Encanta, seduce, maravilla y deleita a las mujeres en copula contigo. No seas un macho brusco y bestia, eres un encanto ocúpalo en el placer, deleita a una mujer en tus brazos
Relato
Estos pensamientos y las conversaciones con Federica llevan a ambas a un estado enardecido de sensualidad y traspasan estos pensamientos voluptuosos carnales a las otras amigas Raquel y Luisa ambas mujeres mayores con hijos de 15 años los mayores, una de 39 años y la otra de 40 años.
Se juntan las cuatro amigas en su reunión de cada quincena y conversan, en eso llega Luisa con una gran sonrisa en su cara y comenta,…. Creo que vamos a cambiar el nombre de estas reuniones dejaremos de llamarla… las reuniones de cuatro amigas y las llamaremos…., las reuniones de las amantes de Leo.
Amanda mas rápida de pensamiento le dice… no me digas que terminaste acostada al fin con Leo y que te sedujo, deleito y gozaste con el encanto de ser apareado por este. Luisa ríe y se sonroja… Oye le dice a Raquel faltas tú y no sabes lo que te pierdes aquí todas estamos felices si el nos elije para llevarnos a la cama. El resto de la reunión es agradable como siempre.
Raquel esa noche sueña con tener a ese muchacho que todas sus amigas han seducido, se han maravillado de sus destrezas y encantado de ser empotrada por su pene. Al día siguiente sale en busca de ese macho juvenil a la hora de la salida de los colegios con la excusa de ir en busca de sus hijos, estos tienen 14 y 10 años, pero ella sale en su busca según su cuñada. No encuentra a sus hijos, si a su juvenil muchacho, lo saluda conversa con él y lo cita a su casa para el jueves que su cuñada sale de romería por las iglesias.
Al llegar lo lleva a su dormitorio donde sin preámbulo lo coge le abrazaba y besaba gimiéndole, le dice… mis amigas me han comentado que eres un semental experimentado en las líderes del apasionado acto sexual, sabes extraer los trastornos de las mujeres enloquecidas por los deseos maritales. Estoy ardiente por ti encántame y hazme tuya. Coge el pene lo lleva a su entre piernas girando al macho y se recuesta en la cama y sintiendo su pene en su entrepiernas que este clava suavemente meneándose exquisitamente, ella responde con un movimiento de sus cadera sobre él y su ropa, luego le desnudo y adentrando en mi vagina, acariciándole con mis carnes vaginales a su duro y fiero pene, que es apretado y soltado varias veces en su camino al fondo de mi vagina Como sacude esa cama antes las duras arremetidas de ese semental en el cuerpo de su nueva entregada mujer. Media hora de quejas, llantos y suspiros llenan esa pieza, mientras Raquel se siente en la puerta del cielo al ser penetrada apareándose con este implacable y fenomenal macho, que al final ella entrega sus orgasmos tan deliciosamente el macho a excitado su cuerpo que no es uno sino dos orgasmos seguidos.
Luego silencio y calma, ahora ándate le dice Raquel que puede llegar mi cuñada casada con el hermano de mi marido otro macho inútil en el acto del amor… te espero el próximo jueves temprano ella sale tipo diez y vuelve como a las dos de la tarde.
Cuando llega Patricia su cuñada le dice hay un olor a transpiración y semen en esta casa y aquí los hombres son unos inútiles en esas maniobras. Raquel se toma de sus palabras y le dice, pero las dos podríamos solucionarlo…¿Cómo? pregunta Patricia… nos ponemos de acuerdo y cabalgamos con un macho que nos encante, nos seduzca y nos deleite a nosotras dos mujeres con copulas sin brusquedad y reciedumbre, contigo un día y conmigo otro día,… claro dice Patricia, pero ese macho tiene que ser un macho que nos de placer y sentirnos unas diosas en sus brazos sentir el deleite de ser mujer deseada en tus brazos, ¿Dónde encontraras uno así?.
Raquel le contesta tengo uno así, pero deberíamos jurar que gozaremos de sus apareos y guardaremos silencio para siempre. Patricia la mira diciéndole… yo soy la primera que cada vez que mi marido me ocupa me deja ardiente y ansiosa por saciarme mirando el cielo y ayer me ocupo y todavía mi vagina reclama placer.
Raquel nada contesta, pero pone su señal una escoba con un pañuelo rojo, con esa señal vendrá su joven semental.
Al día siguiente por la mañana, casi al amanecer, pasa preguntando a que hora su nuevo amo y ella le responde lo mas temprano. A medio día llega Leo…, Raquel llama a Patricia y le dice es tuyo mañana es mío.
Patricia angustiada no sabe que hacer, Leo la coge del brazo y la lleva a su cama a media hacer, la acomoda y la desviste Patricia se cubre con las sabanas asustada, el macho se desnuda y se mete junto a ella entre las sabanas, este macho casi un niño la acaricia y le recorre con sus manos su cuerpo, se excita Patricia tenía unas largas piernas perfectamente cuidadas adornadas por unas morbosas medias negras de tacto sedoso y enloquecedor, unas braguitas color blanco con cierta transparencia. Pero lo mejor de todo fue cuando, inclinándose un poco, se bajó las braguitas y dejó libre su sexo. Lo tenía totalmente depilado. Primero tomó mi sexo y acarició o restregó la punta del mismo contra el suyo, con lo que pude sentir el tierno tacto de aquella vagina de tan magnífica manufactura, casi sin darme cuenta se lo fue introduciendo sin problema alguno, pues a pesar de que era grande su sexo era capaz de engullir cualquier cosa.
El placer que sentía es indescriptible, fue una mezcla de sensaciones. Mi pene era engullido por su sexo una y otra vez, sintiendo el suave tacto de su muy húmedo sexo. Ella comenzó a gemir también, con lo que sentí una doble emoción. Sus botes se hicieron más rápidos y menos pronunciados, moviendo sus caderas y contorsionándose. De pronto pasó de hacer unos movimientos verticales a quedarse quieta saboreándose de mis penetradas pasar de atrás hacia delante y viceversa, lo cual fue el fin de mi excitación culminando y descargándome dentro de ella además, sin ser consciente de posibles riesgos.
Estaba agotado pero excitadísimo, sin embargo ella no parecía darse cuenta, seguía gritando cada vez más y más… hasta que finalmente se dejó caer sobre extasiada sobre la cama, jadeando, con la punta de sus pechos rozando el mío. Estaba emocionadísima y me abrazaba desesperada hasta que llegan sus orgasmos y se vuelve loca agitándose con mi pene en su vientre, nuevamente me vacié en ella era deliciosa llenarla de semen. Me besó y se levantó, con lo que pude ver cómo unos finos hilos de fluidos caían donde se unían nuestros sexos.
Ambas cuñadas eran mis amantes ahora no tendríamos que ocultarnos en nuestros encuentros.