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Uno de mis mayores deseos, era la de ir a disfrutar del Festival de Salza que se lleva a cabo en el Parque Iran Bison en San Juan Puerto Rico. No es que sea un fanático de la Salza, pero sencillamente me gusta, así que durante muchos años viví con ese deseo dentro de mí. Hasta que por cosas del destino, justo después de haberme divorciado, jugué los mismos números siempre había jugado, y cuando menos me lo esperaba me pegué el premio de la Lotto.
Relato
Pagué mis deudas, compre una camioneta, una finca, me fui de viaje, en fin hice todo lo que se me antojaba. Pero ya de regreso de uno de esos tantos viajes, me acordé del Festival de la Salza. Y comencé hacer las gestiones para comprar las entradas, y hasta para reservar una habitación de un buen hotel, por todo el tiempo que durase el festival. Pero hablando de ese tema con un músico salcero, conocido mío. Me comentó que lo ideal era tener lo que llaman una casa rodante, para así pasar el mayor tiempo posible dentro del festival. La idea no me pareció mala, así que exploré si era posible hacerlo, y descubrí que tras pagar una cuota por estacionamiento, eso era posible. Así que pensé alquilar un Motor Home, pero finalmente me decidí por comprar uno, bastante grande, lujoso, y bien cómodo, con todas las facilidades habidas, y por haber en esos momentos.
Así que aparte de contratar a una compañía de guardias de seguridad, para que vigilasen ese magnifico camper, y surtir las neveras con mucha cerveza, y lo que llamamos picadera. Me dirigí al festival, ya dentro me encontraba como pez fuera del agua, realmente no conocía a nadie, salvo uno que otro músico de las grandes orquestas. A los cuales los invité, a mi casa fuera de mi casa, para que cuando se fueran a marchar si gustaban de tomarse una cerveza, me visitaran.
Yo la verdad es que no esperaba que nada especial sucediera, pero cuando ya me encontraba sentado disfrutando de la música, no pude evitar escuchar a una jovencita de quizás unos veinte años, diciéndole a otra, que el Gran Combo de Puerto Rico, tenía una casa Rodante en el estacionamiento. No es que yo fuera entrometido, pero les aclaré que eso no era del Gran Combo, que ese era mi camper, y que si deseaban verlo por dentro con gusto se los mostraba, cuando quisieran. Las chicas me lo tomaron a broma, y seguramente pensaron que yo era un viejo loco, pero al insistirles que fuéramos a verlo, una comentó, es que nos perderemos de la música, fue cuando les comenté que dentro de los tantos aparatos, tengo un sistema de sonido, que se alimentaba directamente de la consola del sonidista, así como un para de monitores, donde podríamos ver todo sin perdernos nada. Las dos chicas, aceptaron acompañarme hasta mi camper, y tras saludar al guardia de turno entramos. Lo cierto es que las dos quedaron como locas al ver el tamaño, y todas las cosas que había dentro. Por cortesía les invité una cerveza, y mientras escuchábamos la música a todo volumen, y mirábamos los monitores. Una de las chicas comenzó a bailar sola, luego yo bailé un poco con ella, y al poco rato su compañera se nos sumó. Yo pensaba que ya era momento de regresar al festival, cuando la más joven de las dos a medida que siguió bailando sin parar, también comenzó a quitarse la blusa, con la excusa de que sentía calor, y eso que tenía el aire acondicionado prendido. Al poco rato su compañera la que no estaba usando sostén también se quitó la blusa, sin vergüenza alguna. Mientras que yo disfrutaba de aquel hermoso espectáculo, las dos chicas siguieron baila que baila, bebe que bebe, y nuevamente yo me puse a bailar con ellas, cuando ambas pero sin decirse nada que se han quitado los pantalones cortos que estaban usando, si había una que aun estaba usando bragas y el sostén, mientras que la otra por lo visto no cargaba tampoco nada bajo el pantalón. Y así seguimos bailando, hasta que de momento no se ni como, comencé a besar y acariciar a las dos, y ellas a su vez me besaban a mi y se besaban, y acariciaban entre ellas. De momento era tal mi excitación, que cuando una de ellas comenzó a soltarme la correa del pantalón, yo mismo terminé por quitármelos, al igual que los bóxer que estaba usando. Ya los tres nos encontrábamos en la cama, revolcándonos, besándonos, y acariciándonos, cuando una de ellas me colocó su depilado coño en mi cara, al tiempo que su amiga, agarró mi verga y se la llevó a su boca. Comenzar a mamármela, como nunca antes me la habían mamado. De eso a penetrar a no se cual de las dos, fue un paso, el resto de la noche nos la pasamos disfrutando del festival, y revolcándonos los tres sobre la cama. Lo que más me asombró fue el ver que las dos después de un buen rato, han sacado de sus pequeñas carteras, algo de polvito maravilla, que por primera vez en mi vida yo veía, y llegue a usar. Así que en algunos momentos, mientras yo tomaba un segundo aire, veía a las dos chicas, disfrutando mutuamente la una de la otra. Como restregaban sus desnudos y depilados coños, con sus piernas completamente abiertas, en cierto momento el ver como una de ellas movía sus bien formadas nalguitas, me provocó ensartarla por su apretado culito, mientras que la otra mamaba su coño como una desesperada. Así que a medida que yo no dejaba de meter y sacar mi verga de entre sus sabrosas nalgas, ella no dejaba de gemir por el placer que seguramente le provocaba su amiga. Con decirles que nos vinimos despertando ya a eso de las tres o cuatro de la tarde del siguiente día. Las dos se dieron una rápida ducha, y quedaron en regresar a la noche. Cosa que yo tomé como una formalidad, sin creer realmente que se fueran a presentar nuevamente.
Cuando nuevamente comenzó el festival, lo cierto es que yo no pensaba que las volvería a ver. Ya habían comenzado a tocar las mejores orquestas, cuando me di cuenta de que mi teléfono comenzó a vibrar. Era el guardia de seguridad, informándome que mis dos amigas habían regresado acompañadas de más gente. De inmediato regresé al Camper, y me encuentro con la sorpresa de que en efecto las chicas habían regresado, pero acompañadas de otras tres chicas, y un par de chicos. Que resultó ser que uno de ellos era el novio de una de ellas. No se si se lo pueden imaginar, a un hombre de ya más de sesenta años, acompañado de varias chicas jóvenes, y sabiendo lo que les gustaba hacer. No lo pensé dos veces, y le comenté al guardia, que estuviera pendiente, que si la cosa iba como yo pensaba, seguramente hasta lo invitaba a entrar, más tarde, cuando llegase su cambio de guardia.
Apenas entramos las dos chicas que yo había conocido, prendieron todos los equipos, a todo volumen, y de inmediato sin necesidad de que yo les dijera nada, comenzaron a repartir cervezas, y a bailar. Por lo que al poco rato, las otras tres chicas también se pusieron a bailar mientras se bebían las cervezas como si fuera agua. Además los dos chicos de los cuales al principio desconfié de su presencia, al poco rato también ya estaban bailando y bebiendo. Magaly la que más había hablado, y follado conmigo, me presentó a uno de los chicos como su novio. Así que honradamente pensé que no volvería a clavármela. Pero a medida que la noche y el festival fue transcurriendo, a mis dos amigas nuevamente les dio por quitarse la ropa, y comenzar a bailar desnudas frente a todos nosotros, así que al poco rato, se había vuelto a desatar otra orgía a ritmo de la sala que tocaban en el festival. En cierto momento Magaly se puso a restregar sus desnudas nalgas, contra mi cuerpo, ante la impávida mirada de su novio, quien de lo más tranquilo vio, como yo le enterraba mi verga, entre las nalgas a su novia, sin decir nada. Ya a eso de las once y media de la noche, sentí que tocaban la puerta, era el guardia de seguridad, notificándome que su relevo había llegado. Así que lo único que se me ocurrió hacer fue invitarlo a pasar, para que se diera una cerveza. Ya a dentro y al ver a todas esas mujeres desnudas, mamando verga, o dejándose dar por todas partes, mi nuevo invitado no lo pensó mucho, y al poco rato él también se encontraba follando como un loco. Al despertarme al siguiente día, me encontré con el espectáculo de ver a todos desnudos, lo más gracioso fue cuando comencé a despertar a las chicas, que trataban inútilmente de ocultar su desnudes. Bueno poco a poco se fueron despertando y marchándose, algunas sin decirme nada, excepto Magaly, que con una sonrisa de puta satisfecha, al despedirse me dijo. Nos vemos en el festival de salsa, del año que viene.
Por su parte los chicos, y el guardia de seguridad, se retiraron de los más contentos supongo yo. Yo la verdad es que no pensé en volver a ver a ninguna de las chicas. Hasta que como a los diez meses, la misma Magaly, me puso una demanda por paternidad, la que eventualmente no prosperó, y fue desestimada, cuando llevé mi certificado de vasectomía, al tribunal, en el que consta que se me operó ya hace más de quince años. Pero aun, y así le ofrecí que si del examen genético que se le practicase a la criatura, salía que yo era el padre biológico, con gusto pagaría su manutención. De lo contrario, que buscase a su novio para que se hiciera responsable. De más está decir, que no hizo falta que se practicase dicho examen.
EL ESPOSO DE LETICIA ESTABA FUERA DE LA CIUDAD LO QUE APROVECHAMOS PARA FORNICARLA TODA AQUELLA NOCHE, LE DIMOS POR ELCULO BAÑANDOLE EL ROSTRO DE ESPERMA.
Relato erótico enviado por Anonymous el 28 de October de 2008 a las 00:14:11 - Relato porno leído 97981 veces