Amar con locura y pasión a un hombre y de pronto sentir deseos por otro por el que no se siente amor, ¿por qué será esto?
Relato
Indiscutiblemente el usar esos pequeños bikinis, la forma en que me volteaban a ver cuando nadaba o tomaba el sol me hacían sentir diferente, sé que mi familia me tacharía de ser una "cualquiera" si me vieran dentro de ese bikini, pero la verdad es que me comenzaba a sentir una mujer atractiva, me veía al espejo y observaba detenidamente mis pechos que sin ser de gran tamaño son redondos y firmes, mi tronco que yo antes veía muy largo ahora me gustaba, en especial las curvas de mis costados, que se abren hasta mi cadera, que siendo angosta lo disimula lo pequeño de mi cintura, mi vientre plano luciendo su ombligo y abajo la piel de mi pubis que al usar la ropa muy baja a la cadera es centro de miradas, igual que en otras chicas, mis nalgas redondas y levantadas y sobre todo mis piernas, son muy largas por mi altura pero las veo proporcionadas y bien torneadas, mis muslos son gruesos y firmes al igual que mis pantorrillas, sumado a esto la ventaja de las rubias, que siempre atraen las miradas y desde luego que el tono bronceado de mi piel hacía que me viera mucho mejor, realmente había en mi forma de verme un cambio, me sentía agusto con mi cuerpo.
Sin embargo me estaba convirtiendo en una exhibicionista, me provocaba un extraño placer enseñar mi cuerpo semidesnudo en la playa, y si no usaba el bikini, usaba shorts o minifalda muy baja a la cadera y una playera que dejaba ver todo mi vientre desnudo, e incluso me ponía un top que tan solo cubría mis pechos como si fuera un vendaje sobre de ellos. Parecía que estuviera estrenando mi cuerpo y deseaba que todos lo observaran.
Ya no me avergonzaba lucirme en bikini en la playa, y decidí llegar a más, estando en la playa tendida boca abajo, y como había ya pasado un tiempo así bajo el sol, le dije a Pedro.
-"Vamos a la playa del hotel de al lado, quiero asolearme sin brassiere"
El quedó sorprendido pero me acompañó y sobre la arena me tiré boca arriba sin el sostén, tan solo con el calzón del bikini cubriendo mi sexo. Esto provocaba en mi, placer y lujuria, me gustaba que me voltearan a ver y sentirme deseada, sin embargo la magia de todo se interrumpió al día siguiente que se presentó mi menstruación, no solo cortó nuestras noches de pasión, sino que cambió mi estado de ánimo. No sexo, no alberca, no mar y a lo mucho bikinis tradicionales, la "maravilla mensual" de ser mujer cortaba de golpe con todo lo nuevo que estaba sintiendo y la verdad me sentí desanimada.
Al segundo día de mi "desgracia" Pedro me dijo que saldría a ver a un amigo que trabaja en el gobierno local, ya que lo quería saludar y se fué, yo bajé a sentarme bajo la sombra de una sombrilla junto a la alberca tan solo a ver a la gente nadar, ¿bebidas?, solo refresco ya que yo era como cualquier menor que no puede identificarse como mayor de edad y aunque conocía de varios años al gerente del lugar y a muchos empleados y sabían que estaba casada, las reglas son las reglas, mi pasaporte indica claramente mi fecha de nacimiento y ¿Quién viaja de vacaciones llevando su acta de matrimonio dentro de la maleta? por supuesto que el anillo y la argolla no son prueba de nada, tanto que al llegar el primer día se le telefoneó a mi papá para certificar que el hombre con el que iba era realmente mi marido.
En mi soledad y aburrimiento llegó a saludarme un amigo, Carlos, de mi edad o un poco mayor, al que conocía desde hacía 8 años por coincidir siempre en una semana de vacaciones ahí mismo, después de saludarnos y platicar un rato fuimos a la playa a saludar a sus papás y a su hermana, él me abrazó por la cintura y yo respondí de la misma forma y así caminamos sin importar que él es un poco mas bajo de estatura.
Estuve platicando con su familia mientras yo veía que Carlos es realmente es un tipo guapo, con un cuerpo bien formado y aún con el traje de baño tipo short se le ven sus nalgas muy atractivas, cosa que nunca había yo notado.
Algo raro me pasaba ya que imaginaba ese cuerpo desnudo sobre el mío, pensamientos que desechaba volteando a ver a la demás gente meterse al mar.
Sonó mi celular y era Pedro que me avisaba que comería con su amigo, así que comí con Carlos y su familia, en el restaurante se acercó una mujer americana de grandes pechos con sus dos hijos a preguntarme por Pedro ya que habían estado juntos en la alberca el día anterior, respondí amablemente pero me dieron celos, yo no nunca he celado a mi marido ni pienso hacerlo, pero de sentirlos, claro que siento celos. Terminando de comer yo decidí subir a tomar una siesta y Carlos me acompañó hasta la puerta de la villa y ahí en la puerta me dijo:
--"¿Dormimos la siesta juntos?"
Yo reí, y le respondí
"Eso quisieras, pero no dormir precisamente ¿verdad amigo?"
"La verdad si amiga, te has puesto muy atractiva, ni hablar, mala suerte la mía"
Se dió la vuelta y se fué, yo entré sola en la villa y después de lavar mis dientes me recosté en el sofá de la sala viendo el mar en la comodidad del aire acondicionado, veía a la gente en los veleros y al fondo isla mujeres y mi mente vagaba en que no conocía la isla, pero la imagen del cuerpo de Carlos sobre el mío no la podía alejar con facilidad, ¿estaría muy caliente, deseosa de sexo, deseaba hacerlo con Carlos?, así que decidí darme un baño y estando bajo el agua de la regadera acariciaba mi cuerpo pensando que mis manos eran las de Carlos, no encontraba explicación a ese deseo que no había sentido nunca, incluso mis deseos por Pedro nacieron después de casados, cerré el agua caliente y al sentir el frío del agua sobre mi cuerpo, si bien no me quitó los deseos, si me hizo olvidarme de ellos. Saliendo me puse una panty (por necesidad) y sin otra cosa encima me quedé dormida en el sofá.
Me despertó el timbre de la puerta, me puse una camisa de Pedro que había en la sala, sin abotonar y tan solo cubriendo mis pechos, abrí la puerta y era Pedro, me dio un beso y me dijo contento.
-"Fui por tu regalo de 18 años amor, cuando salgamos de las villas, vamos a pasar tres días en un hotel donde realizaras tu sueño"
Yo quedé extrañada sin decir palabra y el agregó.
"Nudista amor, un hotel nudista aquí en Cancún, me consiguió reservación mi amigo, dijo que estamos en luna de miel.. eso si muy caro, pero tu deseo vale eso y mas"
Me puse feliz pero muy nerviosa, y le dije
-"Amor soy una maldita exhibicionista, ¿no te avergüenzo?"
El rió se sentó en el sofá, yo me recosté boca arriba con mi cabeza en sus piernas y le hice notar que estaba caliente y sin poder tener relaciones, él metió su mano bajo mi panty y con su dedo comenzó a acariciar mi clítoris sobre la piel de mis labios, me besaba en la boca, chupaba mis pechos mordiendo suavemente mis pezones mientras yo le platicaba de Carlos y los deseos que surgían en mi mente, él me dijo:
"Cierra tus ojos, no reprimas el deseo, piensa que estás con él, responde a sus caricias, trata de vivirlo"
Y así lo hice, sentía su dedo tocar mi clítoris mientras su boca y lengua besaban y lamían mis pechos, mi cuello y mi boca, yo me imaginaba que era Carlos y le ofrecía mi lengua cuando acercaba su boca a la mía, y aunque deseaba sentirme penetrada, me estaba masturbando muy rico y consiguió llevarme al orgasmo, pasado mi orgasmo y ya mas relajada yo me arrodillé frente a él, le bajé el short, su pene estaba crecido al máximo y endurecido, lo lamí, lo metí en mi boca lamiendo con mi lengua, me levanté y fui por crema que unté copiosamente sobre su pene, Pedro me veía en silencio, y así embarrado de crema comencé a masturbarlo, apretaba con una mano y la resbalaba del glande hacia abajo y seguía con la otra mano rápido y apretando con fuerza, él cerraba los ojos y gemía y al poco rato sentí su pene endurecerse al máximo, yo lo apreté con las dos manos una arriba de la otra, su glande quedaba fuera de mis manos, pasé mi lengua sobre el orificio de la punta y cuando comenzaba a lamer alrededor del glande, el dejó escapar un "ohhh amor" y yo apunté su pene a mi cara donde recibí toda su descarga, llenando mis mejillas, labios, nariz, incluso mi frente de su cálido semen. Nos metimos a bañar y saliendo él me pidió que lo acompañara a la alberca, ya había oscurecido pero deseaba nadar un rato.
Me puse una minifalda a la cadera y una playera muy corta que solo tapaba mis pechos y sin sostén debajo, al levantar mis brazos, se veía la parte baja de mis pechos, a lo que Pedro dijo
"Vaya amor, si que te me estás volviendo exhibicionista "
Ya en la alberca mientras él nadaba yo estaba sentada en la orilla con los pies dentro del agua, cuando se acercó Carlos y los presenté, después de platicar un rato llegó la mujer de los pechos grandes y se metió al agua, se puso a platicar con Pedro que se acercó a mi y me dió un beso en el muslo y puso su brazo sobre de ellos mientras platicaba, como demostrando que era yo la mujer que amaba, tanto a Carlos como a la que estaba frente a él, siempre que él habla con alguna mujer si yo estoy presente me abraza para darme mi lugar, yo me levanté y le dije que iba a la playa con Carlos, y él asintió con la cabeza, llegamos a la playa, me detuve junto a un camastro pero Carlos me dijo que fuéramos a los que estaban mas cerca del mar y claro que mas en la oscuridad, yo me recosté en un camastro mientras él se sentaba en el camastro de al lado, yo coquetamente levanté mis brazos sobre mi cabeza estirando mi cuerpo hasta que sentí que mi corta playera dejaba parte de mis pechos al descubierto a sabiendas que aún en la oscuridad los alcanzaría a ver, con la mirada recorrió mi cuerpo entero y me dijo.
"Que linda estás Andrea"
Yo sonreí apenada dando por respuesta un "gracias" entrecortado y en voz muy baja, él fue directo y me dijo.
"¿Serías capaz de quitarle lo virgen a tu amigo?"
"¿Tú eres virgen?.... pregunté
"Pues si, y me encantaría dejar de serlo contigo, me encantas y además te tengo cariño"
Una sensación especial recorrió mi cuerpo, sentí eso que los nervios producen en el estómago, las famosas "mariposas en el estómago", me le quedé viendo ya me había acostumbrado a la oscuridad y pienso que él también y se repitió esa imagen en mi mente, su cuerpo desnudo encima del mío, y solo le pude decir.
"Estoy menstruando Carlos"
Y con eso dejaba la puerta abierta, él lo entendió así y ya no quiso aflojar en su afán de conquista, a la que al parecer yo estaba dispuesta a ceder, él dijo en plan de broma
"Pero, eso no dura toda la vida, puedo esperar"
Yo reí y él arrodillándose en la arena al lado de mi camastro me dijo
¿Me dejas tocar tus piernas?"
Yo me quedé callada, no puedo explicar, ni explicarme lo que sentía, lo deseaba, de verdad era un deseo incontrolable, y bajo el dicho de que "quien calla otorga" él pasó su mano sobre mis piernas, subiendo desde las pantorrillas y metiéndola por debajo de la falda, al meter su mano en medio de mis muslos yo simplemente las separé un poco para permitir sus caricias que para evitar que llegaran hasta mi sexo cubierto con una toalla sanitaria dentro de la panty, detuve su mano con la mía y él la bajó un poco sin dejar de acariciarme, nos vimos fijamente, mi respiración se agitaba, él al notar esto comenzó a acariciar mi vientre, se agacho para besarlo y sus manos subieron a mis pechos y yo en lugar de detenerlo, simplemente cerré los ojos para sentir su boca chupar mis pezones. Por instinto bajé mi playera con las dos manos diciendo.
-"No Carlos, mejor detente"
Y cuando hice el intento de levantarme, acercó su boca a la mía y le respondí el beso separando mis labios y permitiendo la entrada de su lengua a mi boca, para saborearnos así las lenguas y mezclar apasionadamente nuestras salivas una y otra vez. Yo lo separé y me levanté diciendo.
-"Vamos a la alberca Carlos, en serio que no puedo"
Sin rechazos, enojos, ni reproches, le dejaba nuevamente la puerta abierta de par en par y él lo sabia, y uno al lado del otro caminamos juntos a la alberca, nos acercamos a donde estaba Pedro que se despedía de beso de la mujer pechugona, noté el short de Carlos húmedo por la excitación, cosa que Pedro también notó y nos despedimos, ya en la villa le platiqué lo que había pasado y él me dijo
"Pues si tienes ganas amor, sabes que por mi no hay problema, prueba si quieres y si dudas de que sea virgen yo mañana me entero, solo déjame platicar con él un rato"
Después de esto me platicó de la mujer y de que se le antojaba poner su pene entre sus pechos y eyacular entre ellos y que en realidad si tendría sexo con ella ya que era una mujer si bien no muy bella era muy sexy, cachonda fue la palabra que usó. Yo le dije que quería hacer algo que había visto en una película porno y que me dejara hacerlo para ver si podía, lo besé en la boca de una forma húmeda, lo jalé al dormitorio, me quité la playera, lo desnudé, me recosté en la cama boca arriba aún con la minifalda puesta y con mi cuello en la orilla, de tal forma que mi cabeza quedaba colgando y él parado en el piso frente a mi, abrí mi boca y permití que su pene entrara en mi boca casi hasta mi garganta, sentí el reflejo de vomitar y lo saque, para después chuparlo, ya que estaba lo suficientemente húmedo de mi saliva, le dije
-"Antes de hacerlo con ella, hazlo conmigo"
Con mis manos junté mis pechos, indicando donde poner su pene, él se recostó sobre mi de tal forma que su miembro quedó en medio de ellos y se comenzó a mover, mi cara quedaba en medio sus muslos, la humedad que brotaba de su pene había lubricado mis pechos y lo hacía resbalar entre ellos, él me sentó en la orilla de la cama y parado frente a mi tomó su miembro con la mano y lo pasaba por mis pezones frotándolo rápido sobre mi piel para estimularse con ellos, lo pasaba por todo el volumen de cada pecho que estaban humedecidos por el líquido que salía de él, puso sus manos en mi espalda y me empujó sobre su cuerpo, quedando su pene pegado a mis pechos, yo lo abracé por las nalgas y traté de mover mi pecho de un lado a otro, pero ya no era necesario, sentí su semen caliente mojar la piel de mis pechos y escurrir por mi vientre hasta la falda, así nos quedamos un momento, se separó de mi y ante su asombro con mis manos embarré su semen en todo mi dorso, vientre, estómago, pechos y me dejé caer de espalda sobre la cama, él se sentó en el piso y se puso a acariciar mis pantorrillas y mis muslos en silencio, sin que él se diera cuenta yo me armé de valor y lamí mis manos para probar nuevamente su semen y aunque su sabor no era agradable, ya que lo sentía como ácido y salado, tampoco era algo que me hiciera vomitar y pensé que algún día lo dejaría eyacular en mi boca y me tragaría su semen para hacerlo disfrutar al máximo del sexo oral.
Termino aquí con esta parte, para facilitar la lectura, sin embargo falta mucho por contar de mis primeras experiencias … claro que solo el interés de los amigos lectores es lo que vale.
EL ESPOSO DE LETICIA ESTABA FUERA DE LA CIUDAD LO QUE APROVECHAMOS PARA FORNICARLA TODA AQUELLA NOCHE, LE DIMOS POR ELCULO BAÑANDOLE EL ROSTRO DE ESPERMA.
Relato erótico enviado por Anonymous el 28 de October de 2008 a las 00:14:11 - Relato porno leído 97989 veces