Relato:Luego de la conversación que escuche de mi madre Brenda con su amiga Natalia, sobre su aventura sexual que ambas tuvieron, descubrí a la hembra sensual y caliente que en realidad era mi madre. Ese mismo día, después de comer y que la Sra. Natalia se regreso a su casa, mi madre nos comunica que nos preparemos por que vamos de compras a un centro comercial, luego que ellas se vistieron para la ocasión, que por cierto se veían muy hermosas, mi hermana Gabriela iba vestida con una blusa roja de tirantitos de tela delgada, con un generoso escote, que dejaba ver parte de sus bonitos senos, y un pantalón de lycra blanco, que se ajustaba muy bien a su cuerpo, dejando ver en su lindo trasero el contorno de su diminuto bikini, calzaba unas zapatillas de tacón que le hacían lucir sus hermosas y firmes piernas; mi madre iba con un vestido ligero de una sola pieza que le llegaba por encima de las rodillas, que al caminar se le pegaba a sus bonitas caderas, que hacia que al ir por el centro comercial, la mirada de casi todos los hombres las recorrían viendo a ambas sus espectaculares traseros, yo al ir detrás de ellas veía con admiración y orgullo las ricas nalgas de ellas, por que tenia el privilegio de verlas de cerca ahí y en casa, y en ocasiones de tocarlas y acariciarlas.
Al terminar de comprar en la tienda, y de regreso a casa, pasamos a una zapatería por el rumbo de nuestro hogar, su dueño don Saúl, un tipo de mas de 50 años de edad, que ya conocíamos, por que siempre compramos nuestro calzado en su negocio, que por cierto me cae bastante mal por que siempre ve a mama y hermana con lujuria cuando esta cerca de ellas, al entrar, de inmediato nos recibió saludándonos, a mi con un que tal Misael, y al dirigirse a ellas note como con deseo y lujuria saludaba abrazando a ambas muy efusivamente, con beso en la mejilla a cada una, reteniendo abrazada a mi madre mas tiempo de .lo normal, ella lo retiro nerviosa por la presencia de nosotros, luego nos hizo sentar y nos mostro varios pares de zapatos a cada uno de nosotros, en un momento dado, en que mi hermana no se decidía por algún calzado, le sugirió ir a la bodega a traer mas piezas, mientras mama y yo elegíamos los nuestros, después de un buen rato regresan de la bodega mi hermana y detrás de ella don Saúl, ella venia con 2 pares de zapatos, se notaba contenta y algo ruborizada, a el lo note con una sonrisa de satisfacción, y sin quitarle la vista de sus nalgas, le note a través de su pantalón que traía una erección que trataba de disimular con su mano, luego ignorándome y mirando fijamente a mi madre, la invita a la bodega a escoger su calzado. *Brenda, en bodega tengo mas variedad de modelos, y veo que aun no eliges los tuyos, acompáñame y ves lo que tengo para ti allá dentro, por que a tu hija le gusto lo que tengo guardado, verdad Gaby? Ella visiblemente nerviosa responde afirmativamente.
Y don Saúl , tomando a mi mama de la mano, con cierta confianza, se dirigen a la bodega. Nos quedamos Gaby y yo eligiendo; al poco rato y aprovechando que mi hermana se entretenía viendo mas artículos, me dirijo a la trastienda en busca de mi mama, presintiendo que el lujurioso de don Saúl pudiera aprovecharse de mi madre, al llegar, abro con sigilo ligeramente la puerta y los veo, mi madre se encuentra ligeramente agachada, escogiendo entre varias cajas sus modelos, don Saúl sentado en un banco. A escaso metro y medio de distancia detrás de ella, le da una estupenda visión de su lindo trasero, tanto el viejo como yo vemos como su vestido se le sube ligeramente a medio muslo, por la posición en que se encuentra, dejándonos ver y disfrutar el nacimiento de sus buenas nalgas, sus amplias caderas y bonitas piernas, ante semejante espectáculo, veo como don Saúl se soba su verga por encima de su pantalón, que en ese momento ya debe de tener una buena erección , y sin que mi mama se de cuenta, se acerca y se agacha ligeramente para poderle bien mejor sus nalgas y su ropa interior; mi madre sin sospechar del agasajo visual que nos esta dando, elige un par de zapatillas de tacón alto, y al tratar de ponérselos en sus pies, don Saúl, acomedido le pide ayudarle a ponérselos, la hizo sentar en un pequeño banco, quedando su vestido por sobre sus rodillas, el en cuclillas se coloco frente alas hermosas piernas de ella, y tomándole la pantorrilla con una mano, procede a colocarle el calzado, al terminar de hacerlo, deja como por descuido la mano en su pantorrilla, para luego subir lenta y sutilmente, sintiendo palmo a palmo la suave piel, hasta llegar a su rodilla y dejar su mano allí, esperando la reacción de mi madre que solo en silencio se queda observando sus zapatillas, como si no estuviera pasando nada fuera de lo común, ante esto, el lentamente le empieza abrir las piernas de ella, viendo claramente como asomaba el nacimiento de su bikini rojo, excitado, su mano siguió su camino por debajo del vestido, animado ante la pasividad de mi mama, don Saúl ya abarcaba la totalidad de sus frondosos muslos, llegando incluso a tocar ligeramente con sus dedos el sexo de mi madre, seguramente ya húmedo, pues emitió un leve quejido, al sentir el toque en su sexo, ante esto, ella nerviosa y excitada, se levanto de su asiento, y con una picara sonrisa, se fue caminado lenta y sensualmente ante el espejo para ver como le quedaban sus zapatillas, pude ver que se veían su piernas muy lindas, por que su calzado de tacón le resaltaban sus pantorrillas y se le marcaban muy sexi sus músculos de sus piernas, así como se le notaban mas paradas sus nalgas.
*Te quedan muy bien esos zapatos Brenda, te ves mas buena de lo que ya estas. Le dijo el., ella solo le sonreía coqueta, y siguió ante el espejo modelando sus zapatos y su figura. *Quédate ahí Brenda y te pruebo este otro par, le dijo a mi madre, que se quedo de pie, y el se arrodillo frente a ella para colocarle el nuevo par, al terminar de hacerlo, ella se volteo a a verse en el espejo, y se veía igualmente buena, el notando y viendo el rico culo de ella, se acerco a tocarla nuevamente, primero palpando con sus manos las pantorrillas, diciéndole lo bonitas que se veían sus piernas, y nuevamente empezó a subir sus manos lentamente por las extremidades inferiores de mi madre, acariciando su piel por detrás de sus rodillas, ella se dejaba hacer, por lo que animado, prosiguió con los toqueteos, ahora metiendo sus manos por debajo del vestido, continuo el camino ascendente hasta llegar a su gran trasero, mi madre igual en silencio y se dejaba hacer, al llegar a sus nalgas las palpo y acaricio por encima de su bikini, logre ver como le dedos de el se metían entre sus glúteos acariciando su vagina y culo al mismo tiempo, mi madre seguía frente al espejo, con los ojos cerrados, seguramente disfrutando de las caricias que recibía, don Saúl dueño total de la situación y voluntad de mi madre, le sube su vestido a la altura de sus caderas, y lentamente le va bajando su bikini que poco a poco se desliza por las piernas de ella, hasta retíralo con la ayuda y complicidad de mi mama, que sigue emitiendo leves jadeos de lo excitada que en ese momento se encuentra, y con voz ronca de excitación y poco convincente dice *para ya Saúl, que pueden venir mis hijos a buscarme, y el, haciendo caso omiso y frente a la desnudes de sus nalgas, las empieza a lamer y mordisquear, con tal excitación que con una mano se empieza a sacar el pene de su pantalón, ya liberado veo que es grande y grueso, y ante la situación y las nalgas desnudas de mi madre, me saco yo mi pene y me empiezo a masturbar viendo el gran espectáculo sexual de ver a mi madre sometida y entregada a todo lo que le hace el viejo lujurioso.
*Que buen culo tienes Brenda, te encuentras bien caliente, por que siento tu chocho bien mojado, te voy a dar una buena cogida ahorita; ella con la poca voluntad que le queda, *espera Saúl, aquí es muy peligroso, pues nos pueden descubrir mis hijos o tus empleados, decía mi madre, sin detenerle las manos que ya se encontraban estrujando sus pechos, y besando su cuello y boca para callar las débiles protestas de ella, que ya entregada empezó a corresponder de igual forma, abriendo la boca para recibir la lengua caliente del viejo, en un húmedo y lujurioso beso, que recibía mi madre que ya mas excitada con su mano cogió el grueso pene de el y lo empezó a sobar y masturbar frenéticamente. Ante esto no aguanto mas y masturbándome mas fuerte empiezo a eyacular gran cantidad de esperma sobre el marco de la puerta, en donde me encuentro viendo la inminente cogida a mi madre.
Que lo cuento en el siguiente.
Como mi marido va creando situaciones en las que me convierte en exhibisionista, llegando al grado, no se si planeado o no, llegar a un extremo en que permito que varios de sus amigos me posean, por todas partes de mi cuerpo.
Relato erótico enviado por Anonymous el 22 de January de 2014 a las 21:38:59 - Relato porno leído 219764 veces