Sirvientas

¿Sirvientas?

La había conocido en una reunión de temática bdsm, fina y elegante de casi 60 años pero una mujer más que apetecible, de piel suave y sedosa, siempre andaba muy bien vestida, la llamaremos Fernanda.

De condición sumisa, pero por su porte amedrentaba enfrentarla, se veía de firmes convicciones, era una de esas típicas eternas solteronas, pero deseosa de vivir aventuras aun, el día que la conocí charlamos animadamente, tocábamos muy superficialmente lo temático dada su elegante personalidad, pero demostró sobrado interés en dos situaciones, humillación y doblegar, algo que dejaba entrever su profundidad como sumisa.
Comencé a frecuentar su casa, impecable tal cual ella como persona, muy lentamente fui conociendo secretos de su personalidad, como brillaban sus ojos ante ciertas expresiones ajenas a su vocabulario habitual, demostraba constantemente que una vez conseguida su confianza, se relajaba lo suficiente como para bajar esa cortina que intimidaba inicialmente.
Necesitaba conseguir una empleada domestica, me ofrecí a estar con ella cuando la seleccionara, haciendo como que fuera su pareja como para que no vieran que estaba sola, acepto gustosa , le pregunte si quería tomar esa situación como inicio de un juego entre nosotros , dudo un poco pero finalmente acepto .
Durante una semana entrevistamos aspirantes, dos condiciones que yo buscaba era que se diferenciara la condición social, mas allá de lo lógico, pues el que sea domestica ya es diferencia de por si, pero buscaba morochitas, suelen ser de cuerpo firme y duro, exuberantes en su vestir , otra era que fuesen contestadotas, que no se dejaran mandar fácilmente , Fernanda se divertía pues pensaba íntimamente que elegiría según sus gustos y criterios.

Finalmente dudábamos entre dos, ambas provincianas y realmente muy poco amables para aceptar ordenes que estuvieran fuera de algo previamente pactado, y no les agradaba mucho el uso de un uniforme, como no nos decidíamos por una u otra decidimos por las dos una vendría lunes miércoles y viernes y la otra martes, jueves y sábados. me pareció buena idea proponerle a Fernanda que comenzáramos una relación de amantes reales, como para ponerle un condimento extra al juego, acepto gustosa y así lo hicimos, es decir todo comenzó en simultaneo

Todo marcho normalmente el primer mes, con Fernanda nos comportábamos como una pareja normal frente a las chicas hacían su trabajo ya predeterminado y cuando había alguna variante se les avisaba antes, diferente era en la intimidad pues cuando practicaba atarla o castigarla, fantaseaba lo que le haría pasar frente a sus empleadas , nuestras sesiones de sexo eran cada vez mas intensas y degeneradas , ya entrado el segundo mes, comencé a darles mas confianza a las chicas , provocando que de a poco se fueran soltando , hablábamos mucho y así lograba me contaran vivencias y gustos personales , todo marchaba bien y tanto Fernanda como yo nos sentíamos a gusto con como se estaban dando las cosas , ella iba cediéndome cada vez mas terreno en todo tipo de desiciones
Una de las primeras medidas de cambio fue sugerirles un día que estaban ambas y delante de Fernanda, que dejaran de usar uniforme, que así se sentirían mas cómodas , Fernanda protesto discutiendo , su argumento fue que eran sirvientas y debían usarlo,
déjalas lucir sus cuerpos le respondí, en nada modificara eso su eficiencia, queres usarlo vos a ver como te sentís la desafíe , todo quedo en eso momentáneamente , a la noche volvimos a discutir pero le recordé que ella había aceptado el juego y así finalmente lo reconoció , después de ese incidente ya nada fue igual , las dos empleadas pretendían seducirme constantemente desafiando a Fernanda en su cara y yo las alentaba a seguir haciéndolo .

Finalmente sucedió, una de ellas decidió informarnos que no quería usar mas el uniforme, Fernanda pretendió obligarla a que se lo ponga y terminaron peleando, al verlas comencé a reírme y las separe, pero seguían diciéndose cosas, luego se calmaron solas, decidí entonces lo que para mi era la mejor solución, que las dos se vistieran de uniforme y fue la primera vez que la abofetee delante de su empleada.

Se fueron sucediendo ese tipo de situaciones , cada vez mas ambas empleadas se comportaban mas descaradamente , la sumisión de Fernanda era cada vez mas fuerte , yo notaba que la excitaba esa competencia tan despareja para ella , día a día las cosas se ponían peores para ella , hasta que finalmente asistían a trabajar , pero la dueña de casa cumplía sus tareas ,siempre uniformada y las empleadas disfrutaban de la casa y de mis favores sexuales