Era un viernes por la tarde en el que me encontraba llegando a mi casa del trabajo, deje mi portafolio sobre la mesa y escuche la voz de mi esposa llamándome, me asome para ver que necesitaba, ella estaba en la mesa sentada con cara seria, me dijo que me quería pedir un favor, me conto que hoy en la maña su mejor amiga le llamo para que saliéramos en la noche, acordaron que nos veríamos en un nuevo bar que acababan de abrir
Relato
Era un viernes por la tarde en el que me encontraba llegando a mi casa del trabajo, deje mi portafolio sobre la mesa y escuche la voz de mi esposa llamándome, me asome para ver que necesitaba, ella estaba en la mesa sentada con cara seria, me dijo que me quería pedir un favor, me conto que hoy en la maña su mejor amiga le llamo para que saliéramos en la noche, acordaron que nos veríamos en un nuevo bar que acababan de abrir, ella sabe lo mal que me cae su amiga, no son gente con la que yo pueda congeniar mucho que digamos, pero me pidió como favor que fuéramos, con muy pocas ganas le dije que sí para no discutir.
Ya en la noche nos estábamos arreglando para salir cuando por una tontería nos pusimos a discutir nuevamente, ella en su enojo me grito que para mí tranquilidad aunque iríamos juntos yo podría hacer lo que me plazca, no tendría ninguna obligación de estar con ella ni con sus amigos, me dijo que si quería que me busque alguna zorra para llevármela a un motel, hoy ambos seriamos solteros sin obligaciones, yo grite que estaba completamente de acuerdo que me parecía perfecto.
Aun molestos nos subimos al coche y maneje hasta el bar nuevo, aunque me sentía muy molesto con ella no pude dejar de admirar lo bella que se veía, estaba estrenando un vestido negro bastante entallado, un poco más corto de lo que usualmente usa, sus grandes senos que resaltaban enormemente por el escote del vestido, tengo que admitir que se veía muy sexi esa noche, al llegar buscamos una mesa, pedimos un tragos mientras esperábamos que lleguen sus amigos, casi ni nos mirábamos a ver, cada uno estaba metido en su celular, en eso escuche que el celular de mi esposa empezó a sonar, pude escuchar que su amiga tuvo que cancelarle a última hora ya que su hijo se enfermó, ella puso una cara de decepción, no sabía que decirle, creo que ninguno se sentía muy a gusto en ese momento.
De pronto escuche que alguien decía mi nombre es voz alta , cuando me vire reconocí a Alejandro un viejo amigo de la niñez que estaba entrando solo al bar, nos saludamos muy efusivamente, teníamos muchísimos años sin vernos, él siempre fue muy atrevido con las mujeres, además teníamos gustos muy similares, no tardo casi nada en ver a mi esposa de pies a cabeza y preguntar quién era esa guapa mujer, fue ahí cuando una idea se me paso por la cabeza, recordando la discusión que aviamos tenido yo la presente como una amiga del trabajo que apenas nos estábamos conociendo, ella me miro un poco sorprendida por mi repuesta pero al parecer me empezó a seguir el juego por alguna razón, el la saludo de beso e inmediatamente empezó a decirle varios alago que la apenaron un poco, yo lo invite a sentarse en nuestra mesa y él dijo aceptar encantado, mi esposa se paró ir al baño, Alejandro aprovecho ese momento para preguntarme si yo tenía alguna intención amorosa con ella, lo pensé por unos segundos pero decidí seguir el juego para ver hasta donde llegaríamos, le respondí que no, solo éramos amigo, el con su sonrisa de ligador me dijo que ella le llamo la atención de inmediato, que no podía dejar de verle ese enorme par de tetas por el escote, se acercó a mi oído, en voz baja me dijo que ambos la trabajáramos que igual y los dos podríamos tener suerte esa noche, la idea me causo mucho morbo, de inmediato acepte su propuesta, me pare de la mesa con el pretexto de ir al baño mientras él se quedaba hablando con el mesero.
Me pare en la puerta del baño de mujeres a esperar que saliera mi esposa, cuando salió la lleve a un rincón y le pregunte que si quería seguirme la corriente para divertirnos un poco, que posiblemente la pasaríamos bien, ella me contesto que estaba de acuerdo que nos sigamos portando como dos solteros esa noche, creo que para darme un poco de celos ella comento que Alejandro le parecía bastante simpático, me reí un poco y pactamos que no valía rajarse pase lo que pase.
Nos dirigimos a la mesa para sentarnos nuevamente, el pidió una botella de vodka, ambos seguimos el juego al pie de la letra, la verdad es que nos estábamos divirtiendo muchísimo Alejandro tenía muchos anécdotas e historias graciosas , el descaradamente coqueteaba con mi esposa no perdía el tiempo, ya nos sentíamos muy en confianza empezamos a tocar temas picantes como con cuentas personas hemos tenido sexo o cual es nuestra posición favorita, mi esposa dijo cosas que jamás me escuche antes, el la saco a bailar un rato, me sentía un poco caliente al ver como la tomaba de la cintura y rosaba su pene sobre las nalgas de mi esposa en cada oportunidad que tenia.
Ya estábamos un poco entrados en copas, nos habíamos tomado la botella entera, el sugirió que fuéramos los tres a su casa para seguir la fiesta, mire a ver a mi esposa a los ojos un poco nervioso esperando su respuesta, ella dijo que estaría encantada que se la estaba pasando muy bien con nosotros.
Pagamos la cuenta y nos dirigimos al estacionamiento, Alejandro le pregunto a mi esposa que por que no se iba con el en su carro, ella acepto pero antes de subir al carro se acercó a mí, me dio un beso en la mejilla y me dijo en voz baja que nos veríamos hay para seguir jugando, yo no sabía que pensar esa situación me tenía súper caliente, sentía mucha emoción de lo que podría pasar, subí a mi carro y los seguí hasta su casa, cuando ellos se barajaron del carro estaban muertos de la risa.
Alejandro nos invitó a pasar a la casa, nos sentamos en su sala y de inmediato nos ofreció unos tragos, mientras preparaba los tragos él dijo que por que no jugábamos algo para que la velada sea más divertida, mi esposa riendo le pregunto qué quería jugar, él dijo sugirió póker de prendas, ella no lo dudó ni un segundo para aceptar, sabia cuanto me calentaría ese juego, yo estaba nervioso pero también acepte, Alejandro saco las cartas y nos pusimos a jugar mientras seguíamos bebiendo, la primera en perder fue mi esposa, pero solo se quitó los zapatos en esa ronda, seguimos jugando ronda tras ronda hasta que en un punto los tres estábamos en ropa interior, nosotros estábamos en bóxer mientras que mi esposa le quedaba el brasier y un pequeño calzoncito, jugamos una ronda más de la que mi esposa fue la perdedora, ella se empezó a reír, dijo que las deudas son deudas, se pudo de pie frente a nosotros, desabrocho el brasier y lentamente se lo quito dejando que contempláramos sus grandes senos, Alejandro ya no podía ocultar su excitación tenía el pene bien.
Ella se sentó en medio del sofá, dijo que nos quería tener sentados uno a cada lado de ella, inmediatamente obedecimos, primero ella tomo con sus manos la cara de Alejandro para darle un beso apasionado mientras tomaba mi mano y la ponía entre sus piernas, me puse a tocarla suavemente mientras ellos se besaban, el no perdió la oportunidad para acariciarle los senos, ella le pidió que se pusiera de pie frente a ella y con ambas manos le bajo el bóxer hasta los pies dejando descubierto su pene erecto, de una manera muy sensual empezó a chuparlo lentamente, mientras yo seguía acariciándole su vagina húmeda, mi esposa dijo en voz alta que ya no podría aguantar más las ganas de que se la cogieran como si no hubiera un mañana, ella se recostó un poco, mientras Alejandro puso las piernas de mi esposa sobre sus hombros, inmediatamente la penetro para darle una cogida que nunca olvidaríamos, mi esposa no paraba de gemir de placer, yo estaba sumamente excitado con una erección de aquellas, ella metió su mano derecha dentro de mi bóxer y tomo firmemente mi pene, empezó a masturbarme mientras me preguntaba si me excitaba lo que estaba observando, ella rápidamente llego al primer orgasmo, seguimos así por un buen rato, cuando noto que ambos estábamos a punto de venirnos nos pidió que lo hiciéramos sobre sus senos para poder sentir el calor de nuestra leche.
Al final de la noche le confesamos la verdad a Alejandro pero no pareció molestarle mucho, quedamos en reunirnos debes en cuando para seguir con la diversión.
Comencé a notar placer, pues su polla restregándose contra mi clítoris me hizo sentir algún que otro espasmo. Mire otra vez a mi marido. El se la estaba meneando mientras veía como me follaba Ramón. Aquello parecía gustarle. Seguro. Ramón tiene un buen cipote y sabía usarlo como debe ser. Yo levantaba mi culo para que penetrara más a fondo......mientras miraba a mi marido.
Relato erótico enviado por coronelwinston el 16 de March de 2009 a las 17:00:00 - Relato porno leído 131203 veces
Si te ha gustado Portándonos como solteros por una noche vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Portándonos como solteros por una noche.
PAREJA_RELLENITA
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:44) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:16) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:14) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
Registrate
y se el primero en realizar un comentario sobre el relato Portándonos como solteros por una noche.
Vota el relato el relato "Portándonos como solteros por una noche" o agrégalo a tus favoritos