Mi nombre es Marlene, y regularmente trabajo como vendedora de una muy exclusiva tienda, de artículos de caza. Solo que en ciertas ocasiones cuando no es temporada de caza, como son tan pocos los clientes que llegan, la dueña de la tienda, aprovecha y se va de vacaciones, dejándome a mí a cargo.
Relato
En realidad para mí verdaderamente, no era un buen trato, ya que en lugar de recibir mi sueldo regular, apenas, y me paga un porcentaje de lo vendido. Como había días en que lo único que entraban, era uno que otro curioso, pensé en llamar a la dueña, y decirle que regresaría cuando abriesen la próxima temporada de caza. Ese fin de semana, estaba en casa hablando con una amiga, que se ufanaba del mucho dinero que había ganado, haciendo la calle como puta. Cuando se me ocurrió, hacer lo mismo.
Solo que ni idea tenía de a dónde ir, y cuando se lo dije a mi amiga, prácticamente se molestó conmigo, diciéndome que si yo me ponía hacer la calle, junto a ella, perdería todos sus clientes. Fue cuando en medio de su rabieta, me dijo. Yo tu, lo haría en la tienda donde trabajas, al fin y al cabo, ahí lo único que entran son hombres.
Lo que al principio me pareció una estupidez de mi amiga, después de que lo pensé un poco, eso comenzó a tener sentido para mí. Era verdad en algunas ocasiones, más de un cliente, me había hecho una que otra propuesta, que por yo estar trabajando como vendedora, y no hacerme falta, diplomáticamente lo mandaba a freír espárragos.
Pero al siguiente día que regresé a la tienda, me vestí de la manera más provocativa que pude, poniéndome unos legui, que me quedaban súper ajustados, y hacían que mis nalgas resaltasen sin que yo me esforzara mucho. Además que en esos momentos no me puse el sostén para ir a trabajar, y a cada paso que daba mis grandes tetas se bamboleaban llamando la atención a cualquiera que estuviera frente a mí.
Así que así vestida y preparada, fui y abrí la tienda, luego de la lista de aquellos clientes que en alguna ocasión me habían hecho algún tipo de propuesta, comencé a llamarlos uno a uno. Con la excusa que de que nos había llegado aquel producto, por el cual él se encontraba tan interesado, y que me gustaría mostrárselo personalmente.
Como dicen para buen entendedor pocas palabras bastan, apenas llamé al primero, casi se presentó de inmediato. Yo por aquello de que no me fueran a encontrar con las manos en la masa, cerré la puerta de la entrada, una vez que él entró. Nada más me bastó echarle mano a su paquete, para cuando me preguntó ¿Cuánto cobraba? Y yo decirle la cantidad, ni lo pensó dos veces, y sonriendo me dijo. Vamos a follar, como nunca nadie antes te ha follado.
Bueno no sería buena puta sino le diera a entender a mi cliente, que él tenía toda la razón. Así que por lo primero que le dio fue por ponerse a magrear mis tetas, luego me quiso ver las nalgas, y así fuimos poco a poco sin prisa alguna, desvistiéndonos. Fue cuando le propuse que nos moviéramos a la oficina, no fuera a ser que alguien pasar y nos viera desde afuera. Ya ocultos de las miradas indiscretas, en algunos momentos yo aprovechaba, y le daba una suave pero profunda mamada, o dejaba que él me agarrase el culo. Hasta que le dio pro echarme aceite, lo que realmente no me molestó, tomando en cuenta de que lo disfruté plenamente.
Bueno entre una cosa y otra, de momento me pidió que le hiciera una cubana, o como dicen en otros lados una rusa. Colocando su verga entre mis grandes tetas, y gracias al aceite, se deslizaba suavemente hasta mis labios. No es por nada pero aparte de que aquel primer cliente tenía una macana de lujo, y sabía muy bien cómo usarla, el que yo estuviera haciendo de puta, como que me excita mucho más todavía, de lo que me excitó cuando me encontraba con mi novio teniendo sexo en el parque.
El sentir como de manera constante, entraba y salía todo su vergón de mi coño, me volvía loca, tanto que si no fuera, porque para mí, resultaba ser un muy buen negocio, quizás ni le hubiera cobrado. Así que a medida que fui moviendo mis caderas, sentía como todo mi coño, una y otra vez, se llenaba con su verga. Por lo que en medio de mis gritos y gemidos de placer, mi cliente quedó tremendamente satisfecho, no sin antes de antojarse de darme por el culo, no tuve más remedio que decirle que eso le iba a costar un poco, más caro, a lo que él sonriendo, me respondió que no importaba. Así estuvimos por un largo rato, hasta que ya no pudo seguir de lo agotado que había quedado, pero casualmente, al ir saliendo vio un artículo, y me dijo. Me lo llevó, que si llego a casa con las manos vacías, mi mujer pudiera sospechar.
Cosa que al igual que él, otros clientes de mi lista, a los que he llamado. Después de follarme, cuando ya van saliendo de la tienda, ven algo de lo que se antojan, y se lo compran. Razón por la que cuando la Dueña de la tienda regresó de sus vacaciones, y ver la cantidad de ventas como que se arrepintió, de que yo cobrase por comisión en lugar del sueldo fijo que siempre me había pagado, debido a lo mucho que vendí. Claro que ella ignora cuál es el método de venta que yo uso….
me tocaba el culo y me morreaba, mientras yo miraba a mi novio, estaba rodeada por tres hombres manoseándome, pellizcándome, seis manos y tres bocas me buscaban ansiosos...mientras ponía cara de cachonda, aun mas de lo que estaba, mientras miraba a mi novio, abriendo mi boquita y jadeando
Relato erótico enviado por culona69 el 20 de September de 2012 a las 00:19:31 - Relato porno leído 155750 veces
Hola me llamo lupita y como lo dice el titulo soy una madura cachonda y muy puta, me encanta el sexo, me gusta que me traten como a una verdadera puta, me encnta que me la metan por el culo y me coman todo mi trasero.
Relato erótico enviado por madura cachonda el 11 de September de 2013 a las 01:05:30 - Relato porno leído 153767 veces
Desde hace más de seis meses, que Antón mi marido, se encuentra preso, y la verdad es que con tres cadenas perpetuas en sus costillas, la única manera de que yo lo vea es, o a través de las rejas, los días de visita, o que él se llegue a fugar, lo cual es un poco menos que imposible. Por lo que comencé a arreglarme para salir a buscar trabajo, en algún restaurante de comida rápida. Fue cuando mi primo, mi hermano, y Darío el hermano de Antón, pasaron a visitarme a casa…
Relato erótico enviado por Narrador el 05 de February de 2015 a las 00:20:40 - Relato porno leído 69600 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 21:13) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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