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Federica y Luisa


Me cuenta Amanda que está enardecida y frenética por su descuido, ella una mujer madura como yo fecundada por un mozuelo, soy Luisa y tengo casi su edad 41 años…, pero me dice a nadie le falta una razón y salió en mi camino nuestra amiga Federica quien es un poco menor 40 años y tiene un problema parecido al mío, su marido un borrachín de primera no la ocupa como su mujer desde hace mas de un año, ella esta convulsionada y contraída por ser violada me dice, he salido dos noches bien provocativa a la calle con la espera que me violen y así descargarme de estas alocadas exaltaciones ardientes de sentirme penetrada por un hombre mi sexo lo reclama, pero nada me ha sucedido…, solo en un autobús fui manoseada y oprimida contra una barra mientras me recorrían mi colita y nada pasó…. Estoy loca me dice… Amanda me dice que crees que hice Luisa… le comunique…

Tengo tu solución le digo, pero debes callar para siempre por el favor que te dispensaré… júramelo… ella me dice por lo que mas quieras te prometo mi silencio. Soy madre de dos jovencitas y pro ellas te lo prometo, bien todas sabíamos que tenía dos hijas de .13 y 11 años y la cité para un miércoles al igual que Leo…

Luisa le dice ya comenzaste tienes que contarme todo Amanda… Bien llega el miércoles y junto en mi casa a Federica y Leo., cual de los dos más deseoso por un buen sexo… los presento a ambos y nos ponemos a conversar Federica nerviosa se pone de pié y se detiene en una ventana angustiada, Leo llegó por la espalda, diciéndole serás mía, eres toda para mi, , empecé a restregarme en las nalgas y ella por lo caliente que estaba, se quiso inclinar para que se la metiera, le dije déjame mamarte tu cosita, me arrodille chupándole las piernas hasta que llegue a su vagina tenia los bellos rizados y rosados sus labios, le comencé a meter mi lengua y ella no sabia si gritar o llorar lo único que yo sentía eran los jalones que le daba a mi pelo, así estuve un rato hasta que me sentí muy caliente y que mi pene imploraba que se la metiera, métemela, me decía, no seas malo tengo mas de un año que no hago esto, así que la abracé y guiándola hacia la cama la acosté y seguí mamando su vulva, mientras mi pene quería acción y ella me lo tomaba y apretaba con su mano,,le dije quiero que me la mames, la arrodillé frente a mi y comenzó a besarlo como si fuera su helado le dije así comételo todo, no dejes de chuparlo, lo sacaba de su boca y lo veía con muchas ganas de metérselo así que la acosté y le levante una pierna ella lo guió con su mano, metiéndoselo poco a poco, quemaba la condenada si era cierto que no había tenido verga en mucho rato, la estuve bombeando como unos 30 minutos, el sudor le bañaba la cara así como yo le llenaba su vientre de leche, me quería ahorcar con las piernas cuando terminaba, no te salgas quiero toda tu leche dámela toda me decía al oído, cuando se la saque se fue a lavar la vulva y vi claramente como se sacaba la leche de su vagina, vuelve y comenzó a masajearme la verga, rápido se me puso en guardia se volteo de espaldas agarrándose de las almohadas, y se inclino dejando su hermoso culo a la altura de mi verga, métemela toda semental toda, se la restregué un rato para que se pusiera mas caliente y pidiera pene yo le llegue por la espalda, diciéndome , se la empecé a restregar en las nalgas y ella por lo caliente que estaba, se quiso inclinar para que se la metiera, le dije ahora déjame mamarte tu vulva, me arrodille chupándole las piernas hasta que llegue a su panochita tenia los bellos, le comencé a meter mi lengua, y ella no sabia si gritar o llorar lo único que yo sentía eran los jalones que le daba a mi pelo, implorándome que se la metiera, métemela, métemela no seas malo tengo mas de un año que no hago esto, así que que la abracé y la guié hacia la cama, la acosté y le seguí mamando su rajita, mientras mi pene quería acción y ella me lo tomaba y apretaba con su mano, le dije quiero que me la mames, la arrodillé frente a mi y comenzó a besarlo como si fuera su helado, no dejes de chuparlo, lo sacaba de su boca y lo veía con muchas ganas de metérselo así que la acosté y le levante una pierna ella lo guió con su mano, metiéndoselo poco a poco, quemaba la condenada si era cierto que no había tenido un miembro en mucho tiempo, la estuve bombeando como unos 30 minutos, el sudor le bañaba la cara así como yo le llenaba su vientre de leche, me quería ahorcar con las piernas cuando terminaba, no te salgas quiero toda tu leche dámela toda me decía al oído, la volteo de espaldas agarrándose de las almohadas, se inclino dejando su hermoso culo a la altura de mi verga, métemela toda , toda, se la restregué un rato para que se pusiera mas caliente y pidiera mi pene, así la tuve un ratito luego se la metí por detrás el chasquido que hacia su vagina con mi pene me ponía a mil, que rico, que rico no te pares cométela toda le dije, mientras le besaba la nuca, ella suspiraba y me decía que rica verga tienes métemela más, en la cama la senté en la orilla y le di unas mamadas a su rendija, cuando sentí que me iba a vaciar le levante las dos piernas y se la metí toda, que rico toda, toda no te pares y se mordió la mano para no gritar, así la tuve un buen rato hasta que comenzó a moverse mas rápido, no me pude aguantar mas y se la metí toda sintiendo como la bañaba de leche, que ricura, así la tuve un ratito luego volví a besar su nuca y ella me dice déjame descansar después hacemos mas.

Diez minutos después estábamos en labores nuevamente y ella entre gritos y llantos me entregaba sus orgasmos del placer que sentía al ser penetrada tan violentamente y tan exquisitamente, mientras me vaciaba en su matriz, tanto tiempo sin sexo no se preocupaba de sus ciclos y aproveché de satisfacerla rebozando de semen su matriz.

Nos juntamos tres días seguidos en casa de su amiga Amanda y Federica cada vez era mas la cantidad de espermas que recibía en su vientre hasta que un óvulo respondió a mis estímulos y se fecundo, iba a tener un hijo mío en su útero.

Dos meses después cuando se lo comenta a Amanda, esta feliz la consuela, pensando ya no soy la única mujer madura fecundada por un mozuelo. Estos pensamientos y las conversaciones con Federica llevan a ambas a un estado enardecido de sensualidad y traspasan estos pensamientos voluptuosos carnales a las otras amigas Raquel y Luisa ambas mujeres mayores con hijos de 15 años los mayores, una de 39 años y la otra de 40 años.

En sus reuniones se ponen de acuerdo y comentan sus ofuscaciones sexuales buscando un escape…, lo logran escuchando a sus amigas embarazadas como se descargaban de sus frenéticas y enardecidas pasiones con un mozuelo que es un amante perfecto las deleitaba y daba placer, satisfaciéndolas, siendo estas mujeres poseídas y lo mejor este macho no comentaba a nadie sus escapes amorosos.

Esa semana Luisa de 40 años es una madura mujer con dos hijos de 15 una y 12 el varón, pero abandonada en la cama por su marido que la ignoraba… recordaba lo que sus locas amigas contaban y su vagina se inundaba deseando ser ella la penetrada por este mozuelo llamado Leo.

Casualmente un día de la semana ella acompaña a su marido que viajaría por el día, por trabajo, fuera de la ciudad y se encuentra con este semental en le rodoviario. Se saludan y en eso parte el bus de su esposo despidiéndose ella de él y este le comenta te han dejado sola o hay gente en casa, no le dice ella en casa no hay nadie mis hijos en el colegio y mi marido de viaje, si deseas me dice el semental te acompaño a esta, al llegar le digo si desea pasar y este todo un caballero me dice ¿no te comprometo al entrar a tu casa y hable la gente? Ja…ja… me río y le digo entra sin miedo.

Al entrar este lo miro y recuerdo a mis amigas…, mi cuerpo se excita… estoy sola en casa con un potente semental, mi marido hace como dos meses que me tiene olvidada en la cama como su mujer…, mi vagina está excitada por aparearse…, Dios ayúdame a no caer en la tentación de aparearme con este muchacho…, y casi sin pensar lo llamo al dormitorio y le solicito si me ayuda a sacarme el abrigo que traía, el colabora acercándose a mi cuerpo casi rozándome, lo miro de reojo mientras me saco la chaquetilla que llevaba y mis senos están radiantes y duros marcándose en mi blusa mis pezones, el macho mas me acorrala mi cuerpo contra mi tocador y a través del espejo veo que este está excitado viéndome mis duros pezones reflejados en el espejo del tocador, imprudentemente fricciono mi trasero contra él, y este reacciona tomándome de mi cintura, me gira y sin darme tiempo aparta la blusa dejándome desnuda y mis pequeños bricole de mis senos apenas lo ocultan bajando este su cabeza y succiona sacando de su sitio mis pezones. Desde ahí no recuerdo que pasó hasta cuando me tiene en la cama desnudo mi dorso, mis polleras sobre mi cintura sin calzones y tratando de penetrarme con su inmenso miembro sexual duro, tieso, grueso, y mas largo que el de mi esposo y mi vagina desgarrándose ante tamaño del pene que desea poseerla después de mas de dos meses sin uso, como grito y me estremezco al ir entrando en mis carnes vaginales este tronco trastornando mis sentidos y abriéndome al máximo de piernas al aire para que ese monstruoso y grueso miembro no me desmiembre, cuando lo tuve todo dentro de mi, mis caderas tienen vida propia y se menean gustosas con ese desgarrador pene azotándose en mi matriz y sus cogones golpeándome en mis nalgas…, grite, gemí, sisee y me alborote a lo menos casi media hora acompañando a este semental apareándose conmigo, que felicidad sentirme deseada como mujer, sentirme el objeto sexual de un macho que clavaba con pasión su miembro en mí.

Luego entrego mis orgasmo gimoteados y alabados al entregárselos a tan poderoso semental que me desgarraba mi vagina y me consolaba de mis emociones y trastornos carnales apasionados mientras le gemía si soy tuya…, si hazme tu mujer…, si descarga tus leches en mí. Siento como los chorros, mas de tres, inundan mi matriz con su esperma y mis piernas lo abrazan por detrás gustosa de este delicioso coito.

Descansamos mientras nos besamos y acariciamos y él me dice eres mi hembra, ahora soy tu nuevo marido…, si, si le contestaba…., sedienta de pasión y entregada totalmente a este chico de 17 años. Esa semana diariamente vino a visitarme Leo y durante a lo menos una hora era su mujer. Como me destrozaba mi vagina y como gozaba con él dentro de mi vientre.

Este fin semana cuando nos juntáramos las cuatro amigas, les diría que ahora somos tres la mujeres de este amante.