Para empezar quisiera decir que este relato es totalmente real, sin ningún toque de fantasía por mi parte. Voy a presentarme: Me llamo Juan tengo 30 años y mi mujer se llama Mari de 30 años tambien.
Relato
Para empezar quisiera decir que este relato es totalmente real, sin ningún toque de fantasía por mi parte. Voy a presentarme: Me llamo Juan tengo 30 años y mi mujer se llama Mari de 30 años tambien. Los dos practicamos deporte diariamente por lo que tenemos unos cuerpos bastante musculados y sin un gramo de grasa. Hace algunos años que solemos ir a las playas nudistas por la libertad de estar al sol desnudos, y por que no, por el morbo de estar viendo desnudos a los demás.
Tenemos una pareja de amigos a Ingrid y Dani, de nuestra edad con los que compartimos nuestra afición por el deporte. Una noche comentando que íbamos a playas nudistas Ingrid dijo que le gustaría ir con nosotros. Ni que decir tiene que esto me puso a cien solo de pensar que vería a mi amiga desnuda (no la había visto ni en bañador). Esto era en julio por lo que decidimos ir a pasar un fin de semana a la costa lo cuatro. Medio en broma medio en serio barajamos la posibilidad de ir al camping nudista de Hospitalet de l'Infant. Cual fue la sorpresa de los dos tíos al ver que ellas no ponían ninguna traba, por lo que quedamos en ir un sábado por la mañana y alquilar unos pequeños bungalows que son en realidad como una caravana.
Llegamos hacia las 11 al camping y nos dieron las llaves de la casita, dejamos las cosas y decidimos bajar a la playa. Conforme íbamos bajando mi corazón se aceleraba cada vez mas al pensar que vería en pelotas a Ingrid en unos momentos. Al llegar a la arena extendimos las toallas y Dani y yo nos pusimos rápidamente en pelotas. Acto seguido nuestras respectivas novias hicieron lo mismo. Los primeros momentos no miré nada para que no se me notara, ya que pensé que tendría dos dias para verlas en bolas. En lo que si me fijé es que Dani al igual que yo, tenia la polla un poco morcillona por la excitación (algo que jamás me habia pasado en las playas nudistas). Pasado algún rato, con las gafas de sol puestas decidí que ya podía echar alguna mirada furtiva a las tetas y a mi zona favorita, el chocho de Ingrid. Tenia unas tetas de un tamaño normal, aunque parecían más grandes dado lo delgada que está. Su coñito era realmente tentador, rosadito, con unos labios voluptuosos y con muy poquito pelo, se lo había depilado a conciencia, ya que solo tenia una pequeño triangulo en la zona púbica y el resto estaba totalmente al aire (supongo que para que se viera mejor).
El día transcurrió sin demasiadas morbosidades aunque yo estaba realmente cachondo y sorprendí mas de una vez a Ingrid sobandole la polla y los huevos con cariño a Dani. Por la tarde nos fuimos a duchar todos desnudos a las duchas del camping y dado que hacia mucho calor, continuamos en pelotas por la noche, que hicimos la cena. Durante la cena el ambiente se fue caldeando y, animados por el abundante alcohol que bebimos empezamos a tocar temas sexuales que hicieron que nos pusiéramos como motos. Esto provocó en mi una erección considerable que no se notaba por estar sentado y fuera del alcance de las miradas de nuestros amigos. Fue en ese momento cuando mi mujer dijo:
- Mas vale que paremos porque este se me esta poniendo "guerrero".
Ingrid, mirando a la polla de su marido dijo:
- ¡Pues mira que el mío!.
Las dos se empeñaron en vernos las pollas empalmadas mientras mi colega y yo tratábamos de taparnos con las manos.
- Total si hemos estado en pelotas todo el día, ya nos las sabemos de memoria!.
- ¡Pero es que no es lo mismo!
A lo que ellas replicaban que sí y dale que te pego. Fue cuando yo dije:
- Es como si os pedimos que os abráis de piernas y nos enseñéis el chocho abierto.
- ¿Te crees que nos cortaríamos? - dijeron ellas - Si nos enseñáis como tenéis las pollas ahora os enseñamos el coño. ¡Entrad dentro y veréis!.
La verdad es que las dos estaban borrachas perdidas ya que en una ocasión normal ni se les hubiera ocurrido hacer lo que hicieron. Ni cortas ni perezosas se levantaron de la mesita del porche donde estábamos cenando y entraron en el bungalow. Dani y yo las seguimos a dentro y nos esperaban en la habitación "grande" sentadas en la cama. Dani y yo nos tapábamos la tremenda erección con las manos a lo que ellas respondieron:
- ¿Es que no os atrevéis?
- Vosotras primero - respondimos.
Se miraron una a la otra y abriendo las piernas se separaron los labios del coño dejándolo completamente abierto. Dani y yo sacamos las manos de nuestros paquetes y ellas nos contemplaron los genitales mientras nosotros hacíamos lo propio con los suyos. Yo, mas atrevido que Dani, me arrodille ante el chochito de Mari y se lo empecé a comer mientras mi amigo hacia lo mismo. De aquí pasamos a que ellas nos mamaran las pollas en la misma cama. La cosa se puso a tope y me levante a buscar condones y me puse uno. Ingrid, mirando, dijo:
- Trae otro para mi novio que yo no me pienso quedar asi.
Le di otro y Dani se puso la goma en la polla bajo la mirada lasciva de las dos chicas. Se la clavamos a nuestras respectivas en la pose del misionero y se corrieron como locas ( la verdad creo que los gritos de las dos eran exagerados). Cuando nos corrimos los tíos, Ingrid le saco el condón lleno de leche a Dani y me dijo:
- Trae que lo voy a tirar.
Le dí el preservativo y lo tiro a la bolsa de la basura cosa que me excito todavía más. Nos quedamos dormidos abrazados cada uno a su pareja.
A la mañana siguiente nos despertamos con un resacon monumental y prácticamente sin mirarnos a la cara por la vergüenza, que se fue pasando conforme transcurrió el día. No hemos comentado nunca nada mas de lo ocurrido, pero siempre que veo a Ingrid me la imagino follando como una perra... y supongo que Dani hace lo mismo con mi novia, el cabroncin.
EL ESPOSO DE LETICIA ESTABA FUERA DE LA CIUDAD LO QUE APROVECHAMOS PARA FORNICARLA TODA AQUELLA NOCHE, LE DIMOS POR ELCULO BAÑANDOLE EL ROSTRO DE ESPERMA.
Relato erótico enviado por Anonymous el 28 de October de 2008 a las 00:14:11 - Relato porno leído 97981 veces