Por poco y no lo cuento…

Bueno realmente no se casaron, pero si se fue a vivir con el tipo ese. Bueno, apenas Paty me vio, se emocionó tanto que no había terminado de instalar la nevera, cuando ambos nos encontrábamos en su cama completamente desnudos, disfrutándonos mutuamente. Lo bueno de Paty es que es una mujer blanca de cabello castaño claro, casi rubia, bien llenita sin llegar a ser gorda, con un buen par de buenas tetas, y un tremendo culo. Luego de besarnos, abrazarnos y acariciarnos mutuamente, ya estaba a punto de enterrarle mi verga por su culo, cuando apareció su marido.
La realidad es que el tipo estaba súper molestó, indignado, enfurecido, aparte de que también se encontraba algo bebido, y sacando una pequeña navaja de unos cinco centímetros de hoja, nos amenazaba a Paty y a mí, diciéndonos que nos iba a matar. Repitiendo una y otra vez, que eso no se le hacía a un hombre como él, que la amaba tanto a ella. Yo mientras tanto ya me había parado de la cama, y de inmediato eché mano de mi pantalón, no con la idea de ponérmelo precisamente. Ya que en uno de los bolsillos cargaba un revolver 38 cañón corto, al que apenas le puse la mano encima, me volvió el alma al cuerpo.
En ese instante pensaba que si él daba un paso en dirección mía le sonaba un pepazo, pero también pensé si le meto un tiro a este pendejo, el que va a salir jodido soy yo, porque lo más seguro es que la puta esta diga que yo la obligué, por no quedar mal con su marido ni ante las autoridades. Así que lo único que se me ocurrió decirle al tipo fue. Espérese hermano, que aquí al que han jodido es a mí. Ella era mi mujer hace tres años, y tú te la llevaste de mi bar. Y hoy casualmente, como tengo el camión me tocó entregar la nevera que compraste. Al verla a ella me dolió mucho, que me hubiera abandonado, pero en lugar de matarla, golpearla, o salir a matarte a ti, me acordé de lo bien que lo pasábamos juntos.
Y la verdad es que lo único que se me ocurrió fue castigarla, y no pude evitar meterme a la cama con ella, a pesar de lo mucho que me dolió que me dejase. A medida que yo iba hablando, Paty se fue saliendo de la habitación, quizás con la idea de salir corriendo, pero yo antes de que ella desapareciera, le pregunté. Patricia no tendrás por ahí, algo de beber para nosotros dos. Tímidamente Paty respondió que sí, y de inmediato su marido mostrando interés en lo que yo decía, le dijo anda ve y trae algo.
Por lo que Paty tan desnuda como se encontraba terminó de salir de la habitación, mientras que yo sin soltar mi pantalón, por si acaso. Me le acerqué a su marido diciéndole, como ya te dije si a alguien han jodido aquí ha sido a mí, por lo que te propongo algo, que tal si castigas a tu mujer, en lugar de matarla, o herirla con esa navaja. Él se me quedó viendo, como quien no entendía de lo que yo le hablaba, hasta que le pregunté. Alguna vez le has dado por el culo a ella. Y de inmediato me dijo que no, bueno que te parece, si en lugar de hacer algo de lo que después te vas a arrepentir por el resto de tu vida, no la castigas.
Así que mientras el marido de Paty guardaba la navaja, yo seguí comiéndole el cerebro con la idea de que la castigase dándole por el culo. A medida que yo seguía hablando, él parecía estar mucho más interesado, fue cuando Paty regresó a la habitación tan desnuda como había salido, con una gran botella de aguardiente en sus manos. De la cual su marido de inmediato se dio un largo trago, para luego pasarme la botella a mí.
Yo continué diciéndole pero ya frente a Paty, que lo mejor era que la castigase, haciéndole algo que a ella no le gustaba para nada. Lo cierto es que Paty como buena puta, no tan solo sabe mover muy bien sus nalgas, sino que yo pienso que disfrutaba tremendamente, que le den por el culo. Así que si tú quieres castigarla, dale bien duro por ese culo. A todas estas el marido de Paty, no dejaba de ver las bien formadas nalgas de su mujer, mientras que yo por mi parte le seguí diciendo, además yo también quisiera castigarla poniéndola a mamar mi verga, si a ti no te molesta. Y mientras decía esas palabras le devolví la botella de aguardiente, para que se diera otro trago.
Al marido de Paty al parecer no le molestó mi propuesta para nada mi propuesta, ya que de inmediato dijo, bueno y si quieres darle por el coño, dale mientras yo le doy por el culo. Así que sin más ni más él se quitó los pantalones, y de inmediato, le dije a Paty que se dedicase a mamar la verga de su marido. Aunque ella actuó un poco negándose al principio, finalmente le hizo creer a él que lo iba hacer solo porque él se lo ordenaba. En cosa de pocos segundos Paty hizo que la mustia verga de su esposo se parase, tras lo cual, volviendo a negarse finalmente le ofreció sus rellenas nalgas.
Ya el marido la tenía bien clavada por el culo, cuando yo colocándome encima de ella la penetré por su peludo coño, al tiempo que golosamente le mamaba sus tremendas tetas. Los tres nos movíamos sobre la endeble cama, mientras que mi amiga sobre actuando se quejaba de lo mucho que le dolía lo que nosotros dos hacíamos con ella. Así mientras el marido se la continuaba clavando por el culo con cara de que definitivamente él estaba disfrutando del castigo que le daba a su mujer por puta, yo por mi parte me deleitaba mamando sus tetas, y enterrándole toda mi verga bien adentro de su coño.
Bueno entre una cosa y la otra, Paty disfrutó de un quejumbroso y prolongado orgasmo, al tiempo que tanto su marido como yo nos veníamos respectivamente dentro de su culo y su coño. Ya cuando terminamos antes de que el marido de Paty se le ocurriera algo, le dije como en secreto, no te gustaría que te ella te lo volviera a mamar. Y de inmediato él respondió que si. Fue cuando le dije a él, bueno ordénale que te lave la verga, y que ella se limpie, mientras que yo los espero aquí en la cama.

El marido de Paty le ordenó a ella que le limpiara la verga y desde luego que ella también aprovechó para expulsar lo que le habíamos dejado él y yo dentro de su culo y coño. Al regresar, le entregué la botella de aguardiente a él nuevamente, y nuevamente se dio un buen trago, y tras yo también darme otro buen trago, entre los dos pusimos a mamar a Paty, y la muy puta actuando convenció a su marido que todo lo que él y yo le habíamos hecho le había dolido mucho.
Yo después de que le di por el coño, y luego me mamó la verga, discretamente me vestí y marché. A la semana estando esa noche en mi bar, que apareció el marido de Paty. Para pedirme un favor, yo al principio no creí lo que escuchaba, el tipo prácticamente me pedía que yo nuevamente me acostase con su mujer, para él castigarla dándole por el culo, ya que ella después de aquella tarde, ella no había dejado que él se lo volviera a meter por el culo, ni mamar su verga. Al principio pensé que hasta podía ser una trampa, pero apenas él salió del local, llamé a Paty a su celular y no tan solo me dijo que todo era cierto, sino que además todo había sido idea de ella.
Bueno Paty y yo ocasionalmente nos encontramos ya fuera en su casa, o en mi negocio, la diferencia es que cuando lo hacemos en su casa, debo compartirla con su marido….