete . Duro como estaba sentía necesidad de evacuar pero me contuve .
Fuí a mi habitación y al cabo de un buen rato apareció ella .
Se ha ido y me dicho que te de las gracias .
¿ Te las ha dado a ti ? Sí respondió .
Bueno deseo decirte que te lo agradezco , me dijo .
Desnuda como estaba se encaminó a la ducha y al rato al volver se encamó conmigo y me hizo ver las estrellas y todo el firmamento .
En plena faena estábamos afirmó que yo era el mejor y que no regresaría él nunca más .
Como mi marido va creando situaciones en las que me convierte en exhibisionista, llegando al grado, no se si planeado o no, llegar a un extremo en que permito que varios de sus amigos me posean, por todas partes de mi cuerpo.
Relato erótico enviado por Anonymous el 22 de January de 2014 a las 21:38:59 - Relato porno leído 218635 veces